domingo, 15 de junio de 2014

Case Studies

El infierno está en los pequeños detalles. He aquí dos ejemplos fotográficos, dos "casos de estudio", en las dos ciudades que más frecuento últimamente, Madrid y Las Palmas de Gran Canaria.

El misterio de los sopladores

El polvo levantado por un sólo soplador de hojas
se eleva 10 metros en una calle de Madrid
¿Eso para qué sirve, aparte de para llenar de alergenos la vida de la gente?
(Y para enriquecer a FCC, claro)

Ya me he referido a este asunto en otras ocasiones. Como toda gran ciudad, Madrid es un monstruo repleto de problemas logísticos, y desde hace unos seis años el Ayuntamiento ha decidido que el sucísimo método de las máquinas sopladoras de hojas es el más eficiente para limpiar las calles. Nadie se ha parado a pensar en que en un mundo en el que los alérgicos se multiplican, además, gracias a la contaminación atmosférica -y Madrid tiene records en ese aspecto- los alergenos, generalmente pesados, acaban en el suelo de la ciudad. Levantarlos en enormes nubes no parece la mejor idea del mundo. Pero al parecer lo que interesa en Madrid no es hacer un estudio de los problemas de salud que generan los sopladores de hojas -diseñados para eso, para soplar hojas en jardines-, sino que al parecer lo que importa es que la subcontrata, en este caso FCC, ese monstruo que igual levanta puentes que limpia ciudades, haga su trabajo de una forma supuestamente eficiente.

Usar sistemas creados para otro menester -soplar hojas en este caso- para el que no han sido diseñados, causa, creo, un grave problema para la salud colectiva, no parece demasiado eficiente -el sistema consiste en "mover" lo que hay en el suelo usando los aparatos sopladores para que luego un camión "recoja" esos materiales con sus escobas móviles, lo que a lo mejor podría funcionar para objetos grandes, pero desde luego no sirve para nada con el polvo-, ni sustituye al viejo sistema madrileño de regar la urbe más el paso de los tradicionales trabajadores de recogida de basuras manual. Pero claro, todo eso es caro -seguramente se cubrirá una menor superficie por cuadrilla-, y sobre todo es caro para que FCC obtenga beneficios de una subcontrata ganada a la baja.

Toda la ineficiencia, estupidez e inutilidad de la privatización en una sola imagen.

El problema es que nadie parece haberse dado cuenta del problema, al menos nadie en el Ayuntamiento de Madrid.


Premio al Planificafor Urbano del Año


Diseñando ciudades eficientemente

La foto la tomé en Las Palmas de Gran Canaria, en el carril bici de la Avenida Marítima. ¿Quién fue el lumbreras que decidió poner los aparatos de la hora al borde justo del carril bici y orientados hacia el interior? Así, de forma sistemática, el carril es invadido por peatones. Es imposible evitarlo. Y no me sirve que la maquinita de marras estuviera allí antes del carril. Se añade al proyecto un giro de 180º de los aparatos y listo. No es tan difícil.

Lo dicho, premio para el caballero.

Y así todo.

Parece que pensar se hace cuesta arriba cuando se llega a ciertos puestos de altura municipal. El problema es que cuando pides responsabilidades, nadie sabe nada, y nadie es responsable de nada. Una de las miles de cosas que hay que arreglar en esta España atontada que hemos creado entre todos. Unos por acción, otros por inacción. Una España en la que los que tienen que trabajar para nosotros, trabajan para otros.

Exposición abierta hasta julio.

Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...