domingo, 2 de febrero de 2014

El órdago



Dice Costas Lapavitsas, economista griego, en una interesante entrevista publicada por Eldiario.es, que los gobiernos que hagan políticas progresistas en Europa tendrán que salir del Euro. Esta frase encierra una carga de futuro y de poder que, manejada con inteligencia, podría poner en manos de un gobierno inteligente el destino de una europa futura. Las pistas son sencillas:

1- Efectivamente, cualquier país que quiera iniciar en la Zona Euro políticas progresistas va a vérselas con la Troika (CE+BCE+FMI para los no familiarizados con quién manda), y será duramente presionado. El pánico de Europa es el desequilibrio del déficit, y a ese becerro de oro lo sacrifica todo, incluidas vidas humanas, como estamos viendo a diario con las políticas de austeridad que nos vienen impuestas y que este gobierno y el que le precedió han aceptado con mansedumbre bovina.

Pero...

2- España es “too big to fail”. No pudo ser intervenida, no porque alguien haya hecho bien su trabajo aquí, sino porque intervenir España es el fin del Euro. España tampoco se puede ir de la Moneda Única, porque el Euro desaparecería (no sería grave volver a la peseta y recuperar el control de nuestra moneda, o al menos no tan grave como predicen los agoreros que trabajan para... ¡Oh, cielos, la Troika, qué coincidencia! Vendrían malos tiempos, pero pasarían pronto con una moneda barata y devaluable). Somos demasiado grandes. Y ese es nuestro poder. El que podemos usar en pro de nuestros ciudadanos.

Y ahí está nuestro órdago, nuestro poder y nuestra razón: podemos cargarnos el Euro si no se nos escucha, siempre hemos podido hacerlo. Y nuestra capacidad de negociación, que es muchísima, porque podemos agarrar a la Troika donde más le duele, está ahí, pero para usarla hace falta que nos gobierne gente inteligente, responsable y con conciencia cívica, no los herederos de la casta feudal que hacen estos bailes de máscaras que en España llamamos “política”.

Podemos hasta formar una coalición con los países que están siendo arrasados por estas políticas deshumanizadas (Irlanda, Grecia, Portugal e Italia) y plantear una salida masiva del Euro de los PIIGS si no se nos devuelven (entre otras cosas):

a) la soberanía en ciertas decisiones económicas y

b) el control ciudadano sobre las políticas macroeconómicas que están convirtiendo el continente en un erial.

No nos pueden decir que no, amigos, porque si nos vamos se acaba todo. El fin. The End. Bye, Euro. Hello, mal rollo.

Se puede hacer, sólo hay que tener la valentía de ponerte al sevicio de tu pueblo, no al de los intereses especulativos, hay que tener estadistas al gobierno del barco. Gente generosa y dispuesta a luchar por su gente, que son quienes les pagamos el sueldo, hasta las últimas consecuencias. Que insisto, para eso se les elige.

Y el reloj sigue contando. A ver quién se atreve. Tic, tac...

¿Otra salida? ¿En este escenario? No la hay, amiguetes, que diría Santiago Segura. No hay salida con una deuda soberana y privada impagable (sí: es IMPAGABLE), con varias burbujas a punto de estallar (China es la más peligrosa), y con el Estado en bancarrota (sí: está en BANCARROTA) exprimiendo a los españoles hasta la agonía. Ah, y con el pequeño detalle de una moneda única indevaluable controlada por unos tarados con MBA sumidos en la secta ideológica de la Escuela de Chicago.

No, no hay otra salida.

A ver quién tiene lo que hay que tener.


La imagen está en Wikimedia Commons, bajo licencia Creative Commons Attribution Share Alike 3.0 Unported. El autor es Vegas Bleeds Neon.

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