En otro post previo he comentado que
gran parte de los vuelos de Madrid a Canarias de Iberia los está
realizando su filial de bajo coste Iberia Express. Los billetes se
compran con código de Iberia, IB pero es IB2, quien aparece en las
tarjetas de embarque. No sé si esta política ha cambiado, pero
otras cosas sí lo han hecho.
Cuando viajas mucho agradeces que la
línea aérea en la que depositas tu confianza -atención ejecutivos
de Iberia, estos son los términos- te cuide. Y suele ocurrir que
llegado al aeropuerto pidas que se te adelante la salida a un vuelo
más temprano por cualquier razón, tal como un imprevisto, una
reunión, da igual. El caso es que Iberia era bastante laxa en esos
casos cuando era factible (aunque la tarifa no lo permitiera en
principio) y no pasaba nada por ello; en la puerta de embarque del
vuelo previo podían considerar adelantarte la salida, quedando una
plaza libre en el siguiente vuelo, que, claro, puede ser comprada. La
empresa gana y tú también, al llegar antes a destino.
Pues bien, con Iberia Express eso se
acabó. No esperes que te adelanten. Paga el cambio. Esa es la
filosofía. Curiosamente, cuando lo he hablado con los trabajadores
de la empresa en las puertas de embarque, te dicen que es la “filosofía low
cost” que se les impone. Las cosas cambian “porque ahora esto es low cost”. Lo curioso
es que los vuelos de Iberia Express a Canarias cuestan lo mismo que
los de Iberia. Es más, como digo, son “oficialmente” de Iberia.
En otro post comentaba cuál podría ser la verdadera razón de la existencia
de Iberia Express, y es la contratación de tripulaciones más
baratas y con menos derechos que las de la matriz, a las que cuesta
mucho despedir. Es una maniobra conocida y ya vieja, bastante artera,
fea y sucia, pero ya saben cómo está todo. Los ejecutivos cobran
sueldazos por eso, es el arte de la guerra corporativa, que lo domina todo. Hasta que todo les reviente en la cara, claro.
Porque hay un componente de idiocia en todo el proceso de
desmantelamiento de algo que funciona bien. Principios de Peter
aparte (que habría que renovar hablando de techos de cristal de
maldad amén de techos de incompetencia), la filial “low cost”
ahora te trata un poco más como a ganado. Y la empresa en la que has
depositado tu confianza se sume un poco más en el descrédito del
cliente maltratado. Un pasito más en la pérdida de tu confianza,
empiezas a viajar con otros, y los ejecutivos de carísimos sueldos
empiezan a preguntarse qué ha pasado que ya no llenan los aviones.
Siempre tendrán un estudio a mano para engañar y engañarse, que de
eso se trata en la danza que bailan.
Hace años que estas grandes
compañías han olvidado ese viejo adagio empresarial del daño que
hace un cliente disconforme. Ellos sabrán. Yo por de pronto les
desaconsejo Iberia Express, y por ende Iberia, que la llevan los
mismos desgraciados de grandes sueldos, cristales tintados, chófer,
y que cobran por desarmar lo que se ha armado con la sangre y el
sudor de los que venían detrás.
But I digress, que diría Peter David,
así que a lo que voy: Iberia una vez más traiciona a quienes debe de respetar por
encima de todo. A sus clientes. Esas pequeñas traiciones son las que
llevarán a aquellos abandonos. De nuevo, ellos sabrán.
La foto es de Peter Ustinov en 1971 abordando un avión de Iberia. Está en Wikipedia Commons, con licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic. La foto parece haber sido tomada por Iberia, según los datos ofrecidos por Wikipedia Commons.