viernes, 19 de abril de 2013

La invasión de los carotenoides




El pimiento es uno de los frutos más usados por la humanidad y desde hace más tiempo, ya sea consumido directamente, así como especia y aditivo a los alimentos.

En el proceso de coloración de los pimientos se producen interesantes fenómenos en los que diversas sustancias, xantófilas, carotenos, clorofila, pelean y colisionan para ocupar el espacio del fruto.

Cuando un pimiento rojo cambia de color en la planta, asistimos a un cambio químico muy complicado en el que la clorofila que da el tono verde al fruto se ve sustituida por un conjunto de caroteonoides, responsables del cambio de tonalidad. Los más importantes, de 50 aproximadamente, son la capsantina (un 60%) y luego la capsorubina y la capsaicina (ésta última es responsable del picor de los chiles, por ejemplo). Su combinación con otros da el tono de la paprika, que es más anaranjado.

El proceso de maduración del fruto viene condicionado por unos genes que disparan la generación de carotenoides en un momento determinado. Durante ese proceso disminuye en el fruto la cantidad de luteína (una xantófila -las xantófilas son derivados oxigenados de los carotenos-), el colorante mayoritario en los cloroplastos, incrementándose el nivel de los carotenos mediante nueva síntesis, entre ellos la zeaxantina, precursor de la capsantina (a través de la anferaxantina) por lo  que disminuye en el fruto la cantidad de luteína. El proceso es estudiado en el paper A comparison of the carotenoid accumulation in Capsicum varieties that show different ripening colours: deletion of the capsanthin-capsorubin synthase gene is not a prerequisite for the formation of a yellow pepper (Journal of Experimental Botany, Vol. 58, No. 12, pp. 3135–3144, 2007). Según el estudio, en los pimientos no rojos, el nivel de carotenos se mantiene estable durante la maduración, por lo que se achaca sobre todo al nivel de capsantina el incremento total.

Repasando a Turing encontré uno de sus últimos artículos, que sería tremendamente influyente en el futuro, The Chemical Basis of Morphogenesis, en el que el matemático sistematiza patrones de reacción-difusión que permiten modelar matemáticamente fenómenos naturales que van desde los patrones biológicos en forma de espirales o las pigmentaciones, hasta las invasiones de poblaciones en lucha.

En el caso de los pimientos rojos podríamos trazar una analogía entre la invasión de una población por parte de otra (John G. Skellam desarrolló en forma de modelos de reacción-difusión la invasión de poblaciones) y la irrupción de los carotenoides en el pimiento, que van desterrando del fruto la clorofila (u otros pigmentos) en el tiempo (una predicción en el modelo de Skellam de invasiones). 

Ignoro el proceso bioquímico, pero este "desalojo" controlado por enzimas, puede ser parcial, como sabemos de esos pimientos en los que conviven dos colores, o como cuando una población no desaloja a otra, sino que acaba conviviendo con ella.

Lo de la foto, es un pimiento, sí. Rojito él.

lunes, 15 de abril de 2013

Reducción al absurdo




Quienes abogan por las descargas realizadas sin el consentimiento de sus propietarios, parten de una falacia gravísima, el supuesto “derecho” a adquirir un bien (independientemente de si se puede copiar fácilmente o no) por encima del derecho de quien lo ha creado a decidir sobre ello. Es un acto de auténtica barbarie, por lo que sus argumentos ya nacen viciados, pero quisiera revelar sus inconsistencias adoptando una suerte de experimento mental: qué pasaría si aquello por lo que abogan quienes están a favor de las descargas ocurriera. Si su utopía de la abolición del copyright tuviera lugar. Veamos:

1- La negación del derecho del copyright no podría ocurrir sólo en España. Si en nuestro país se llevara a cabo, sería insostenible en un contexto internacional, ya que todos los países de nuestro entorno mantienen el copyright. Habría asimismo que pensar qué se hace con el Artículo 27 de la Declaración Universal, que lo defiende. En resumen, sería muy poco probable que se apoyara internacionalmente una legislación así. España quedaría aislada y resultaría probablemente multada por vulnerar las reglas de mercado. En esas circunstancias, una legislación así no duraría más de un par de semanas. Amén de que si se denunciara a instancias superiores, como el Tribunal Constitucional sería derogada también, al atentar contra un derecho básico de los ciudadanos, el de la propiedad de sus obras (algunos de los que abogan por las descargas niegan torticeramente que el derecho de copyright les asiste también a ellos, y a todo ciudadano. Todo ciudadano es autor. Todo ciudadano tiene derecho de copyright).

2- Si se legalizaran las descargas, ¿Qué se estaría legalizando? ¿El enlazar a una página que es considerada pirata en otro territorio soberano, como ocurre ahora? Sería una vulneración flagrante de la legislación internacional. El hecho de que ese aspecto de internet, el enlace a un contenido posiblemente ilegal esté actualmente en un vacío legal (pronto esto va a cambiar, afortunadamente) no hace sino reflejar la paradoja de lo que podría ocurrir si se les diera carta de legalidad. Desde el punto de vista de la delincuencia internacional se estaría fomentando la existencia de grupos delictivos en terceros países. Si se legalizara el acceso a archivos obtenidos sin el consentimiento de sus propietarios en España se estaría de nuevo negando el derecho elemental a la propiedad de su obra de todo ser humano. Sería un atentado a un derecho básico. Cualquier juez lo podría tumbar. Asimismo, las empresas que comercian legalmente con esos productos y han pagado por ello podrían denunciar al Gobierno Español por atentado contra sus intereses, y acusarle de llevarlas a la ruina y al cierre, de nuevo con absoluta certeza de ganar el juicio.

3- Si se legalizaran las descargas o se permitiera, por ejemplo, su acceso sin control alguno ¿Cómo se investigarían delitos de gravedad contra las personas como la pornografía infantil o el robo de datos personales? ¿Hasta qué punto debiera de ser “sagrada” la “intimidad” del que se descarga contenidos ante la sospecha de delito?

4- ¿Quién se convertiría en el primer operador de ese tipo de nuevo contenido legal sobrevenido? Probablemente los que tuvieran el mayor tráfico actualmente, es decir, páginas web de ciudadanos que suplantan a distribuidores y desconocen completamente el mercado en el que trabajan por un lado, y por otro, servidores, alojados en otras naciones, y generalmente relacionados con todo tipo de tráfico ilegal de datos ¿Dejaríamos en esas manos el negocio del tráfico de productos audiovisuales? Al mismo tiempo, el legalizar las descargas sin consentimiento de sus propietarios se estaría fomentando ese tipo de “industria”, una que no paga a los creadores y maneja sus obras sin su permiso, por lo que se crearía un efecto llamada a más “emprendedores” con ese “modelo de negocio”. ¿Es eso lo que se desea?

5- Al legalizar ese estado de cosas, el Gobierno procedería a cobrar impuestos a esas páginas, actualmente ilegales o alegales, y a ser parte cómplice del tráfico que en ellas se realizara. Los propietarios y detentadores actuales del copyright denunciarían inmediatamente al Estado Español en las más altas tribunas internacionales y las multas resultantes serían tan cuantiosas que empeorarían la situación de crisis actual. Asimismo, cuando se detectara tráfico de material delictivo, el Estado Español sería también cómplice, por inacción y permisividad, de todo ello.

6- Si se eliminara el copyright, se estaría negando el derecho de la propiedad básico en cualquier sociedad, del que el derecho de copia es un subconjunto. Como resultado, inmediatamente empresas como las farmacéuticas o las de desarrollo de tecnología, al carecer de soporte legal a sus investigaciones y descubrimientos, se verían abocadas a la ruina. Cesaría parte de la investigación médica -que está mayoritariamente en manos de inversores privados- y tecnológica. Asimismo, cualquier autor o creador carecería de fuente de ingresos para su obra ni protección moral a sus derechos. Crear pasaría a ser un concepto marginal sin posibilidad de generación económica. La industria del software cerraría.

7- Finalmente sería el contribuyente quien debería sufragar multas al país, así como toda aquella consecuencia jurídica de la legalización de las descargas. Como siempre, los ciudadanos pagarían una vez más un error legislativo.

8- Al negar el copyright, esto es, el derecho que cualquier autor tiene a decidir sobre quién usa y quién no su obra, se realizaría un cambio gigantesco en términos de qué es la propiedad. Los objetos intangibles y copiables por métodos digitales carecerían de derecho de propiedad ¿Se extendería este concepto a los objetos físicos? Sería lo más racional. El extremo de esto es una sociedad del trueque, pero ni aún así; la utopía que se esconde tras las descargas excluye la propiedad como un derecho, por lo que ni siquiera el trueque sería una opción, pues no existiría la propiedad personal del objeto a intercambiar. Alguien tendría que decidir entonces, supongo que en instancias gubernamentales, qué se puede decidir es objeto de propiedad y qué no, qué objeto puede tenerse como propio y qué objeto debiera ser enajenado. Todo esto empieza a sonar a viejas experiencias desastrosas de nuestra especie.

9- Quienes votan por las descargas también afirman que “el bien cultural está demasiado caro”, y afirman que lo adquirirían si su precio fuera más asequible por medios legales. Es curioso que no se abogue por lo mismo en casos como las conexiones a internet, las carísimas tarifas eléctricas, o la, cada vez más onerosa, cesta de la compra. Quienes así opinan están abogando por un mercado intervenido en el que desaparece la libertad de precios y “alguien”, de nuevo supongo que un organismo oficial, insta a los productores de un determinado bien a fijar unos precios inamovibles. En un país en el que nada de esto se aplica en otros asuntos que implican la supervivencia familiar (luz, agua, teléfono, servicios sanitarios y judiciales) resultaría que el producto “cultural y de entretenimiento” sufriría un secuestro de precios.

10- También se aboga por una caducidad en los derechos de autor; esta corriente de opinión, de forma similar a la anterior, considera que es “injusto” que un autor pueda cobrar sus derechos por un lapso de tiempo “demasiado grande” o cederlos a sus herederos. Aquí se produce una extraña distorsión, similar a cuando se acusa a unos trabajadores de “privilegiados” cuando tienen sueldos mayores que los de la media, obviándose que esos precios los ha puesto el mercado y la cualificación del trabajador. Esta opinión abogaría por un difuso límite (¿10, 20, 30 años?) de vigencia de derechos de autor y que luego pasarían a ser de dominio público. 

La imagen es una fotofija de "El Gran Dictador" ("The Great Dictator", Charles Chaplin, 1940) y la encontré en Wikipedia Commons. Está en dominio público.

domingo, 14 de abril de 2013

Comentarios a la encuesta


Ha aparecido un primer comentario en la noticia de Público sobre su encuesta que explica el problema del titular de hoy basado en una falacia estadística. El comentario cae en su propia trampa (afirmar sin dato alguno que el periódico recibe un "80-90%" de visitas de gente afín a su línea editorial), pero su razonamiento en lo demás es correcto.

En realidad hay otro comentario previo que afirma algo parecido, pero su lenguaje es bastante desagradable y prefiero no alimentar a los trolls.

Creo que la prensa debería de estar más atenta a estos casos. Es responsabilidad de todos formar a lectores críticos, eso nos hace libres. Y por informar de que la encuesta que planteas no es rigurosa no se acaba el mundo. Es más, te hace mejor profesional. Me temo que, como siempre, las cosas seguirán igual, y los periódicos preferirán seguir jugando al engaño con sus incondicionales manoseando el lenguaje científico y los datos estadísticos para que se adapten a su línea editorial.

Desafortunadamente, es en estos aspectos un tanto "feos" donde toda la prensa, independientemente de su ideología, parece hermanarse: en tomar por tontos a sus lectores.

A lo largo del día otros lectores han advertido del problema. Dejo aquí algunos de los posts más interesantes.





Y dale



Público se mantiene hoy en sus trece de dar carta de verdad a su encuesta sin valor estadístico que aparecía ayer en primera página de su web.

Me sorprende también que entre los 51 comentarios publicados hasta ahora ni una sola persona haya reparado en ello.

sábado, 13 de abril de 2013

Muestras autoelegidas



El diario Público ha lanzado en su web algo que han denominado "Plebiscito Virtual", y que quiere responder a la pregunta "¿Es España republicana?" No se aclara en ninguna parte que el método utilizado, la encuesta voluntaria, invalida cualquier resultado estadístico.

Para que una estadística sea válida es crucial que la muestra elegida sea aleatoria. En el caso de la campaña de Público, la muestra es autoelegida, es decir, los ciudadanos deciden participar. Eso lleva a un sesgo fundamental en los datos, viciados de origen, ya que la muestra no es aleatoria, por lo que la respuesta que se obtenga de esa encuesta no sirve para nada, ni siquiera para aproximar valores.

Está muy extendido entre la prensa española -y extranjera- usar estas encuestas por Internet, pero tienen ese problema básico, que no pueden ser aceptados sus resultados en modo alguno. A pesar de todo se suelen usar como apoyo para conclusiones y, como es el caso, titulares. El problema no es que estas campañas se hagan, sino que no se aclare a lectores y participantes (que no tienen por qué saber estadística) que aquellas carecen de valor informativo. No hay dato alguno que informe de ello en la página de la encuesta de la web de Público. Eso sí, se fragmentan los datos por sexos, por provincias, etc. en lo que parece quiere hacerse pasar como una simulación de una encuesta, datos que, de nuevo, y por mucho que se desglosen, siguen estando viciados en origen.

Pero claro, afirmar en rigor que lo que propones está viciado y no tiene utilidad no es tan tentador como afirmar que "España es Republicana en un 95,69%" según aparece en la captura de pantalla que he puesto más arriba, convirtiéndose en noticia de primera página lo que no es sino una falacia desde el punto de vista científico.

No sé qué es peor, si la ignorancia que demuestran estas encuestas o la mala leche de quien las aplica a sabiendas de que el resultado no es cierto, abusando de la buena voluntad y candidez de sus lectores.

El búnker




Saqué la foto de arriba en la entrada de la calle que lleva al Congreso de los Diputados, junto al Hotel Palace, al lado de la Fuente de Neptuno. Causa vergüenza ver esto. Un gobierno aterrorizado por su propio pueblo y bunkerizándose sólo habla de su impotencia para ejercer el deber que se le ha otorgado. Como hace 30 años, los búnkeres se repiten. Son signos del cambio en ciernes. 

El Retrato de Dorian Gray



En estos días experimento una experiencia cada vez más distanciada respecto a la gente que ha sido elegida en as urnas para representarme. No les entiendo, creo que están tomando las peores decisiones posibles en los peores momentos. No sólo es que parezcan no entender lo que está pasando (su ensimismamiento les lleva a no “ver” lo que pasa a su alrededor: los comedores de caridad atestados, las emergencias sociales, la corrupción desbocada, los desahucios, el poder de los lobbies que ya no se esconde, el hastío general de la gente, los abusos de poder que representan barbaridades como las preferentes) sino que parecen insistir en provocar a una sociedad harta y maltrecha mediante decisiones y declaraciones explosivas (el tratamiento de los llamados “escraches”, altamente estúpido, es sorprendente; se supone que nuestros políticos tienen asesores sobre qué decir y qué no, y es un ejemplo de muchos; no sé si es que se les calienta la boca -en ese caso no deberían estar donde están- o es que simplemente no hay nadie al mando de sus cerebros). Parece que el político español, especialmente el que está en el gobierno actualmente, no sabe o no comprende sus obligaciones para sus votantes. 

España ha sido un país con una democracia capturada por grupos de presión e interés y esas costuras en el traje institucional están ahora desnudas, a la vista de todos. Las “medidas anticrisis” se han lanzado desde el primer momento contra los contribuyentes honrados, mientras las élites extractivas del país (excelente concepto, por cierto) se han mantenido intocables y con sus privilegios siquiera cuestionados. La situación se ha vuelto insostenible, los casos de viles robos al dinero pagado de los impuestos se multiplican (¿hay algún prócer sin cuenta en Suiza en la sala?), y los puestos de privilegio, los asesores sin el Graduado Escolar, las empresas públicas inútiles, se mantienen sin apenas cambio alguno, mientras se privatiza lo poco que quedaba de público al servicio del ciudadano, llegándose a “instituciones intocables” como la Sanidad y la Educación, lo que revela no sólo una distancia con el ciudadano sino una despiadada condición de vileza en una clase política que parece seleccionada entre lo más rancio e idiota de las clases dirigentes herederas de los privilegios del “antiguo régimen”, y que no han hecho más que perpetuarlo. 

Está claro que nuestra clase política no tiene incentivos para cambiar las cosas, la presión de los lobbies debe de ser dura, sobre todo cuando eres parte de las élites extractivas y cuestionar las acciones de los tuyos, por feas que parezcan, es anatema en tu entorno social, algo, no hemos de olvidarlo, de gran importancia en los colectivos humanos. Así que estas élites colocadas a dedo por complicidades y amistades (hay ejemplos a miles, de entre ellos destaco a Rodrigo Rato, ahora residente en Telefónica gracias a sus méritos de favores prestados en Bankia y nada más) se están aferrando con uñas y dientes a lo que consideran “les pertenece”, porque “siempre ha sido así” (Bárcenas furioso porque su partido político no hace callar a jueces, fiscales y policía, convirtiendo sus delitos en una "causa general" ideológica cuando no es más que un ladrón y un infeliz alimentado por el sistema corrupto de la élite). Es todo esto un estupendo síntoma de que las cosas están al borde de un cambio cuántico, esperemos que a bien.

Temo que esos incentivos para nuestras élites extractivas acabarán llegando, pero mientras más aumenta la presión sobre los ciudadanos, la olla de la frustración menos se muestra capaz de contener tanto agravio e injusticia sobre una población básicamente honrada e intrínsecamente harta. Se pueden hacer las cosas mucho mejor, ni siquiera requiere demasiado esfuerzo. Pero eso pone a las élites extractivas desnudas ante el espejo que les devuelve su fealdad, les muestra su propio Retrato de Dorian Gray. Y eso no gusta, claro. No le gusta a nadie.

Sin embargo, este país, o rompe con el pasado (preferiblemente sin traumas, sin dolor y progresivamente) y se adhiere a los modos de una sociedad occidental y democrática, o doma a sus lobbies y genera una corriente meritocrática urgentemente entre sus servidores públicos, o no será.

Pero si no hay cambios, esto se va a poner muy feo. Y los políticos van a sufrir cosas más serias que los “escraches”. Y entonces puede que sea demasiado tarde. Ojalá me equivoque, pero el nivel de estupidez de nuestra “nobleza política” está demostrándose insostenible.

No obstante, soy optinista sobre el futuro de España y sobre su transición a ser una democracia occidental liberada de viejos feudos de pasados oscuros. Tenemos una ciudadanía que se está organizando con gran generosidad e inteligencia en una “sociedad civil” que hace unos años era impensable en este reino, y por otro lado, los temores a la explosión de movimientos parafascistas y populistas no está tan clara como en otros países cercanos; creo que tenemos mejores y mas eficientes mecanismos contra esas excrecencias. Valga como ejemplo la reciente imputación de García Albiol por repartir panfletos racistas, o la práctica inhabilitación y escarnio público de Sigfrid Soria por sus increíbles comentarios en Twitter. Este país nuestro tiene una sanas barreras a lo peor de nosotros mismos. Y eso nos debe dar todo un hálito de esperanza.

La ilustración que encabeza este post la encontré en Wikipedia Commons. Es la portada interior de la edición de "El Retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde, por Three Sirens Press, de 1931. Es obra de Lui Trugo. Está en dominio público.

jueves, 11 de abril de 2013

High and Low




En otro post previo he comentado que gran parte de los vuelos de Madrid a Canarias de Iberia los está realizando su filial de bajo coste Iberia Express. Los billetes se compran con código de Iberia, IB pero es IB2, quien aparece en las tarjetas de embarque. No sé si esta política ha cambiado, pero otras cosas sí lo han hecho.

Cuando viajas mucho agradeces que la línea aérea en la que depositas tu confianza -atención ejecutivos de Iberia, estos son los términos- te cuide. Y suele ocurrir que llegado al aeropuerto pidas que se te adelante la salida a un vuelo más temprano por cualquier razón, tal como un imprevisto, una reunión, da igual. El caso es que Iberia era bastante laxa en esos casos cuando era factible (aunque la tarifa no lo permitiera en principio) y no pasaba nada por ello; en la puerta de embarque del vuelo previo podían considerar adelantarte la salida, quedando una plaza libre en el siguiente vuelo, que, claro, puede ser comprada. La empresa gana y tú también, al llegar antes a destino.

Pues bien, con Iberia Express eso se acabó. No esperes que te adelanten. Paga el cambio. Esa es la filosofía. Curiosamente, cuando lo he hablado con los trabajadores de la empresa en las puertas de embarque, te dicen que es la “filosofía low cost” que se les impone. Las cosas cambian “porque ahora esto es low cost”. Lo curioso es que los vuelos de Iberia Express a Canarias cuestan lo mismo que los de Iberia. Es más, como digo, son “oficialmente” de Iberia. En otro post comentaba cuál podría ser la verdadera razón de la existencia de Iberia Express, y es la contratación de tripulaciones más baratas y con menos derechos que las de la matriz, a las que cuesta mucho despedir. Es una maniobra conocida y ya vieja, bastante artera, fea y sucia, pero ya saben cómo está todo. Los ejecutivos cobran sueldazos por eso, es el arte de la guerra corporativa, que lo domina todo. Hasta que todo les reviente en la cara, claro. 

Porque hay un componente de idiocia en todo el proceso de desmantelamiento de algo que funciona bien. Principios de Peter aparte (que habría que renovar hablando de techos de cristal de maldad amén de techos de incompetencia), la filial “low cost” ahora te trata un poco más como a ganado. Y la empresa en la que has depositado tu confianza se sume un poco más en el descrédito del cliente maltratado. Un pasito más en la pérdida de tu confianza, empiezas a viajar con otros, y los ejecutivos de carísimos sueldos empiezan a preguntarse qué ha pasado que ya no llenan los aviones. Siempre tendrán un estudio a mano para engañar y engañarse, que de eso se trata en la danza que bailan. 

Hace años que estas grandes compañías han olvidado ese viejo adagio empresarial del daño que hace un cliente disconforme. Ellos sabrán. Yo por de pronto les desaconsejo Iberia Express, y por ende Iberia, que la llevan los mismos desgraciados de grandes sueldos, cristales tintados, chófer, y que cobran por desarmar lo que se ha armado con la sangre y el sudor de los que venían detrás.

But I digress, que diría Peter David, así que a lo que voy: Iberia una vez más traiciona a quienes debe de respetar por encima de todo. A sus clientes. Esas pequeñas traiciones son las que llevarán a aquellos abandonos. De nuevo, ellos sabrán.

La foto es de Peter Ustinov en 1971 abordando un avión de Iberia. Está en Wikipedia Commons, con licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic. La foto parece haber sido tomada por Iberia, según los datos ofrecidos por Wikipedia Commons.

martes, 2 de abril de 2013

Perdiendo oportunidades



TVE tuvo a partir 1982 una oportunidad de oro para ayudar a crear una nueva generación de ciudadanos que se apartara un poco de la forma de pensar de sus viejos. Nacían las televisiones autonómicas, y las CCAA con lengua propia fueron las primeras en tener televisión.

Producían series de éxito que con el tiempo arrasaron en el prime time local. Se pudieron haber adquirido y haber sido emitidas en La 2. Probablemente en este país arrasado por la miseria intelectual se entendería ahora mejor el catalán, el vasco o el gallego. Probablemente habría más gente leyendo literatura en esas lenguas y sería un detalle de cultura general poder citar a autores de aquellas nacionalidades en sus propias lenguas.

A lo mejor ese pequeño detalle habría ahorrado algunas cosas feas que estamos viviendo actualmente. Bueno, nunca es tarde; actualmente la serie "Polseres vermelles" se puede ver en su idioma original en la TDT. Algo es algo. Yo me reía con "Plats Bruts" en catalán hace años. Y creo que ese derecho lo tenemos todos. Y que nos hace mejores ciudadanos. Y nos da un mejor espacio para convivir.

La imagen es de un televisor Braun HF 1 de 1958, la encontré en Wikipedia Commons, y está en Dominio Público.

lunes, 1 de abril de 2013

El "modelo de negocio" de España



En un artículo en la sección “Zona Crítica” de Eldiario.es, titulado “El modelo de crecimiento económico del Partido Popular”, Alberto Garzón citaba al actual Ministro de Economía, Luis de Guindos, en una entrevista fechada el 13 de febrero de 2013. La cita es la siguiente:

el modelo de crecimiento de la economía española es el que ya apunta la economía española hoy, es un modelo basado en las exportaciones de bienes y servicios (…) servicios no turísticos, que son normalmente servicios de alto valor añadido, en los cuales se compite en el mundo, como consecuencia básicamente del conocimiento. España tiene un superávit y capacidad de competir, y eso es una indicación clara de lo que decía anteriormente. Ese es el modelo que nosotros queremos”.
En el mismo artículo, Garzón valora estos “bienes y servicios” e informa de los más imporantes en el futuro. Usando gráficos de Eurostat referentes a diversos sectores de la economía, Garzón afirma:
De esta tendencia obtenemos que ahora mismo los sectores de servicios donde España es competitiva es en la informática, la construcción, las finanzas y recientemente también en los servicios a empresas y en los servicios personales, culturales y recreativos.”
(…)
Entre los servicios personales, culturales y recreativos se incluye la producción de películas, programas de radio y televisión y todo el sector cultural. Está vinculado también a la partida de royalties y derechos de la propiedad inmaterial, aunque aquí se incluyen también los avances científicos que sean patentados. También son sectores de alto valor añadido.”
Efectivamente, es de entender que el Ministro se refería a estos sectores de la economía, así como al desarrollo de tecnología.

Todo esto me mueve a la incredulidad. Si este gobierno afirma (en mi opinión con realismo) que entre nuestras necesidades de futuro está el apoyo de las industrias basadas en la propiedad inmaterial (intelectual), ¿Cómo se consiente que España siga siendo uno de los países del mundo desarrollado con mayor nivel de penetración de piratería de contenidos protegidos por esa propiedad?

No abundaré en algo que ya he afirmado sobradamente en posts anteriores. Pero es sonrojante asistir a estas declaraciones de intenciones mientras la aplicación de la legalidad en términos de protección de derechos intelectuales está prácticamente paralizada, cuando se ha cercenado de forma absurda el Canon a soportes de 150 millones al año (obtenidos de los fabricantes, que lo pasaran o no al PVP es otro debate), a 5, obtenidos de los impuestos de todos, llevando a los autores a situaciones económicas desastrosas, o cuando en España se piratea la mitad del software que se utiliza. 

¿Qué rayos quiere decir Luis de Guindos? ¿En qué piensa cuando habla de que estos sectores son los que cambiarán el modelo de la economía española? ¿Cómo se tiene la santa cara de afirmar justo lo contrario de lo que se está haciendo? Por cierto, estamos a punto de volver a la Lista 301. Grandioso, para un país que va a “vivir de productos de alto valor añadido (…) consecuencia básicamente del conocimiento”. Y olé.

Reitero lo que llevo afirmando los últimos cuatro años: el futuro es del producto intangible, la propiedad inmaterial. El mundo va a girar alrededor de ese tipo de materia. Y nosotros, en España, no sólo no sabemos (ni queremos, al parecer, según la errática política de los dos últimos gobiernos) protegerlo, sino que nos encaminamos a una situación tercermundista al respecto (bueno, ya estamos en ella desde hace años en realidad). La situación, causada por el cabildeo de las operadoras telefónicas y los grandes monopolios de Internet (con Google al frente), es la ley de la selva, a beneficio de las cuentas de dos o tres mega-corporaciones. Y cambiar esas cosas, como sabemos por las eléctricas o la banca españolas, hace que a los políticos que nos gobiernan se les erice el vello del cuello, viendo peligrar sus futuros cargos en esas compañías, o algo peor... 

Pues bien, señores, sigan pensando así, y no habrá país ni economía que dirigir. Piensen menos en sus culos y sus futuros cojines y más con cabeza y buena asesoría. No pasa nada si ustedes se retiran con un sueldito justito. De verdad, no pasa nada por no sentarse en los sillones de cuero de Endesa o viajar en Business Class, o tener chofer en el Audi de cristales tintados y servicio que te vista a las niñas. No pasa nada, es más, se vive mejor sin esas cargas, y sobre todo con la conciencia más relajada. Ahora el escrache está recordando a todos estos próceres que no viven en el limbo. Que lo que hacen, hace daño. Y que la gente está harta. Pues bien, los autores, creadores, emprendedores de lo intangible, también lo estamos.

Una vez más no entiendo, nada, las declaraciones de intenciones van por un lado y la voluntad política por otro, y ambos son tan opuestos como las cargas de un circuito eléctrico. En este continuo ejercicio de hipocresía que es la política de declaraciones “para la prensa” a que tanto nos está acostumbrando el gobierno del Partido Popular, y que desmontan a sí mismas en cuestión de minutos, hay cosas que mueven al sonrojo y la vergüenza ajena. Y es decir poco. Creo que el Principio de Peter afecta a este gobierno de forma masiva y transversal. Y eso es un problema muy grande para este pobre país.

¿Cuál es el modelo de negocio de España? ¿El ladrillo? ¿Explotar monopolios públicos privatizados para los amiguetes? Un alto porcentaje de las grandes empresas del país caen en esos dos nichos. ¿No es esto un castillo de naipes? ¿Cómo se apoya al emprendedor en este país, aparte de con retórica política, cuando montar una empresa sigue siendo cosa de héroes?

En el futuro abundaré sobre eso, sobre las consecuencias de las acciones pacatas de los gobiernos. Porque siempre vuelven, multiplicadas. Viene una generación de críos para los que la piratería en su casa es “lo que hace papá para ver las películas”. Esa generación está siendo deformada en un concepto básico, lo que es tuyo y lo que no, para vivir en sociedad. Cuidado, estamos jugando con fuego.

La ilustración, "Sklavetransport in Afrika", es un grabado del libro "Lehrbuch der Weltgeschichte oder Die Geschichte der Menschheit", de William Rednbacher, 1890, y la he encontrado en Wikipedia Commons.  Está en Dominio Público. La esclavitud, un modelo de negocio obsoleto... que goza de excelente salud en muchos países del mundo.

domingo, 31 de marzo de 2013

"Cartelera"


"Cartelera" es el título de mi exposición de pintura en la Galería Manuel Ojeda de Las Palmas de Gran Canaria. Estará abierta hasta el 26 de abril de 2013.

Esta es la web de la Galería. Y esta es una panorámica de las obras de la exposición. Son obras realizadas en Photoshop sobre fotografías, impresas en lienzo y luego intervenidas con técnica mixta.

Gracias a Manuel Ojeda por su valentía al presentar las obras y al Festival de Las Palmas y a su director, Claudio Utrera, por el apoyo prestado al incluirnos entre las actividades para este año. Esta es la reseña de la exposición en la web del Festival, por Mónica Hidalgo.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.