miércoles, 28 de enero de 2015

"Ácronos 3"


Josué Ramos acaba de publicar en Facebook la portada del tercer tomo de "Ácronos", la fascinante antología de relatos steampunk que él mismo dirige, y que edita el estupendo sello editorial Tyrannosaurus Books. Este tomo está dedicado a diversos países y culturas. La ilustración es de Joe Day, a quien nunca estaré lo suficientemente agradecido por su maravilloso diseño para mi novela "Los Códices del Apocalipsis", que también editó Tyrannosaurus.

"Ácronos 3" sale muy pronto a las librerías, no os lo perdáis. 

Ah, y dentro tengo un cuentito, un viejo proyecto que gracias a Josué y Tyrannosaurus se ha hecho realidad. Se titula "Raza".

La lista completa de cuentos y autores es esta:

Pablo Begué (Prólogo)
Gloria T. Dauden (Arabia)
Esther Galán (Rusia)
Rafael González (Japón)
Laura López Alfranca (India y Perú)
Raúl Montesdeoca (Japón)
Rafael Marín (China)
Jordi Noguera (Arabia)
Elio Quiroga (España)
Paulo C. Ramírez (México)
Josué Ramos (África)
Armando Valdemar (Rusia)


Aquí hay algo más de información sobre la antología.

Y aquí puedes ver una primera reseña en Ficción Científica (actualizado el 27 de febrero); "... una antología increíble, he encontrado relatos fascinantes, todos me han encantado. Cosa difícil de una antología, pero es lo que me ha fascinado de esta, que todos los relatos me han parecido espectaculares."

Lo que me da vergüenza


El titular de arriba salió hoy en Eldiario.es. Una astilla más a mi sonrojo general. A mi sentimiento de vergüenza insoportable.

Me da vergüenza que ayuntamientos como el de Madrid vendan casas de Protección Oficial a fondos buitre echando a la calle a sus habitantes.

Me da vergüenza que las Cajas o el Banco Malo revendan sus créditos de dudoso cobro a grupos de recobro de modos mafiosos.

Me da vergüenza que el gobierno de mi país se alinee con las operadoras telefónicas, la banca y todo aquel que tenga poder económico, que sea fuerte con los débiles, y débil con los fuertes.

Me da vergüenza que todo un Ministro de economía español diga que "Cualquier político responsable lo que quiere es que ese dinero se recupere" respecto a la deuda griega cuando ese pago mata a la gente en ese país. Por cierto, ese ministro que ahora presume de rigor y austeridad, trabajó en Lehman Brothers, la patética firma de asesoría que, ay, qué cosas, no vio llegar la Crisis Subprime y fue liquidada en 2012.

Me da vergüenza que España esté gobernada por un partido corrompido hasta la médula y que nadie pague por ello, ni penal ni políticamente.

Me da vergüenza que decenas de periodistas sonrientes rodeen cada mañana a Luis Bárcenas mientras las personas que levantan este país no merecen ni una nota a pie de página.

Me da vergüenza que un Ministro de Sanidad que apenas sabe hablar niegue sin sonrojarse que los recortes sanitarios estén costando vidas humanas, como afirma la Defensora del Pueblo. A ver, si este zote, este imbécil que debería de dimitir por puro asco de sí mismo se entera: ¡QUE ESTÁ MURIÉNDOSE GENTE, HIJO DE LA GRAN PUTA! (puede que así lo comprenda, perdonad el exabrupto).

Me da vergüenza la propaganda estúpida y ridícula con la que nos están bombardeando los incompetentes que están destrozando a mis conciudadanos estos días.

Me da vergüenza y me duele que tengamos a los menos capaces llevando las riendas de nuestro destino. Y me duele porque de eso, además, tenemos todos la culpa. Los idiotas que llenan el Consejo de Ministros están ahí por mi, tu, nuestra culpa.

Me da vergüenza que los poderosos se vayan de rositas y los pequeños, los pobres y los que cada mañana hacen que el país funcione sean castigados con una crueldad sádica, ya sea vía impuestos, sanciones administrativas o simple burocracia esclerotizada.

Me da vergüenza ver a diario las portadas de la prensa en papel, que ha dejado de ser tal para convertirse en el correo de los intereses y líneas editoriales de los mismos desgraciados que están destrozando el futuro del país. Ya no funcionan ni como parodias de sí mismos.

Me da vergüenza asistir a tanto supuesto coloquio político televisivo o radiofónico que no es más que un teatrito patético de estómagos agradecidos y mamporreros a sueldo.

Me da vergüenza cómo se hacen las cosas en mi país en estos días, cómo se venden cosas que deberían de ser sagradas; la sanidad, la educación, las escasas empresas públicas aún rentables, sin que nadie pueda detener esta locura suicida.

Me da vergüenza ver la mentira institucionalizada cada día, cada hora.

Me da vergüenza en general, para resumir, por no resultar más pesado ni más hastiado, esta España misérrima en la que vivimos, en la que todo es justo al revés de como debiera ser, esta España enlodada en la que parecemos refocilarnos todos. Nos gobiernan asesinos estúpidos, tontos idiotizados, miembros de sectas que adoran a la Codicia por encima de todas las diosas, legiones de hombres sin alma. Pero si he de ser honesto, esto va más allá de la vergüenza. El término más adecuado lo acuñaron en Mondo Brutto, creo, hace años. Es "ascopena".

Y me niego a aceptar que las cosas sean así. Mi gente, mi pueblo, se merece un gobierno y unas instituciones que no den vergüenza.

Espero que podamos darles una patada en sus culos fofos lo antes posible.

lunes, 26 de enero de 2015

Gando



Tomé esta foto en el Aeropuerto de Gando el 23 de septiembre de 2014.

En el suelo se puede ver la sombra del turbohélice de Binter que despegaba en ese momento.

Gando pasó de ser un desolado y polvoriento aeródromo de tierra (que pasaría a la historia por ser el lugar de partida del Dragon Rapide en pos de destruir todo un país), a convertirse en un pequeño aeropuerto con una preciosa terminal de estilo neocanario que recibió a los turistas durante los años del desarrollismo. Ahora es un mazacote de cemento y cristal lleno de franquicias, un clon de cientos de aeropuertos idénticos. Cada tiempo tiene lo que se merece, supongo.

En el ínterin, como comenté aquí, la terminal antigua fue arrasada por AENA hace un par de años en un acto de vileza e incompetencia también signo de los tiempos que corren, y que por supuesto sigue totalmente impune.

Desde aquella terminal blanca y pequeñita, vi llegar de niño el Concorde o el primer Boeing 747 que paraba por las islas. Las filmaciones de mi padre de aquellos acontecimientos en 8mm y Super-8 las conservo en algún lado, y recuerdo que verle con aquellas preciosas cámaras rusas a cuerda me despertó el interés primero y el deseo después de hacer cine.

Una cosa más, nadie sabe a dónde han ido a parar las obras de arte que decoraban la terminal derruida. Otro signo de este país de pícaros, y ejemplo del largo camino que aún nos queda por recorrer.

A todo esto, la privatización de AENA va genial, gracias.

Tras la venta de un 30% hace unos meses sin apenas publicidad a tres inversores y un cambio normativo cercano al fraude de Ley (no olvidemos que esto es España, y ese es deporte nacional) para soslayar cierto párrafo incómodo del Estatuto Canario de Autonomía (los aeropuertos canarios podían haber dado problemas), el pasado viernes, de nuevo a la chita callando, el Consejo de Ministros ha aprobado su salida a bolsa.

Con ánimo de incordiar sanamente, he planteado unas preguntas parlamentarias sobre la Terminal desaparecida. El resto de la demolición de AENA me temo que es ya imparable. A ver qué dicen los de Fomento o en quien deleguen de esa pequeña cagada cometida en provincias, sí, pero en uno de sus pocos aeropuertos rentables.

Ah, que a lo mejor era por eso...

miércoles, 21 de enero de 2015

Esto lo ha hecho Leroy Merlin



Para que lo sepas, Leroy Merlin ha hecho esta porquería en una esquina de la calle San Bernardo de Las Palmas de Gran Canaria.

No sé qué es peor, si la noción de mercadotecnia que algún publicista ha vendido a un ejecutivo en la empresa, destruyendo el patrimonio cultural de una ciudad, o el ayuntamiento que consiente esta barbaridad. Hasta han tapado la cantería de los balcones con pintura gris.

Eso sí, sé qué tienda de bricolage no voy a volver a pisar en mi vida y a la que voy a dar la peor publicidad posible. Es mi granito de arena.

Porque si estos son sus mimbres y esta su sensibilidad... es para echarse a temblar.

Actualizado en marzo de 2015: Al parecer la fachada ha vuelto a ser pintada como estaba originalmente. No sé cuándo lo hicieron, pero menos mal.

miércoles, 14 de enero de 2015

Legislando en caliente


No creía que me iba a encontrar con más muestras de incapacidad de este infeliz y miserable gobierno ultraconservador que nos ha tocado en desgracia. Pensaba que las cosas no podían empeorar.

Pues bien, me equivocaba de medio a medio.

Tras los atroces asesinatos en la redacción de Charlie Hebdo y los secuestros y muertes posteriores, ahora el Partido Popular quiere legislar en caliente sobre asuntos de libertad ciudadana (se habla de penar las visitas a webs yihadistas o de crear registros de entrada en los aeropuertos, y eso para empezar) agitando el espantajo del terrorismo islamista. 

El PSOE, como siempre, se pone de perfil.

Legislar en caliente es una muestra de poca inteligencia. Más aún en un asunto que al final es absolutamente marginal. Sí, marginal. El horror de Charlie Hebdo no debe hacernos olvidar estos datos:

-El 95% de las víctimas del terrorismo yihadista son musulmanes, en atentados salvajes ocurridos cada semana en países atormentados, como Pakistán, Iraq, Afganistán, Nigeria o Siria, y que apenas tienen eco en los medios. Matan a decenas de críos en una escuela o a cientos de personas en un mercado en Islamabad, y ni nos enteramos ¿Un ejemplo? El pasado fin de semana Boko Haram mató a DOS MIL PERSONAS en un atentado en la ciudad nigeriana de Baga ¿Te habías enterado? ¿A que no? No pasa nada. Así va todo.

-En Noruega hace menos de cuatro años que un psicópata fundamentalista cristiano mató a 77 personas e hirió a otras 96 en Oslo y Utoya. Nadie cambió ninguna ley allí por el más salvaje acto terrorista de la historia del país.

Legislar en caliente no sirve para nada, excepto para poner las cosas peor para los ciudadanos a cambio de un dudosísimo beneficio de seguridad que básicamente no es sino la expresión de la llamada doctrina del shock aplicada a la legislación, y claro, cuando es muy conveniente es cuando se quiere usar como excusa para limitar libertades civiles. Pero es igualmente estúpido, ya que al final las medidas represivas con incompatibles con las sociedades occidentales y los derechos de las personas, y esas normas mal diseñadas acaban desapareciendo por incumplimiento sistemático o, simplemente, porque los mecanismos constitucionales nos protegen de ciertas formas de dictaduras ablandadas, que parece ser el objetivo final de este gobierno leproso, desnortado, incompetente y misérrimo.


Mas aún en el país de las cien mil leyes, unas contradiciendo a otras, en una maraña que llamamos código penal, que lleva décadas pidiendo a gritos una reconstrucción completa desde los cimientos, pero que nadie se atreve a iniciar. Será que es demasiado trabajo adaptar leyes del siglo XIX al XXI. Como por ejemplo, eliminar el aún vigente delito de "escarnio religioso".

Pero a río revuelto, la tentación está ahí, y la deriva del Gobierno hacia un Estado Policial, ya vista en la Ley Mordaza, ahora se extiende a la nueva Ley Antiterrorista. Con la excusa de lo ocurrido en París, y jugando torticeramente con el lenguaje, con la complicidad de una oposición que parece anestesiada, o simplemente desaparecida. Cuidado, que esta gente está destruyendo nuestros derechos civiles. Estad atentos, que la sucesión de espantos sólo ha empezado. De aquí a mayo y luego a noviembre, vuestra capacidad de asombro se verá superada cai a diario.

Lo dicho, pensaba que la tontería de este gobierno había llegado al límite.

Cuánto subestimo la estupidez de los gobernantes, caray.
Y su soberbia.
Y su encastillamiento.
Y su misérrima falta de visión.
Y su deshumanización.

Pd.: Mientras tanto Charlie Hebdo saca un número nuevo con tres millones de ejemplares de tirada, y en la portada, dibujada por Genald Lucier "Luz", Mahoma dice: "Todo está perdonado". Estos gestos te devuelven la esperanza en la humanidad. Pensad en la bomba de El Papus hace tantos años.

Ppd.: Actualizo el día 17 de enero con este titular de Cuartopoder.


Pppd: Creo que esta cita de un santo laico hermana a los estúpidos que matan a sus semejantes en nombre de un dios y a los estúpidos que legislan a golpe de miedo tratando a sus ciudadanos como súbditos:

"En esta época de locos nos faltaban los idiotas del horror". Franco Battiato. Bandera Blanca.

La foto la encontré aquí. La captura de pantalla es de El Diario del 14 de enero de 2015 y la uso acogiéndome el derecho de cita. Acabo de añadir otra captura el 15 de enero de 1015, de la misma fuente.

martes, 13 de enero de 2015

Los hidalgos



En poco tiempo los comercios que pagan renta antigua en todas las ciudades de España van a tenerlo bastante mal. Situados en los centros urbanos, en áreas muy codiciadas, suelen ser negocios familiares, llevados a lo largo de varias generaciones con sudor y esfuerzo. Todo eso se acabó. El Gobierno ha decidido terminar con esas viejas rentas para locales comerciales que llevaban décadas pagando alquileres minúsculos por ley, y ahora los propietarios de los inmuebles van a poder pedir millonadas sin problema a quienes quieran ocupar esos espacios.

¿Qué va a pasar? que casi todos los comercios que pagaban la renta antigua o se trasladarán, abandonando sus locales históricos, o echarán el fechillo, como decimos en Canarias. Esos locales, que ahora serán carísimos, pasarán a estar ocupados por franquicias que puedan permitirse pagarlos y rentabilizarlos.

¿Estabas harto de Zaras, Desiguales, Bershkas, Stradivarius o McDonalds en tu ciudad? Pues ahora tendrás más que nunca, y las viejas pastelerías, mercerías o ultramarinos de toda la vida se extinguirán para siempre. Se acabó. Es el final de una era.

Como ya comenté en el post sobre AENA, esto lo que hará será extender el problema a toda la población. Cuando la propietaria de los aeropuertos españoles saca a concurso sus locales comerciales a precios obscenos, fuerza a los agraciados (es un decir) con las concesiones a vender sus productos muy caros para poder compensar los gastos mensuales a los que se enfrentan. Y al final pagamos siempre los mismos: AENA acaba cobrando de los ciudadanos, vía precios desorbitados en las tiendas Duty Free, sus exagerados precios de alquiler a las franquicias. Las ciudades españolas pagarán, por su parte, esta nueva medida gubernamental, perdiendo algo más de su riqueza comercial original, la que las hace especiales y diferentes; las tiendas que habían sobrevivido a la Guerra Civil o a dos Guerras Mundiales. Las "tiendas de toda la vida" se han acabado.

Cuando llegué a Madrid de crío una de las cosas que más me asombró no fue El Corte Inglés, sino una tienda en la calle Preciados que tenía el precioso nombre de "Sanatorio de Muñecos". Hasta escribí un corto, que nunca hice, con idéntico título. Lo que hacía especial a Preciados era aquel sonoro nombre que me llenaba la cabeza de historias. Pues se acabó, no más "Sanatorio de Muñecos", que llevaba, al parecer, abierto desde 1916.

¿A quién beneficia todo esto? A los propietarios de los edificios, claro, que estaban hartos de tener que cobrar unos alquileres muy bajos por unas propiedades céntricas y con gran potencial. A los rancios herederos de los Hidalgos de los años cervantinos, los "hijos dalgo", los rentistas, las familias ultraconservadoras que mantienen a partidos como el que nos gobierna en el poder. Gente que define el concepto "rancio". Pura y genuina "casta española".

No niego que esas cosas tengan que pasar, son signo de los tiempos, y bla bla bla. Pero cuando vuestro centro urbano tenga todavía más franquicias baratas, sea aún más feo y más parecido a todos los centros urbanos de todas las ciudades del mundo, entonces acordaos de los hidalgos del Siglo de Oro y sus herederos actuales, los rentistas que sin dar un palo al agua viven del cuento. Es la tradición. Es lo de siempre. Es España.

Esa gente, fruto de la consanguinidad mantenida a machamartillo para sostener la sagrada propiedad privada dentro de la familia, pudo haber condicionado la historia de este país, y tengo la teoría de que probablemente por gente como ellos ocurrieron cosas como la contrarreforma, o el golpe del 36. Los inmovilistas. Los rentistas. Los hidalgos de rancio abolengo. Ahora van a cambiar de nuevo lo poco que quedaba de interesante en nuestros centros urbanos. Que tienen derecho, carajo, a cobrar lo que se les antoje por lo que es suyo. Pues claro. Acabáramos. Así se escribe la historia.

El grabado de un Hidalgo con su esclavo negro (sic) está en Wikimedia Commons bajo dominio público.

jueves, 8 de enero de 2015

Y un añadido al texto anterior...




He de aclarar una cosa con respecto al asunto de la hepatitis C que comenté en el punto 2 del texto previo, porque creo que el párrafo del anterior artículo ha quedado un poco simplista, despachando la cosa en una sola línea, y se trata de un asunto de gran complejidad que hemos de resolver entre todos (¡otro!). 

Describo rápidamente el problema. Resulta que hay un medicamento que se llama Sovaldi, fabricado por el laboratorio Gilead Sciences, que es increíblemente efectivo para la Hepatitis C, sobre el que nuestro gobierno está tardando siglos en decidir cómo incorporarlo al sistema sanitario, básicamente porque es muy caro. Y esa dilación está costando vidas humanas. Sospechosamente, el laboratorio propietario acaba de licenciar como genérico el remedio a la India, por una fracción ridícula del coste por pastilla que pide a España y a otros países (India: 700 Euros por caja, España: 25.000 Euros, USA: 60.000 Euros).

Tenemos un gobierno de una incompetencia supina, eso ya lo sabéis, y en este caso lo está demostrando con creces. Primero, porque no sabe negociar con el fabricante del carísimo remedio que tanta polémica está generando ¿Cómo es posible que el principio activo del Sovaldi de Gilead (el Sofobusvir, o Isopropyl (2S)-2-[[[(2R,3R,4R,5R)-5-(2,4-dioxopyrimidin-1-yl)-4-fluoro-3-hydroxy-4-methyl-tetrahydrofuran-2-yl]methoxy-phenoxy-phosphoryl]amino]propanoat en IUPAC inglesa según wikipedia) esté siendo licenciado para genérico a India por una mínima parte de su precio en España?  ¿Por qué es tan caro aquí entonces, y más aún en Estados Unidos? ¿Qué coño está pasando aquí? Gilead, el fabricante, debería de tener algo que decir, pero guarda silencio.

Creo que todo al final deviene del absurdo asunto de la patente farmacológica, un auténtico agujero de estudios sesgados, estafas millonarias y mentiras, que está de hecho impidiendo la evolución de la medicina. Harto complejo es el asunto, pero según lo veo, hoy en día una farmacológica, usando recursos públicos (*) está creando productos que explota de forma privada.  Y eso, miren, no está bien ¿Vale?

Nadie se peocupa tampoco de pedir a las farmacéuticas los cientos de estudios que ocultan para no perjudicar a sus propios intereses y remedios patentados, muchos de resultado negativo (que tienen valor científico, como el resultado positivo, amigos), otros con remedios de baja rentabilidad que precisamente por eso son ocultados sistemáticamente, etc. Todo eso es de una ética horrorosa, y las farmacéuticas lo hacen a diario.

Esas empresas privadas, usando recursos públicos para crear medicamentos que patentan (de nuevo mirad en * si no lo habéis hecho ya, está abajo) para su explotación exclusiva y que luego venden a precios exorbitantes, mucho, muchísimo más elevados que el coste real, se convierten en clones de Monsanto (un ejemplo de empresa rapiñera y siniestra) al aplicar políticas torticeras a lo que debería de ser lisa y llanamente de todos, y debiera de ser recompensado por otra vía que no fuera la patente de remedios sanitarios. Porque no, no niego la mayor. Sólo quiero mostrar que hay otras vías. Seguro que hay formas de mejorar este estado de cosas, pero implican un debate abierto en la sociedad y saltar por encima de la incuestionable ideología neoliberal actual, esa que viene a decir: “dejad que las empresas privadas creen su propia jungla”, una forma de pensar (más bien de no pensar) que se  a cientos de políticos en el poder en estos momentos, y que son incapaces de mirar por encima de sus misérrimas limitaciones ideológicas.

Si Gilead pide una cantidad exorbitante por su medicamento que salva vidas, los ciudadanos queremos saber por qué. Y queremos auditada la investigación que ha llevado a él. Queremos respuestas. Eso es lo que un gobierno en su sano juicio debería de estar pidiendo ya. 

La sorpresa que nos íbamos a llevar, chicos. Seguramente descubriríamos que Sovaldi cuesta un potosí porque se le canta a Gilead, porque la religión del máximo beneficio para el accionista pudre a las farmacéuticas como a pocas empresas.

Y eso es al final un suicido. Es estúpido.

Un gobierno con capacidad de negociación y con una inteligencia mínima plantearía un acuerdo de máximos y un retorno de resultados con régimen de sanciones ejemplar: si tu medicamento, ese tan caro, no me lo auditas en coste, y no responde a las expectativas, querida farmacéutica, vas a pagar el doble de lo que yo te pago a ti, pero de vuelta a todos los españoles.

Pero claro, para hacer esas cosas hay que tener gente con un dedo de frente negociando, y dotados del coraje adecuado. Ambas cualidades o no están, o no se las espera estos días en el Ministerio de Sanidad de Paseo del Prado. 

(*) Investigación clínica de base, que pasa a ser “public domain”, y que se realiza en hospitales y laboratorios públicos de referencia, y que es usada por un fabricante privado, que con una inversión no demasiado alta, va y encuentra unos principios de farmacopea a los que se aferra desesperadamente para obtener rendimientos rápidos antes de que su patente caduque. Es el peor escenario posible cuando de salvar vidas se trata, pensad en lo perverso del planteamiento: Sovaldi existe porque Gilead, una empresa bien situada en el ecosistema farmacológico (un mercado cautivo) mete algo de pasta trabajando sobre resultados obtenidos por organismos públicos, tales como la secuenciación de genomas víricos, la generación de secuencias proteicas, la observación del ciclo vírico en el ecosistema interno de las células hepáticas, etc., etc. En este caso la cosa tiene aún más INRI porque Gilead compró Sovaldi al adquirir al pequeño y prometedor laboratorio que investigaba el principio activo, o sea que se limitó a comprar una empresa y tan ricamente, a ingresar.

El logo de Gilead Sciences, fabricante y propietario de la patente de Sovaldi, lo encontré en Wikimedia Commons, y lo uso acogiéndome al derecho de cita.

Es relevante (Feliz inicio de año)



Aunque no te los encuentres en los titulares, te pongo unos ejemplos de cosas que son relevantes pero... resulta que alguien está interesado en que no lo sean.

1- Los políticos corrompidos y los tontos que lo han podrido todo
En Canarias un conocido político del partido eternamente en el poder, CC-ATI, estaba encausado en una gravísima investigación por corrupción: de esas que dejan a las claras la porquería cenagosa en la que Canarias está sumida a causa de las acciones de gente de la peor calaña (peninsulares: no os podéis hacer a la idea de lo que es esto). Las pruebas de cargo eran unas escuchas telefónicas debidamente autorizadas por un juez. Pues bien, hace unas semanas, el Auto que las autorizaba, y sobre el que se basa gran parte de la investigación, va y desaparece de los juzgados. Alguien lo había robado. Ello implica que las pruebas ya no se pueden usar en el juicio contra ese señor. Como resultado, pues no hay juicio que valga. Pero el culebrón no acaba aquí. El responsable del "trabajo" va y se inculpa en una llamada intervenida por la policía. Ese es el percal canario, amigos. Si alguien quiere saber cómo funciona la cosa en las islitas, una de las tierras más corruptas del país, (en serio peninsulares, lo de canarias es atroz), sólo tiene que seguir las miguitas: al final del reguero verán bailando una folía a una legión de políticos corruptos, de empresarios mafiosos, de conseguidores impresentables y de tontos del culo que han generado con afán a lo largo de las últimas décadas una red de dependencias sin parangón, que hay que destruir lo antes posible. Es una especie de Cosa Nostra atlántica, letal para la supervivencia de cualquier democracia e imposible de sostener en un país occidental.

2- Los dislates legislativos
El Gobierno, en el sano objetivo de unificar los calendarios de vacunación nacionales, que ahora son un desbarajuste, con diferencias autonómicas absurdas, elige la peor de las opciones, seguramente mal asesorado, retrasando la aplicación de la vacuna de la rubeola, una enfermedad falsamente benigna. Como resultado, la enfermedad ha repuntado un 12% este año en el país. Esto debería de costar dimisiones y que alguien echara algo en cara a los estúpidos que tomaron esa decisión, probablemente influenciados por la peligrosísima pseudociencia antivacunal (las vacunas sólo dan información al sistema inmunológico, eso es todo, y son totalmente naturales, de modo que en muchos casos la vacunación natural existía en la conducta de nuestros antepasados). Pero no, nadie va a irse a casa de una patada en una nalga. Tampoco dimitirá nadie entre los responsables de Sanidad que están dejando morir en sus casas a los enfermos de hepatitis C en un ejemplo desolador de deshumanización que diría es propia de psicópatas, de asesinos en serie.

3- La banca corrupta
Bankia cada mes nos sorprende con un nuevo escándalo. Las tarjetas Black, las preferentes, la escandalosa salida a bolsa, y ahora los sueldos de los directivos bajo la gestión de Blesa y Rato. Bankia fue la principal responsable del rescate bancario a España, del cambio constitucional, de los recortes y del estado actual catastrófico de cosas. Su investigación le ha costado la carrera ya a un par de jueces. Hablamos de unos actos gravísimos que han estado a punto de aniquilar el país. Nadie va a ser condenado por ahora, ni nadie va a pagar por ahora a los preferentistas o inversores arruinados. Todo está en manos de los jueces.

4- El gobierno ciego
Un gobierno perdido y desnortado, carente de la menor capacidad de análisis de la realidad, cegado por sus consejeros áulicos, dedica gran parte de sus energías a destruir e ideologizar medios públicos, destituir jueces incómodos, colocar leales en posiciones de poder, aniquilar a sus rivales ideológicos y mentir de forma sistemática gracias a una red de prensa y opinadores a sueldo, jugando a la estrategia del miedo, y seguramente desesperados a la vista de las encuestas internas -y secretas- que manejan. ¿Dirigir el país? De eso se olvidaron hace tiempo. Ahora están sumidos en un sálvese quien pueda. Nadie va a cambiar ese avance desastroso, y posiblemente lo veremos empeorar, con una serie de decisiones manirrotas y orientadas a la “política de tierra quemada”; hundir los barcos antes de que el enemigo los tome, y que apenque con lo que dejen detrás arrasado. Para preocuparse.

5- Un poco más sobre la tierra quemada
La luz de esperanza de unas elecciones a cinco y diez meses respectivamente de distancia, que vacíe el Estado de los viejos modelos y los enquistados modales de gente que lleva varias generaciones sumergida en la irrealidad política y permita a una nueva generación bien formada el tomar las riendas, se verá enfangada por una desesperada política de descrédito, terror y mentira. Lo que veremos en estos meses probablemente nos resulte alucinante, acaso repulsivo, pero espero que nos haga aprender la lección de lo que ocurre cuando un pueblo elige a los menos capaces en el peor momento posible. El principio del ataque será en Grecia, cuando la casi segura victoria de Syriza ponga a la Troika en alerta roja (ya lo está de hecho). Vamos a asistir a una guerra sucia sin precedentes. Nadie va a hacer nada por evitarlo. Y en España, veremos -de hecho ha estamos asistiendo a ello- el lamentable espectáculo de cómo los partidos que han monopolizado el poder en el país en los últimos cuarenta y pico años, y que tienen responsablilidades alícuotas del estado de cosas actual, se unen para hundir a los movimientos de ciudadanos que han decidido tomar las riendas de su destino (Podemos, PAH, Ganemos, etc.) en un Pacto de Estado no enunciado pero absolutamente obsceno por lo evidente.

6- El poder dentro del poder
Banca, telecos, energéticas, etc. han modificado la legislación del país mediante una sorda zapa de años en las salas de los pasos perdidos de Carrera de San Jerónimo, dejando en este momento a los consumidores totalmente desamparados y exangües. A la chita callando, en secreto, como a ellos les gusta, se han adueñado de los mecanismos que protegen a la ciudadanía y se han ocultado tras un telón de acero legislativo que es ilegal, rastrero y perverso. Nadie va a hacer nada por cambiarlo, a no ser que cambiemos las cosas nosotros. El ejemplo del desastre legislativo en las eléctricas, que ha empeorado aún mas las cosas, debería de ser más que suficiente como para demostrarnos a todos que los que ahora gobiernan están totalmente incapacitados para cambiar ni un ápice del desastre que han originado. Por su parte, la Banca tiene cogidos por los cojones a esos mismos partidos, que tienen deudas millonarias con ella, y todo se cierra en un círculo vicioso que hay que romper lo antes posible.

7- El proceso de desmantelamiento generalizado que no cesa
A pesar de dimisiones y escándalos, el desmantelamiento sanitario y educativo, la venta de este último a sectas ultracatólicas dementes, sigue en marcha, lo que pasa es que en silencio y sin hacer ruido. Tampoco nadie va a detener ese proceso metastásico que se acelera a la chita callando por el terror del Sistema a perder el poder. Nos encontraremos cuando se levanten las alfombras con contratos blindados y millonarias indemnizaciones similares a las del desastre de Castor. Hará falta mucha fortaleza y valentía para acabar con ese estado de cosas envenenado que nos vamos a encontrar.

8- La destrucción de los derechos de todos
Los derechos ciudadanos están siendo sometidos a voladuras controladas cambiando estratégicamente el Código Penal, y usando unos recursos tales que harán realmente difícil volver a dejar las cosas como estaban originalmente. Afortunadamente, eso hará inevitable lo perentorio pero que nadie quiere reconocer: que hay que rehacer todo el código penal español, que por cierto tiene más de un siglo y está totalmente obsoleto. Nadie se ha atrevido a hacerlo aún, pero ahora, con cien mil leyes en vigor, en contradicción mutua e incumplibles, lo imposible puede ser posible, ya que esto es insostenible. Ello podrá llamar, de forma natural, a un proceso constituyente que genere las bases sólidas para la convivencia en este nuevo siglo al que, como siempre en España, llegamos con retraso.

Todas estas situaciones relevantes, que muestran un estado de deterioro irreversible, nos muestran que tenemos delante un Rubicón histórico, y que o lo cruzamos o no se nos dará una segunda oportunidad.

Y todas nos muestran además la profunda insuficiencia intelectual e incompetencia de los tipos a los que hemos situado en puestos de responsabilidad con nuestro voto, que aquí la culpa se reparte también. Hay demasiados tontos ahí arriba. Es insostenible. El poder parece en estos momentos un frenopático.

Los ciudadanos tenemos un reto vital, de pura supervivencia, para acabar con un estado de cosas que está causando daños irreversibles en todas las capas de la sociedad. Hemos de discernir estos meses entre lo que es relevante y lo que no. Entre lo que es posible cambiar y lo que no. Y sobre todo, entre las toneladas de propaganda que nos van a hacer tragar y la reconquista de nuestra propia libertad a través de la democracia. 

Probablemente en el último medio siglo no se han dado unas circunstancias más graves e importantes, una necesidad de cambio tan perentoria, y precisamente por eso, una reacción de las fuerzas vivas tan intensa y peligrosa para mantener el estado de cosas. 

Luchemos por lo que es nuestro, antes de que esta pandilla de incompetentes y cobardes nos devuelva a una Edad Media con cretinos corruptos robando en los juzgados, minijobs y neoexplotación feudal con iPhones.

Vienen tiempos apasionantes, y también peligrosos. Nos jugamos demasiado. La combinación de inteligencia, estrategia, humanidad y pensamiento organizado será más necesaria que nunca. 

No hay opción al error.

Ahora sí, feliz inicio de año. Recordad la enorme responsabilidad histórica que tenemos en nuestras manos.

La foto de un detalle del mural Corrupt Legislation, de Elihu Vedder, pintado en 1896, la puedes encontrar en Wikimedia Commons, y el original está en el Edificio Thomas Jefferson de la Biblioteca del Congreso norteamericana, en Whashington DC. La foto fue tomada por Carol Highsmith y está en dominio público.

miércoles, 7 de enero de 2015

Una mentirijilla más (total...)


Estamos acostumbrados a verlo todos los días en los telediarios. Sale un periodista en el desierto parqué de la Bolsa española, hablando de cómo baja -o sube- el indicador y afirmando la causa. Que si ahora es por Grecia, que si por el petróleo -por cierto, empezad a temblar, que sigue bajando-, el caso es que siempre está claro el origen de la tendencia. No hay duda. Es "por esto" o "por aquello", o "por esto y aquello".

Siempre me ha sorprendido esa tranquilidad con la que los periodistas proclaman

una

mentira.

Así de claro. Porque lo que te dice el periodista en ese momento es falso.

La Bolsa es un fenómeno caótico. No puedes correlacionar los movimientos intradía con nada. A no ser que estés en un crack, y a veces ni así.

¿Por qué?

En plan rápido, los fenómenos caóticos son por definición impredecibles, y su origen es totalmente imposible de explicar con certeza, al menos con la ciencia que sabemos hoy en día. La Teoría del Caos, que se usa para modelar estos comportamientos, es compleja, pero fascinante. Y además es una de las disciplinas matemáticas más jóvenes. Hace unas décadas, un par de tipos descubrieron que los fenómenos más aparentemente sencillos se podían volver fácilmente imposibles de predecir, y aquello luego se descubrió que era una característica del Universo en el que vivimos.

Lo llaman "dependencia de las condiciones iniciales". Si queréis, echad un vistazo al link de wikipedia que he dejado más arriba.

Como resultado, y vuelvo al asunto, se sabe ahora que los movimientos de la bolsa están regidos por el caos, y por tanto:

a) son impredecibles (hasta cierto punto) y predecibles (hasta cierto punto), y sólo se pueden atinar sus tendencias, pero ni así, y con alta incertidumbre.

b) no se pueden correlacionar fácilmente con explicaciones, y hacerlo en el corto plazo es imposible.

Así que cuando en un informativo te dicen que la Bolsa ha subido por "la incertidumbre griega" o "porque ha bajado el precio de la naranja" te están mintiendo. Nadie lo sabe. Además, hoy en día enormes volúmenes de venta no son ni siquiera volitivos: los hacen máquinas y sistemas informáticos de forma automática, usando parámetros de lo más marciano.

Cuando en el telediario te dicen que la bolsa sube o baja "por esto y por aquello", ya sabes a qué atenerte. Te están diciendo lo que la línea editorial imperante, lo que el sistema, quiere decirte.

Quieren que en el bar, en el trabajo, en el Metro, repitamos el meme... "caray, cómo caen las Bolsas. Es por las elecciones griegas, claro"...

Pero es mentira, o al menos no es exactamente la verdad, siendo suaves.

De entre las muchas falacias que vemos a diario en los informativos y en la prensa, esta es de las más claras. Las otras, el resto de noticias, esas son otro cantar. Pero al menos tenemos la feliz certeza de saber que en las noticias de bolsa, cuando hacen esas afirmaciones categóricas, siempre, siempre, nos estarán mintiendo.

Juzga en consecuencia.

Qué alegría ¿Verdad?

La imagen es de un Atractor de Lorenz, que describe el comportamiento caótico de fenómenos como el tiempo atmosférico. Está en Wikimedia Commons con Licencia de Atribución. No se informa acerca del autor.

lunes, 5 de enero de 2015

Lluvia Negra


He visto "Lluvia negra" por primera vez en muchos años. No recordaba casi nada de la obra maestra de Shoei Imamura, que se estrenó a la vez que otra película con el mismo título, ésta dirigida por Ridley Scott, y que era muy poquita cosa.

La "Lluvia negra" de Imamura (adaptación de una novela de Ibuse Masuji) habla de lo que pasa en una sociedad castigada por el horror de la guerra, algo que he comentado en otras ocasiones y en otros artículos. La acción ocurre en dos tiempos alternativos: el día en que estalla la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima (evento que llevará al final de la II Guerra Mundial), y diez años después, cuando, en plena guerra de Corea, los supervivientes de aquel suceso van muriendo por efecto de la radiación en un oscuro goteo de sufrimiento, mientras intentan simplemente vivir sus vidas, duren lo que duren.

Uno de los personajes se hace una pregunta muy interesante en uno de los diálogos de la película: ¿Por qué los americanos no bombardearon Tokyo, en vez de Hiroshima (y luego Nagasaki)? La capital de Japón era un objetivo más poblado, más lógico. Su interlocutor le responde que no sabe el por qué, y el personaje acaba lamentándose de la mala suerte de que los americanos eligieran su ciudad, algo que les ha destrozado la vida, que les ha envenenado la sangre por la enfermedad de la radiación y que les mata lentamente. Qué mala suerte.

Las víctimas que no murieron el día del ataque nuclear son esas, personas normales y corrientes que han sido heridas de muerte lenta por la radiactividad y tardan años en morir, con sufrimiento y amargura. Viven en mitad de una alucinación de vida cotidiana sabiendo que sus días están contados. Funeral tras funeral, los viejos amigos del protagonista se van extinguiendo, y su sobrina Yasuko (interpretada con especial sutileza por Yoshiko Tanaka), joven, bonita y llena de vida, ha de renunciar a casarse con nadie porque la radiación la está matando también (su primer pretendiente, eso sí, es un completo estúpido que se comporta de forma egoísta e infantil). De hecho la película acaba con su agonía, mientras su tío, Shigematzu Shizuma (Kazuro Kitamura), haciendo uso de uno esos consuelos que usamos las personas, el pensamiento mágico, la ve irse camino de la muerte en un hospital, y se dice a sí mismo que si ve en ese momento un arcoiris su sobrina sobrevivirá.

Y desea verlo. Y desea verlo. Y entran los créditos de salida. Y no, no hay arcoiris en el horizonte.

Las guerras no tienen nombre, son el lado más vil de nuestra mente primate. Volver a ellas una y otra vez nos ayuda a acorazarnos contra toda forma de violencia hacia nuestros semejantes, y las hay muchas.

Hay otra escena en la que la chica pregunta a un veterano de guerra medio loco que la atrae sentimentalmente por el origen de su trauma personal, y el relato entra entonces en una puesta en escena que bascula entre, otra vez (mis comentarios de Kurosawa lo apuntaban como querencia de algunos de los grandes realizadores japoneses) el Teatro No y el expresionismo, y la luz que ilumina al personaje se convierte en un foco de spot que le sigue entre las esculturas torturadas que él mismo esculpe. Entonces conocemos su historia. Luego todo vuelve a la realidad, y la chica le sigue escuchando, tranquilamente.

"Lluvia Negra" báscula, así, entre la explosión y la calma, entre las atroces escenas post-bombardeo, con cuerpos calcinados, personas despellejadas y moribundos amontonados, y la tragicomedia de los supervivientes, que entre risa y resignación, acaban aceptando la muerte como un regalo de espoleta retardada por cortesía del ejército vencedor. Un obsequio repugnante del otro bando que sigue matando sin prisas, desde aquella soleada mañana del 6 de agosto de 1945, a las nueve menos cuarto.

Las guerras, lo digo siempre, no duran el tiempo oficial que los historiadores les asignan. Se prolongan, en forma de traumas, shocks, frustraciones, miedos, amarguras, incluso costumbres sociales, a lo largo de generaciones y generaciones. España sigue inmersa en su posguerra, lo queráis creer o no, con bandos irreconciliables que son incapaces aún hoy en día de ponerse en el lugar del otro, algo fomentado por los poderes que controlan el país. Por eso las guerras son tan espantosas, porque duran en el alma humana muchísimo mas de lo que duraron en el campo de batalla. Se heredan como una suerte de extra epigenético-cultural de padres a hijos, y a nietos, y a bisnietos...

No os perdáis "Lluvia Negra". Es una película difícil de soportar en ocasiones, pero que añade el sabor cotidiano de la vida y la muerte a una situación que podría ser desesperada (de hecho lo es). Es la obra de un sabio, y cada visionado añade una capa más de complejidad al relato.

Uso la imagen de la carátula del DVD de Animego de "Lluvia Negra" acogiéndome al derecho de cita.

Exposición abierta hasta julio.

Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...