Es
un problema que un medio “ideologice” su línea editorial. Vale
que todos lo hacen, eso es natural, pero a veces eso les lleva a
tratar desigualmente las noticias que no entran dentro de su “esfera
de prejuicio”.
Ya
comenté algo al respecto cuando Eldiario.es se ocupó de una noticia
sobre las (posibles, supuestas) presiones cabilderas de la MPAA ante
el Presidente del Gobierno en un post anterior.
Ahora
se trata de Público, un diario que siempre se ha inclinado por una
línea editorial favorable a las “descargas de archivos” sin
hacer distingos, tengan o no propietario, se hagan con o sin el
consentimiento de estos, cosa que en mi opinión es fundamental para
aclarar la maraña interesada que los cabildeos de las operadoras
telefónicas y de internet han creado.
Recientemente,
en esta noticia, Público se hizo eco de que una web (que contenía
enlaces a archivos protegidos por derechos de autor) había
presentado una impugnación ante la Audiencia Nacional contra una
resolución de la Comisión de la Propiedad Intelectual en la que se
les acusaba de vulnerar los derechos de autor de la obra La
sombra del viento,
de Carlos Ruiz Zafón, a la que su web enlazaba.
La
impugnación es un derecho que asiste a quien es objeto de una
denuncia, como lo es el recurso de casación. No es nada más que eso, hasta que no es aprobado por el juez. La noticia de Público
convierte un gesto de los abogados de la web denunciada, que es
presentar por registro una solicitud de impugnación en un hecho
consumado.
El segundo titular de Público reza:
Los
responsables de la web 'Quedelibros.com' impugnan ante la Audiencia
Nacional una resolución que les acusaba de vulnerar los derechos del
libro 'La sombra del viento', de Carlos Ruiz Zafón.
El uso del verbo llama a equívoco. Nadie ha impugnado nada. Se ha
presentado una solicitud de impugnación. Sin
embargo, Público lo presenta casi como una sentencia consumada, y se citan
declaraciones del abogado de la web, en las que parece que esté
saliendo del juzgado con la sentencia a su favor en la mano (e
insistiendo una vez más en esa distinción que me parece falsaria y que distingue
entre el enlace y la tenencia de un archivo, algo que me parece
moralmente deleznable: “no, señoría, yo no pirateo, yo enlazo
¿Entiende?” ¿Es que no se distingue aquí la hipocresía del
argumento, que propicia el hecho de piratear contenidos sin el consentimiento de sus propietarios?).
He
mirado en otros medios, y sorprendentemente, e independientemente de
la ideología de los mismos, la noticia ha sido “copiada y pegada”
por las respectivas redacciones sin que nadie haya entrado a
analizarla. Así, ABC Insiste en el error con un titular tan directo
como:
Al
final la noticia, suministrada por la Agencia EFE, ha sido
reproducida sin análisis por cada medio.
El día 6 de marzo de 2013, CEDRO, la asociación que defiende los derechos de los autores de
libros, ha presentado una impugnación al Real
Decreto 1657/2012, de 7 de diciembre, por el que se regula el
procedimiento de pago de la compensación equitativa por copia
privada con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, una ley
que considero absurda y lesiva, dictada a golpe de titular y de
presión cabildera. CEDRO defiende así los derechos de sus
representados, ya que la recaudación, al haberse anulado de facto el Canon Digital, ha pasado de 150 a 5 millones de Euros, por lo que muchos proyectos de ayuda a los autores peligran.
El
País y otros medios publican también la noticia. Sin embargo, Público ha elegido ignorarla. Y aquí vuelve a entrar en juego la “esfera del
prejuicio” del medio periodístico, que falta a su deber, creo, obviando una noticia generada por una parte que "no cuenta con su simpatía editorial".
En este “mundo al revés” que es España, las
asociaciones que defienden a los creadores se ven como “sospechosas”
y sus decisiones no merecen publicación (en igualdad de condiciones,
la noticia de la presentación de una impugnación debiera recibir el
mismo tratamiento, la presente quien la presente). En cambio, los
abogados que defienden a empresas que están bajo la sospecha de
atentar contra la propiedad intelectual reciben otro trato. No
debería de ser así.
El
tratamiento de El País a la noticia, firmado por Tommaso Koch, merece comentario aparte. Me centraré en este
párrafo, que lo sintetiza todo:
Para
2012, del calculó resultaron 5 millones de euros, a repartir entre
todas las entidades de gestión de derechos de autor. Y si el propio
canon digital fue tumbado en el Tribunal de Justicia de la UE y en la
Audiencia Nacional (además de indignar a muchos ciudadanos), ahora
Cedro espera que el Real Decreto siga el mismo destino en el Supremo.
Aparte
de la falta de ortografía, este párrafo es falso. Lo que el
Tribujal de Justicia Europeo declaró no procedente es la
"aplicación de éste de forma indiscriminada a empresas y
administraciones" (cito la noticia de la web de RTVE al
respecto).
El Canon Digital se aplica en toda Europa. ¿Por qué un medio como
El País es capaz de difundir falsedades de este calibre? Pero el articulista da un paso más y afirma que el Canon llegó a "indignar a muchos ciudadanos" en un ejercicio de opinión mezclada con noticia ¿Existe alguna encuesta o estudio científico que lo afirme? ¿Puede citarla el redactor? Este sólo tenía que dirigirse a la entrada de Wikipedia que informa sobre el Canon por Copia Privada (España), y conocería la historia (si bien en versión de parte, porque el artículo no es demasiado equilibrado, razón de más). Cito de Wikipedia:
El 21 de octubre de 2010, el tribunal de la Unión Europea declara legal y conforme al derecho europeo la adaptación al derecho español de la directiva europea y el canon compensatorio, pero cuestiona su aplicación indiscriminada en el caso de empresas y profesionales, aclarando que el problema surge siempre y cuando los aparatos adquiridos por estos sean destinados a fines distintos al de la copia privada. El tribunal estima que en el caso de los particulares que adquieren aparatos y soportes susceptibles de realizar copias protegidas, no es necesario probar que se destinaran a ese fin para aceptar como legal la aplicación del canon.
Finalmente, respecto al hecho de que el Canon fuera "tumbado" por la Audiencia Nacional, me remito de nuevo al mismo artículo de Wikipedia:
El 24 de marzo de 2011, la Audiencia Nacional anuló la orden que regula las tarifas aplicables a los diversos aparatos y soportes gravados con el canon digital. El motivo es que por ser un reglamento este necesitaba unos trámites relacionados con memorias justificativas y económicas que no se realizaron.
El motivo de la anulación fue puramente burocrático, si bien políticamente interesado. El País ni comenta este asunto. La secuencia de acontecimientos llevó finalmente a la anulación del Canon que ahora CEDRO ha recurrido. El Gobierno Español, legislando a golpe de presión cabildera, anula una legislación apoyada por Europa, que se verifica en todo el Continente (de hecho el Canon es la transposición de una Directiva Comunitaria), ante una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo que sólo pedía que se ajustara su aplicación en el caso de empresas y profesionales.
El artículo de El País muestra directamente varias mentiras en un sólo párrafo, redactadas por una persona que no se ha informado lo suficiente como para hacer su trabajo y que aparece sufriendo "vicio de parte". En la que se supone es la cabecera más prestigiosa de lengua española, se difunden noticias de esa manera, que no contribuye en absoluto al prestigio de nuestro periódico de cabecera.
Si los medios informativos no son capaces de evitar algo tan simple como emitir información de parte, desvirtúan su existencia; el ciudadano difícilmente puede hacer
un juicio partiendo de datos desequilibrados y deformados interesadamente. Desde luego, en el caso de la Propiedad Intelectual, las ingentes inversiones de los grandes conglomerados de Internet, encabezados por Google y los proveedores de conexión, dan sus frutos, en una maraña de desinformación que llega incluso a viciar al propio periodista. Es algo que debería movernos a una profunda reflexión, pues nos afecta a todos. Difundir mentiras no ayuda a nadie.
La imagen es de la obra de Orest Kiprensky. Readers of the Newspaper in Naples. 1831. Oil on canvas. The Tretyakov Gallery. Moscow, Russia. La he encontrado en Wikipedia Commons, y está en Dominio Público.