viernes, 4 de diciembre de 2015

De todo lo que hay que mejorar. Un ejemplo más.

Hay tantas, pero tantas cosas que arreglar, cambiar, mejorar, actualizar a la simple decencia en este país, que sólo listarlas requeriría de un tratado.

Este es un ejemplo más de cómo son las cosas aquí. De cómo (no) funcionamos en un país que se engaña a sí mismo cuando cree lo contrario.

Mirad. Me llegó por error a Canarias un paquete desde Estados Unidos (un disco duro procedente de una empresa de recuperación de datos). FedEx, la empresa a cargo del envío, te permite hacer el seguimiento del mismo mediante un código. Os mando un extracto en la captura de abajo; mirad el Historial de desplazamiento. Te informan en todo momento, al minuto, de dónde está el paquete, los procesos por los que pasa, en qué horas está en tránsito, cuando viajando, y así hasta llegar a destino.



Pedí que se me enviara el mismo paquete a Madrid desde Canarias, usando el servicio más rápido de Correos, Postal Exprés. Un servicio que cuesta 35 Euros. Se supone que en 24 horas, a lo más 48, lo tienes en destino.

Pero claro, hablamos de Canarias, un agujero legal en el que hay una cosa llamada “trámite aduanero” cuando envías cosas a tu propio país.

Como FedEx, Correos te permite hacer un seguimiento de dónde está tu paquete. Pero el resultado es bien diferente, y nos habla bien a las claras de cómo somos aquí.

Desde hace 48 horas (mirad la captura) sólo consta su entrega en la oficina de Correos. Y eso es todo. 

El salir desde Canarias acaba con la garantía de la entrega en uno o dos días del servicio de Postal Exprés, pero el precio, el precio, amigo, es el mismo.



Eso cuando el servicio de seguimiento funciona, claro. Durante horas el buscador de envíos de Correos está simplemente inaccesible:


Comparad el concepto de información y transparencia en la cultura anglosajona y en la nuestra. Parece que aquí incomoda dar detalles, parece que el informarte del paradero de tu paquete, de dónde está en cada momento, no gusta, que se hace por obligación.

Y eso me lleva a reflexionar alrededor de una de las mayores carencias de este país, los “servicios de cara al exterior”, que son sólo fachadas, pero que no funcionan realmente. Este es un ejemplo; la supuesta transparencia en el seguimiento de un envío en realidad es papel mojado. Es una ilusión, una fachada para algo que no funciona. Llamé a un 902 (claro, de pago) repetidas veces para que una operadora me dijera exactamente lo mismo. Pregunté de qué servía entonces el Postal Exprés, pudiendo usarse el correo ordinario; que yo adquiero ese servicio porque necesito el paquete en destino en un día, y muy ofendida me dijo que se me garantizaba el reembolso si no llegaba en 6 días o algo así, cosa que el correo ordinario no permite. Grandioso. El sistema siempre tiene respuesta.

Un ejemplo, de cientos, miles, que nuestros conciudadanos sufren, ya en Correos, otra en la banca, otrora en las eléctricas, o en las telefónicas, acaso en la burocracia, tal vez en la clase política. De tantos, tantos, que no hacen otra cosa que mostrarnos la distancia enorme que nos separa en pensamiento, servicio, ideas y calidad, de países que comparten frontera con nosotros.

En fin, así estamos. Yo por cierto sigo esperando mi paquete, pagado a precio de oro, supuestamente (he de imaginarlo pues no se me informa de ello) paralizado en una aduana fantasma que llevamos años denunciando en todas las esferas, pero que sigue ahí, como el dinosaurio del cuento, impertérrita, como tantos quistes mentales, ideológicos y legislativos que paralizan nuestro país.

Actualización a 4 de diciembre. Han pasado 5 días desde que escribí lo de arriba. Acaban de entregarme el paquete. Fue retenido en la aduana de Madrid, y repartido como "bajo valor" a los 8 días de haber sido entregado en Las Palmas, en Postal Exprés, un servicio que garantiza la entrega en 24-48 horas. Pero como Hacienda lo ha retenido ni siquiera puedes reclamar. He mirado el seguimiento de paquetes, y esto es lo que aparece:


En fin, dos líneas. La admisión y la entrega, sólo que se ha producido, además, un día después de cuando se indica en la web. En fin. Al final llamé varias veces al 902, luego al 916602454 de Aduanas, donde se me informó de la retención por parte de Hacienda, cosa que nunca ha aparecido reflejada en el "Estado del envío" de Correos.

Aquí podéis visitar una iniciativa en Change.org para que se eliminen las trabas burocráticas que suponen las aduanas canarias. Aunque sólo es parte del problema, es un estupendo primer paso.

Pd.: ¡NO SE VAYAN TODAVÍA, AÚN HAY MÁS! (Como diría Super Ratón)

Cuando tuve que llamar al número 916602454 al que me refiero más arriba trabé contacto con la Aduana madrileña. Tienen otro buscador de paquetes. Los trabajadores de su callcenter me informaban de que mi paquete estaba o bien a) en tránsito en Las Palmas o b) a la espera de que me mandaran una solicitud de documentación nueva para decidir qué hacer con él, pero en Madrid o c) sin rastro (ni en Las Palmas ni en Madrid) o d) que debía de solicitar un duplicado de la documentación necesaria requerida, que al parecer, ya me había sido remitida en forma de nota postal a la dirección de destino (qué cosas; nunca me llegó esa supuesta solicitud).

Este departamento también tiene una web de búsqueda por el número del envío para pedir un duplicado de la nota postal, y la solicité por esa vía, o al menos lo intenté, os lo prometo, pero siempre me devolvía el aciago dato de que al parecer mi paquete no existía... Las pruebas, abajo.





El día que me entregaron el paquete en el 916602454 me dijeron que estaba "en reparto", y así fue.  Fue la primera vez que me dieron una información cierta.

Finalmente, unas 6 llamadas al 902 y otras 5 al 916602454, un cartero llegó con él en mano. Me pidió el número del DNI (¿Es eso legal, Correos?) y tuve que firmarle en un aparato electrónico de esos que usan ahora. Todo muy digitalizado, sí.

Horas después de la entrega, la persona que me lo remitió desde Canarias me envió el Whatsapp que le acababa de remitir Correos, en el que constaba la entrega. A mi me lo habían entregado el 4 de diciembre casi a las 11 de la mañana. A él le había llegado el Whatsapp a las 14:20. Miradlo:


Según Correos, ¡el paquete se me había entregado ese día a las 12 de la noche! Debió de ser Papá Noel vestido de cartero. Mirad que ni atinan con la hora de entrega.

En fin, os dejo con un retrato del paquete. Tardó más en llegar de Las Palmas a Madrid vía Postal Exprés (Veréis el logo "Paq 48" arriba que "garantiza" la entrega antes de esas horas) que en viajar de Nueva York a Las Palmas... por correo ordinario.


Iniciaré un proceso de reclamación del coste del Postal Express. Os informaré de lo que pase.

Exposición abierta hasta julio.

Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...