Elisa Rabelo y François Crozade han sido claves en el rodaje de esta película. Su labor, durísima y enfrentando desafíos cada mañana, ha permitido mantener encarrilado un plan de trabajo realmente apretado, y sus soluciones visuales y creativas siempre han permitido salir adelante a la producción, incluso en los momentos más difíciles. Elisa y François tienen cine corriendo por sus venas, y eso se nota.
Las fotos en blanco y negro son de Óscar Fernández Orengo. Las demás de David Sánchez y mías