Emisión de "Castle" en Cuatro, el 26 de junio de 2013
Tienes una televisión de ámbito estatal. Eso implica que se te ha entregado una licencia para el uso de un bien público: una frecuencia radioeléctrica. Haces televisión comercial, vale. Pero ¿Eso te permite cortar créditos de películas, emitir series en completo desorden y caos, cambiarlas en la parrilla a capricho de tu guerra de audiencias y ahora hasta crear banners promocionales como estos? ¿Ese es el respeto que muestras a la obra (vale: al producto) que has comprado, doblado y promocionado y por ende a la audiencia que lo sigue? Supongo que harán lo mismo con "Scandal". Asumo que la consigna es "es mi producto y me lo fxxxo como quiero", pero no, no lo es. Es el producto de la audiencia. Lo comprasteis, doblasteis y promocionasteis para ella. Para nosotros.
Me gustaría que estas cosas se legislaran ya que a lo que se ve la llamada "autorregulación" no tira demasiado bien. Pero vivimos en una país en el que se legisla tan mal y que ahora mismo afronta tantos problemas que esto es sólo un pequeño grano de arena en una playa (si bien recuerdo que la legislación sobre la contraprogramación, por ejemplo, se cambió hace unos años a petición de las televisiones, y ahora tenemos lo que tenemos, un desastre; como siempre, los perjudicados son los ciudadanos). Pero es un síntoma más del embrutecimiento, el maltrato y la indiferencia que nos regalan los canales en abierto. Y mejor no hablar de cómo se pasan por el forro de sus caprichos el horario infantil. Y por la noche, no se preocupen: les daremos su dosis de juego para arruinarles, sin olvidar las estafas telefónicas o los granujas/tarados disfrazados de magos y pitonisas dignos del medievo. ¿Hay alguien en esas emisoras con un mínimo entendimiento de las responsabilidades (morales, sí, entre otras, como educativas, informativas, divulgativas...) que se contraen con una sociedad cuando se tiene encomendada la gestión de una televisión, privada o no?
Porque así son las cosas: en un país con los menores niveles de lectura de su entorno, donde la gente adquiere costumbres y se informa casi exclusivamente por TV, tienes una responsabilidad para con la ciudadanía. Pero miran para otro lado, todos ellos: las televisiones (públicas y privadas), los anunciantes, los directivos y los supuestos organismos de control. Y así se contribuye con un granito más a hacer el país más feo, más desconsiderado, más triste, más inculto y más brutal.
¿Que exagero? Miren a su alrededor. Si el modelo es "todo vale", así vive el país.
Las imágenes que ofrezco para ilustrar el texto son capturas de la emisión de Cuatro y se usan dentro del derecho de cita con fair use.