sábado, 23 de noviembre de 2013

Epistolario (1 de 5)



Esta carta la remití a la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE. A ella he adjuntado los mensajes, un tanto peculiares, que recibí de la Defensora del Espectador de TVE respecto a mi reclamación.

Al final del artículo comento las respuestas recibidas por parte de los parlamentarios.


--oOo--


Señoría,

Soy director y productor de cine, y quisiera llamar la atención sobre una conducta que TVE, nuestra televisión pública, lleva realizando desde hace años, que creo se aleja de su filosofía como servicio público y muy posiblemente de sus estatutos.

Como ustedes bien saben, TVE emite películas, series de televisión, o documentales de producción propia y ajena. Estas emisiones, en las televisiones públicas de otros países (BBC, ORF, TF1, RTP, STRG, SRG SSR, BNN, incluso PBS en Estados Unidos) están presididas por un concepto que creo es fundamental para un servicio público: el respeto integral a la obra emitida, y no son interrumpidas ni desfiguradas. En cambio, TVE, desgraciadamente, sí lo hace. Es la única televisión pública del entorno europeo que desfigura y distorsiona las obras que emite. Me explicaré.

Considerando a una película o documental como una obra artística y cultural, creo que modificarla con intereses espúreos es todo un atentado hacia ella, de la misma forma que lo sería pintar encima de una obra expuesta en el Museo del Prado, o añadir publicidad de lavadoras a un concierto de Mozart o Schubert. Hay cosas que, todos estamos de acuerdo, no ayudan a extender el respeto por la obra cultural y artística entre las gentes. Y creo que precisamente extender el respeto hacia las obras de arte y la cultura es una tarea básica de una televisión pública.

Esto, que no se exige -ni cabría hacerlo- a las televisiones privadas, es algo fundamental en ese concepto de televisión pública que se maneja en Europa y América, que es una televisión que además de cumplir aquel trío de “formar, informar y entretener” prolonga su misión integral hacia la formación de los espectadores.

Hoy en día, ni que decir tiene, el cine y otras manifestaciones audiovisuales son ya parte de nuestra cultura, y la formación de un espectador maduro, con capacidad decisoria, y que viva el respeto a la obra que disfruta, creo que es parte del deber de una televisión pública para la ciudadanía.

Y en ese aspecto creo que TVE incumple gravemente con su deber. Si bien su programación en cine y series, aunque mejorable, sigue siendo rigurosa, es el tratamiento de esas obras donde ese deber falla. En dos puntos:

1- TVE corta los títulos de crédito de todas las películas, documentales y series de TV que emite.

2- TVE interrumpe la exhibición de las películas, series de TV y documentales que emite mediante autopromocionales insertados digitalmente sobre la propia imagen de las obras, desvirtuándolas. En ocasiones -en los documentales- estas inserciones aparecen justo sobre los textos o subtítulos de las obras emitidas, impidiendo su lectura.

Estas dos actitudes son comunes en las televisiones privadas1. En ese caso, de nuevo, nada que objetar, están en otro “escenario” de competencia comercial. Sin embargo creo que una televisión pública debería, por definición y respeto elemental a la obra emitida, hacerlo en su integridad -sin cortar créditos- y manteniendo la obra íntegra, sin desfigurarla insertando mensajes ajenos a ella.

Creo que estas dos actitudes de TVE con los programas que emite reflejan un escaso respeto por ellos. Y eso se extiende, claro, a los espectadores. ¿Cómo esperamos formar espectadores si se desprecia a las obras emitidas de esta manera? Ese tratamiento curiosamente no lo sufren las obras “de la casa” (cuyos títulos de crédito de salida nunca son cortados, y que no son interrumpidos con autopromos -caso de series propias como “Isabel” o “Águila Roja”, esto es, las “novedades”-) ni otros productos emitidos, tales como las retransmisiones deportivas o los informativos, lo que implica un desprecio añadido a la obra audiovisual cinematográfica o documental que creo es indigno de la labor de un medio público. ¿Se emite “La Diligencia”? Se pueden cortar sus créditos y mutilarla con autopromos. ¿Una película de Fellini o Dreyer? En una de sus escenas se nos anunciará con una animación que “mañana hay nuevo episodio de 'Isabel'” o que “Esta semana, hay un gran partido de Nadal en La 2” ¿En un partido del Barça o del Madrid pasa lo mismo? No, no se interrumpen con autopromos. Creo que es intolerable este burdo desprecio a la cultura y a la integridad de la obra emitida. Salta a la vista lo dañino de estas actitudes, indignas de un medio pagado con los impuestos de los ciudadanos.

Cuando me he puesto en contacto con la Defensora del espectador de TVE he obtenido respuestas vagas y francamente indocumentadas. En el primer caso, en el año 2011, se me dijo que los créditos de salida de las películas son “tiempo muerto”. Sorprendente respuesta, pero es que el director de programación de entonces, al que se trasladó la pregunta, venía de la televisión privada, y tal vez no entendiera términos como “integridad de la obra artística” o “formación de los espectadores”. En aquel año todavía no se había empezado a meter texto digital sobre películas, series y documentales anunciando algo especialmente destacado de la programación futura. Este año (2013) he reiterado la consulta añadiendo el problema de los autopromos insertos sobre imagen y se me ha respondido con lo mismo más o menos, añadiendo que los autopromos con imagen se han añadido, simplemente “porque otras televisiones lo hacen” y porque “la ley audiovisual no les obliga a no hacerlo” (¡!).

Ante respuestas tan poco razonadas, básicamente insatisfactorias e insuficientes, quisiera rogarles a que solicitaran al Director General de TVE, en cumplimiento de los Estatutos de RTVE y de su deber de servicio público que se cumplan estos dos puntos tan elementales, a saber: que se respeten los títulos de crédito de todas las obras emitidas y que asimismo se eliminen los autopromos sobre imagen en emisión, como hacen las televisiones públicas del resto de occidente.

Pd.: Les adjunto las dos respuestas de la Defensora del Espectador, por si son de su interés.

Estimado Sr. Quiroga,

muchas gracias por seguir en contacto con nosotros. No podemos sino reiterarnos en lo ya indicado:

 Los responsables de la programación diseñan las parrillas con el objetivo de satisfacer a la mayoría y nos indican que los estudios cualitativos y cuantitativos que realizan ponen de manifiesto que los títulos de crédito de los largometrajes y de los documentales son segmentos de muy larga duración (desde cinco minutos hasta incluso diez) sin contenido específico que, en el fluir de la programación de una cadena de televisión suponen una interrupción brusca de la misma, por lo que esta gran mayoría de espectadores agradecen poder continuar viendo su programación de televisión sin tener que esperar periodos “muertos” de varios minutos al finalizar un contenido. Las decisiones sobre las emisiones de los títulos de crédito corresponde tomarlas a los responsables de la programación, puesto que la Ley Audiovisual no obliga a ello.

No es la primera vez que recibimos una consulta como la suya por lo que la defensora lo llevó a su programa RTVE Responde:


Además, también hemos tratado este tema en nuestros informes al consejo de administración:


Seguiremos insistiendo sobre este tema.

En relación sobre los avisos que se insertan durante la emisión, forman parte de la práctica habitual de todos los medios de comunicación para mantener a su audiencia bien informada. Sentimos mucho si ello le incomoda.

Reciba nuestros más cordiales saludos.

Oficina de la defensora del espectador, oyente e internauta de la Corporación RTVE



De:        Elio Quiroga Rodriguez 
Para:        defensora@rtve.es
Fecha:        11/09/2013 13:39
Asunto:        Formulario de participación Todos. (defensora)


Asunto
Asunto
TVE
Programa
Todos.
Fecha y hora de emisión
Diaria
Escribe aquí tu queja o sugerencia
Estimada Defensora, Hace un par de años me dirigí a usted para consultarle la razón por la que se cortaban los créditos de películas y series en TVE. Le pongo al final del mensaje nuestra correspondencia al respecto, incluyendo la respuesta que ud. me envió. Pasados los años y visto que el problema persiste, si no empeora, quisiera consultarle los dos extremos que siguen: 1- ¿Por qué TVE no respeta en toda su extensión los créditos de las películas y series que emite? En una TV pública me parece inadmisible que se manejen las obras audiovisuales con tan poco respeto a su intergridad artística. No me sirven criterios de audiencia para justificarlo. Las obras han de ser respetadas, incluso como valor pedagógico, de modo que las nuevas generaciones se eduquen como espectadores. Del mismo modo que nadie se levanta en un concierto en el último movimiento de una sinfornía, o no se corta ésta en una transmisión en directo de una interpretación orquestal, TVE debería ser escrupulosa por el \\\"valor de ejemplo\\\" que la responsabilidad pública implica al respecto. 2- ¿Por qué TVE inserta textos y animaciones autopromocionales sobre las imágenes de las obras que emite? Esto es además de ser de una extraordinaria gravedad, pues se interrumpe gravemente la continuidad de la experiencia del espectador en el visionado, o incluso se tapan textos que aparecen en el programa o película emitidos.

"Gracias por dirigirse a la Oficina de la defensora. Su correo se ha recibido correctamente. Si su comunicación es admitida a trámite, recibirá respuesta en un plazo máximo de 30 días. Las opiniones o sugerencias de interés serán trasladadas a las áreas de gestión correspondientes".  


En respuesta a:

Estimada Defensora, gracias por su amable carta. Le rogaría hiciera llegar al Director de Antena mi respuesta, y por extensión al Consejo de Administración.

Estimados señores,

Vista su respuesta sobre mi consulta respecto a las interrupciones de títulos de crédito de obras cinematográficas o series y los avances de programación, quisiera comentarles mi opinión al respecto.

Respecto a las interrupciones de los títulos de crédito, la respuesta recibida implica (y cito) que se trata de segmentos de larga duración sin contenido específico y suponen un corte brusco o período muerto. Si bien todas las cadenas realizan la misma política, hace 15 años este concepto ni se planteaba, y el respeto por la obra audiovisual era también asumido por los espectadores. Porque de eso se trata en el fondo. Si una televisión respecta los contenidos que emite, transmite, en mi opinión, un valor positivo al espectador. Ello deviene comprobado en sus excelentes emisiones sin cortes publicitarios de largometrajes, en las que la progresión dramática es respetada, algo de agradecer sin duda alguna.

Con todo, el visionado de una obra de cine, como de una obra musical, requiere de su observación completa, y ello incluye los créditos, de la misma forma que un segmento "largo" o un "adagio" de la emisión de una obra musical no los considero tiempos muertos. Siendo todo esto una cuestión de opiniones, no lo es la necesidad de inculcar en el espectador el respeto por la obra audiovisual y, de la misma forma que a nadie se le ocurre cortar los títulos de crédito iniciales de una película (pues nadie duda que son parte de la obra), lo mismo debería ocurrir con los de final, que son en análogo audiovisual de las "codas" de las obras musicales; segmentos necesarios para que el espectador termine de disfrutar la obra, la medite, o simplemente escuche la banda sonora, no voy a entrar en detalles porque no creo que deba justificar nada. Asimismo ustedes saben que hay ciertas películas que "regalan" al espectador con un epílogo al final de los créditos, que para ser disfrutado requiere de su visionado completo.

Cuando se extienden prácticas como esta, en mi opinión se obvia la obligación de todo servicio público de educar al espectador. Y en unos tiempos como estos, educar en el respeto a las obras y su integridad creo que es perentorio. Pero desde luego, cuando se empieza a hablar de créditos como "tiempos muertos" creo que el concepto de servicio público se sigue mezclando con criterios de audiencia (el temor a perder espectadores) y una infantilización del público que creo no nos ayuda a nadie. Al mismo tiempo, quisiera que el Director de Antena supiera que, al menos en el caso del cine español, los créditos no pasan de los 3 minutos, así que su argumento de 10 minutos de tiempo muerto deviene algo exagerado, si bien, supongo, perfecto para su exagerada tesis. Curiosamente, el mismo mensaje del Director de Antena, habla de productos, no de obras. Algo ya bastante significativo, sobre todo si, insisto, estamos hablando de un servicio público.

Opino análogamente del asunto de los banners sobre las películas, series o programas; el hecho de que sean práctica generalizada en otras televisiones, ni los hace buenos, ni deseables para una televisión de servicio público, pues el nefasto concepto de no respetar la obra en emisión se extiende a los espectadores ("se puede interrumpir una obra con banners publicitarios, se pueden cortar créditos, todo vale"), obviándose, lo repito una vez más, la obligación de formación y de ejemplaridad de una televisión pública. Y eso no es opinable.

Todo esto no parece sino un terror heredado de los tiempos de la lucha de audiencias de perder a unos espectadores que, si bien disfruran de una televisión de calidad y de servicio público, no se les supone lo suficientemente inteligentes ni rigurosos como para exigir que con sus impuestos se pague la emisión de las obras artísticas -que eso son las obras audiovisuales- en su integridad, y en resumen, se implica un concepto peyorativo de la inteligencia de las audiencias que no creo que nos lleve a nada bueno. Y de hecho, TVE sigue publicitando sus audiencias diariamente, manteniéndose en la pelea del "y yo más", lo que, en mi opinión, contradice por definición el deseo de ser un servicio público. No es malo tener audiencia, no es malo presumir de ello; sí lo es conservar costumbres groseras creadas por lo peor de la televisión comercial y que TVE hubo de imitar cuando estaba en la lucha por la audiencia más agresiva. No olvidemos que el origen de todo esto (cortes de créditos y banners en mitad de emisiones) está en las televisiones privadas, no en TVE, que ahora parece abrazar como suyo el asunto.

Finalmente, como veo en diversos blogs (http://blogs.que.es/blogdealcorcon/2010/2/17/la-dictadura-del-espectadorado-) que la respuesta del director de programación y parte de la suya parecen provenir de un modelo de copiar y pegar, espero y deseo que nuestras cartas lleguen al Consejo de Administración. Les recuerdo que en Suecia tuvo que ser el Tribunal Supremo quien defendiera los derechos de autores y espectadores sobre este asunto, algo por otro lado bastante lamentable.

Quedando a su disposición, aprovecho la ocasión para enviarles un saludo cordial.


2010/3/2 DEFENSORA DEL ESPECTADOR <defensora@rtve.es>

Estimado Sr. Quiroga, 

   Gracias por dirigirse a la defensora con sus observaciones sobre la omisión de los títulos de crédito de las películas y los rótulos que informan sobre la programación, que he remitido a la Dirección de TVE para que conozcan su opinión y sea, debidamente, tenida en consideración. 

   Sobre los títulos de crédito son numerosos los correos que se han recibido en esta oficina por lo que ya dispongo de una respuesta del Director de Antena - que le copio a continuación -, sobre los criterios por los que se omiten actualmente los títulos de crédito.  

 "Los títulos de crédito de los largometrajes son segmentos de muy larga duración (desde cinco minutos hasta incluso diez) sin contenido específico que, en el fluir de la programación de una cadena de televisión suponen una interrupción brusca de la misma". En su escrito, José Antonio Antón me dice que TVE se rige por el interés de la mayoría de los espectadores de televisión que "agradecen poder continuar viendo su programación de televisión sin tener que esperar períodos “muertos” de 10 minutos al finalizar un producto". 

  Comprenda Usted que estas decisiones corresponde tomarlas a los responsables de Programación y Antena y a la defensora respetarlas, pero tenga por seguro que recogeré su queja en el próximo informe trimestral para el Consejo de Administración, al tiempo que me propongo abrir una reflexión en la Dirección de TVE sobre la pertinencia de mantener los títulos de crédito cuando su omisión pueda dañar la obra narrativa.  

   En cuanto a los avances de programación  o 'banners' que se sobreimpresionan en la emisión de algunos programas, he informado reiteradamente a la Dirección sobre lo molesto que resulta para los espectadores, y la respuesta siempre ha sido que Emisiones intenta insertarlos de la forma menos invasiva posible, pero que es una formula para anunciar la programación.

  Le agradezco enormemente el interés que muestra en la calidad de las emisiones de TVE y le aseguro que su correo ha llegado a los Directivos de TVE que toman las decisiones, pues sus apreciaciones nos ayudan a mejorar. 

   Aprovecho para enviarle un cordial saludo, 

 Elena Sánchez Caballero 


Asunto 
Programa 
Películas, series, y todos los programas con títulos de crédito. 
Motivo de la consulta 
Sois desde hace ya un par de meses un servicio público. Deberíais empezar por perder dos vicios que creo no tienen sentido en vuestra nueva forma de hacer, heredados del modelo de televisión privada:: Primero, no cortéis los créditos de las películas; el respeto a la integridad de la obra artística empieza por ahí. Segundo, no introduzcáis esos molestos \\\"adelantos sobre imagen\\\" de próximos programas durante las emisiones, sean de películas o series, como por otro lado no hacéis en los informativos. De nuevo ello implica respeto por la obra emitida. Como director, creo que debo reivindicar esos dos puntos que, insisto, creo no tienen cabida en una televisión pública que ha de defender una corrección en la forma de emitir películas. El público puede y debe ser educado en ese respeto a la obra y su integridad, y desde luego, eso sí es responsabilidad de una TV pública. Saludos, y gracias por lo que estáis haciendo. 


1En el caso de los autopromos integrados sobre películas o series, ocurren en las televisiones privadas mayoritarias. En cambio, Canales como Discovery Max, Canal de Historia, Calle13, Sci-Fi, TCM, Hollywood, MGM, National Geographic, MTV, Divinity, AXN, Energy, Boing, Disney Channel, y un largo etcétera de canales de TDT, en abierto y de cable comerciales españoles emiten sus programas respetando los créditos y sin insertar autopromos en el metraje. Estas conductas no están bien vistas en el medio televisivo, y sólo las ejercitan los grandes canales generalistas españoles y sus satélites: Antena3, La Sexta, Cuatro, Telecinco y los dos canales de TVE, siendo paradójicamente la televisión pública la más agresiva en cuanto al tamaño de los insertos autopromocionales y el número de ellos por hora, algo absolutamente intolerable. Creo que en las televisiones autonómicas pasa algo similar.



Nota: El mail fue remitido a doce miembros de la Comisión Parlamentaria (Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades).

Recibí respuesta por email de tres de ellos: Ricardo Sixto (IU), Ángeles Álvarez (PSOE) e Isabel Rodríguez García (PSOE) interesándose por el asunto. Ricardo Sixto me anunciaba en su mensaje que presentarían una PNL (Proposición No de Ley) al respecto.

Los nueve restantes no respondieron: Ramón Moreno (PP), Montse Surroca (CiU), Joan Baldoví (Grupo Mixto), Marta González (PP), Félix Lavilla (PSOE), José Olmos (PSOE), Julieta Micheo (PP), Aránzazu Miguélez (PP) y Daniel serrano (PP).

He procedido a remitir copia de la carta a la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril (PP), y estoy a la espera de respuesta por parte de la institución.
 

La imagen que ilustra este texto está en Wikimedia Commons.Postmaster General James A. Farley is shown sitting with some of the hundreds of thousands of letters mailed during National Air Mail Week, May 15-21, 1938. The national celebration honored the 20th anniversary of the first regularly scheduled airmail service. President Franklin Roosevelt and his Postmaster General encouraged everyone to send an airmail letter during the week-long event. Es propiedad de la Smithsonian Institution. Está en dominio público.

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Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...