A 232 grados Celsius arde el papel. En nuestro Sistema Internacional, esas son las unidades correctas para traducir el mítico título de Ray Bradbury, "Fahrenheit 451".
Y Celsius 232, en Avilés, es el mejor encuentro de literatura fantástica del territorio nacional. Este año he tenido la suerte de ser invitado a presentar mis últimas novelas, pero sobre todo he podido gozar de la bonhomía de Tim Powers, cuyas "Puertas de Anubis" me dejaron los ojos abiertos como platos hace un montonazo de años (compré la primera edición de Gigamesh, imaginaos), o del gran Patrick Rothfuss, Adrian Tchaikovsky, Ian Watson o Joe Abercrombie. O de escritores nacionales enormes como Juan de Dios Garduño o Josué Ramos y su fascinante seleción de steampunk nacional. O los fascinantes monstruos de la troupe de "Hijos de Mary Shelley".
En la foto, según las agujas del reloj, Diego Rodríguez y Jorge Iván Argiz, que han creado con un esfuerzo gigantesco y en tiempo récord un evento imprescindible en la escena cultural española, junto a José Manuel Estébanez y Germán Menéndez. Jesús Palacios estaba al otro lado de la foto ¡Perdona Jesús! Bonhomía, entusiasmo y amor por el género. Ha sido un privilegio y una gozada compartir vuesto espléndido Festival, amigos.
¡Gracias!
