sábado, 22 de junio de 2013

TVE y los créditos de las películas. Un epistolario desigual.



Prometí hace unos posts poner aquí mi reclamación a TVE por su (en mi opinión desacertada e inapropiada) costumbre de cortar los créditos de los largometrajes que emiten. Esta es la secuencia de mensajes. En primer lugar, mi reclamación, remitida a la Defensora del Espectador:


Asunto
Formulario de participación Películas, series, y todos los programas con títulos de crédito.

Asunto
Programa
Películas, series, y todos los programas con títulos de crédito.

Motivo de la consulta
Sois desde hace ya un par de meses un servicio público. Deberíais empezar por perder dos vicios que creo no tienen sentido en vuestra nueva forma de hacer, heredados del modelo de televisión privada:: Primero, no cortéis los créditos de las películas; el respeto a la integridad de la obra artística empieza por ahí. Segundo, no introduzcáis esos molestos \\\"adelantos sobre imagen\\\" de próximos programas durante las emisiones, sean de películas o series, como por otro lado no hacéis en los informativos. De nuevo ello implica respeto por la obra emitida. Como director, creo que debo reivindicar esos dos puntos que, insisto, creo no tienen cabida en una televisión pública que ha de defender una corrección en la forma de emitir películas. El público puede y debe ser educado en ese respeto a la obra y su integridad, y desde luego, eso sí es responsabilidad de una TV pública. Saludos, y gracias por lo que estáis haciendo.


Esta fue la respuesta que recibí:


Estimado Sr. Quiroga,

Gracias por dirigirse a la defensora con sus observaciones sobre la omisión de los títulos de crédito de las películas y los rótulos que informan sobre la programación, que he remitido a la Dirección de TVE para que conozcan su opinión y sea, debidamente, tenida en consideración.

Sobre los títulos de crédito son numerosos los correos que se han recibido en esta oficina por lo que ya dispongo de una respuesta del Director de Antena - que le copio a continuación -, sobre los criterios por los que se omiten actualmente los títulos de crédito.

"Los títulos de crédito de los largometrajes son segmentos de muy larga duración (desde cinco minutos hasta incluso diez) sin contenido específico que, en el fluir de la programación de una cadena de televisión suponen una interrupción brusca de la misma". En su escrito, José Antonio Antón me dice que TVE se rige por el interés de la mayoría de los espectadores de televisión que "agradecen poder continuar viendo su programación de televisión sin tener que esperar períodos “muertos” de 10 minutos al finalizar un producto".

Comprenda Usted que estas decisiones corresponde tomarlas a los responsables de Programación y Antena y a la defensora respetarlas, pero tenga por seguro que recogeré su queja en el próximo informe trimestral para el Consejo de Administración, al tiempo que me propongo abrir una reflexión en la Dirección de TVE sobre la pertinencia de mantener los títulos de crédito cuando su omisión pueda dañar la obra narrativa.

En cuanto a los avances de programación  o 'banners' que se sobreimpresionan en la emisión de algunos programas, he informado reiteradamente a la Dirección sobre lo molesto que resulta para los espectadores, y la respuesta siempre ha sido que Emisiones intenta insertarlos de la forma menos invasiva posible, pero que es una formula para anunciar la programación.

Le agradezco enormemente el interés que muestra en la calidad de las emisiones de TVE y le aseguro que su correo ha llegado a los Directivos de TVE que toman las decisiones, pues sus apreciaciones nos ayudan a mejorar.

Aprovecho para enviarle un cordial saludo,

Elena Sánchez Caballero


Y finalmente, esta fue mi contestación al anterior mensaje.


Estimada Defensora, gracias por su amable carta. Le rogaría hiciera llegar al Director de Antena mi respuesta, y por extensión al Consejo de Administración.

Estimados señores,

Vista su respuesta sobre mi consulta respecto a las interrupciones de títulos de crédito de obras cinematográficas o series y los avances de programación, quisiera comentarles mi opinión al respecto.

Respecto a las interrupciones de los títulos de crédito, la respuesta recibida implica (y cito) que se trata de segmentos de larga duración sin contenido específico y suponen un corte brusco o período muerto. Si bien todas las cadenas realizan la misma política, hace 15 años este concepto ni se planteaba, y el respeto por la obra audiovisual era también asumido por los espectadores. Porque de eso se trata en el fondo. Si una televisión respecta los contenidos que emite, transmite, en mi opinión, un valor positivo al espectador. Ello deviene comprobado en sus excelentes emisiones sin cortes publicitarios de largometrajes, en las que la progresión dramática es respetada, algo de agradecer sin duda alguna.

Con todo, el visionado de una obra de cine, como de una obra musical, requiere de su observación completa, y ello incluye los créditos, de la misma forma que un segmento "largo" o un "adagio" de la emisión de una obra musical no los considero tiempos muertos. Siendo todo esto una cuestión de opiniones, no lo es la necesidad de inculcar en el espectador el respeto por la obra audiovisual y, de la misma forma que a nadie se le ocurre cortar los títulos de crédito iniciales de una película (pues nadie duda que son parte de la obra), lo mismo debería ocurrir con los de final, que son en análogo audiovisual de las "codas" de las obras musicales; segmentos necesarios para que el espectador termine de disfrutar la obra, la medite, o simplemente escuche la banda sonora, no voy a entrar en detalles porque no creo que deba justificar nada. Asimismo ustedes saben que hay ciertas películas que "regalan" al espectador con un epílogo al final de los créditos, que para ser disfrutado requiere de su visionado completo.

Cuando se extienden prácticas como esta, en mi opinión se obvia la obligación de todo servicio público de educar al espectador. Y en unos tiempos como estos, educar en el respeto a las obras y su integridad creo que es perentorio. Pero desde luego, cuando se empieza a hablar de créditos como "tiempos muertos" creo que el concepto de servicio público se sigue mezclando con criterios de audiencia (el temor a perder espectadores) y una infantilización del público que creo no nos ayuda a nadie. Al mismo tiempo, quisiera que el Director de Antena supiera que, al menos en el caso del cine español, los créditos no pasan de los 3 minutos, así que su argumento de 10 minutos de tiempo muerto deviene algo exagerado, si bien, supongo, perfecto para su exagerada tesis. Curiosamente, el mismo mensaje del Director de Antena, habla de productos, no de obras. Algo ya bastante significativo, sobre todo si, insisto, estamos hablando de un servicio público.

Opino análogamente del asunto de los banners sobre las películas, series o programas; el hecho de que sean práctica generalizada en otras televisiones, ni los hace buenos, ni deseables para una televisión de servicio público, pues el nefasto concepto de no respetar la obra en emisión se extiende a los espectadores ("se puede interrumpir una obra con banners publicitarios, se pueden cortar créditos, todo vale"), obviándose, lo repito una vez más, la obligación de formación y de ejemplaridad de una televisión pública. Y eso no es opinable.

Todo esto no parece sino un terror heredado de los tiempos de la lucha de audiencias de perder a unos espectadores que, si bien disfruran de una televisión de calidad y de servicio público, no se les supone lo suficientemente inteligentes ni rigurosos como para exigir que con sus impuestos se pague la emisión de las obras artísticas -que eso son las obras audiovisuales- en su integridad, y en resumen, se implica un concepto peyorativo de la inteligencia de las audiencias que no creo que nos lleve a nada bueno. Y de hecho, TVE sigue publicitando sus audiencias diariamente, manteniéndose en la pelea del "y yo más", lo que, en mi opinión, contradice por definición el deseo de ser un servicio público. No es malo tener audiencia, no es malo presumir de ello; sí lo es conservar costumbres groseras creadas por lo peor de la televisión comercial y que TVE hubo de imitar cuando estaba en la lucha por la audiencia más agresiva. No olvidemos que el origen de todo esto (cortes de créditos y banners en mitad de emisiones) está en las televisiones privadas, no en TVE, que ahora parece abrazar como suyo el asunto.

Finalmente, como veo en diversos blogs (http://blogs.que.es/blogdealcorcon/2010/2/17/la-dictadura-del-espectadorado-) que la respuesta del director de programación y parte de la suya parecen provenir de un modelo de copiar y pegar, espero y deseo que nuestras cartas lleguen al Consejo de Administración. Les recuerdo que en Suecia tuvo que ser el Tribunal Supremo quien defendiera los derechos de autores y espectadores sobre este asunto, algo por otro lado bastante lamentable.

Quedando a su disposición, aprovecho la ocasión para enviarles un saludo cordial.

Elio Quiroga

Esto ocurrió hace ya 3 años. Fue en febrero de 2010, y refleja de paso lo que se entiende en España como un "diálogo con el ciudadano": un copy-paste de declaraciones que se manda al pesado de turno que te escribe, y de quien no esperas respuesta, y si la tienes, quien no va a responder ya eres tú. Efectivamente, mi última carta jamás mereció contestación alguna.

Desde entonces, las cosas han empeorado, pues TVE ha copiado de las televisiones privadas la horrible costumbre de poner en sobreimpresión sobre la emisión de películas y programas unos "banners" animados publicitarios de sus propios programas, como he comentado en un post previo.

Según su perfil en Linkedin, José Antonio Antón ahora trabaja en ATRESMEDIA, algo que me parece muy bien. Lo que me sorprende es que alguien con su perfil (FOX, AXN, Cosmopolitan) trabajara en la Televisión Pública. No es de extrañar su mensaje. No es culpa de ellos, es que les dibujan así, y no son conscientes de que el Principio de Peter se cumple inexorablemente.

Finalmente, mis preguntas retóricas: ¿Es este el modelo de respeto a la obra artística que una televisión pública debiera transmitir a sus espectadores? ¿Es el modelo que queremos? La extensión de una cierta cultura capitalista a un servicio público produce extraños monstruos.


Precisamente por ello he usado como ilustración una obra titulada "Cultura Capitalista" ("capitalist cultur"). La encontré en Wikimedia Commons y es la portada de Bezbozhnik, una revista soviética publicada entre los años 20 y 30. Fuente: New York Public Library. Autor: El personal de Bezbozhnik. Está en dominio público.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.