lunes, 20 de abril de 2015

A los hijos de puta

Han muerto 700 (puede que más de 900, hay todavía versiones contradictorias) inmigrantes camino de Italia en un espantoso naufragio. Hemos descubierto por este suceso que el gobierno italiano había disminuido el presupuesto anual para rescatar a la gente desesperada que acude a ese país cruzando el Mediterráneo de 9 millones a sólo 2. Justo cuando había un pico de llegadas. La versión oficial es ridícula y repugnante: "para disminuir el efecto llamada".

Hay que ser hijos de puta.

Así que voy a hablar de eso, de hijos de puta.



Había sido un buen día. La empresa estaba dando beneficios, y en el Consejo de por la mañana te habían felicitado. Lo que más te llenó de orgullo fue que el Presidente se acordara de tu nombre y te dijera aquello de

"ya eres de los nuestros"

Sí, estabas contento, porque, además, la posibilidad de un ascenso estaba flotando en el aire, y con ello seguramente unas primas que triplicarían tu sueldo. Tu brillante idea había sido aguar un pelín la leche, o cobrar un 1% a cada cuenta bancaria por una comisión nueva, o comprar un medicamento de la competencia para que no saliera a la calle. Tu brillante idea ocurre a diario en todo el mundo, hace daño a millones, y ricos a unos pocos. Tu brillante idea. Esa que te tiene tan orgulloso.

Por eso no entendiste el castellano claro y prístino de tu hija de 8 años, cuando, en la cena, entre las buenas noticias que contabas a tu mujer, te espetó:

"Papá, en el colegio los niños dicen que eres un hijo de puta"

Esto va para vosotros, hijos de puta. Sabéis bien quiénes sois; los hijos de puta se reconocen  a sí mismos perfectamente, porque de noche,  al ir a dormir, al yacer con vuestras esposas tras arropar a vuestros hijos, una vocecita interior os llama así.

Lo sabéis mejor que nadie, así que no es necesario que os señale ni os nombre.

Para vosotros, hijos de puta, que denegáis las indemnizaciones  a las víctimas del vuelo JK5022, o que decidís que la atención al cliente de vuestra megaempresa se convierta en un muro, o que cobráis fortunas por medicamentos que salvan vidas pero resultan demasiado caros, o que ordenáis masivas ventas de viviendas protegidas a fondos buitre, o que trabajáis en esos fondos buitre, o que elegisteis que lo que importa es ganar por encima de todo, o que ordenáis desahucios para que vuestros bancos puedan vender casas vacías invendibles, o que cortáis la luz a gentes que podrían ser vuestros padres pero que están atravesando una mala racha, o que convertís la información en propaganda, y la política en una porquería, o que cobráis a precio de oro productos cuyo coste de fabricación es ridículo, o que dirigís empresas de apuestas que están arrastrando a miles de inocentes a la ludopatía, o que prestáis vuestra imagen y prestigio si se os paga lo suficiente, o que traficáis con personas, con drogas, con almas, con vidas, con ideas, o que contamináis acuíferos, o que condenáis  a vuestros empleados a ser semiesclavos, o que llenáis el aire de gases de efecto invernadero o  los estómagos de millones de personas de pesticidas tóxicos, o que prestáis dinero con usura, o que robáis  el dinero público, o que prevaricáis, o que patentáis semillas, o que especuláis con los alimentos, o que compráis y vendéis diamantes de sangre o coltan, o que vendéis remedios milagro, o que exportáis armas a dictaduras, o  o que fabricáis armas químicas, o que creáis leyes injustas porque os han prometido un puesto bueno si lo hacéis, o que pedís "vuestro porcentaje" de un contrato público, o que iniciáis una inspección a un ciudadano incómodo, o que incitáis al odio, o que falsificáis encuestas, o que hacéis televisión basura, o que, para resumirlo todo en una línea, hacéis daño a la gente porque así os lo mandan vuestros superiores, sean estos CEOs, políticos, policías o brokers, a los Ratos, a los Rejoys que eluden las preguntas más elementales de los periodistas, a los periodistas que no repreguntan, a los que contribuyen cada día con su granito de arena de mierda a hacer este mundo más feo, más infeliz, más áspero y más insolidario... A vosotros, que representáis lo peor de la humanidad, pero que al mismo tiempo nos mostráis lo que no debemos ser si no queremos extinguirnos. A vosotros os digo:

El problema de ser un hijo  de puta es que vosotros y todos los que sois así hacéis daño a muchas personas que ni veis ni conocéis, por eso me gustaría que algún día, como en esos cuentos dickensianos de esperanza vana que sirven para que nos sintamos mejor, esos cuentos que limpian el alma, probarais  en vuestras propias carnes el daño que hacéis a diario. 

Sé que no será así. Así que sólo me queda la esperanza de que cambiéis. Y de que el cambio salga de vosotros, de que una mañana os miréis al espejo y decidáis parar. Eso se me antoja aún más difícil, pero no pierdo la esperanza.

Dejar de ser un hijo de puta es muy fácil. Sólo hay que olvidar el miedo, y decirte:

"a partir de mañana no volveré a ser un hijo de puta". 

Verás qué sencillo es. Y cómo cambia todo a partir de ahí.

Hay que crear "Hijos de puta anónimos", y convocar reuniones en todos los barrios, en todas las esquinas. Y cada compareciente iniciará su inculpación con el mismo soliloquio:

"Hola, me llamo fulanito y soy un hijo de puta".

Ánimo. Todo se puede en esta vida, hijos de puta.

La imagen es el poster de SOB (Sons Of a Bitch, traducido literalmente, Hijos de Puta), una amarguísima comedia sobre Hollywood dirigida por Blake Edwards en 1981, cuyo sonrojante título español fue: SOB (Sois hOnrados Bandidos). La uso acogiéndome al derecho de cita.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.