sábado, 25 de octubre de 2014

Seis años descubriendo lo que tu país te escondía


Sorprendentemente, el Canal 24h de TVE estaba retransmitiendo en directo esta mañana (este post lo escribí el pasado 20 de agosto de 2014), una rueda de prensa de Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Víctimas del accidente del JK5022. Digo "sorprendentemente", porque en la TVE que ha dejado de ser un servicio público por la ceguera ideológica del gobierno actual, alguien pensó posiblemente que como aquello ocurrió durante un gobierno "del otro partido", seguramente estaría bien dar cancha al asunto para seguir la pelea bipartidista con la que nos entretienen. El problema es que de repente las siglas MAPFRE han salido en la rueda de prensa, rápidamente el canal ha suspendido la retransmisión, y a otra cosa mariposa. Alguien habrá llamado a TVE. Alguien gordo, seguramente. Con TVE es todo tan claro y tan triste que ya no hace falta leer entre líneas.


En agosto de 2008 un avión de la línea aérea Spanair se estrellaba en el aeropuerto de Barajas. Murieron 154 personas y 18 resultaron heridas. Muchos de los fallecidos eran grancanarios o tenían vínculos con la isla, por lo que a todos los isleños nos dejó muy marcados aquel accidente. 

Desde entonces, y han pasado ya seis años, la asociación que preside Pilar Vera. y que tuvo que fundar al ver que nadie velaba por sus derechos, lleva luchando, no sólo por recibir una indemnización mínimamente decente que MAPFRE les niega, sino por cambiar lo que desveló el accidente: el desastre vergonzoso que es la legislación, la organización oficial de las comisiones de accidentes, y todo el teatrillo que rodea a las tragedias de esa magnitud (la más reciente de RENFE prueba que todo sigue igual).

La lucha solitaria y solidaria de esta asociación, contra viento y marea, está cambiando las cosas lentamente, pero la situación que había antes, y que desgraciadamente persiste, es tercermundista, vergonzosa y repulsiva. Las comisiones que deben de ocuparse de estos accidentes, que son necesariamente técnicos, están formadas por gente sin la menor formación, colocadas ahí porque es obligatorio por normativa internacional, pero para que no hagan nada, ya que el destino final de la gran comedia que se representa no es el de proteger a la ciudadanía, socorrer a las víctimas o procurar que no se vuelva a repetir el suceso buscando las causas de los accidentes sino que, como todo en este país de castas, lo que se busca es tapar la porquería, que los culpables escapen y que no pase nada, como siempre. Vera y sus asociados han tenido que luchar contra abogados corrompidos, contra su propio gobierno y han tenido que pedir ayuda en Europa para que su propio país les trate como a personas.

Es atroz ver cómo una aseguradora miserable como MAPFRE está regateando desde hace años con las indemnizaciones que por ley corresponden a los afectados, igualándoles con los accidentados en un suceso de tráfico, cuando hay una póliza de 1.500 millones de dólares provista (pero claro, pagar lo que debes afecta a la cuenta de resultados). Es doloroso ver cómo ciudadanos que se convierten en víctimas sin comerlo ni beberlo se vuelven incómodos cuando averiguan que en las comisiones para aclarar accidentes aéreos no hay nadie con la mínima capacitación, o cuando esas víctimas tienen que asociarse para luchar por cambiar la legislación de su propio país, con todo en contra: instituciones, ministerios, grupos de presión, empresas... Darte cuenta que no hay nadie al otro lado es terrible; sólo unos politicastros mediocres cagados de miedo y unos bastardos que se ocultan tras consejos de administración privados y que en cuanto surgen problemas corren como ratas, con connivencias impresentables (tanto en este caso como en el del accidente de RENFE o el de la infección de ébola, se ha culpado al más débil; a pilotos, maquinista y enfermera, mientras que los tipejos cuya inacción llevó a los desastres, todos directivos de alto nivel o politicastros colocados a dedo, se van de rositas).

¿En qué momento España se convirtió en este agujero desalmado en el que un puñado de cobardes incapaces de asumir sus propias responsabilidades, siquiera de pedir perdón, dominan y corrompen sistemas que deberían de estar diseñados para mejorar la vida de las personas? ¿Cómo puede sobrevivir un país en el que todo se tapa sistemáticamente? ¿Cómo es posible que ciudadanos inocentes tengan que acabar solicitando amparo al Tribunal de Estrasburgo para pedir respeto a sus derechos más elementales que en este país les son negados sistemáticamente? ¿Cómo es posible que las víctimas de un accidente aéreo lleven seis años de calvario para poder cobrar sus indemnizaciones? ¿Cómo toleramos toda esta vileza? ¿Qué mierda de país estamos fabricando? 

¿O es que España al final es un estado fallido y nadie se atreve a decirlo? Las víctimas del JK5022 han descubierto a lo largo de seis años lo que es su país, lo que les esconde, lo que no quiere mostrarles: su fea y verdadera cara creada durante décadas de corruptelas clientelares, de legislación parcheada y de juegos florales inútiles creados sólo de cara a la galería. A poco que rasques, la capa de país desarrollado desaparece y la vieja y rancia España caciquil, negra y cobarde, asoma su verdadera y fea cara.

Ya está bien de ahogarnos en la porquería generada por una suma de incompetencia y pura corrupción. Hay que cambiar este país de arriba abajo. Y las iniciativas de la sociedad civil, como la Asociación de Víctimas del JK5022, son la punta de lanza de un movimiento ciudadano que está diciendo: ¡Basta ya! Sólo me cabe declararles mi admiración por su valentía y enviarles todos mis ánimos.

Pd: Para mostrar el estado actual de cosas, Vera cuenta en la rueda de prensa una anécdota. El Ministerio les prometió incluir en la Comisión de Accidentes Aéreos a tres personas: un piloto, un controlador aéreo y un ingeniero aeronáutico (¡no los había!). Por "los recortes", al final se añadió sólo una persona, un ingeniero aeronáutico, que a su vez era controlador y piloto. Estupendo. Pues duró cinco meses. Las presiones le hicieron dimitir. Así están las cosas. En el Ministerio se encogen de hombros: ellos cumplieron, más o menos, lo prometido ¿O no? ¿En serio este es el país de mierda en el que queréis vivir?

Ppd: Seguramente MAPFRE también os será familiar estos días, pues están pagando los abogados de Blesa, Rato o Arturo Fernández en las causas que el Juez Ruz ha abierto por el asunto de las tarjetas "black" y Bankia. Sí, esos señores tan poderosos tienen un seguro que les cubre esas eventualidades. Y lo paga a tocateja MAPFRE. A esos señores no les regatean, claro está. Así estamos.

Redacté este artículo para el Círculo de Podemos de Gran Canaria, el pasado 20 de agosto de 2013. Lo publico aquí levemente modificado y actualizado.


La foto está en Wikimedia Commons. Es el resto de la cola de un accidente sufrido por un DC-3 Dakota de la Royal Canadian Air Force el 19 de enero de 1946 en las montañas de Crowsnest Pass, en las Montañas Rocosas canadienses. Licencia Creative Commons share alike 2.0

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Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...