domingo, 5 de abril de 2015

Redes y periodismo. El elefante en la habitación.



Hace unos días La 2 de TVE emitió (tardísimo por cierto; el programa empieza de madrugada) en la tertulia Millennium, que dirige Ramón Colom, una interesante discusión sobre las redes sociales, especialmente Twitter, y el periodismo.

Me sorprendió el enfoque. Los contertulios trabajaban sobre la base de que Twitter y otras redes sociales "estaban ahí", como si fueran parte de la base de la comunicación interpersonal, algo inevitable, algo público (de manera parecida a los tendidos eléctricos, las tuberías del agua o de alcantarillado; cosas que damos por garantizadas), y afirmaban que estaban acabando con el periodismo, o cuando menos con el modelo actual de contar noticias. Más me sorprendió que nadie se preocupara por un detalle que es, en mi opinión, vital en todo ese debate y debería de centrarlo todo: Twitter es una empresa privada. Facebook, también. 

Cuando hablamos de Redes Sociales no nos referimos a un bien público que se extienda hacia toda la gente, como el agua de abasto o el espectro radioeléctrico (un bien de los ciudadanos a través de cuyo reparto regulado vemos la tele u oímos la radio, del que sabemos bien poco, y al que volveré a más tarde), sino que son redes privadas con reglas propias que además usan una red semi privatizada (internet), cuya cualidad de bien social y público todabía no se ha logrado ni extendido, y que no es accesible a todos en igualdad de condiciones (para llegar a internet hay que pagar a una telefónica, hay que tener además unos conocimientos que cierran a mucha gente ese acceso, y un hardware adecuado). No, internet todavía no es exactamente un bien público, por mucho que se encarguen de pregonarlo políticos poco informados.

Vuelvo al hecho de que Twitter y Facebook sean empresas privadas, y son norteamericanas, no universales. Ambas hacen firmar unos contratos dementes y leoninos a sus usuarios, contratos que nadie se lee, pero que implican, por ejemplo, que todo lo que allí subas puede desaparecer un buen día sin que ellos tengan la menor responsabilidad, ya sea por negligencia o por cualquier otra causa.

Esas dos empresas, además, son vergonzosamente colaborativas con las cloacas más siniestras de la inteligencia USA, y tanto la NSA como otras agencias, espían cotidianamente todo lo que en ellas se publica, con la feliz aquiescencia de ambas. Google, por cierto, hace lo mismo; se trata de otra empresa privada que tiene un papel dominante en internet.

Sí, todo lo que posteas en Face, lo que tuiteas o escribes en tu cuenta de Gmail está rigurosamente vigilado, y aceptas que así sea al firmar (sin mirarlo, como todos hacemos) el contrato que has de aceptar necesariamente para acceder al servicio, un contrato que, por cierto, está en perpetuo estado de modificación, y te añade cláusulas sin que te enteres y sin informate, algunas de ellas secretas, porque al firmarlo, admitiste, además, ese detalle. ¿Te imaginas eso en la vida real? Seguramente si alguien que firma contigo un contrato en papel y te cambiara cláusulas sin aviso y sin tu consentimiento se ganaría una buena denuncia. Pues bien, eso lo aceptamos todos al firmar el contrato de entrada en las redes sociales que solemos usar cada día.

Twitter une a su cualidad privada el detalle de que sigue en pérdidas económicas tras ocho años de existencia, por lo que muchos accionistas pueden un día de estos replantearse su inversión y abandonarla a su suerte. Por eso no es descabellado plantear un escenario en el que Twitter podría desaparecer, y con ella esa supuesta plataforma de periodismo libre que se cantaba en el coloquio de Millennium. Porque es una empresa privada, porque nadie vela por que se conserve la información que almacena en sus servidores como bien público. En el caso de Facebook podría parecer más remota una catástrofe, pero quién sabe. Cosas más raras se han visto.

Esa ignorancia de un detalle tan importante a lo mejor obedece a cómo somos y cómo pensamos en España. Por ejemplo, el espectro radioeléctrico, un bien que es de todos nosotros, es cedido a las emisoras televisivas o radiofónicas mediante convenios que implican ciertas obligaciones de servicio público. Antena 3 o Telecinco, por ejemplo, tienen cláusulas a cumplir por esa cesión, y no necesariamente las cumplen, pero nadie les sanciona sus incumplimientos. Por ejemplo: no respetan el horaro infantil en cuando a los contenidos que emiten, y sabemos que Telecinco ha sido suavemente sancionada por ello, pero nadie les ha rechistado de verdad. Les estamos dando un bien de todos los ciudadanos para que emitan Sálvame o Gran Hermano y nadie hace nada.

Otro ejemplo es cómo casi todas las televisiones privadas se saltan a la torera los límites en términos de contraprogramación y de tiempo de publicidad por hora de emisión, sin que pase (casi) nada, o con sanciones irrisorias ¿Es esa la salvaguarda de lo público en manos privadas que hacemos en este país? En otras naciones de nuestro entorno, las sanciones son ejemplares, y precisamente por eso, los motivos de sanción no se suelen repetir; la emisora infractora aprende la lección a la primera. Me temo que en ese aspecto en España tenemos aún mucho camino que recorrer. Pero recuérdalo: el espectro radioeléctrico es nuestro, tuyo y mio, no de las televisiones. Y se les cede vía concesión administrativa, una concesión que podría ser revocada si se incumplieran los compromisos que esas televisiones adquieren al recibirla.

Volviendo a los modelos de Facebook y Twitter, que en la tertulia que comento eran contemplados casi con reverencia, como si estuvieran ahí para siempre, no discutibles, y como si fueran medios neutros (no lo son, sabemos además de la censura cada vez más agresiva en ambas redes sociales, con cancelaciones arbitrarias de cuentas de por medio), se olvidaba en el coloquio además el pernicioso modelo de negocio que esconden: millones de personas trabajan para ellos creando contenidos, y no reciben nada a cambio.

Es algo que comenta Jaron Lanier en su interesante ensayo “Quién controla el Futuro”, que ya he reseñado brevemente aquí, por lo que no volveré sobre el asunto. Pero sí quiero incidir en el modelo de negocio bajo el que nacen esas redes sociales que en esta parte del mundo son reverenciadas. Es el modelo de Silicon Valley, una auténtica isla de capitalismo agresivo medio loco en mitad de la soleada California. Quien conozca más o menos el ambiente allá sabrá el grado de gilipollez que ronda alrededor del mundo de las start-ups de internet.

Baste un ejemplo. En Silicon Valley muchos emprendedores estudian en un lugar llamado La Universidad de la Singularidad (una institución de enseñanza que sólo puede existir en un país como Estados Unidos, donde la Libertad de Cátedra es muy poderosa), situada cerca de San José y Palo Alto, y en la que se postula que en poco tiempo ocurrirá “la singularidad” ¿Qué es eso? Pues que un día de estos Internet cobrará conciencia de sí misma y nos esclavizará, o nos exterminará, o nos convertirá en una especie de dioses fusionados con máquinas. No es coña. Lo dicen totalmente en serio, son reales, y dan clase. Los grandes gurús de internet y los visionarios de su futuro son un puñado de tarados importantes.
 
Pues en ese ambiente como mínimo excéntrico se construyen los Twitter y Facebook del futuro. Sólo en un entorno de capitalismo medio loco cabe la existencia y el enorme beneficio actual de Facebook, una empresa que no produce nada, y que no hace nada: sólo te permite darte de alta y te convierte en su trabajador gratuito. Sólo así cabe que cientos de inversores entraran en aquella start-up tan prometedora hace apenas 11 años, que ahora tiene 1.350 millones de usuarios (cifras de octubre de 2014). Sólo así se explica una locura semejante. 

Las redes sociales son, en mi opinión, parásitos sociales actualmente, que podrían convertirse en una fuente de conocimiento y de beneficios para la sociedad a poco que:

a) compensasen económicamente las aportaciones de sus clientes
b) fueran de utilidad pública y neutras
c) abandonaran toda política abusiva de vigilancia ciudadana

Esas tres cosas no van a suceder en un futuro próximo, así que la próxima vez que subas algo “al Face” o tuitees un chiste, piensa que estás haciendo más ricos a unos chavales norteamericanos que ya son monstruosamente ricos (salvo en el caso de Twitter, que no levanta cabeza, como ya dije), y que no estás viendo nada a cambio de tu trabajo. El trabajo se paga, amigo. Es lo moral y aceptable.

Y ver en Millennium a periodistas hechos y derechos hacer genuflexiones a las Redes Sociales, no sé, me abre las carnes. Olvidar que quien publica en esas redes está al albur de las decisiones corporativas de diversos accionistas, de criterios editoriales totalmente desconocidos, contratos mutantes repletos de cláusulas abusivas y secretas, y diversas formas de censura, amén de un cotidiano espionaje gubernamental, es negar lo más importante, es el elefante en la habitación.


Encontré este brillante grafiti medio oculto en un solar cerca de la Plaza de Lavapiés, en Madrid.

sábado, 4 de abril de 2015

El triunfo de la barbarie


Más de 147 personas masacradas en la Universidad de Garissa, en Kenia. Ha sido al parecer un grupo yihadista llamado Al Shabab. Las fotos que se han publicado son un horror. Cuerpos amontonados y superpuestos en charcos de sangre. Personas a las que otras personas, ataviadas con una superioridad moral o religiosa, deciden arrebatar el único regalo que tenemos, la vida. Caray, qué superior hay que ser, caray, qué perdido hay que estar.

Kenia es uno de los países más hermosos del mundo. En su territorio está el lago Victoria, ahora arrasado y convertido en una auténtica pesadilla (aquí en español, aquí en inglés) Pero también está el Monte Kenia, el Mara, el Rift o las enormes extensiones de sabanas, donde nació nuestra especie, y desde donde se puede ver el legendario Kilimanjaro en la cercana Tanzania. No sólo es Kenia y esa zona de África un monumento natural, sino que debería de ser reverenciado por todos nosotros: pues todos venimos de allí. Nuestra primera madre nos dio el don de la conciencia en aquel lugar o muy cerca (probablemente en Etiopía, donde encontramos a Lucy), y nada es más sagrado que eso, porque a partir de esos lugares emprendimos el largo y tortuoso camino hacia la condición humana.

Pero no, todo lo contrario pasa en Kenia y los países que la rodean; los Estados arrasados por el colonialismo europeo, el África que intenta encontrarse a sí misma resurgiendo de las cenizas que han dejado los Estados del norte que la han vaciado y que siguen haciéndolo, no consigue escapar del legado siniestro que les dejamos. Sí, nosotros. Españoles, Franceses, Ingleses, Holandeses... Hemos usado ese continente lleno de belleza hasta que lo hemos esquilmado, les hemos abandonado a su suerte, y luego nos echamos las manos a la cabeza cuando los hijos y nietos de las víctimas coloniales llenan el vientre del Mediterráneo y del Atlántico convirtiéndolos en cementerios porque quieren poder llegar a esta arcadia que les destrozó la vida y es incapaz de arreglar el desastre. Esa arcadia que ven en la televisión por satélite. Esa mentira que es Europa.

Cambiamos fronteras, enfrentamos a etnias, colocamos a sátrapas, permitimos atrocidades sin nombre. Pero parece que no nos basta; la Europa que ha herido a África, se revuelve contra sí misma. Como un organismo metastásico, ahora nuestro continente elige inmolarse, y se consume y se disuelve en sus propios jugos gástricos. Gobernada por MBAs de traje cortado a medida y desde los centros financieros de Londres o Berlín, Europa ahora ha decidido que lo que toca es esquilmar a Europa. Ya sea asesinando a Estados enteros (Grecia, España, Portugal, Irlanda), ya sea condenando a sus propios pueblos a la miseria mediante el invento perverso y suicida de la “deuda soberana”.

Europa se ha convertido en una sombra de lo que fue, en el reverso tenebroso de lo que pudo haber sido. Mirad en España: porque también han muerto más de 147 personas a las que nadie ha devuelto sus ahorros de toda una vida que les robaron cuando les vendieron preferentes, y nadie ha movido un dedo por ellos. Porque también hay más de 147 enfermos de Hepatitis C que se han ido para siempre porque no les dieron el Sovaldi que necesitaban, mientras un gobierno de malnacidos (o estúpidos, me da igual, el resultado es el mismo) se dedicaba a hacer ruedas de prensa. Porque se fueron más de 147 almas (7 más) en el accidente del JK5022 y nadie todavía ha resarcido a sus familiares, en un proceso vergonzoso que expresa el grado de marasmo e iniquidad en el que vivimos. Porque más de 147 inmigrantes sin asistencia médica en nuestro propio país habrán muerto a fecha de hoy, por mucho que ahora el gobierno quiera devolverles parcialmente lo que nunca debió de arrebatarles. Porque más de 147 personas habrán muerto arrojadas de sus casas con apoyo policial cuando la banca todopoderosa decidió que lo más importante era desahuciar a quienes no podían seguir adelante. Porque 147.000 personas han muerto desde que la Ley de Dependencia ha sido olvidada en un acto de crueldad y negación del prójimo. Negar al otro, ignorar las consecuencias de los actos políticos, en muchas ocasiones desastrosas, gobernar como estúpidos, destrozar lo construido. En eso parece que somos maestros los europeos. Ahora lo que pasa es que nos negamos a nosotros mismos. Es la tendencia. Lo que se lleva.

Esos otros muertos no alfombran el suelo en una imagen dantesca, como ha pasado en Kenia. Esos muertos caen poco a poco, como una gota malaya, sobre la conciencia de todos nosotros; son ese karma atroz de la Europa de los derechos sobre el papel, que los ignora sistemáticamente. Esos muertos no salen en la prensa, son silenciados por los mismos desgraciados que les han arrancado su dignidad, su derecho elemental a la vida. ¿La diferencia? Los yihadistas enloquecidos que eligieron asesinar a quien no pensaba como ellos en Kenia son parte del problema. Los yihadistas de la deuda externa y del neoliberalismo paneuropeo son la causa del problema, el último ejemplo de un sistema equivocado. El Siglo XXI estrena su nuevo colonialismo, el interno; el de un continente viejo que se devora a sí mismo, ya que ha esquilmado todo lo que podía comerse a su alrededor.

Europa ha cometido vastos genocidios en África y ha arrasado de tal manera ese continente, que ahora vivimos con espanto el resultado de esos horrores silenciados e ignorados. Ahora Europa, aburrida de sí misma, cegada en una maraña de ideología ultraconservadora y neoliberal, practica el genocidio contra sus propios ciudadanos. Y nadie parece querer verlo. La barbarie ha triunfado.

He soñado con poder dormir bajo las estrellas africanas, en algún lugar de ese vasto continente lleno de creatividad, belleza, riqueza y futuro. Y cada día mi propio continente me recuerda los errores cometidos allí, sobre personas que tienen tanto derecho como tú y yo a una vida digna, pero han tenido la desgracia de nacer en unas tierras devastadas por nuestros antepasados directos.

Los pecados de lesa humanidad que arrastramos sobre nuestra conciencia nos los recuerdan esos 147 muertos que ya esta mañana no eran sino una reseña secundaria perdida en la prensa online y de papel. 147 víctimas de los monstruos que hemos creado. 147 recuerdos espantosos que nos devuelven nuestra imagen en un espejo.

Europa: o cambias, o no hay camino de esperanza posible. Todavía estamos a tiempo. Pero hemos perdido 147 oportunidades más. Y cada día seguimos perdiéndolas, en un reguero de dolor insoportable, intolerable e inconcebible.

La imagen de esta puesta de sol en el Parque Nacional de Amboseli, en Kenia, está en Wikimedia Commons en Dominio público, y su autor es Derlangemarkus.

miércoles, 1 de abril de 2015

Tocando las narices


Paso a paso, a medida que aprendes a vivir en este país, y ves dónde falla, que es en casi todo, y dónde se puede mejorar, que es en todo, vas criando callo. Y al menos yo, he ido creando un sistema de trabajo. Encuentro un problema que me jode o encuentro injusto, y toco las narices.

Pocas cosas irritan más a un sistema mal hecho que cuando le recuerdan sus fallas. Y creo que es nuestro deber ciudadano.

¿Cómo hemos consentido que las cosas hayan acabado así? Es que antes no se notaba tanto, amigos. Pero resulta que las corporaciones han roto todas las presas de vergüenza y respeto por el prójimo. Están desatadas, gracias a una legislación que han ido cambiando a su favor discretamente, con mucha zapa y mucho cabildeo. Y ahora nos ciudadanos no tenemos salida, excepto defendernos.

Una de las últimas que me he encontrado es esa mamarrachada que se inventó este gobierno hace ya dos o tres años, de que los ciudadanos empadronados en las islas tengamos que ir con el Certificado de Residente en la boca si queremos que no nos impidan embarcar en los vuelos a la península.

A partir del 1 de noviembre de 2014 se suponía que eso se acababa, pero no señor, en el país en el que  casi nadie hace su trabajo (al menos entre la clase política), ha resultado que eso era otra mentira más. Así que he mandado el texto que pego a continuación a la Comisión Parlamentaria al cargo de Fomento, de la que dependen esos asuntos.

Señorías,

Soy ciudadano residente canario. Como sabrán, desde hace unos años el
Gobierno ha obligado a que todos los residentes en las islas (Canarias
y Baleares) y territorios de Ceuta y Melilla deban presentar un
Certificado de Residente oficial, suministrado por el Ayuntamiento de
residencia y con una caducidad de seis meses (lo que obliga a su
renovación periódica), a fin de acogerse al descuento del 50%
aproximadamente para los vuelos con la península y entre islas. Caso
de no presentarlo, el ciudadano, de querer volar, debía de abonar el
billete de nuevo en el aeropuerto, a pesar de haber sido adquirido en
una agencia de viajes con datos de residencia previos. Esto supuso un
importante quebradero de cabeza para los ciudadanos con colas, pago de
timbres, etc. que finalmente se ha convertido en trámite online en
muchos ayuntamientos.

El Gobierno nunca aclaró el motivo de esta exigencia que apareció de
la noche a la mañana. Se habló de un supuesto fraude en esos
certificados sobre el que, de existir, y que yo sepa, no se ha
iniciado investigación alguna, ni judicial ni política. Tampoco se ha
aclarado cómo se accedía a los datos de residencia antes ni en qué
consistía por tanto el fraude. Simplemente los ciudadanos isleños y de
Ceuta y Melilla se han visto obligados a añadir un documento más al ya
de por sí penoso proceso del embarque aéreo, sin explicaciones
satisfactorias de ningún tipo.

A partir del 1 de noviembre de 2014, el Gobierno ha declarado a los
ciudadanos residentes en las islas que ya no tienen que embarcar con
el citado certificado al haberse habilitado un sistema informático,
llamado "Sara", que al parecer permite acceder a esos datos por vía

informática tanto a agencias de viajes como a líneas aéreas.
 
En palabras de la Ministra Ana Pastor:  "afortunadamente, ya nadie


En cambio, al parecer, el sistema tiene fallos y de nuevo los
ciudadanos, informados por el Gobierno de la no necesidad del
certificado, se encuentran ante las puertas de embarque de sus vuelos
sin poder embarcar a no ser que paguen el billete de nuevo. El
Gobierno les dice una cosa, y las líneas aéreas les dicen otra
completamente diferente.

Estando el país como está, en un estado de deterioro general que
parece transversal, sólo cabe pensar mal y que posiblemente alguna
línea aérea no quiera renunciar a la golosa posibilidad de que algunos
viajeros tengan que pagar sus billetes dos veces. Todo esto es un
juicio de valor, una conjetura, pero vuelve a despertar sospechas de
graves fraudes en un asunto que, debo insistir, nunca ha aclarado su
origen ni su por qué.

En virtud de todo ello, quisiera consultarles la posibilidad de
plantear las siguientes preguntas parlamentarias:

1- ¿Por qué se ha obligado a los ciudadanos residentes a la
presentación de los Certificados de Residencia a lo largo de los
últimos años?

2- Si el origen de ello fue un fraude ¿Dónde está la información al
respecto? ¿Y la investigación judicial que lo debe aclarar? ¿Y los
números del supuesto fraude? ¿Y los damnificados? ¿Y las
indemnizaciones? ¿Y los culpables? ¿Y el método empleado para vulnerar
la Ley? ¿Se falsificó el censo? ¿Se falsificaron datos de DNIS? ¿Es
que acaso las agencias de viajes han tenido acceso a bases de datos
falsas?

3- De no responderse satisfactoriamente a la pregunta anterior ¿Por
qué se ha instado a los ciudadanos residentes a presentar los citados
certificados a lo largo de varios años, si no existen pruebas de
fraude alguno? ¿Se legisla en España por rumores? ¿Se perjudica a los
ciudadanos por rumores? ¿Se prevé indemnizar a los residentes
perjudicados, como es de Ley?

4- ¿Se ha calculado el dinero extra que las líneas aéreas han
ingresado durante el tiempo de vigencia de la obligación de
presentación de certificado por parte de ciudadanos que acudieron a
embarcar sin tener el certificado? ¿Cómo es posible que una agencia de
viajes venda un billete con descuento de residente y luego no se
acepte ese descuento ante la puerta de embarque del vuelo?

5- A partir del 1 de noviembre de 2014, el Gobierno ha declarado a los
ciudadanos residentes en las islas que ya no tienen que embarcar con
el citado certificado al haberse habilitado un sistema informático,
llamado "Sara", que al parecer permite acceder a esos datos por vía
informática tanto a agencias de viajes como a líneas aéreas. En
cambio, al parecer, el sistema tiene fallos y de nuevo los ciudadanos,
informados por el Gobierno de la no necesidad del certificado, se
encuentran ante las puertas de embarque de sus vuelos sin poder
embarcar a no ser que paguen el billete de nuevo. ¿Se está auditando
por un observador externo el funcionamiento del citado sistema? Si no
¿Por qué no se está haciendo? Al parecer el doble cobro que se sigue
produciendo actualmente, insta de nuevo a los ciudadanos a tener que
llevar indefinidamente encima sus Certificados ¿No se entiende esto
como inseguridad jurídica? ¿Cómo puede el Gobierno de la Nación avisar
a los ciudadanos de la no exigencia de un documento cuando se está
exigiendo de nuevo sin control alguno? ¿Se prevén de nuevo
indemnizaciones o soluciones para este nuevo inconveniente?

6- Este nuevo problema sólo beneficia a las líneas aéreas ¿Se ha
investigado este nuevo posible fraude que se está generando a partir
del 1 de noviembre de 2014, fecha en la que no existe obligación
oficialmente de presentar el certificado?

7- Finalmente ¿Prevé el Gobierno indemnizar o devolver los pagos a los
ciudadanos que han tenido que pagar un billete dos veces cuando son
residentes, es decir, por un trámite administrativo del que la
Administración es responsable y por la ausencia de diligencia en el
cruce de datos? ¿Se va a investigar el origen de la exigencia inicial
del Certificado de Residencia, que podría tener riesgos de ser un
fraude de Ley al pedir a los ciudadanos unos datos que son públicos y
responsabilizarles de ello por unas causas nunca aclaradas? ¿Se
pretende que la Fiscalía se interese en algo tan grave y silenciado
hasta el momento?

Gaspar Llamazares ha tenido la gentileza de pasar esas preguntas al Gobierno. Las pondré aquí cuando respondan.

Pd.: Actualización. El día 25 de marzo de 2015 volé con Air Europa. Para poder embarcar en el LPA-MAD me pidieron de nuevo el Certificado de Residencia, prueba palmaria de que no está funcionando lo prometido por la Ministra.

La imagen, "Cumulus clouds seen from passenger plane", 2007, por Kevin Doole, está en Wikimedia Commons bajo licencia Creative Commons con atribución.

domingo, 29 de marzo de 2015

Reseña de Ácronos 3 en Sagacomic



La web de literatura fantástica (entre otras cosas) Sagacomic ha publicado una reseña de Ácronos 3, firmada por Santiago Gª Soláns, que se detiene en todos y cada uno de los cuentos que forman esa antología steampunk, que está vendiéndose por cierto estupendamente. 

Extracto aquí parte de los comentarios de "Raza", el cuento que escribí para esa obra, intentando no reventar la historia a los futuros lectores :-)

"Acercando el escenario a la España de los años 20 y posteriores del siglo pasado, Raza, de Elio Quiroga presenta un interesante trabajo «documental» (...) Con una estructura tan llamativa como efectiva, el lector se va a encontrar con un relato que navega entre lo bélico, la intriga y las teorías conspiranoicas."

jueves, 26 de marzo de 2015

Víctimas

Viendo con horror las noticias del vuelo estrellado en los Alpes, asistiendo a lo que se va revelando, estallo de rabia e impotencia pensando en las víctimas y las familias que dejan atrás, vidas rotas, ausencias irreemplazables.

Independientemente de lo que se concluya tras la investigación, la aviación actual vive, como tantas actividades, una obsesión por el ahorro que puede tener consecuencias espantosas. Viajo mucho en Iberia Express, una empresa-tapadera creada para vaciar la matriz, con aviones viejos, tripulaciones precarias y bajo presión y laxitudes de seguridad inconfesables, sin poder hacer nada, excepto saber perfectamente la repugnante estrategia de autodestrucción de la que fuera compañía de bandera de nuestro país. Los accidentes suelen tener un conjunto de causas encadenadas. Espero, si algo se puede esperar de esta tragedia, que haga pensar a autoriades aeronáuticas y empresas.

Recupero este viejo artículo ya publicado en homenaje a Pilar Vera y a los miembros de la Asociación de Víctimas del accidente del JK5022, que han tenido que unir fuerzas para poder luchar por sus derechos en un mundo deshumanizado, y en un país que la gentuza corporativa, los presidentes de Consejos de Administración y las empresas psicopáticas han convertido en un lodazal. Abandonados por un sistema que debía de protegerles, son héroes de nuestros días. Porque pueden cambiar las cosas. Ojalá.



SEIS AÑOS DESCUBRIENDO LO QUE TU PAÍS TE ESCONDÍA

Sorprendentemente, el Canal 24h de TVE estaba retransmitiendo en directo esta mañana (este post lo escribí el pasado 20 de agosto de 2014), una rueda de prensa de Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Víctimas del accidente del JK5022. Digo "sorprendentemente", porque en la TVE que ha dejado de ser un servicio público por la ceguera ideológica del gobierno actual, alguien pensó posiblemente que como aquello ocurrió durante un gobierno "del otro partido", seguramente estaría bien dar cancha al asunto para seguir la pelea bipartidista con la que nos entretienen. El problema es que de repente las siglas MAPFRE han salido en la rueda de prensa, rápidamente el canal ha suspendido la retransmisión, y a otra cosa mariposa. Alguien habrá llamado a TVE. Alguien gordo, seguramente. Con TVE es todo tan claro y tan triste que ya no hace falta leer entre líneas.


En agosto de 2008 un avión de la línea aérea Spanair se estrellaba en el aeropuerto de Barajas. Murieron 154 personas y 18 resultaron heridas. Muchos de los fallecidos eran grancanarios o tenían vínculos con la isla, por lo que a todos los isleños nos dejó muy marcados aquel accidente. 

Desde entonces, y han pasado ya seis años, la asociación que preside Pilar Vera. y que tuvo que fundar al ver que nadie velaba por sus derechos, lleva luchando, no sólo por recibir una indemnización mínimamente decente que MAPFRE les niega, sino por cambiar lo que desveló el accidente: el desastre vergonzoso que es la legislación, la organización oficial de las comisiones de accidentes, y todo el teatrillo que rodea a las tragedias de esa magnitud (la más reciente de RENFE prueba que todo sigue igual).

La lucha solitaria y solidaria de esta asociación, contra viento y marea, está cambiando las cosas lentamente, pero la situación que había antes, y que desgraciadamente persiste, es tercermundista, vergonzosa y repulsiva. Las comisiones que deben de ocuparse de estos accidentes, que son necesariamente técnicos, están formadas por gente sin la menor formación, colocadas ahí porque es obligatorio por normativa internacional, pero para que no hagan nada, ya que el destino final de la gran comedia que se representa no es el de proteger a la ciudadanía, socorrer a las víctimas o procurar que no se vuelva a repetir el suceso buscando las causas de los accidentes sino que, como todo en este país de castas, lo que se busca es tapar la porquería, que los culpables escapen y que no pase nada, como siempre. Vera y sus asociados han tenido que luchar contra abogados corrompidos, contra su propio gobierno y han tenido que pedir ayuda en Europa para que su propio país les trate como a personas.

Es atroz ver cómo una aseguradora miserable como MAPFRE está regateando desde hace años con las indemnizaciones que por ley corresponden a los afectados, igualándoles con los accidentados en un suceso de tráfico, cuando hay una póliza de 1.500 millones de dólares provista (pero claro, pagar lo que debes afecta a la cuenta de resultados). Es doloroso ver cómo ciudadanos que se convierten en víctimas sin comerlo ni beberlo se vuelven incómodos cuando averiguan que en las comisiones para aclarar accidentes aéreos no hay nadie con la mínima capacitación, o cuando esas víctimas tienen que asociarse para luchar por cambiar la legislación de su propio país, con todo en contra: instituciones, ministerios, grupos de presión, empresas... Darte cuenta que no hay nadie al otro lado es terrible; sólo unos politicastros mediocres cagados de miedo y unos bastardos que se ocultan tras consejos de administración privados y que en cuanto surgen problemas corren como ratas, con connivencias impresentables (tanto en este caso como en el del accidente de RENFE o el de la infección de ébola, se ha culpado al más débil; a pilotos, maquinista y enfermera, mientras que los tipejos cuya inacción llevó a los desastres, todos directivos de alto nivel o politicastros colocados a dedo, se van de rositas).

¿En qué momento España se convirtió en este agujero desalmado en el que un puñado de cobardes incapaces de asumir sus propias responsabilidades, siquiera de pedir perdón, dominan y corrompen sistemas que deberían de estar diseñados para mejorar la vida de las personas? ¿Cómo puede sobrevivir un país en el que todo se tapa sistemáticamente? ¿Cómo es posible que ciudadanos inocentes tengan que acabar solicitando amparo al Tribunal de Estrasburgo para pedir respeto a sus derechos más elementales que en este país les son negados sistemáticamente? ¿Cómo es posible que las víctimas de un accidente aéreo lleven seis años de calvario para poder cobrar sus indemnizaciones? ¿Cómo toleramos toda esta vileza? ¿Qué mierda de país estamos fabricando? 

¿O es que España al final es un estado fallido y nadie se atreve a decirlo? Las víctimas del JK5022 han descubierto a lo largo de seis años lo que es su país, lo que les esconde, lo que no quiere mostrarles: su fea y verdadera cara creada durante décadas de corruptelas clientelares, de legislación parcheada y de juegos florales inútiles creados sólo de cara a la galería. A poco que rasques, la capa de país desarrollado desaparece y la vieja y rancia España caciquil, negra y cobarde, asoma su verdadera y fea cara.

Ya está bien de ahogarnos en la porquería generada por una suma de incompetencia y pura corrupción. Hay que cambiar este país de arriba abajo. Y las iniciativas de la sociedad civil, como la Asociación de Víctimas del JK5022, son la punta de lanza de un movimiento ciudadano que está diciendo: ¡Basta ya! Sólo me cabe declararles mi admiración por su valentía y enviarles todos mis ánimos.

Pd: Para mostrar el estado actual de cosas, Vera cuenta en la rueda de prensa una anécdota. El Ministerio les prometió incluir en la Comisión de Accidentes Aéreos a tres personas: un piloto, un controlador aéreo y un ingeniero aeronáutico (¡no los había!). Por "los recortes", al final se añadió sólo una persona, un ingeniero aeronáutico, que a su vez era controlador y piloto. Estupendo. Pues duró cinco meses. Las presiones le hicieron dimitir. Así están las cosas. En el Ministerio se encogen de hombros: ellos cumplieron, más o menos, lo prometido ¿O no? ¿En serio este es el país de mierda en el que queréis vivir?

Ppd: Seguramente MAPFRE también os será familiar estos días, pues están pagando los abogados de Blesa, Rato o Arturo Fernández en las causas que el Juez Ruz ha abierto por el asunto de las tarjetas "black" y Bankia. Sí, esos señores tan poderosos tienen un seguro que les cubre esas eventualidades. Y lo paga a tocateja MAPFRE. A esos señores no les regatean, claro está. Así estamos.

Redacté este artículo para el Círculo de Podemos de Gran Canaria, el pasado 20 de agosto de 2014. Lo publico aquí levemente modificado y actualizado.

¿Y ahora, qué?



Arriba, la terminal nueva, totalmente desierta en la zona Norte




Y a 180º, la terminal de toda la vida, 
repleta de colas de embarque y cientos de pasajeros

El aeropuerto de Gando, en Gran Canaria, sufrió hace como un año una enorme remodelación, que se llevó por delante la vieja y preciosa terminal de pasajeros. Ya lo comenté aquí.

Ahora quisiera hablar de cómo está ahora. La enorme y carísima terminal ha ampliado su acceso a los pasajeros en un inacabable hall de 200 metros, en un finger nuevo en la zona sur, y en dos hacia la zona norte. Y en esta, el estado de ocupación normal (mirad las fotos), es de total vacío. No hay ni un alma. El aeropuerto, saturado de forma constante ya, a causa del brutal aumento del turismo (que, por cierto, no ha mejorado la situación laboral de los miles de canarios que viven de la hostelería ni el enorme paro en la isla; alguien se lo está llevando crudo), está repleto de gente en las horas punta en la zona más añeja de la terminal. Las áreas nuevas están desiertas.

No sé si es un problema de falta de permisos, de inhabilitación arquitectónica, no tengo ni idea, pero como predicador en el desierto que últimamente soy, planteo a quien corresponda estas preguntas:

-¿Para qué se arrasó con la vieja terminal para construir una nueva y carísima que está a todas luces infrautilizada? ¿Era esto lo que se pretendía?

-¿Por qué no se reparten los aviones en los fingers nuevos para bajar la saturación del edificio terminal?

-¿Por qué se siguen manteniendo los espacios de tiendas, y lo que es peor, se abren más aún, cuando a todas luces el área de tránsito para los viajeros es insuficiente?

Me gustaría que algún responsable de AENA tuviera la amabilidad de aclararme estas dudas. De antemano, gracias.

Las fotos con las que ilustro este artículo las tomé el día 25 de marzo de 2015 a la misma hora (14:30), están separadas por apenas 40 metros y un giro de 180º.

martes, 24 de marzo de 2015

Comentario sobre The Mystery of the King of Kinema en la página de los Globos de Oro



Gabriel Lerman, crítico de cine afincado en Los Ángeles y miembro del Comité de los Globos de Oro, ha publicado una reseña sobre el Festival de Las Palmas y en ella hace un comentario sobre "The Mystery of the King of Kinema", que se proyectó en el festival la semana pasada. Pongo aquí la captura del párrafo.


Traduciendo:

"(...) De hecho, uno de los mejores films ofrecidos en Las Palmas este año fue el dirigido por el realizador local Elio Quiroga; es un asombroso documental sobre el legendario comediante francés y pionero del cine mudo Max Linder, The Mystery of the King of Kinema, que se ha rodado alrededor del mundo pero que fue financiado en las Islas Canarias, y que protagoniza su única hija, Maud Linder, que tiene ahora 90 años."

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.