La escena, que ocurre justo tras el primer momento en que oímos el "Also Sprach Zarathustra" de Richard Strauss, supone un salto temporal y evolutivo absolutamente asombroso.
Kubrick, nacido en el Bronx neoyorkino pero ciudadano londinense, veía todo el cine que podía, y todo lo que se estrenaba, para mantenerse al día en su trabajo. Así que no nos debería de caber la menor duda de que años antes de hacer "2001", conocería esta preciosa elipsis de "A Canterbury Tale", una de las películas más hermosas de Michael Powell y Emeric Pressburger, el dúo mágico del cine británico, realizada en 1944, aún en plena II Guerra Mundial. Un canto a la alegría de vivir para cualquier era.
La elipsis también transcurre en el cielo, y nos lleva desde el vuelo de un halcón de cetrería en el Siglo XV (la época de los cuentos originales de Canterbury, en la que se inicia la película) hasta un caza británico en el Siglo XX. Quinientos años. Tampoco está mal.
Revisando impresionantes momentos reciclados posteriormente por cineastas, no deja de intrigarme cómo los maestros del cine se influencian unos a otros con el paso de las décadas y las generaciones, y lo poco que sabemos de esas influencias, en una industria que vive dominada por los egos.
Powell y Pressburger. Los arqueros. No os perdáis sus películas. Ahí os dejo la preciosa carátula de "A Canterbury Tale" de Criterion.
Uso las imágenes contenidas en este artículo acogiéndome al derecho de cita. Fuentes: Youtube y Criterion.