martes, 14 de mayo de 2013

Consecuencias




Se llamaba Banco Hipotecario. Era el último recurso cuando no tenías otro sitio donde pedir un crédito. Hipotecabas tu casa y podías salir del bache. Lo usaban muchas empresas con problemas de tesorería, estaba allí para eso. Era un banco público, y tenía un deber de servicio. Era caro, pero al final del túnel siempre permitía atisbar una salida.

Allá por los años 90 el Banco Hipotecario fue fusionado en un grupo de bancos públicos que fue rebautizado como Argentaria, y que fue a su vez privatizado rápidamente y comprado por el Banco de Bilbao Vizcaya, que pasó a llamarse BBVA (Banco de Bilbao Vizcaya Argentaria), como lo conocemos ahora. Aquella privatización y venta acabó con aquel último recurso para tantas empresas en apuros. El gobierno en aquellos años era socialista, si bien la privatización y venta se prolongó hasta la mitad de la primera legislatura del gobierno de José María Aznar.

Así que a principios de los 90 se decidió que la banca pública no tenía sentido. Para crisis y casos problemáticos siempre quedaba el ICO, un objeto residual, ya que, bueno, las crisis no suelen ser gran cosa, y se superan rápido ¿No?

Ahora, entre otros muchos problemas, echamos de menos una banca pública fuerte y diseñada para prestar servicios financieros a ciudadanos y empresas desde el prisma del servicio público. Y no hay de dónde sacarla, porque se privatizó en tiempos de relativa bonanza. Recuerdo el viejo adagio que dice que si algo funciona, mejor no lo cambies. Se ha roto tantas veces con ese dicho en este país, que ya ha dejado de tener sentido. Encima con una filosofía económica desastrosa, el llamado “capitalismo de amiguetes” en el que funcionas, consigues, prosperas, si eres amigo de pero no si tienes buenas ideas, iniciativas o talento pero no amigos, algo que es parte de la idiosincrasia local. Y el problema es que es esa idiosincrasia, que está metida en todas las rendijas de la sociedad española, como un quiste, la que hay que eliminar lo antes posible, pero no hay demasiadas ganas de hacerlo.

La ausencia de una banca pública con obligación de responder a las peticiones de crédito desesperadas de empresas y ciudadanos es todo un problema, creado por gobiernos pasados miopes ejerciendo un modelo de capitalismo letal que entonces apenas se notaba, pero que nos ha llevado en última instancia a este desastre y que nuevos políticos, aún más desalmados, siguen aplicando con una agresividad psicopática sobre bienes básicos como sanidad y educación. Ninguno de los responsables, entonces ni ahora, ha tenido que dar explicaciones. Pues ya va siendo hora.


La ilustración la encontré en Wikipedia Commons. "The bankers expressing their joy" ("Los banqueros expresando su alegría"), por Henri Gerbault. Está en dominio público.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.