martes, 25 de agosto de 2015

Lo que viene



Hoy la bolsa china ha vuelto a caer, arrastrando a los mercados de todo el mundo. Ayer igual.

Lo llevo comentando desde hace meses, si no años. En 2005, en este artículo, y no soy ninguna lumbrera, sólo un tipo que sabe leer, y que además se da de tortas con las matemáticas, comenté la burbuja española, y tipos que saben mucho más que yo y que están en puestos de responsabilidad ni se enteraron (o no quisieron enterarse, que es lo más normal, se llama sesgo cognitivo y es uno de los mayores peligros a la hora de tomar decisiones) hasta que les estalló en la cara. Sólo hacía falta un detonante, y fue la crisis subprime más el arrastre del desastre bancario, del que todavía no nos hemos recuperado -entre otras cosas porque todo lo que se ha intentado para resolverlo era justamente la peor opción posible-.

Nos encaminamos hacia una enorme debacle financiera, algo sin precedentes. China sigue en un estado desesperado, comandada por personas que no entienden el problema, la mayor burbuja de la historia (el último ejemplo es la caída bursátil de ayer y hoy; hay una burbuja de billones de Euros que acabará explotando, eso ya lo comenté hace tiempo), pero además con una Europa que cree haber solucionado su problema de crédito y su propia burbuja cuando en realidad sólo la ha barrido debajo de la alfombra (enormes deudas de los bancos europeos con Estados como Grecia han sido compradas por... China), y con unos Estados Unidos entrampados entre la recuperación y el desastre por tener un altísimo porcentaje de su economía en manos de... China.

Pasará sin avisar, pero hay gente advirtiéndolo. Entre ellos Paul Krugman, o Joseph Stiglitz. Dos Premios Nobel. Pero la economía sigue su carrera desbocada hacia el abismo. Entre otras razones, está la incapacidad ideológica de los neoliberales en el poder actualmente de comprender que la única manera de domeñar esta recua desbocada es la regulación rigurosa y durísima, cosa que odian per se, porque su ideología les obliga a odiar la intervención estatal.

Se creen que haciéndose “los duros” siguiendo, por ejemplo, caso de España o Grecia, las órdenes incuestionadas de la Troika, castigando al Estado del Bienestar y a las rentas del trabajo y privatizando como si no hubiera un mañana, hacen más que suficiente, sin comprender en realidad lo que está pasando: que están haciendo justo lo contrario de lo que se necesita, que el mundo sigue en manos de especuladores, de multinacionales todopoderosas y de una banca desregulada, y con unas economías pésimamente dirigidas (las decisiones de China son errores de libro: otro problema ideológico, basado en su lucha interior entre el comunismo y el mercado libre, que lleva a monstruos; de nuevo, el sesgo cognitivo).

Como decía Krugman en un reciente artículo: se hicieron ricos cuando sobraba el dinero. Eso no significa que fueran inteligentes.

Así, el big crunch será gigantesco. Como niños pequeños, parece que no aprenderemos hasta que la catástrofe esté encima. Y en el peor escenario, con una catástrofe humanitaria inimaginable en nuestras fronteras, que además Europa está manejando de la peor manera posible, y con un desastre en el Cercano Oriente que está arrasando países enteros.

Todos los ingredientes para el desastre están preparados. Y nadie se da por enterado. No sé si nos dirigen idiotas redomados o personas horrorosas. En cualquier caso, el resultado va a ser el mismo: una debale sin precedentes. Preparaos, porque llegará sin previo aviso.

¿Podemos hacer algo? Sí, echar a los que nos gobiernan y rogar por que los que elijamos tengan el coraje suficiente para hacer lo que hay que hacer... con medio mundo en su contra.

Dice el viejo y brutal refrán castellano que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. En este caso, los ciegos querrán cegar al tuerto lo antes posible. O si no, mirad lo que le han hecho a Grecia.

La foto está en Wikimedia Commons bajo Dominio Público.

Exposición abierta hasta julio.

Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...