viernes, 15 de mayo de 2015

Denunciando a TVE (2)


En mi denuncia a TVE por interrumpir las emisiones de películas con autorpromocionales, hablaba de unas preguntas parlamentarias que hubo de responder el Presidente de la Corporación, D. Leopoldo González-Echenique Castellanos de Ubao, que fueron realizadas por el Diputado Ricardo Sixto Iglesias, basándose en las que planteé a la Comisión Parlamentaria de Control de TVE.

Las preguntas planteadas fueron:

1- ¿Por qué TVE no respeta en toda su extensión los créditos de las peliculas y series que emite?
2- ¿Por qué 'TVE inserta textos y animaciones autopromocionales sobre las imágenes de las obras que emite?
3- ¿Tiene conocimiento del uso de estas prácticas en otras televisiones de nuestro entorno
occidental?
4- ¿Por qué no se utilizan este tipo de sobre impresiones en otras emisiones como por ejemplo de partidos de fútbol o Informativos?
5- ¿qué medidas va a adoptar para que se trate con más respeto la Integridad artística de las obras audiovisuales?
6- ¿Estima que las obras audiovisuales emitidas por TVE tienen valor pedagógico para que las nuevas generaciones se eduquen como espectadores?
7- ¿Tienen estimado el grado de molestia que ocasiona a los espectadores ver sobre impresionado en la emisión de algunos programas determinados "banners" o autopromos?
8- En su caso ¿ cuál es éste?
9- De no tenerlo estimado ¿piensa hacer algún tipo de encuesta-estudio para determinarlo?

Las respuestas del Presidente fueron estas (los errores sintácticos y ortográficos están en el original):

Es una práctica habitual en todos los canales, públicos y privados. La eliminación los créditos se hace pensando en el espectador, que demanda una emisión continua lo más atractiva posible. El estudio del minuto a minuto de la audiencia aconseja que las transiciones entre programas sean rápidas, de lo contrario, el espectador muestra su rechazo y elige otra oferta.

La emisión de promociones solapadas también es una práctica extendida en todas las cadenas y por radiodifusores, públicos y privados, de numerosos países. Se emplea con el único objetivo de informar al espectador sobre la oferta de los canales. Es una ayuda visual que permite al espectador saber que programa va a dar comienzo, sin tener que estar buscando esta información por otra vía. 

Desde TVE se opta por una autopromoción solapada muy poco intrusiva, puesto que ocupa un espacio muy reducido en la parte inferior de la pantalla y se mantiene menos de 5 segundos. En concreto, los formatos de deportes y de información son dos géneros televisivos que suelen incorporar a su emisión numerosas rotulaciones, estadísticas, resultados, titulares y demás grafismos que podrían ser tapados con las autopromociones solapadas. Por esta razón, se evitan las impresiones promocionales en programas que abordan estos dos géneros.

En definitiva, TVE utiliza esta práctica siempre que aporte una información añadida al espectador y se apoya en un mecanismo que se refuerza día a día y que se centra en cuidar al máximo el minuto de escaleta de emisión, para no tapar textos relevantes del contenido con la impresión promocional. Además, como dato significativo, entran unos 24 millones de españoles a ver alguno de los canales de TVE y las quejas de espectadores en este sentido no llegan a dos al mes y a veces de la misma persona.

Por supuesto, esa “misma persona” me temo que soy yo. Este fue mi comentario a las respuestas del Presidente de la Corporación, que adjunté a mi denuncia fallida a la CNMC (copio y pego):

1- RTVE no responde a todas las preguntas planteadas. De las 9 preguntas se responde aproximadamente (pero sin enunciarlas) desde la 1 a la 4, obviando las restantes 5 a 6, y con una leve respuesta genérica a las 7, 8 y 9 al final.

2- En el primer párrafo de la respuesta parlamentaria, RTVE responde a la pregunta 1 que se refiere al por qué del corte de créditos de las películas, y aduce en su respuesta al “Todos lo hacen” como excusa para el corte de créditos, con términos mercadotécnicos impropios de una sociedad pública. El “Todos lo hacen” es una falacia conocida como “argumento ad populum” bastante burda, y no responde en realidad a lo planteado: ¿Por qué se hace? Una falacia NUNCA es una respuesta.

3- En el segundo párrafo, RTVE responde a las preguntas 2 a 4 que se refieren a las inserciones de autopromocionales sobre películas, documentales y series de televisión, de nuevo aduciendo “que otros lo hacen”, por tanto de nuevo con la falacia “argumento ad populum”, como única razón de esta conducta. Insisto en que nunca una falacia sirve de respuesta a una pregunta , y menos aún a una formulada en el Parlamento de la Nación. Usa sin embargo el Presidente de RTVE en ese párrafo el término “autopromoción” por lo que se asume el carácter publicitario de las inserciones, de modo que es el propio Presidente del Ente público el que afirma en un escrito oficial (una respuesta a una pregunta parlamentaria lo es) algo que incumple flagrantemente el Art. 14 de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual. El Presidente además vuelve a incidir en el carácter publicitario de las inserciones al calificar de “impresión promocional” estos mensajes intrusivos en el tercer párrafo y último de la respuesta parlamentaria.

4- En el segundo párrafo asimismo, RTVE admite que, efectivamente, no se colocan autopromocionales sobre las imágenes de retransmisiones deportivas, tal como el Denunciante indicaba en su denuncia, para evitar que interrumpan los grafismos de estos eventos, cosa que se hace sin la menor contemplación sobre largometrajes, documentales y series de televisión (como se dice en la denuncia, en el caso de los documentales los autopromocionales llegan a tapar los nombres, subtítulos y acotaciones en sobreimpresión de las obras sin la menor contemplación). Es decir, se considera programación “interrumpible” y por tanto “de segunda clase” la obra cinematográfica, documental o se serie de televisión, frente a la retransmisión deportiva que se asume como “no interrumpible” para el espectador y por tanto de “clase superior”, que no debe de ser obstaculizada. Claramente esto va en contra de la filosofía de Servicio Público de RTVE.

5- En el tercer párrafo, RTVE intenta responder a las preguntas 7, 8 y 9 que consultan sobre si se han hecho estudios demoscópicos alrededor de la molestia que las sobreimpresiones de promocionales pudieran causar en el espectador, aduciendo que apenas recibe quejas al respecto. Esta es la falacia conocida como de Generalización Apresurada, que es un caso particular de la ya citada “argumento ad populum”. En realidad RTVE afirma con esta falacia tan poco elegante que no ha hecho estudio demoscópico alguno, enunciando la falacia tipo “si nadie se queja es que no hay problema” (“argumento ad populum”), y negando por tanto la mayor. De nuevo una falacia no puede aceptarse como repuesta, que debería de haber sido: “No, no hemos realizado estudio alguno ni lo pretendemos”, que es lo que se lee entre líneas. Resulta una respuesta escasamente profesional.

La respuesta parlamentaria, como conclusión, en opinión del Denunciante es una admisión de culpa al aceptar como publicidad los autopromocionales, sólo responde con falacias, y muestra el nulo respeto que merece al Ente RTVE la Institución que formula la pregunta, que les recuerdo es el Parlamento de la Nación.

Como ya he comentado, mi denuncia ante la CNMC quedó en agua de borrajas. TVE sigue interrumpiendo las películas que emite impunemente.


El logo de La 2 de TVE lo encontré en Wikimedia Commons.

sábado, 9 de mayo de 2015

A los amigos que se fueron


Alguien muy cercano acaba de perder a un amigo. Se lo ha llevado la muerte, esa fría cosa ignota que llega sin llamar. Ante su dolor inconsolable, me he visto a mi mismo comprendiendo como nunca la impotencia, la rabia que se siente. Es tal vez el momento más duro de la vida de una persona, cuando nuestros amigos se van para siempre. Le he dicho, a mi manera, en un escrito torpe, improvisado en el móvil durante un viaje de Metro, que esos amigos ya lo son para siempre. Se quedan, en la añoranza, en el recuerdo, en los momentos vividos. Son ya nosotros. En el último momento en que les vimos. En el último instante en el que compartimos este regalo que alguien nos ha dado, la vida.

Lo peor es, siempre, lo no dicho, el momento perdido de esa llamada que pospones, o esa conversación que quisiste tener pero nunca te atreviste a iniciar, el no haber tenido la oportunidad de despedirte, el dejar cosas que nunca podrás decir dentro de tu garganta, todo eso que se vuelve inexorable, irreparable, y se queda como una carga, como una lanza clavada en el pecho. El peso que hemos de llevar los que nos quedamos.

Nos queda la vida entera para echarles de menos.

De mis amigos idos me queda el dolor sordo de ver sus nombres o sus fotos en la agenda del móvil, querer saludarles y decirles que les quiero, y no poder hacerlo ya. Y no poder hacer que conozcan a las personas a las que quiero.

No dejemos para mañana las cosas que realmente necesitamos hacer, no posterguemos el decir a quienes nos importan lo que queremos decirles. No detengamos decisiones. La incertidumbre nos persigue, es parte de nuestra condición. Hemos de aprender a vivir con ella.

Amigos mios, gracias por ser parte de mi, por enseñarme, por darme vuestra mano y por vuestra generosidad, vuestras risas, vuestra palabra, por el regalo eterno de haberme dado una parte de vuestro tiempo. Estáis conmigo, dentro de mi alma habitáis. Sois yo y aquí seguiréis mientras viva. Soy en cierta medida una parte de vuestro legado, pues el trozo de mi que nació de vosotros me acompaña.

Con todo mi corazón, a ti que ahora tienes el alma rota, y a mis amigos, a los que están, y a los que se fueron. A Javi Ibarretxe, a Tony Galindo, a Joaquim Jordá, a Javier Jordán, a Ulises Santos, a Kjeld Veirup y a tantos, tantos que todavía no me atrevo ni a nombrar porque se me clavan otra vez las lanzas en el pecho.

A mis amigos, a los tuyos; por ellos brindaremos y les enviaremos todo nuestro cariño y les añoraremos, una vez más.

Os pongo este enlace a un texto que escribí cuando asumí que Joaquín Jordá se fue. Os dejo con él.

Pd.: Fernando Marías ha escrito una linda novela sobre la pérdida. Una obra sabia, compleja y preciosa que te cura de muchas cosas. Se titula La Isla del Padre.

Ppd.: El legado que los demás dejan en nosotros es muy importante. Escribiré sobre ello en otra ocasión. 

La foto la tomé en Las Palmas de Gran Canaria el pasado 8 de abril, a las 8:48 de la mañana. 

Crítica de Ácronos 3 en Ultramundo


El ezine pulp Ultramundo ha publicado una interesante crítica de Ácronos 3, la estupenda antología steampunk publicada por Tyrannosaurus y coordinada por Josué Ramos. Entresaco la parte de la crítica que se refiere a Raza, el relato que escribí para esta obra colectiva.

Empezando por los mejores relatos, debe destacarse en primer lugar “Raza”, suerte de juego con la realidad y ficción acerca de unos proyectos secretos de los cuales es mejor no contar nada para que el lector se sorprenda y en el que se mezcla a personajes reales como Francisco Franco, “Alfonso XIII”, el periodista Tico Medina y, sobre todo, el inventor Leonardo Torres Quevedo en una historia que Elio Quiroga –novelista y cineasta que ha dirigido películas como “Fotos” (Elio Quiroga, 1996) (Ya famosamente aclamada por Quentin Tarantino) o "No-Do" (Elio Quiroga, 2009)- consigue urdir con bastante ingenio basándose en (Falsos) artículos periodísticos impublicables y programas de “Informe Semanal” que no vieron la luz. El tal “Raza”, un nombre no elegido al azar precisamente, acaba siendo quizás el personaje que más sobresale de entre todos los relatos del libro.

viernes, 8 de mayo de 2015

Denunciando a TVE (1)

 
Les voy a dejar en este artículo y en el siguiente el texto de la denuncia que remití a la CNMC y que fue finalmente archivada. Hablo sobre el asunto en este artículo y otros anteriores.

Esta fue la Exposición de Motivos:

TVE (Televisión Española) emite en sus diversos canales películas, series de televisión, o documentales de producción propia y ajena. Estas emisiones, en las televisiones públicas de otros países están presididas por un concepto fundamental para un servicio público: el respeto integral a la obra emitida, y no son interrumpidas ni desfiguradas. En cambio, TVE, desgraciadamente, sí lo hace.

Considerando a una película o documental como una obra artística y cultural, modificarla con intereses espúreos es todo un atentado hacia ella, de la misma forma que lo sería pintar encima de una obra expuesta en el Museo del Prado, o añadir publicidad de lavadoras a un concierto de Mozart o Schubert. Hay cosas que, todos estamos de acuerdo, no ayudan a extender el respeto por la obra cultural y artística entre las gentes. Y creo que precisamente extender el respeto hacia las obras de arte y la cultura es una tarea básica de una televisión pública.

Esto, que no se exige -ni cabría hacerlo- a las televisiones privadas, es algo fundamental en ese concepto de televisión pública que se maneja en Europa y América, que es una televisión que además de cumplir aquel trío de “formar, informar y entretener” prolonga su misión integral hacia la formación de los espectadores.

Hoy en día, ni que decir tiene, el cine y otras manifestaciones audiovisuales son ya parte de nuestra cultura, y la formación de un espectador maduro, con capacidad decisoria, y que viva el respeto a la obra que disfruta, creo que es parte del deber de una televisión pública para la ciudadanía.

Y en ese aspecto creo que TVE incumple gravemente con su deber. Si bien su programación en cine y series, aunque mejorable, sigue siendo rigurosa, es el tratamiento de esas obras donde ese deber falla. En dos puntos:

1- TVE interrumpe la exhibición de las películas, series de TV y documentales que emite mediante autopromocionales insertados digitalmente sobre la propia imagen de las obras, desvirtuándolas. En ocasiones -en los documentales- estas inserciones aparecen justo sobre los textos o subtítulos de las obras emitidas, impidiendo su lectura.

2- TVE corta los títulos de crédito de todas las películas, documentales y series de TV que emite.
Estas dos actitudes son comunes, insisto, en las televisiones privadas1. En ese caso, de nuevo, nada que objetar, están en otro “escenario” de competencia comercial2. Sin embargo creo que una televisión pública debería, por definición y respeto elemental a la obra emitida, hacerlo en su integridad -sin cortar créditos- y manteniendo la obra íntegra, sin desfigurarla insertando mensajes ajenos a ella.

Creo que estas dos actitudes de TVE con los programas que emite reflejan un escaso respeto por ellos. Y eso se extiende, claro, a los espectadores. ¿Cómo esperamos formar espectadores si se desprecia a las obras emitidas de esta manera? Ese tratamiento curiosamente no lo sufren las obras “de la casa” (cuyos títulos de crédito de salida nunca son cortados, y que no son interrumpidos con autopromos -caso de series propias como “Isabel” o “Águila Roja”, esto es, las “novedades”-) ni otros productos emitidos, tales como las retransmisiones deportivas o los informativos, lo que implica un desprecio añadido a la obra audiovisual cinematográfica o documental que creo es indigno de la labor de un medio público.

¿Se emite “La Diligencia”? Se pueden cortar sus créditos y mutilarla con autopromos. ¿Una película de Fellini o Dreyer? En una de sus escenas se nos anunciará con una animación que “mañana hay nuevo episodio de 'Isabel'” o que “Esta semana, hay un gran partido de Nadal en La 2” ¿En un partido del Barça o del Madrid pasa lo mismo? No, no se interrumpen con autopromos. Creo que es intolerable este burdo desprecio a la cultura y a la integridad de la obra emitida. Salta a la vista lo dañino de estas actitudes, indignas de un medio pagado con los impuestos de los ciudadanos.

Cuando me he puesto en contacto con la Defensora del espectador de TVE he obtenido respuestas vagas y francamente indocumentadas. En el primer caso, en el año 2011, se me dijo que los créditos de salida de las películas son “tiempo muerto”. Sorprendente respuesta, pero es que el director de programación de entonces, al que se trasladó la pregunta, venía de la televisión privada, y tal vez no entendiera términos como “integridad de la obra artística” o “formación de los espectadores”.

En aquel año todavía no se había empezado a meter texto digital sobre películas, series y documentales anunciando algo especialmente destacado de la programación futura. Este año (2014) he reiterado la consulta añadiendo el problema de los autopromos insertos sobre imagen y se me ha respondido con lo mismo más o menos, añadiendo que los autopromos con imagen se han añadido, simplemente “porque otras televisiones lo hacen” y porque “la ley audiovisual no les obliga a no hacerlo” (¡!).

Habiendo denunciado a Defensor del Pueblo esta situación ante la ausencia de respuesta satisfactoria por parte del Defensor del Espectador de TVE, adjunto la respuesta de la Institución citada, tendente a la inhibición, en la que se me recomienda que proceda, de creerlo conveniente, a la denuncia, cosa que hago por vía de este documento.

En la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual, se puede leer lo siguiente:

Artículo 14. El derecho a emitir mensajes publicitarios.
4. Los mensajes publicitarios en televisión deben respetar la integridad del programa en el que se inserta y de las unidades que lo conforman.
La transmisión de películas para la televisión (con exclusión de las series, los seriales y los documentales), largometrajes y programas informativos televisivos podrá ser interrumpida una vez por cada periodo previsto de treinta minutos. En el caso de los programas infantiles, la interrupción es posible una vez por cada periodo ininterrumpido previsto de treinta minutos, si el programa dura más de treinta minutos.
En función de este artículo, TVE estaría traicionando fundamentalmente la citada Ley, pues estaría insertando mensajes publicitarios -de eso se trata en el caso de las inserciones autopromocionales, no es información, sino un modo de mantener al espectador en el canal, y es por tanto un mensaje publicitario; de lo contrario las noticias de última hora, por ejemplo, se emitirían también de esa misma manera, cosa que se entiende lesiva, así que sólo se hace con los autopromocionales, que no son nada más que ganchos para que el espectador siga la oferta de TVE; el mismo término “autopromoción” o “autopromo” encierra en sí mismo el concepto publicitario básico que la define como publicidad- en el punto 1 que comento anteriormente, impidiendo la experiencia de visionado de la obra artística de los espectadores, que pagan esa emisión, en las mejores condiciones posibles, lo recuerdo, con sus impuestos.

¿Se imaginan lo mismo sobre un concierto de una orquesta sinfónica? Pues es básicamente lo mismo. Se trata de interrupciones en toda regla que impiden la lectura correcta de la obra artística, y por tanto vulneran este punto 4 del Artículo 14.

Abundando en ello, respecto al punto 2, la interrupción de créditos de películas y series causa el mismo problema, pues se elimina una parte significativa de la obra artística, que otros canales respetan sin más problema, de nuevo vulnderando el Artículo 14 citado.

El corte de créditos obedece a un criterio puramente mercantilista de la emisión televisiva que desde luego no casa, añado, con el servico que debería de ostentar una televisión pública.

Por lo que en función del Artículo 9 de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual, que reza:

Artículo 9. El derecho a la participación en el control de los contenidos audiovisuales.
  1. Cualquier persona física o jurídica puede solicitar a la autoridad audiovisual competente el control de la adecuación de los contenidos audiovisuales con el ordenamiento vigente o los códigos de autorregulación.
Tras todo esto esta era mi solicitud:

a) Que se inste a TVE a cesar inmediatamente de interrumpir la emisión de películas, series, documentales, etc. con autopromocionales.

b) Que se inste a TVE a no cortar los créditos de salida de películas y series de TV, al menos durante un tiempo razonable de 2 a 3 minutos, por determinar.

c) Que se proceda, de considerarse necesario, a sancionar a TVE por unas actividades que vulneran la legalidad vigente.

d) Que se asegure legalmente que estas medidas sean definitivas y pasen a ser parte de las obligaciones de TVE, independientemente de cambios directivos o de orientación comercial, al ser base de su obligación como Servicio Público, en cualquiera de sus canales.


1En el caso de los autopromos integrados sobre películas o series, ocurren en las televisiones privadas mayoritarias. En cambio, Canales como Discovery Max, Canal de Historia, Calle13, Sci-Fi, TCM, Hollywood, MGM, National Geographic, MTV, Divinity, AXN, Boing, Disney Channel, y un largo etcétera de canales de TDT, en abierto y de cable comerciales españoles emiten sus programas respetando los créditos y sin insertar autopromos en el metraje.
2Esto, no obstante, sería discutible porque, en cualquier caso, esas televisiones comerciales están utilizando en régimen de concesión un bien público, como es una frecuencia radioeléctrica, y ello debería de impicar una serie de obligaciones, peso sería otro asunto que se escapa a este escrito de denuncia.

El logo de la 1 de TVE lo he encontrado en Wikimedia Commons.

jueves, 30 de abril de 2015

"No-Do" en el programa de las Fuerzas Aéreas



Hace un par de años que "No-Do" se estrenó en USA, a través de Fangoria, y fue bastante bien. Tanto, que llevamos un año diseñando un remake norteamericano que a lo mejor se hace, a lo mejor no, como todas estas cosas, pero que está quedando bastante molón, al menos en guión.

Estrenada con el título de "The Haunting", la película obtuvo la necesaria clasificación MPAA, y ha seguido su circuito comercial, estando disponible en varias plataformas, como Netflix o Apple Store. Cual no ha sido nuestra sorpresa al ver que está en el programa de entretenimiento de la U.S. Air Force, así que los Top Gun, antes de hacer sus maniobras, se pueden ver "No-Do" tan ricamente.

martes, 28 de abril de 2015

Niños malcriados



Veo perplejo cómo se desenvuelven los acontecimientos en esta Europa que parece haberse vuelto loca, donde mandan los bancos sobre los gobiernos y las deudas sobre las personas, donde los Estados renuncian a sus obligaciones, sin consulta ni información a sus pueblos soberanos, donde los Gobiernos legislan a mansalva a orden de algún Gran Hermano oculto en la Troika a base de Reales Decretos para que no se note demasiado, arrasando con derechos humanos básicos, viendo cómo Israel masacra palestinos inocentes que a su vez fusilan a los suyos sin juicio, mientras guerrillas financiadas por la inteligencia norteamericana decapitan y fusilan o crucifican al otro que no piensa como ellos, mientras miles de políticos sin mérito alguno han llegado a dirigir empresas públicas a nuestro alrededor, o alcaldías, o consejerías, o ministerios, y ante la menor sospecha de que han delinquido se agarran como si estuvieran soldados a sus asientos, pienso en dos cosas:

1- La inmensa mayoría de los grandes Estados, vistos en su globalidad, en la escena mundial, actúan como críos. Rabiosos, inconscientes, pensando en el corto plazo, ajenos a las consecuencias de sus actos, básicamente como niños estúpidos. Ya lo comenté en este artículo hace unos días.

2- Casi todas las personas que llegan a puestos de responsabilidad a través de los aparatos políticos, cuando acceden a su meta, hace tiempo que han atravesado su umbral de capacidad y se comportan como incompetentes. Incluyo a la corrupción como la forma más primaria de incompetencia en estos días en los que el Partido que gobierna el país se hunde en un lago fecal sin comprender la magnitud del desastre que han de afrontar, y sin haberse preparado para ello ni haber diseñado planes de contingencia, todo ello epítome de una incompetencia absoluta y sin remisión. El corrupto, lo vemos a diario con gente como Rato que no se creen "que esto les pase a ellos y no a los Pujol" es, o se vuelve, tan estúpido, supongo que de puro narcisismo (propio de los oligarcas por cierto), que es capaz de robar a sus electores, a los ciudadanos, a quien sea, para... para... para algo que ni él mismo sabrá responder ¿Para qué carajo robas, tío? También actúan como niños. Como hombres-niño. Incapaces de dar razones de sus acciones, incapaces de analizar las consecuencias de sus actos.

Pero al menos con los niños tienes la esperanza de que aprenderán a pensar cuando crezcan. Ni los Estados ni los hombres-niño son capaces de eso.

Así que veo que la gran verdad del inicio del Siglo XXI es que los Estados funcionan como niños malcriados y que los políticos funcionan como estúpidos incompetentes. Niños y tontos. Entre ambos, la Historia se escribe. Eso sí que son renglones torcidos.

La solución no es el diálogo ni las buenas intenciones. Es mano dura. Dura lex sed lex. Sanciones. Embargos. Boicots. Cárcel para los corruptos, sin excepciones. La casta, que vuelva a su cortijo. Se les acabó el recreo. El asunto de la niñería internacional ya lo comenté en el otro post.

Los niños aún están aprendiendo a pensar. Los tontos ya no saben hacerlo mejor. Unos y otros necesitan ser guiados, o retirados a un lugar en el que no puedan hacer ni hacerse daño ¿Y quiénes son los responsables de establecer esas guías? Pues en última instancia, nosotros. Los ciudadanos. Los que se supone colocamos en puestos de responsabilidad política a gente que nos haga la vida mejor, no peor.

La ilustración es una pintura de Jean-Baptiste Greuze de 1785. "The Spoiled Child". Está en Wikimedia Commons y en dominio público. Se puede ver en el Museo del Hermitage.

lunes, 20 de abril de 2015

A los hijos de puta

Han muerto 700 (puede que más de 900, hay todavía versiones contradictorias) inmigrantes camino de Italia en un espantoso naufragio. Hemos descubierto por este suceso que el gobierno italiano había disminuido el presupuesto anual para rescatar a la gente desesperada que acude a ese país cruzando el Mediterráneo de 9 millones a sólo 2. Justo cuando había un pico de llegadas. La versión oficial es ridícula y repugnante: "para disminuir el efecto llamada".

Hay que ser hijos de puta.

Así que voy a hablar de eso, de hijos de puta.



Había sido un buen día. La empresa estaba dando beneficios, y en el Consejo de por la mañana te habían felicitado. Lo que más te llenó de orgullo fue que el Presidente se acordara de tu nombre y te dijera aquello de

"ya eres de los nuestros"

Sí, estabas contento, porque, además, la posibilidad de un ascenso estaba flotando en el aire, y con ello seguramente unas primas que triplicarían tu sueldo. Tu brillante idea había sido aguar un pelín la leche, o cobrar un 1% a cada cuenta bancaria por una comisión nueva, o comprar un medicamento de la competencia para que no saliera a la calle. Tu brillante idea ocurre a diario en todo el mundo, hace daño a millones, y ricos a unos pocos. Tu brillante idea. Esa que te tiene tan orgulloso.

Por eso no entendiste el castellano claro y prístino de tu hija de 8 años, cuando, en la cena, entre las buenas noticias que contabas a tu mujer, te espetó:

"Papá, en el colegio los niños dicen que eres un hijo de puta"

Esto va para vosotros, hijos de puta. Sabéis bien quiénes sois; los hijos de puta se reconocen  a sí mismos perfectamente, porque de noche,  al ir a dormir, al yacer con vuestras esposas tras arropar a vuestros hijos, una vocecita interior os llama así.

Lo sabéis mejor que nadie, así que no es necesario que os señale ni os nombre.

Para vosotros, hijos de puta, que denegáis las indemnizaciones  a las víctimas del vuelo JK5022, o que decidís que la atención al cliente de vuestra megaempresa se convierta en un muro, o que cobráis fortunas por medicamentos que salvan vidas pero resultan demasiado caros, o que ordenáis masivas ventas de viviendas protegidas a fondos buitre, o que trabajáis en esos fondos buitre, o que elegisteis que lo que importa es ganar por encima de todo, o que ordenáis desahucios para que vuestros bancos puedan vender casas vacías invendibles, o que cortáis la luz a gentes que podrían ser vuestros padres pero que están atravesando una mala racha, o que convertís la información en propaganda, y la política en una porquería, o que cobráis a precio de oro productos cuyo coste de fabricación es ridículo, o que dirigís empresas de apuestas que están arrastrando a miles de inocentes a la ludopatía, o que prestáis vuestra imagen y prestigio si se os paga lo suficiente, o que traficáis con personas, con drogas, con almas, con vidas, con ideas, o que contamináis acuíferos, o que condenáis  a vuestros empleados a ser semiesclavos, o que llenáis el aire de gases de efecto invernadero o  los estómagos de millones de personas de pesticidas tóxicos, o que prestáis dinero con usura, o que robáis  el dinero público, o que prevaricáis, o que patentáis semillas, o que especuláis con los alimentos, o que compráis y vendéis diamantes de sangre o coltan, o que vendéis remedios milagro, o que exportáis armas a dictaduras, o  o que fabricáis armas químicas, o que creáis leyes injustas porque os han prometido un puesto bueno si lo hacéis, o que pedís "vuestro porcentaje" de un contrato público, o que iniciáis una inspección a un ciudadano incómodo, o que incitáis al odio, o que falsificáis encuestas, o que hacéis televisión basura, o que, para resumirlo todo en una línea, hacéis daño a la gente porque así os lo mandan vuestros superiores, sean estos CEOs, políticos, policías o brokers, a los Ratos, a los Rejoys que eluden las preguntas más elementales de los periodistas, a los periodistas que no repreguntan, a los que contribuyen cada día con su granito de arena de mierda a hacer este mundo más feo, más infeliz, más áspero y más insolidario... A vosotros, que representáis lo peor de la humanidad, pero que al mismo tiempo nos mostráis lo que no debemos ser si no queremos extinguirnos. A vosotros os digo:

El problema de ser un hijo  de puta es que vosotros y todos los que sois así hacéis daño a muchas personas que ni veis ni conocéis, por eso me gustaría que algún día, como en esos cuentos dickensianos de esperanza vana que sirven para que nos sintamos mejor, esos cuentos que limpian el alma, probarais  en vuestras propias carnes el daño que hacéis a diario. 

Sé que no será así. Así que sólo me queda la esperanza de que cambiéis. Y de que el cambio salga de vosotros, de que una mañana os miréis al espejo y decidáis parar. Eso se me antoja aún más difícil, pero no pierdo la esperanza.

Dejar de ser un hijo de puta es muy fácil. Sólo hay que olvidar el miedo, y decirte:

"a partir de mañana no volveré a ser un hijo de puta". 

Verás qué sencillo es. Y cómo cambia todo a partir de ahí.

Hay que crear "Hijos de puta anónimos", y convocar reuniones en todos los barrios, en todas las esquinas. Y cada compareciente iniciará su inculpación con el mismo soliloquio:

"Hola, me llamo fulanito y soy un hijo de puta".

Ánimo. Todo se puede en esta vida, hijos de puta.

La imagen es el poster de SOB (Sons Of a Bitch, traducido literalmente, Hijos de Puta), una amarguísima comedia sobre Hollywood dirigida por Blake Edwards en 1981, cuyo sonrojante título español fue: SOB (Sois hOnrados Bandidos). La uso acogiéndome al derecho de cita.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.