martes, 30 de diciembre de 2014

Los Caballeros del Cielo



Hace un montón de años, cuando yo no levantaba un palmo del suelo, cuando había (en Canarias) sólo un canal de televisión, y además la programación se veía en las islas con una semana de retraso con respecto a la península (las cintas de una pulgada llegaban en avión desde Madrid porque no había conexión vía satélite, a pesar de unas pruebas ionosféricas que me consta intentaron hacer enlaces fallidos de microondas entre el Teide y el Mulhacén, creo -no me lo invento-, intentando que las densidades de las capas de aire a esas alturas hicieran de una especie de “canal Tesla” o efecto espejo que llevara las ondas de televisión hasta las islas a pesar de la curvatura de la Tierra, e, insisto, eso se intentó antes de los satélites) lo que me permitía presumir con mis amigos en el cole de saberme toda la programación de la tele de la semana siguiente al volver de las vacaciones en el pueblo de mi padre, en el Bierzo... 

Hace un montonazo de años, digo, en casa todavía no teníamos tele e iba a verla al portal de al lado, a casa de mi amigo Agustín, y me llevaba la merienda. Yo creo que tendría como 5 ó 6 años. Veíamos la tele con Paquito, uno de los hermanos mayores de Agustín, que recuerdo como un hombre adorable, y veíamos Daktari, Disneylandia (“El mundo es cascada de coloreees”... en blanco y negro), El Laboratorio Submarino del Año 2020 de Anna Barbera, o Stingray y UFO, del gran Gerry Anderson. Y una de las series que veíamos era Michel Tanguy y los Caballeros del Cielo. Estaba super bien hecha, aunque creo que no tengo ya demasiado recuerdo de ella, excepto el nombre y un par de imágenes que más bien podrían ser sueños. Pero me fascinaba.




Luego supe que aquella serie de TV tan alucinante de aviadores, de la que seguramente saco mi fascinación por esos trastos voladores, era la adaptación de un comic, publicado en España, eso sí muy malamente (nunca en álbum), y titulado originalmente Tanguy y Laverdure. Con el tiempo averigüé que aquella serie de cómics, publicados originalmente en la legendaria revista Pilote, estaban escritos por el gran Jean-Michel Charlier (el guionista de Blueberry, la obra maestra de Jean Giraud antes y durante su viaje como Moebius al comic experimental vía Metal Hurlant) y por Albert Uderzo. Yo soy hijo putativo de Asterix. Me sé todos los álbumes de memoria y los chistes, puedo adivinar de qué álbum es una viñeta y, claro, me interesaba ver aquella faceta del dibujante de mi comic preferido de infancia. Nunca había tenido acceso a esa obra, hasta hoy, que Ponent Mon (precioso nombre por cierto) ha empezado a editar el Integral de la serie.

Les recomiendo que compren Tanguy y Laverdure. No sólo está maravillosamente bien escrita, sino que, tras más de 50 años de publicada, Tanguy y Laverdure es un entretenimiento maravilloso, lleno de acción, giros argumentales, soluciones originales, y... el dibujo de Uderzo, que demuestra ser el tipo más versátil de toda su generación, no sólo de la bande dessinée, sino del comic en todo el mundo. El mismo tipo que hacía Astérix o Umpa-pá, o Juan Pistola, en Tanguy se muestra como un dibujante meticuloso, que planifica cada viñeta con precisión milimétrica, un mago del dibujo del cuerpo y del rostro, que hace que los personajes se mantengan en las viñetas y en los ejes, de una forma fascinante, y que puedas reconocerlos de página a página, y hablo de secundarios y personajes de fondo también. Y encima Uderzo entintaba como los ángeles. No sé si habría equipo para ello, pero al final, empiezas a atar cabos. Ves el estilo de un Alan Davis o un Bryan Hitch, o la tinta de un Paul Neary (no tan buen dibujante, pero maravilloso entintador), todos ellos británicos, es decir, con acceso a Tanguy en sus respectivas infancias, y ves cómo Uderzo es un maestro de maestros. Todos esos artistas han mamado de su estilo. 

La documentación minuciosa, las preciosas viñetas de acrobacias aéreas y raids, la narración exacta y los encuadres perfectos, todo revela que Uderzo se lo estaba pasando genial con los guiones de Charlier, y eso sigue estando ahí.

Para mi decir Michel Tanguy es volver a saborear los sueños de la infancia, las tardes de preescolar en casa de un amigo de aventuras con quien acabamos haciendo películas en 8 y Super-8 mm. Tanguy está hecho de los tiempos en que todo era perfecto; es Salgari, es Stevenson o Karl May. Parte de la mitología de cuando uno era enano y el mundo era grande, inabarcable, misterioso, pero a la vez era blanco y estaba lleno de sol, cuando las tardes olían a pan con chocolate y a Nocilla, y la tele era un rutilante sueño en blanco y negro para críos en pantalones cortos. Y encontrarme con el comic original de adulto, ha estado mucho más que a la altura. Ha sido una revelación. 

Charlier, Uderzo, gracias. Uderzo, maestro, es usted uno de los mayores dibujantes del siglo, y que los padrecitos Kirby, Colan, Pratt o Hergé, entre otros que ocupan el Parnaso del tebeo, me perdonen, pero ellos lo entenderán, doquiera que estén.

Pd: Otro mito de infancia más tardío, la serie Search (aKa Search Control, aKa Probe) (emitida por TVE allá por... ¿1974 o 1975? con el título de Investigación), ha sido editada por Warner Archive en Bluray recientemente, tras años de restauración digital, recuperación de másteres, pago de derechos musicales, etc. (los que os bajáis cosas sin pagar por ellas, pensad que hasta el hecho de recuperar una serie vieja cuesta dinerales, tiempo y esfuerzo ímprobo de un montón de trabajadores, pensadlo la próxima vez que os bajéis algo que consideráis “viejo-y-amortizado”, una excusa que he oído demasiadas veces). Rara, fascinante, fallida, apenas vista, pero divertidísima, es una especie de Los Vengadores americana (hablo de la serie protagonizada por Patrick MacNee y Diana Rigg). Puro placer extraño. No os la perdáis:  Hugh O'Brian, Tony Franciosa, Burgess Meredith, Doug McClure... 

Ppd: Ah, y Feliz Año Nuevo.


Uso las imágenes incluídas en este artículo acogiéndome al derecho de cita. La de Search la he encontrado aquí.

domingo, 28 de diciembre de 2014

No aprenden



En los próximos meses asistiremos a la enésima privatización de lo poquito que nos queda a todos en España. Se trata, claro, de AENA, un fenómeno que se viene gestando, y que me tiene hablando solo, desde hace un par de años.

No basta comprobar que las previas privatizaciones, como las de Telefónica, la banca pública o la “liberalización” eléctrica (que ha puesto en manos de inversores de otros países un sector tan estratégico), y también (secreta y sibilinamente) la de la sanidad y de la educación, y otros servicios (por si esto no fuera poco, ahora están con el agua de abasto en algunas ciudades). Así, han vaciado al Estado (o sea: a ti y a mi) de su capacidad de generar riqueza para todos desde esos negocios en sectores básicos. Tampoco basta ver la degradación en el trato al cliente y la subida demencial de precios que han traído consigo. Hay que liquidar lo poco que queda por una miseria. Ese es el motto.

El sistema es perversamente perfecto: coges un negocio público saneado, construido con los impuestos de todos, y lo conviertes en una empresa privada, y a ganar dinero, pero ese dinero ya no es del Estado. Es de una empresa privada que ahora decide sobre cosas públicas. Cuando haces eso con servicios de primera necesidad, estás jugando con fuego.

Sé que no es popular decir que toda esa forma de actuar no es más que ideología. Y como toda ideología, es una forma de fanatismo. Los inútiles, y les llamo así con pleno conocimiento, que han puesto al cargo, y que practican lo que se les ha ordenado como robots, no tienen el menor interés en que las cosas vayan mejor para todos. Están cegados como los miembros de cualquier grupo religioso fanático por su frame of thinking. Parece que salgan así en serie de las escuelas de economía, y si no lo hacen, la selección artificial se encarga de que los más dóciles y capaces de ejercer la banalización del mal (“lo que hago no es ilegal”, rozar el crimen no es un problema en este entorno mafioso) sin sonrojo, llegen a los puestos de dirección.

El actual Presidente de AENA, un tipo que se supone que es de mi generación, pero que para mi viene de otro planeta, es José Manuel Vargas Gómez. Él es el responsable de los aeropuertos-zoco actuales que practican la explotación de sus trabajadores de forma sistemática, y que llevan jugando con fuego (léase seguridad aeronáutica) desde hace demasiado tiempo. Un licenciado en Económicas por la Complutense y en Derecho por la UNED, lo que no es decir mucho ya que a lo que se ve no tiene ni idea de aeronáutica, pero que ha trabajado, claro, en PwC, luego en JOTSA, del Grupo Philip Holtzmann, una empresa que suspendió pagos bajo su mando en 1999 y fue... comprada por RUMASA, y en VOCENTO–ABC. Un cachorrillo de la secta de los tecnoliberalizadores, esos que creen en la Biblia de la Privatización a pies juntillas, que no cuestionan las órdenes y que son intercambiables como los ladrillos de una pared; valen igual para un roto que par un descosido, y hacen lo que se les ordena que hagan. Un chico bueno, en resumen, para el sistema, con un sueldo millonario, eso sí.

En unos tiempos en los que se ha demostrado con sangre que las privatizaciones son desastrosas, no sé cómo se puede seguir actuando de esa manera, y además con plena impunidad. Leed la noticia al respecto en El Diario. Decidme si todo este proceso no hiede a kilómetros; que si un informe hecho en tiempo récord, que si PwC (faltaría más) y luego E&Y, que si hay prisa y es la segunda intentona... un dislate. Decidme si no es cuanto menos sospechoso de prevaricación, y corto me quedo.

Harto estoy de los Josés Manueles Vargas Gómez, y sólo puedo hacer pública mi rabia en unas pocas líneas ante este sistema pútrido, infectado y profundamente estúpido, al que la gente le da igual. Se me acaban los adjetivos. 

Harto estoy de esa forma de pensar irracional, contra toda la evidencia, propia, lo digo y lo repito, de una secta; de gente que no sé dónde coño ha dejado su humanidad.

Gente que no me gusta, y a la que no quiero en puestos de responsabilidad. 

Ojalá cambie el frame of thinking de ese país, que ya casi no nos queda tiempo.


La foto de la T4 la saqué el 22 de diciembre.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Desobedece



(Empecé a escribir esto pensando en la llamada Ley Mordaza. Pero tiene que ver con muchas cosas más. Ahí va.)

Desobedece. Diles que no. Es tu deber. El mio. El de todos. Las leyes creadas en tu contra, en contra de tus derechos, que han costado tanta sangre, son injustas, ilegales y no deben ser obedecidas. Ya basta.

Desobedece. Están convirtiendo mi país, el tuyo, el nuestro, en un agujero dominado por un grupo de incompetentes que ni se dan cuenta del desastre que están organizando.

Desobedece. Para ellos la realidad no existe. Se creen que se cambia desde el BOE. Tú y yo sabemos que la realidad somos nosotros. Y estamos hartos. 

Hartos de incompetencia, de latrocinio y robo. De miles de semejantes que podemos ser tú y yo echados de sus casas, sin poder pagarse su educación, sus medicamentos, su agua, su electricidad, con sus cuentas embargadas por un sistema podrido, viejo y agonizante. Y lo que es peor, muriendo porque nadie les da la medicación que necesitan, o las ayudas a las que tienen derecho. Porque esto está costando vidas. 

Desobedece. Que vean quién eres. Que escuchen tu voz.

Desobedece. Esta mañana sal a la calle y plántales cara. Ese es el principio del cambio, empieza en mi, en ti, en todos nosotros.

Hay instrumentos para ello. Úsalos. Exige, ponte firme. Pide que te respeten. Tus derechos son inalienables. Eres dueño de tu nación, y ellos trabajan para ti, no al revés. Te han engañado para mantenerse en el poder durante demasiado tiempo. 

Usa la Ley, los juzgados, el Parlamento, Internet, tu voz, tu grito, los graffitis, las hojas de reclamaciones, tu voto, tu charla de bar, tus amigos, Twitter, Facebook, Whattsapp, Telegram, una redacción de clase, una carta a un periódico, un comentario en un foro, lo que sea. Úsalos en plena conciencia de que tenemos que acabar con esto.

Que no te pisen. Que no te avasallen. Que no te hurten lo que tan caro te ha costado ganar: tu libertad, tu educación, tu futuro, tu sanidad, tu casa, el dinero de tu cuenta, tu vida.

No lo permitas.

Desobedece. Métete en líos. Complícate la vida. Estamos para eso. Se lo debemos a los que estuvieron antes y a los que vendrán después. Para eso estamos vivos.

Ahora es nuestro tiempo, nuestro momento.

Levanta la cabeza.

Y desobedece.

Los hombres más sabios del mundo están contigo. Sus sombras, su legado, sus voces, están en nosotros. Dentro de nuestras almas. Somos sus herederos ahora. Esto es lo que hace grande a nuestra especie: supervivientes que han pasado por seis mil generaciones, desde un puñado de cazadores recolectores a conquistar el átomo y el universo. Hemos sobrevivido a hambrunas, epidemias, terremotos, volcanes, glaciaciones y catástrofes sin número. Y si hemos llegado hasta aquí, esto apenas es un pequeño obstáculo.

Así que toma las riendas, y derriba el castillo de naipes que han montado sobre el lodo.

Desobedece.

Y empieza a cambiar esto, y a cambiar tú mismo.

"Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer". — Mahatma Gandhi.


La icónica imagen que uso para ilustrar este artículo está en Wikimedia Commons bajo Dominio Público. Aquí hay algo de historia sobre este logotipo.

El feudo de los tontos



Paso horas y horas en los aeropuertos desde hace bastante tiempo. El suficiente para comprobar cómo han cambiado las cosas. AENA, la empresa pública que los gestiona, lleva tiempo convirtiéndolos en centros comerciales carísimos, destinados a unos clientes, supuestamente ricos, que no veo por ningún lado. Esas tiendas de lujo están perpetuamente vacías, de modo que los franquiciados en esos espacios deben de estar bastante descontentos, pues el pago de la concesión debe de ser bastante alto, pero ¿a quién se le ocurre crear sucursales de Rodeo Drive en lugares que visita mayoritariamente gente que vuela para trabajar, usando especialmente líneas aéreas de bajo coste, y ya está? Los ricos se la pasan en la sala VIP, y no salen de ahí.

Muy típico de los gestores españoles de ciertas empresas, una manada de incompetentes y enchufados incapaces de hacer la o con un canuto, pero que de repente se ven al mando de empresas importantes y florecen en toda su imbecilidad supina. Gente peligrosa los idiotas. Y un país que los pone a dirigir sectores importantes, es un país que merece estrellarse a ver si aprende.

El otro día, en un restaurante llamado Caffriccio (todos son franquicias) de la T4 del Aeropuerto llamado ahora grandilocuentemente Adolfo Suárez Madrid Barajas, que he visto frecuentado por gente haciendo colas, entre ellas el señorito andaluz Cañete que para nuestra vergüenza ha trasladado su incompetencia al Parlamento Europeo, vi un sandwich mixto a 5.20 Euros. Casi 870 pesetas por una mierda de sandwich de jamón y queso con un coste de fabricación que seguramente no pasará de los 30 céntimos. Es decir, UN MIL SETECIENTOS POR CIEN de beneficio. En el Aeropuerto de Gando, en Las Palmas, una botella de agua cuesta 2,60 Euros, cuando en un supermercado cuesta 30 céntimos. CASI UN NOVECIENTOS POR CIEN de beneficio.

Me repugna este estado de cosas, más aún cuando la gente apenas tiene dinero en el bolsillo. Si quieres beber en un aeropuerto has de pagar el agua a precio de pan de oro. Así que he pedido a la Comisión Parlamentaria que es responsable de AENA que haga un par de preguntas al respecto, como por qué se llaman DUTY FREE a unas tiendas que son más caras que las del exterior del Aeropuerto. O por qué anuncian en los puestos de Cambio de las salas de espera aeroportuarias que son los más baratos, cuando cotejar el valor cambiario al día revela que eso es mentira. O si alguien se ha molestado en hacer pruebas de seguridad para tumultos en los pasillos comerciales que ahora tienes que cruzar sí o sí tras pasar los controles de seguridad en caso de una catástrofe. La mezcla de codicia y estupidez puede ser letal.

Pero lo que más me subleva son los controles de seguridad. No sirven para nada, excepto para hacer ricas a las contratas que venden las máquinas de Rayos Equis y aquellas a las que pagan por unos guardias de seguridad apenas preparados (y que en muchos casos tienen que hacer cosas se salen de sus competencias, pues los registros y otras actividades son propias de la Guardia Civil, pero sabemos que la ilegalidad es el pan de cada día en este país que hemos convertido en un dislate).

Se produce en esos espacios de paso un ejercicio de fuerza y humillación sistemático y cotidiano sobre los viajeros que pasan por los controles; han de despojarse de su calzado, mostrar su equipaje de mano, abrir sus ordenadores, quitarse los cinturones, vaciarse los bolsillos y, si te pita el arco de paso de forma aleatoria -las máquinas tienen un algoritmo que lo hace y que se calibra periódicamente- sufrir como añadidura un cacheo humillante y en ocasiones repugnante.

No me imagino lo que sentirá una mujer si la fuerzan a ello. Me parece intolerable. Y no olvidemos que desde hace poco en los grandes aeropuertos han aparecido los eufemísticos pasos exprés para los clientes VIP (los que viajan en Primera o Business, o los que tienen tarjetas Oro y Platino de viajero frecuente de las líneas aéreas, esto es “gente de respeto”, ya me entienden), con un personal más formado y amable, menos quemado (al menos en teoría) y con un tránsito por los arcos y los rayos equis más rápido. Siempre hay clases, hasta en la humillación.

Todo este despropósito empezó hace unos diez años, cuando un supuesto terrorista inepto intentó volar un avión utilizando un combustible de fricción que había untado en las suelas de su calzado. No pasó nada, y el imbécil fue detenido. Eso fue todo. Y el caso nunca quedó claro. Pero todo era post 11-S (recuerden que desde entonces, al menos en USA, un Marshall va en cada vuelo, camuflado entre los pasajeros, por si pasa algo) y la paranoia llevó a estos controles de seguridad de entrada a los aeropuertos, insisto, inútiles, que sólo llevan a que los pasajeros pasen por un estado de vejación intolerable y a que no puedan pasar ni siquiera agua embotellada al interior del aeropuerto, básicamente para que la compren en el interior, que al final de eso se trata. A ver si nos dejamos de tonterías: toda esa mierda está haciendo rica a mucha gente, y la seguridad no es más que un teatrillo miserable.

En un efecto psicológico perverso y premeditado, el humillado pasajero se encuentra al pasar el control con el Shangri-la consumista de un centro comercial rutilante y colorista, y de sonrientes comerciales ofreciendo tarjetas de crédito, o perfumes carísimos, y compra para evitar el sufrimiento generado. El consumo es un conocido placebo, eso lo sabe la psicología contemporánea, esa que usan las grandes empresas para tratar a las personas como perros de Pavlov, y este es un ejemplo más. Se me antoja algo asqueroso y vil. Me repugna. Odio y desprecio que estemos convirtiendo el mundo en una cosa desumanizada y cruel (cuanto más sabemos de nosotros mismos, más usamos de ese conocimiento para manipular a los demás), y el tratamiento a que los humanos someten a sus semejantes en los aeropuertos me repele especialmente. Es signo de los tiempos, de una era deshumanizada, de hombres pisoteando a hombres. No, no me gusta nada.

Y nadie parece interesarse en ello. Deberia de ser denunciado ante los Tribunales de Derechos Humanos y seguro que la cosa cambiaría radicalmente, pero hay cosas, y son muchas, demasiadas, que se prefieren no tocar. Eso sí, el comprador humillado tras pasar por el control de seguridad puede adquirir lo que quiera, que pasará a ser embarcado con su compra sin problema en el avión que le llevará a destino. El nivel de idiocia es tal que nadie ha pensado en la posibilidad de que un terrorista tuviera un cómplice trabajando en una tienda Duty Free y éste le pasara cualquier explosivo o elemento peligroso. Entraría sin problemas en el avión gracias a estar protegido por la vitola sagrada de la compra dentro del aeropuerto. Y precisamente en esos empleos internos, franquiciados, subcontratados, pésimamente pagados, con un cuestionable planteamiento de la temporalidad y con escasos controles de personal y peor formación, es donde, y es sólo cuestión de tiempo, puede despertarse la bestia. El ejemplo más inquietante lo vemos en las detenciones que se producen periódicamente entre el personal aeroportuario de handling (trabajos especialmente duros, poco valorados y peor pagados) vinculado en tráfico de drogas; el subempleo y la falta de control real son terreno abonado para ser el punto débil del sistema. Pero claro, donde se gasta el dinero es en las carísimas máquinas del control de pasajeros.

Estoy bastante harto de tener que sufrir a incompetentes dirigiendo mi país, en todas partes y en todos los escalafones. Lo digo y lo repito: si por algo serán recordadas estas primeras décadas del siglo es por el nivel de codicia autodestructiva que está teniendo que soportar la población. Los nuevos señores feudales ahora son estúpidos incompetentes ante consejos de administración.

El feudo de los tontos. Eso es España actualmente.

Pd: A AENA le pido que trate bien a la gente que salvaguarda mi vida y mi seguridad: a los controladores, a las tripulaciones, a los técnicos de pista. Todo lo demás se me antoja espúreo: es mierda para hacer ricos a terceros. Pero al parecer eso es lo que interesa en el feudo de los tontos. Además, ahora este gobierno, todo un monumento a la incompetencia, quiere privatizarla.

Ppd: No olvidemos que vivimos en un país que todavía no ha resarcido debidamente a las víctimas de nuestra última catástrofe aérea, que causó un terrible dolor en mi isla de Gran Canaria hace ya seis años. Este es el percal al que nos enfrentamos. ¿No tiene que ver? AENA llevaba la logística aeroportuaria de aquel vuelo. Y nadie ha cuestionado todavía los posibles errores cometidos en esa parte del proceso.

Pppd: Se está revelando estos días, para colmo, la relación entre AENA y la Trama Gürtel. Al parecer sus directivos instaban a que se hicieran todo tipo de negocios con aquella red corrupta vinculada directamente con el partido en el poder. Un ejemplo más del estado de cosas, y de cómo ha funcionado, y funciona, este país.


El grabado que ilustra este artículo es de Pieter Brueghel El Viejo, "The ass in the school", 1556. Está en Dominio Público en Wikimedia Commons, pero la puedes encontrar físicamente en la Gemäldegalerie, en Berlín.

TVE y el material de archivo



Aquí podéis ver cómo TVE trata el material grabado en 4/3 que era el aspect ratio imperante en la televisión hasta hace unos años, y en el que están grabados casi todos los contenidos de su archivo. Emiten en un programa-contenedor llamado Fue Informe reportajes antiguos de Informe Semanal. Este es de 1989, y trata sobre la Torre Eiffel que en aquellos días cumplía su primer centenario.

En mi opinión, rellenar con un gráfico feo y chillón el espacio libre que deja el encuadre en la pantalla de 16:9 actual, es la peor solución posible. Y si a eso añadimos lo de siempre, que nadie mira los programas antes de emitirlos, la franja inferior con las noticias de última hora está colocada con tan mala fortuna que borra parte de los textos incluidos en el reportaje original (por cierto, qué joven aparece en la imagen Karl Lagerfeld, ya entonces gran pope de Chanel).

Las capturas las obtuve ayer en el Mac Mini con EyeTV que uso para ver la depauperada televisión que nos dan en este país.

martes, 16 de diciembre de 2014

Entrevista en Judex



Aquí os dejo con la entrevista que me hicieron Marta Torres y Lluis Rueda para Judex durante el Festival de Fantasia de Fuenlabrada. Espero que os guste.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Un diagnóstico


Diagnosticando la enfermedad de nuestro país, como colofón a un post anterior.

España debió de haber sido un país fascista que luchara en la II Guerra Mundial y que perdiera, obviamente.

Nos hubiera ido mucho mejor.

Habríamos disfrutado de un intenso Plan Marshall y las grandes potencias se habían preocupado de que acabáramos siendo una democracia parlamentaria madura.

Al contrario, se nos dejó "a la nuestra" con un sátrapa ultracatólico que prolongó la pesadilla medieval del país.

¿En qué consistía aquella pesadilla? En una población ignara, frustrada y esclavizada, reprimida sexual, moral y culturalmente, que en vez de tener un enemigo exterior contra el que unirse, elige el auto odio.

Los festejos de tortura animal periódica permiten al sojuzgado desahogar periódicamente la violencia que ello implica. Eso, el fútbol y periódicos estallidos de violencia interna en forma de guerras civiles.

El siervo no sabe por qué pero odia brutalmente al de al lado, al igual. Y si puede aplastar al inferior, lo hará sin pensarlo. Es más, el pensamiento articulado está exento de esta ecuación.

El resultado es lo que vemos ahora.

Un país que no ha sabido construirse.

Una mezcla fatal entre una superficie de modernidad y tecnología que se mezcla con una religiosidad hipócrita heredada del régimen dictatorial, unas minorías todopoderosas herederas de los modos feudales, unos rituales decimonónicos y medievalizantes que nadie alcanza a entender qué pintan, y unas normas que se aplican según seas, según nazcas, según estés mejor o peor relacionado.

El retrato de Carlos I está en dominio público en Wikimedia Commons. "Emperor Charles V with a Baton" by Juan Pantoja de la Cruz, copy of a portrait by Titian (Tiziano Vecellio, 1490-1576).

domingo, 14 de diciembre de 2014

Lo que queda por venir


El futuro es feo de cojones, y perdonen mi francés. Voy a expresarlo en líneas cortitas, tipo decálogo, a ver si llegamos a la misma conclusión, ustedes y yo:

1- Estamos en una falsa salida de la crisis creada por una ilusión de seguridad.

2- En realidad todo va mal, fatal. Los Bancos Centrales han perdido el paso, Europa y Alemania nos arrastran a un abismo llamado Deuda Soberana, comandadas por incompetentes presionados por intereses transnacionales. Sí, la Troika.

3- Baja el petróleo una barbaridad, lo que implica el pronto estallido de una megaburbuja petrolífera, la de las extracciones caras (el fracking y similares, que requieren para ser rentables de un barril de petróleo en un coste cercano a los 80 dólares). Va a temblar el orbe.

4- La especulación no se ha embridado ni castigado. Todo va igual, a pesar de la supuesta lección Subprime que aún estamos pagando. Europa lo consiente, y está dirigida por una mayoría conservadora de una incompetencia que pasará a los anales de la historia. Me repito, ya lo dije en el punto 2, pero tened en cuenta eso: les hemos puesto con el voto todos los europeos. Aquí la culpa hay que repartirla, amigos.

5- En España la casta al mando protege a los delincuentes que han casi desintegrado el Estado mediante Bankias y otra cajas-sumidero que para colmo fueron rescatadas cuando no debió de hacerse (sí, soy de los que creen que debimos de quebrarlas). En Grecia, si gana Syriza y deciden salirse del Euro (yo lo haría, es intolerable que se esté dejando morir a ciudadanos en las calles griegas por un rescate miserable y una deuda que no es más que una abstracción), la moneda única europea desaparecerá en un terremoto de magnitudes bíblicas. Merecidamente. Pero lo pagaremos.

6- El pavor es tal que se amenaza a los griegos públicamente para que no voten a "extremistas" en las elecciones presidenciales adelantadas del próximo día 17. En España estamos viéndole las orejas al lobo y la burocracia se está volviendo psicopática: muchas administraciones públicas están pidiendo el retorno de ayudas cerradas y pagadas hace cuatro y cinco años, algo prevaricador e ilegal, que pone aún más contra las cuerdas a empresas e innovadores, simplemente porque no hay fondos. Y la sangría de talento que abandona el país no cesa.

7- La saca de la Seguridad Social está siendo esquilmada por un gobierno totalmente irresponsable de modo que ahora pueden pagar las pensiones, sí, pero sin pensar en plan alguno para resolver la que se avecina si se agotan esos fondos.

8- El gobierno español actual está demostrando una incompetencia criminal, una maldad atroz, y sus voceadores en todos los medios sólo acrecientan la confusión entre los ciudadanos y su furia. Tal vez estemos ante el gobierno menos capacitado y más cegado ideológicamente de la historia democrática del país. Y en este momento sólo cabe plantear que estén practicando una política de tierra quemada sabiendo que están perdidos. Hacer eso en el estado crítico actual de cosas, es de una vileza extrema o de una estupidez monumental. Elijan ustedes y salpimenten de cada concepto a gusto.

9- Existe una completa ignorancia entre la casta gubernamental (y entre sus consejeros) de los más elementales principios de análisis estadístico y de planificación a largo plazo, ambos imprescindibles si queremos buscar alguna solución para salir de esta; vivimos en una situación dominada por las leyes del caos, que si no se comprende puede llevar a unos estragos irreversibles. Pero es que estamos en un país que ha premiado al incompetente elevándolo a puestos de mando. Eso no se elimina tan fácilmente.

10- Se avecina una crisis gigantesca que va a dejar la anterior en pañales. Una crisis tan enorme que no reconoceremos lo que saldrá de ella. Y nadie está haciendo nada por evitarlo.

Conclusión: amigos, o cambiamos el mundo pero ya, o este nos devora. No es por asustar, pero, gente, la que viene va a ser de órdago. No sólo porque el desastre se ve en el horizonte, sino porque las castas del mundo van a vender cara su piel, y van a hacer daños terribles a la buena gente que sólo quiere vivir en paz.

Dicho queda. Ahora a ver.


La foto es de la caída del banco alemán Danatbank en 1931. Las gentes se agolpan en su sede de Berlín para retirar fondos. La foto la hizo Georg Pahl. Está en Wikimedia Commons con licencia Creative Commons. Pertenece al Archivo Federal Alemán (Bundesarchiv).

Clark leyendo "Idyll"


Mi amigo Emilio González Déniz está celebrando el mes de diciembre posteando cada día en Facebook una foto con un actor famoso leyendo un libro. Para hoy, ha elegido a Clark Gable leyendo IDYLL. Sólo imaginarme el momento y se me pone la piel de gallina. La cara de Gable de "Dios ¿Qué estoy leyendo?" es muy adecuada. Dudo que pasara de unas pocas páginas antes de marearse.  Gracias Emilio por añadir la novela a tan insigne calendario.

¿Os atrevéis a  hacer como Clark Gable?

Tened cuidado...

Hace un año



Hace un año, el Festival REC de Tarragona dedicó en su sección de Operas Primas una sesión en la que se proyectó FOTOS, mi primera película, que fue galardonada con el Premio al Mejor Guión y una Mención Especial del Jurado en el Festival de Sitges de 1996. Tuve el honor de compartir sección con TRAS EL CRISTAL, de Agustí Villaronga, perturbadora obra maestra de una de las voces más originales, poderosas y personales de nuestro cine.

Como complemento a la proyección hubo una interesante performance a cargo de la gente de La Parda. Aquí os dejo el trailer de la película, el making of, la rueda de prensa en la que Tarantino expresó su amor incondicional por FOTOS en el Festival de Sitges, un pequeño reportaje de Lo Mas Plus sobre la película, y de regalito una escena eliminada. Hala.

Si os apetece, la película está en la plataforma digital Waki.tv. Eso sí, os advierto que no es plato para todos los gustos.

jueves, 11 de diciembre de 2014

La Dama Dragón



Una cosa más sobre "Terry y los Piratas". En esta viñeta vemos bien a la malvada (pero fascinante) Dama Dragón, que durante semanas y semanas viviría una relación de amor-odio-fascinación con Pat, el compañero de aventuras de Terry.

En estas páginas dominicales no podía evitar sentir una sensación de déjà vu sobre su caracterización, hasta que caí en la cuenta. Las páginas son de 1935, y en 1934 Josef Von Sternberg había estrenado en los cines "The Scarlett Empress" (conocida en España con el título de "Capricho Imperial"), con Marlene Dietritch de protagonista. Creo que Milton Caniff tenía claro en quién inspirarse para el personaje.

Ah, y si no habéis visto "Capricho Imperial", no esperéis más. Hay una preciosa edición de Criterion, y el film es un delirio absolutamente maravilloso. Una película de horror expresionista camuflada de hechos históricos, dirigida por un portento fascinado por su protagonista, que la iluminó como nadie. Una obra que parece creada en el mundo de los sueños. Gozada.


martes, 9 de diciembre de 2014

Lo que quieren que olvidemos


Metro de Madrid está celebrando su 95 aniversario. Conmemorando el evento, han llenado los (vacíos, cosas de la crisis) murales para publicidad de muchas estaciones con pósters que muestran fotos de décadas pasadas con viajeros en vagones, andenes, obreros construyendo túneles, o viejas máquinas. El logotipo del 95 aniversario preside las imágenes (Por cierto, algún lumbreras que no ha viajado en Metro en su vida llegó a forrar los vagones de cabeza de varios convoyes con uno de esos enormes adhesivos con agujeritos formando un enorme mural conmemorativo... que impedía a los pasajeros en las estaciones ver el interior de esos vagones, algo que todos solemos necesitar cuando llega el Metro al que vamos a embarcar. La luminosa idea ha desaparecido, afortunadamente, pero, como siempre, la hemos pagado entre todos).

Voy al motivo de este texto. Resulta que en las fotos de momentos pasados de la historia de Metro de Madrid que muestran los pósteres hay una época que los creativos de la agencia publicitaria al cargo han preferido obviar piadosamente: los 40-50. Los años oscuros. Una época gélida, gris, atroz, deshumanizada, que convirtió este país en un gulag fascista en el que si te movías podías joderte la vida o la de tu familia. Los oscuros años de la venganza. Los mismos en que en mi tierra canaria cuatro caciques tiraban por los riscos a sus enemigos aprovechando que había carta blanca, o en los que muchos afectos al régimen, y el dictador mismo, hicieron limpieza sistemática de "elementos subversivos". Toda una serie de crímenes contra la humanidad por los que nadie ha pagado aún.

Miramos por encima del hombro y con piedad a rumanos, albaneses, polacos o alemanes del Este, cuando nosotros vivimos a lo largo de aquellos veinte años negros previos al desarrollismo en una época similar: pétrea y feroz, en la que los señores del feudo que mandó durante el siglo anterior recuperaron el poder a sangre y fuego y no dejaron prisioneros. No querían que el XIX terminara. Y lo consiguieron, convirtiendo el país en un pasaje del terror en el que los delatores y los amigos prosperaban, en el que se regalaban prebendas por los servicios prestados, y en el que unos repulsivos cuervos católicos decidían sobre las almas de los súbditos como en tiempos inquisitoriales.

Se asesinó a gente, se robaron niños, se destruyó a varias generaciones, y se sembró una nueva nación temerosa del poderoso, que no quiere meterse en líos, y que tolera los chanchulleos, ya que el sistema los permite como válvula de escape al desgraciado. Destruyeron España, en resumen, mediante purgas secretas, delincuencia consentida, corrupción en las esferas del poder y represión brutal. Muchos de aquellos polvos trajeron los lodos del desastre que somos  en estos momentos: un país comandado por inútiles congénitos aupados por el mismo sistema insidioso y discreto que ha sobrevivido hasta hoy.

Por eso no hay pósteres con fotos de aquellos años tristes, en los que "1984" se volvía una realidad de la mano de la iglesia y el fascismo, cuando las gentes tristes iban cabizbajas en los destartalados vagones del Metro, hacia estaciones iluminadas con luces mortecinas en un país infeliz y ahogado, conscientes de que no había salida, de que la única esperanza era esperar y no destacar demasiado. Los problemas del país empezaron a resolverse en los bares.

En Rumanía al menos tuvieron la valentía de ajusticiar al repugnante Ceaucescu. Aquí, dejamos al cabronazo morir en la cama. En parte porque en aquellas décadas espantosas aquel tipejo castró sistemáticamente el alma de España. Y la convirtió en este país lleno de miedo y ágrafo que en el fondo seguimos siendo. Intentad que alguien rellene una simple hoja de reclamaciones, o que defienda sus derechos ante una autoridad. Mirad lo que acaba de pasar con el Juez Ruz, sin que nadie haga nada. El teatrillo falsario ante cientos de casos de corrupción, va y se rompe cuando alguien mete las narices donde no debe. Otro juez que se limita a hacer su trabajo, pero que toca los cojones a señores como el que aparece a la izquierda de la foto que ilustra este texto. Los que mandan. Los que mantienen todo como está. Los dueños. Los putos amos de este país, esos que consiguen prescripciones y ventajas destruyendo los escasos mimbres democráticos que tenemos.  Los "Ustednosabeconquiénestáhablando". Esos psicópatas.

Una pregunta para terminar. Levanta la cabeza de tu móvil y plantéate esto: España posiblemente no salió del Siglo XIX hasta los años 60-70. ¿Estás seguro de que la España de hoy, con su decorado de hipsters y tablets ha entrado en el XXI? Si todo, en el fondo, sigue igual...


La foto, de la visita de Franco a Eibar en 1949 está en Wikimedia Commons, bajo licencia Creative Commons con atribución. El autor es Indalecio Ojanguren ¿Veis el careto del señor de la izquierda lleno de advertencias ominosas al fotógrafo? ¿Veis a las fuerzas vivas cumplimentando al sátrapa? ¿Os hacéis a la idea de la mierda en la que vivieron nuestros padres y abuelos? No, no podemos ni imaginarlo. La obra fotográfica de Indalecio Ojanguren fue donada a la Diputación Foral de Guipúzcoa, la cual la está difundiendo bajo licencia CC-BY-SA.

jueves, 4 de diciembre de 2014

¡Premiados en Gijón!


THE MYSTERY OF THE KING OF KINEMA ha obtenido una Mención Especial del Jurado en el Palmarés de la 52ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, según reza el Acta del Jurado: “Por la apasionante recuperación de un pionero del cine a través de un trabajo riguroso y experimental.”

Es una noticia estupenda, y allí estuvimos, compartiendo una agradable velada de premios con los organizadores y los demás participantes. 


Ha sido un festival genial, en el que he podido postrarme a los pies de dioses paganos como Terry Gilliam, Richard Lester, Yvonne Blake, Bill Plympton, Josefina Molina, Raúl García o Gonzalo Suárez. 


La película está iniciando ahora su carrera de festivales, y esta Mención hará de efecto llamada, esperamos, a otros certámenes y, esperamos también, a distribuidores, televisiones y agentes de ventas. Así que pronto podréis verla. No os preocupéis, que os mantendremos informados.


¿Que de qué va? De un tipo llamado Max Linder, que hace cien años era el actor más famoso del mundo. Este señor:




En 1914 era el actor mejor pagado, ganando la asombrosa cantidad de un millón de francos al día. Pero en 1925 todo terminó abruptamente. Y empezó el olvido. Actualmente cientos de sus películas se han perdido para siempre. Pero su hija, con 90 años, lucha a diario porque su recuerdo reviva. Algo realmente sorprendente cuando su padre y su madre la abandonaron definitivamente, arrojándola al mundo, cuando apenas tenía 15 meses. Esta película cuenta sus historias.


En este post, que puse hace unas semanas cuando nos seleccionaron en Gijón, podéis ver algunas fotos del rodaje y la postproducción, que se han prolongado a lo largo de tres años.


La foto de Max Linder de arriba me recuerda mucho a esta. Qué cosas:




El pelo de punta de Linder, eso sí, lo consiguió mediante un Generador de Van der Graaf. Le gustaba el riesgo... 

Los posters de "Be my Wife" y de "Eraserhead", los uso acogiéndome al derecho de cita.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Debatir para no debatir


Si veis estas semanas los dos programas matinales de discusión política de los dos canales privados considerados "progresistas" de la televisión nacional (En Cuatro "Las Mañanas de Cuatro" y en La Sexta "Al Rojo Vivo"), habréis comprobado algo cuanto menos peculiar: sus escaletas se parecen sospechosamente, y si zapeas alternativamente entre ellos veréis que tratan los mismos asuntos de forma simultánea.

Ambos canales pertenecen a sendos grupos mediáticos bajo grandes presiones gubernamentales respecto a su información política: Mediaset y A3Media, que actualmente están siendo seriamente coaccionados por el gobierno "a ver lo que dicen", mediante asuntos tan graves como la desconexión de canales (cuyo amargo sabor los dos grupos ya han probado hace unos meses), una resintonización demencial que se verificará el 31 de diciembre, y la posibilidad del retorno de la publicidad a TVE. El Gobierno, o mejor, el PP se ha quitado la máscara y, coincidiendo con el desembarco de sus huestes en la televisión pública (que están acabando de destruir), sus "mensajitos" a las televisiones "hostiles" han pasado a ser ya puro descaro.

Pero por ahora el dinero tira, y la audiencia manda, y Cuatro y La Sexta se reparten el goloso pastel de la audiencia descreída que abandona otros canales televisivos, generalmente gente joven, con opinión política formada, posiblemente de centro-izquierda, así que claramente los dos programas han entrado en una desigual lucha por las audiencias disputándose los mismos temas para intentar arrebatar al otro una décima de share tras cada pausa publicitaria, lo que hace que no hagan más que copiarse el uno al otro prácticamente en tiempo real, algo que pasa, si os fijáis, desde hace mucho tiempo en las emisiones simultáneas de los informativos de gran audiencia.

Vienen meses duros, a lo largo de los cuales el actual Gobierno va a hacer lo que sea por mantenerse en el poder, al acercarse un doble año de elecciones en las que el bipartidismo, es decir, "dejar las cosas como están", se la juega y en las que los estudios demoscópicos auguran la proximidad de una inexorable catarata arrasadora para PP y PSOE. Y las presiones deben de ser enormes, no lo dudo, añadiéndose a la pelea por el share. Interesante es ver cómo se habla en demasía estos días de Podemos o del Pequeño Nicolás, en detrimento de otros asuntos, y con claro interés, al menos en el primer caso, de desacreditar a la nueva (y peligrosa para el estado de cosas actual) formación política.

Pero vuelvo al asunto del mercadeo de audiencias que se traen La Sexta y Cuatro en esos dos programas simultáneos. Ayer mismo, día 2 de diciembre, Jesús Cintora, presentador de Las Mañanas de Cuatro, mantuvo al veterano político Julio Anguita a la espera durante más de una hora para poder pasarle a directo, ya que al parecer se dio prioridad a José Bono para que pusiera a caldo a Podemos y a quien le dio en gana, regalándole minutos y minutos de escaleta.

Cuando finalmente Cintora le dio entrada a Anguita, que es perro viejo y se niega a entrar en ese juego absurdo, ya no quiso hablar, aduciendo que el tiempo acordado para su intervención había pasado y que debía de estar en otro lugar en aquel momento, despidiéndose.

A Cintora aquello no le sentó bien. A mi me pareció perfectamente correcto por parte de Anguita. Parte importante del respeto por los demás se basa en cumplir con los compromisos adquiridos y en dar importancia al tiempo de los otros. Así, a lo mejor, en el futuro, el presentador de Las Mañanas de Cuatro es un poco más correcto con sus invitados.

La borrachera de amor-desamor Cuatro-Sexta les lleva no sólo a este asunto de ningunear a algunos invitados (que sería lo de menos), sino a hacer el tonto con el debate político, algo de lo que la población está hambrienta (gran parte de los asuntos que preocupan al país son complejos y requieren explicaciones largas, así como un contraste de ideas constructivo), para convertir sus programas políticos en clones de la desaparecida "La Noria" de Telecinco, degradando sus contenidos hacia el cotilleo, la pelea de bar y la descalificación mamporrera.

Así, contertulios profesionales, mercenarios a sueldo del mejor pagador, se insultan en público o hacen ejercicios de construcción de falacias dignos de un museo de los horrores goebbelsiano. Y todo sigue igual, lo que al final se supone es el objetivo de los clientes para los que esos señores de dudosa catadura moral trabajan.

La triste conclusión es que en España en este momento no hay ni una tertulia política en los medios que no esté emporcada por los intereses de algún cabildero. Luego se ríen de las asambleas ciudadanas del 15-M desde sus púlpitos a 600 Euros la hora de tertulia. Vergüenza debería darles. Así no se genera debate público libre. Pero claro, eso precisamente es lo que menos interesa a los que están detrás de todo.


Uso el logotipo de la cabecera del programa "Al rojo vivo" de La Sexta acogiéndome al derecho de cita.

Terry y las Damas


 


Estoy repasando al legendario Milton Caniff. Sus planchas dominicales de "Terry y los Piratas" fueron editadas hace años ya por Norma Editorial, y me ha llamado la atención esta plancha, de lo más banal, que relata un juego de damas, entre Pat y el Capitán Llama. Pat es el verdadero protagonista, al ser adulto, de este momento de la serie, mientras que Terry no deja de ser un comparsa.



La iluminación expresionista y llena de claroscuros domina las composiciones, que Caniff hacía directamente a tinta sobre unos bocetos bastante sueltos. Me llama la atención esta viñeta, en la que (estamos en 1935, un año antes de que estalle la Guerra Civil en España, situémonos), Caniff utiliza la gradación de la tinta para simular un efecto de iluminación sobre el tablero de damas y la textura de la madera. Es un trabajo precioso. Además, explica el movimiento con un uso muy innovador del grafismo narrativo integrado en la imagen. El colorista apoya el efecto (el color de trama es el original, pues la edición de Norma se basa en escaneados de las planchas dominicales impresas).



Aunque no sepas jugar a las Damas, en esta viñeta Caniff utiliza de nuevo un grafismo explicativo para narrar la victora de Llama, utilizando además un curioso juego tridimensional, no sólo de las curvas que usa para describir los movimientos, sino de la misma estructura de esas curvas, como si fueran franjas planas recorriendo el espacio.



Estos años de Terry y los Piratas son absolutamente fascinantes. Toda la esencia del serial y sus cliffhangers se ven sintetizados en las planchas diarias y dominicales del autor norteamericano. Su influencia de prolongaría por generaciones de dibujantes.

martes, 2 de diciembre de 2014

Akemi Negishi


Viendo "Crónica de un ser vivo" o "The lower depths", he descubierto a la hermosa Akemi Negishi, una maravillosa actriz que ya no está entre nosotros, pero que trabajó en títulos clave del cine japonés, como "Barbarroja", también a las órdenes de Kurosawa, o en "Ana-ta-han" de Josef Von Sternberg y "Sex and Fury". El director japonés solía repetir con sus actores, y se rodeó de una troupe de intérpretes maravillosos. Negishi, siempre en papeles no demasiado importantes, añadía una presencia impresionante y un rostro que no te cansas de mirar. Mi recuerdo para ella.

Uso la imagen de Negishi acogiéndome al derecho de cita.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Crónica de un ser vivo


Revisando parte de la filmografía de Akira Kurosawa, pasando por obras tan importantes como sus dos adaptaciones de Pudovkin ("Dodes'ka-den" y la previa "The lower depths" de 1957) he llegado a "Crónica de un ser vivo", que se considera por ahí obra menor en la filmografía de uno de los mayores colosos del cine universal. La historia de la película gira alrededor de un rico empresario japonés que vive en un estado de ansiedad perpetuo ante la posibilidad de que su familia perezca por un inesperado ataque nuclear. Crea primero un refugio subterráneo y luego decide llevarse a toda su familia al lejano Brasil, amenazando con arruinarles con su locura.

A medio camino entre el individualismo extremo de "El Manantial" y la historia de traiciones familiares tipo "El Rey Lear", "Crónica de un ser vivo" está interpretada por Toshirô Mifune en el papel del protagonista y Takashi Shimura como el dentista, y accidental mediador judicial, que hace de nuestro testigo del devenir del drama. Narrada a menudo con dos cámaras, en ángulos que renuncian a la narrativa visual para dar espacio a los actores -marca de estilo del realizador-, en planos largos donde el movimiento y el ritmo lo dan los intérpretes, la historia nos lleva de la mano por un escenario mental de pesadilla, el de un país que vive, diez años después de las dos explosiones nucleares que terminaron la II Guerra Mundial, en un estado de shock post traumático. La mente de Kiichi, el protagonista, vive en un delirio que arrastra a su familia, y finalmente les convierte en víctimas del bombardeo nuclear con una década de retraso. Es como una voladura retrasada.

"Crónica de un ser vivo" me habla de las heridas que nunca cierran. Vivo en un país que, aunque sea incapaz de reconocer lo evidente, habita en un estado de permetuo shock post traumático, tras una guerra en la que los vecinos de mataban unos a otros, en la que los odios se perpetuaron mediante una de las dictaduras más oscuras del siglo pasado. España, como ese japón que quiere aparentar normalidad cuando vive una tormenta interior, no será hasta que no mire con honestidad el daño que generaciones de ciudadanos han sufrido. Por el miedo a la represión. Porque te mataron al padre o al abuelo aquellos que ahora dirigen tu pueblo. Porque te niegan el perdón o las disculpas. Porque te enseñaron a ser temeroso de la autoridad. Porque tu familia te contagió que mejor mirar el fútbol y no pensar que salir a la calle a pedir lo que es tuyo. España es un país con su psicología rota. Una mente colectiva que vive aún el shock que no quiere enfrentar ni su terrible fantasma. Los pecados del pasado siguen ahí.

Kurosawa utiliza en sus películas un maquillaje para dar edad a sus personajes muy exagerado, que quiere serlo. Pasa en "Crónica de un ser vivo", y en toda su filmografía, hasta las últimas, como "Ran" o "Sueños" (especialmente sobrecogedor el del padre y la hija agonizantes de "Dodes'ka-den"). Es en gran medida una reverencia al actor y al Teatro No, la gran tradición de la escena nipona. En sus obras en blanco y negro el resultado parece heredero del expresionismo alemán, con el que entronca directamente, juntando además su uso dramático constante del tiempo atmosférico como reflejo del "tiempo emocional" de sus personajes. Y es que "Kurosawa" significa "mal tiempo" en japonés.

La tormenta interior que vive Kiichi, a la que presta Mifune su talento en una construcción apabullante -fue uno de los más grandes actores, un Emmil Jannings o Robert de Niro del cine mundial-, se refleja también con recursos del Teatro No. El maquillaje facial que le pone en 70 años cuando en la fecha del rodaje tenía 34, se prolonga en el sombreado de las costillas, que hace parecer al actor mucho más delgado, al modo de algunas pinturas japonesas.

"Crónica de un ser vivo" encierra una profunda enseñanza, la de cómo la locura, el miedo y la parálisis pasan de generación en generación. En cómo las guerras no terminan cuando se firman los armisticios, sino que siguen, en combustión lenta, arrasando las almas de las generaciones venideras, criadas en el trauma, habitadas por el demonio bélico por décadas y décadas.

La película fue un fracaso comercial en 1955, y fue una de las dos producciones de la Toho que, por el aniversario de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, produjo la compañía. La otra la dirigió el ayudante de dirección de Kurosawa en gran parte de su filmografía, Inshirô Honda, justo el año anterior. Y se tituló "Godzilla".

El poster de "Crónica de un ser vivo" se usa bajo derecho de cita.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Definiendo España



Tras  una resolución como la de ayer del juez Ruz, en una democracia occidental mantener un gobierno como el actual sería imposible.

Ahora ya sabéis lo que no somos.

Bienvenidos a la realidad.

La imagen es del Pleno-farsa sobre la corrupción al que hemos asistido hoy en el Congreso. La uso acogiéndome al derecho de cita.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Estrenamos


Misión cumplida. THE MYSTERY OF THE KING OF KINEMA, tras tres años de trabajos, ya se ha estrenado en el Festival de Cine de Gijón. Una gozada estar y disfrutar del mejor festival de cine independiente del país. Pronto, más noticias sobre la película.

La culpa no existe en el país de los niños



Volviendo de Gijón coincidí en el aeropuerto de Oviedo con Borja Crespo, y estuvimos charlando un buen rato. Nuestra charla acabó desembocando en el asunto de la piratería online (llamadlo como queráis: descargas, bajarse pelis... da igual), y de cómo nos sorprendemos viendo que un montón de gente la ejerce ya como si fuera un derecho básico que viene incorporado con tu conexión de banda ancha. Muchísima gente lo hace, eso sí, inocentemente; el otro día un familiar cercano me mandaba un enlace de Youtube con links a decenas de películas pirateadas con toda la buena voluntad del mundo. Tuve que explicarle que eso no es legal. Que lo legal es lo que hacen Filmin, Filmotech, Nubeox, ONO o Netflix, entre muchos otros operadores que pagan sueldos e impuestos. Simplemente, esa persona no lo sabía. No se puede saber todo en esta sociedad tan compleja que nos ha tocado vivir. Vale. Asumido. Pero sigo, que tomo carrerilla.

Hace tiempo que quiero hablar de esto (de nuevo), así que aquí suelto mi filípica. ¿Quién tiene la culpa de que exista la piratería? ¿Quién está detrás de este desastre que está destrozando industrias enteras, todas aquellas que crean productos fácilmente copiables por medios digitales? ¿Existen esos culpables? Sí, claro que los hay. Siempre alguien tiene la culpa de algo. Quien diga lo contrario o es un niño o es un mentiroso. Tres patas comparten la vergüenza:

1-Las telefónicas. Porque ellos venden sus conexiones para que la gente se baje películas y lo sabemos todas las partes; es su servicio “no declarado”. Porque mediante presiones a los gobiernos y mediante grupúsculos como las Asociaciones de Internautas (bueno, son dos), que subvencionan y mantienen, hacen un cabildeo de lo más repugnante. Las telefónicas son muy, muy, muy poderosas. Entre ellas, las eléctricas y la banca, quitan y ponen gobiernos. Son un grupo de presión de enorme ambición y no se detienen ante nada.

2-Los políticos. Por muchas razones. Ellos convirtieron hace años a esas mismas telefónicas (sector crucial para la supervivencia de una nación), antes públicas, en un oligopolio privado en pro de ciertos amigos del colegio. Ellos pasan a sus consejos de administración vía “puerta giratoria”. Ellos lanzan legislaciones cobardes y pacatas amedrentados por el poder de las telefónicas y sus cabilderos, o indultan a sus CEOs sin que les tiemble la mano, cuando se les pide adecuadamente. No han estado a la altura, no señor.

3-Los ciudadanos. Los que siempre se olvidan. Los que se comportan como niños. Los que dicen “no hay culpables” o abogan los la neutralidad de la red, sin entender el término siquiera, o que se quejan por el viejo canon por copia privada cuando ni se han molestado en averiguar para qué sirve. Los que se bajan una peli y un libro y un disco y “total, no pasa nada, lo hace todo el mundo”. La mayoría silenciosa. Todos nosotros, que lo permitimos, que lo consentimos. Esa mayoría que protesta y eleva la voz cada vez que se habla de los Derechos de los Autores, cada vez que se les acusa de ser parte del problema.

Esto no es nuevo. La economía es despiadada, y todos hemos consentido la creación de este mundo, un mundo en el que las operadoras te pueden colar cobros por servicios no prestados, en el que darte de baja de un teléfono te cuesta sangre, y en el que las autoridades que deben de protegerte están mirando a otro lado y silbando. Las acciones arteras y retorcidas son el pan de cada día en la selva de las corporaciones. Los que mandan saben que los que pagan, nosotros, estamos atados de pies y manos por años y años de legislaciones consentidoras y creadas, sutil, lenta, perversamente, a su favor. Ellos no tienen prisa. Son como los quistes. Se van metiendo y metiendo en el tejido sano, imperceptible, lentamente, hasta que cuando te das cuenta y quieres arrancarlos, es prácticamente imposible. Controlan medios, controlan a opinadores a sueldo, controlan editoriales y formas de pensar, y sobre todo cuentan con la codicia de la buena gente, esa que no haría daño ni a una mosca, pero que ven las películas que se bajan de una dirección que les pasó su sobrino, ese que sabe tanto de informática. Total, todo el mundo lo hace... Total, están ahí ¿No? Si no las coges, es que eres tonto. He llegado a sostener debates kafkianos con gente que se supone es inteligente y tiene cátedras,  que se refugiaban en terminología técnica para negar la mayor: que ven la piratería como algo socialmente aceptable. Os juro que no lo entiendo.

Vuelvo al asunto de los hombres-niño al que regreso una y otra vez en este blog. Vivimos en una sociedad infantilizada, que mantiene a los adultos en un perpetuo estado de adolescencia y de ausencia de responsabilidad, en el que cientos de responsables públicos se van de rositas cuando cometen desmanes con el dinero público (*), un lugar en el que los culpables no pagan sus culpas cuando están situados a cierta altura en el escalafón social, pero en la que los pobres, los “robagallinas” pagan años de cárcel por causas ridículas. Una sociedad en la que la culpa no existe si estás suficientemente arriba. En esa estratosfera social, se reparte. Se difumina. El país de los niños es así ahí arriba.

Vivimos en un país en el que, sin embargo, consentimos bovinamente que la Agencia Tributaria y cientos de Ayuntamientos, Cabildos, Gobiernos Autónomos y empresas públicas, organismos intermedios y administraciones de todo pelo, embarguen, esto es, tomen por asalto, y sin el menor problema legal, las propiedades de los ciudadanos, ya sea metiendo mano en sus cuentas corrientes para el cobro de impuestos no pagados en plazo (con sus intereses de demora, claro), de multas o de sanciones administrativas. Es el mundo de la domiciliación de cuentas, eso que los gobiernos pasados regalaron a la banca, convertida en despojo domiciliario. En embargo y confiscación salvajes. Todo esto es algo que sabemos perfectamente que es lesivo para las personas, que va en contra de la Constitución y los Derechos Humanos. Se desahucia a la gente de sus casas, y de sus sueldos, siempre que una administración lo pida, y la tutela judicial efectiva, eso que se supone te protege de los abusos de poder, ni existe ni se la ve por ningún lado. Es más, todo esto  que describo es un delito consentido y cometido por las instancias oficiales a diario.

Pero nadie, hasta ahora, ha denunciado a todos esos cobradores de manos largas ante, por ejemplo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Vivimos en ese país en el que todos miran a otro lado, en el que la autoridad sigue siendo observada con el temor del vasallo mientras el siervo manso se dedica a sus corruptelitas (bajarse una película lo es, sí, señores), total, mientras no te pillen, total, te lo hago sin IVA, total, todo el mundo lo hace... total... es tradición... Yo no pirateo, yo "enlazo". Pero mejor no nos metamos en líos cuando el Estado se pone serio. Que entonces sí te pueden joder bien jodido. Este es el mundo al revés español. Así funciona el país.

Y la misma población que se muestra sumisa con un Estado monstruoso que puede meterse en sus casas, en sus cuentas, en sus vidas, y que regala empresas públicas al Dios Mercado, la misma población que no rechista ante el desmantelamiento del Estado del Bienestar, la sanidad o la educación públicas, se muestra agresiva como un crío enrabietado cuando se intenta legislar para proteger los derechos de autor, un derecho humano que está en la Declaración Universal, y está ahí para proteger a todo ciudadano.

Miren, no sé si es que lo veo demasiado claro, pero o arreglamos este sindiós de una vez o nos convertiremos en un país de niños malcriados, irresponsables y sin la inteligencia elemental para comprender que lo que hacemos siempre, en todo momento, afecta a los demás. Necesitamos un país en el que no se robe a los demás, sean estos productores de cine o ciudadanos, sean los ladrones las administraciones públicas o el público en general. Tenemos que dejar de ser niños y asumir que todo lo que hacemos afecta a los demás, sin excepción. Y que hay cosas que no podemos ni debemos consentir. Guardando silencio y dejando que todo siga como está no iremos a ningún lado. Porque un niño, un adolescente, no tiene derecho a voto, no tiene edad penal, no tiene responsabilidad judicial, por algo. Pero un adulto sí. Y un adulto-niño es una contradicción.

Vivir sin responsabilidad es eso: cosa de adolescentes. Ya basta de vivir en el país de los niños.

Pd: Si visitáis el artículo en El País que he enlazado al principio de este texto, veréis que fue escrito hace ya cinco años. Y todo sigue igual. Es la prueba de cómo los tres culpables han mantenido el estado de cosas como les convierte, contra viento y marea, en una suerte de perversa simbiosis. A pesar de que todo ello, combinado con la crisis, está destruyendo empleos cada día, y llevando al paro a un montón de maravillosos profesionales, y jodiendo vidas, a ver si nos entendemos. Cuando se publicó el artículo, los comentarios que aparecieron fueron furibundos; lo de siempre. Los han eliminado en la hemeroteca digital del periódico, pero básicamente se resumían en las respuestas de un crío: yo no tengo la culpa, si se puede hacer lo hago ¿Qué pasa?, ¿Y tú quién eres para venir a dar lecciones?, y, claro, las falacias eternas ad hominem, tan típicas de cuando te dicen algo que te duele pero no lo aceptas. Supongo que esas cosas seguirán igual, y por mor del anonimato internetero nunca supe de las identidades de las personas que respondieron al artículo. Me gustaría saber si ahora siguen pensando lo mismo. A lo mejor ahora sus hijos intentan ganarse la vida en el cine y ven que es imposible porque la industria está tan destruida que no se puede obtener un empleo decente. O a lo mejor siguen en sus trece. Puede ser. 

Ppd: En esta web un crítico aficionado pone a caldo "No-Do", una de mis películas, para, acto seguido, dar acceso a ella vía enlaces para que te la puedas bajar. No sé si el tipo se da cuenta ni siquiera de lo que hace. El caso es que la película dice que ni la recomienda. Él, que se la ha bajado gratis, y que la regala, generosamente, a los demás. Este es el percal. Oye, tío, esa peli es mía ¿Te enteras? ¿Quién te ha dado permiso para que la regales? Seguramente me respondería eso, que él no piratea, que él "enlaza". En fin, una, otra, batalla perdida.




(*) Esto me ocurrió hace unos años, allá por 2002. Estábamos diseñando un videojuego en Tafira, Gran Canaria. Acabó llamándose Free Wheel. Mirad en IMDB si os parece interesante. En aquellos días de RDSI y modems, el congreso tenía un foro en el que podías chatear con los parlamentarios que lo tenían a bien. Tuve un encontronazo con una diputada que decía que el dinero público "no es de nadie". Yo le decía "es de todos", y le rogaba que pensara en la etimología de la palabra "público". Ella seguía en sus trece. No sé que habrá sido de aquella diputada, pero su forma de pensar era, y es, desgraciadamente, demasiado común en este país.

Nada que añadir

  

Esto está apareciendo en los buzones de miles de españoles. Nada que añadir ¿Verdad? ¿Para qué? ¿Que la gestión de nuestra salud está en nuestras manos? Hay que ser cabrones.

martes, 25 de noviembre de 2014

Bill Plympton en Gijón



Llevo cruzándome con Bill Plympton en festivales desde, creo, 1997, cuando le conocí en Sitges y le compré un libro que me firmó. Es un nómada que ha elegido el camino más difícil de todos, luchando por mantener su independencia con furia y pasión, con humor e ingenio. Pudo haber trabajado en Disney, pudo haber seguido una carrera más cómoda, pero ha elegido seguir fiel a sí mismo. Mantener la libertad como estandarte, al precio que sea.

Bill Plympton sería bastante asombroso sólo por eso. Pero es que además es uno de los clásicos más poderosos, originales y brillantes del mundo de la animación que mi generación ha tenido la fortuna de conocer. Y digo fortuna, porque poder saludar a un maestro como Plympton es un regalo. Y poder disfrutar de su obra, el más importante de los regalos. Le recordarán por generaciones, es un salvaje, un estajanovista, un iconoclasta, un rebelde y un narrador visual maravilloso.

Estos días he podido ver su último largometraje en el mejor festival de España, el Festival de Cine de Gijón (brillante, extraordinario, perfectamente organizado y con la mejor programación y selección que puedas imaginarte), el mudo y jubiloso y demente y divertidísimo y brutal y romántico Cheatin', que contiene una de las escenas más poéticas y hermosas que he visto en años; cuando Ella se enamora de Jake y saca su corazoncito maltrecho del interior más recóndito de su ser, al que viajamos en un rollercoaster surrealista, entregándoselo a un cupido bastante asombrado. La retrospectiva del autor organizada por el festival, que además añade un libro biográfico, recorre toda su obra, y añade su corto Footprints, una maravilla que mezcla la fábula con el horror y la mente desbocada en una suerte de escritura libre, uno de los mejores cortos animados de los últimos años, que por cierto, acaba de ser preseleccionado a los Oscars, o su precioso fragmento de Kalihl Gibran's The Prophet, que ilustra con libérrima plasticidad uno de los textos más hermosos escritos por el hombre. Puede hacer todo eso, y con un estilo que siempre es fresco, siempre diferente.

Plympton es un poeta, eso lo sabíamos muchos hace tiempo, un intelectual con un discurso férreo camuflado de comedia y brutalidad post-slapstick, y uno de los mejores animadores del mundo. Ni sus nominaciones al Oscar, ni los cientos de premios que arrastra, obvian el hálito poético de su filmografía, descacharrante, extraordinaria, brillante y desencadenada.

En la Master Class con que obsequió a un puñado de rendidos admiradores y amantes de la animación y el cine, entre los que estaban Sam (la voz más poderosa del stop motion nacional), Rocío Ayuso y Raúl García (otro de los mejores animadores del mundo; por cierto, a ellos se debe el precioso libro sobre Plympton que edita el festival), nos contó algo de la odisea que su vida ha sido. Acaba de ser padre. Se le abre un mundo de nuevos descubrimientos, y nuevas obras. Cuando le preguntaron por sus influencias, no tuvo dudas: Richard Lester, el genio que convirtió el free cinema británico en pura magia y Terry Gilliam, Dios (pido perdón a Fernando Trueba por hurtar la divinidad a Billy Wilder, espero que lo comprenda) (*). Los que hemos estado en Gijón este año hemos tenido la suerte increíble e inesperada de compartir unos minutos de vida con todos ellos. Somos afortunados. Esa magia sólo la consiguen los mejores festivales del mundo.

Pd: Se atribuye a Newton la frase aquella de (cito de memoria) "Si puedo ver tan lejos es porque cabalgo a hombros de gigantes", una de las formas más bonitas que he visto de expresar el progreso del conocimiento científico entre las generaciones. En el caso de Plympton, la cadena de influencas es múltiple, pero una de ellas es la que lleva de Lester a Gilliam (que reconocía en su propia Master Class de Gijón que se dedicaba al cine gracias a haber visto las películas de Richard Lester), y de Gilliam a Plympton, ambos, por otro lado, animadores. Gigantes cabalgando a hombros de gigantes.

(*) También citó a Winsor McCay, alguien con el que Plympton tiene muchos puntos en común. Os invito a conocer su obra. El día que inventen una máquina del tiempo sería una de las primeras personas con las que me tomaría un te.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.