Se ha revelado que Jordi Pujol tenía a su servicio una pitonisa que le hacía el "ritual del huevo" periódicamente, a él y a otros políticos. Muchos se extrañan y se asombran. Vamos a ver ¿Qué esperas de un partido formado por católicos de misa diaria? ¿Qué distancia hay entre adorar a una estatua de yeso pintada con vestiditos y creerte que pasarte un huevo por el cuerpo te limpia la energía negativa? Cuando eres irracional y supersticioso, eres así para todo. Eso no es un rasgo del carácter: es una limitación intelectual.
Lo desolador es que gente de esta catadura y de este nivel de estupidez sean próceres de una sociedad que se supone desarrollada. Eso sí que da penita. Porque si no hay filtros que impidan que gente con este nivel de retraso mental acceda a puestos de poder y legislen (piensen en lo grave del asunto) en cosas como, pensemos, homeopatía, vacunas, flores de bach, magnetoterapia o curación milagrosa, no se extrañen de que un buen día se encuentren con que la seguridad social cubre el agua bendita.
Vivimos en un país sin filtros para idiotas en la zona del poder político, y en el caso de los Pujol la cosa es doblemente grave, porque también es de idiotas ser corruptos y robar a tu pueblo. Es una de las cosas más estúpidas que una persona puede hacer, pero cuando esa persona encima tiene un cargo público... la cosa empieza a no tener nombre.
La foto de Jordi Pujol está en Wikimedia Commons, bajo licencia Share Alike 3.0. La foto es de Josep Renalias. "L'expresident de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol i Soley, el 7 d'octubre de 2008 a l'auditori de Sant Cugat".
