viernes, 14 de julio de 2017

Quaxar - En el horno


La editorial Los 80 pasan factura, está preparando la edición en triple CD y caja de lujo de las grabaciones de Quaxar, el primer grupo de música experimental del que formé parte hace tiempo.

Ellos ya han editado una preciosa y elegante recopilación de cuatro de los trabajos experimentales de DUE, el grupo posterior en el que estuve trabajando durante cinco años aproximadamente, y que podéis comprar cómodamente aquí. El coste es realmente bajo: 15 Euros. La edición está a punto de agotarse, así que yo me daría prisa  :-D

Como en el caso de aquella recopilación, estamos ante un auténtico trabajo de amor en el que las obras han sido restauradas digitalmente y cobran nueva vida, y nueva sonoridad, gracias al arte de Los 80 Pasan Factura.  La mayor parte de las composiciones incluidas en el recopilatorio son experimentos sonoros que realicé en un pequeño estudio que me monté en casa usando aparatos electrónicos, casetes rectificados, sintetizadores analógicos, etc.



La edición de Quaxar va completada además con un precioso libreto que relata la historia del grupo, y explica la forma en que se grabaron algunos de los experimentos musicales incluidos en la edición. 

El libreto añade además un aspecto visual y artístico extra a la recopilación: los trabajos de collage que hice entonces, y que eran una especie de ilustración visual de las obras sonoras (en aquellos años me dediqué a todo, desde el diseño del logo del grupo a hacer las portadas de las grabaciones, difundirlas por mail art, etc.). 

Las ilustraciones de este artículo muestran la portada del libreto y un par de los faxímiles de las obras de collage que se incluyen en él.

Precisamente una de las composiciones de Quaxar, "Ominous Scrab", acaba de ser incluida en una recopilación de música experimental y radical española de aquellos años que se editará exclusivamente en vinilo en USA, Japón, UK, etc. Así que la ilusión de que se vayan recuperando estos trabajos es doble.

En cuanto la caja recopilatoria de Quaxar esté a la venta os avisaré por esta vía.




lunes, 3 de julio de 2017

Quedan dos minutos y medio para la medianoche


Hace ahora 70 años, en 1947, una publicación especializada, "The bulletin of the atomic scientists" creó "El Reloj del Juicio Final". 

Es una abstracción, una entelequia utilizada para mostrar al mundo el riesgo en que nos encontramos, a juicio de unos expertos a los que la revista consulta periódicamente, de entrar en una conflagración nuclear que nos llevaría a la extinción.

Cuanto más se acerque el minutero del reloj a la medianoche, mayor será el riesgo.

Hace unos meses lo actualizaron. Ahora estamos a sólo dos minutos y medio de la medianoche.


No habíamos estado tan próximos al Armagedón desde 1953, cuando llegamos a los dos minutos justos para las doce. 

Entonces fue porque Estados Unidos había hecho la primera prueba termonuclear, siguiendo los pasos de la URSS. El mundo atravesaba por lo más oscuro de la llamada Guerra Fría, que había dividido el mundo en dos bandos en perpetua escala de armamento. La Bomba de Hidrógeno era mucho más potente que las atómicas convencionales, pues recreaba un sol en miniatura al explotar, jugando con las mismas fuerzas que se agitan en el corazón de las estrellas. 

Era una manera mucho más perfecta y eficiente de asolar el mundo en pocos instantes.

Desde aquellos años nuestra especie no se asomaba tan temerariamente a su propio abismo como ahora.

El reloj ha llegado a estar bien lejos del desastre. Fue en 1991 cuando marcó 17 minutos para el final del día. Entonces terminaba la Guerra Fría y se firmaban los tratados de reducción de armas estratégicas. Desde luego, eran otros tiempos mucho más calmos.

Las razones para la alarma actual son muchas: el cambio climático imparable y las consecuencias de la ruptura de Estados Unidos con el acuerdo de París, las guerras enquistadas en Oriente Medio, el terrorismo islámico, Corea del Norte, Rusia, la inestabilidad financiera que sigue amenazando bajo el horizonte, amén de clásicos como India y Pakistán, sumidos en una guerra de baja intensidad desde hace décadas, y potencias nucleares.

Y claro, influye mucho la llegada a la presidencia de los Estados Unidos de cierta personalidad pública que parece sacada de una parodia lisérgica del Clift Robertson de "2013: Rescate en L.A." de John Carpenter.

Casi nadie hace demasiado caso hoy en día al "Reloj del juicio final". Cuando es actualizado, los grandes medios publican un par de pequeñas notas de prensa y luego siguen a lo suyo. 

Es lo que suele pasar con los pepitos grillo. No les escuchamos hasta que es demasiado tarde.

El logotipo de The Doomsday Clock es copyright de The Bulletin of the Atomic Scientists.

Exposición abierta hasta julio.

Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...