Complemento mi texto Las Guerras Secretas con un pequeño comentario extra que tenía pendiente de hacer (y que había prometido en aquel texto).
Hace unos días fui invitado a un festival de cine en la India. Con
estrecho margen de tiempo acudí al proceso existente actualmente para
obtener un visado de turista. Cual no fue mi sorpresa al comprobar que
se había habilitado un proceso más lento que el estándar para gente
vinculada al audiovisual debido a supuestos malos usos del visado de turista por
parte de periodistas. Yo no soy periodista.
Ahora se nos considera a todos journalists y la
burocracia que se nos hace enfrentar triplica los plazos y requiere de
cartas de solicitud por parte de quien te invita, etc. Así que tuve que
comunicar al Ministerio de Comunicación indio que me era imposible
asistir.
No es la primera vez que muchos
pagamos excepciones y legislaciones realizadas en momentos de alarma. Los gobiernos, con una actitud digna de un
parvulario, legislan para escarmentar a la vista de casos excepcionales.
Pasamos demenciales controles de pasajeros en los aeropuertos por la
vaga amenaza de un terrorista que hace casi una década intentó
chapuceramente un atentado con explosivos en sus zapatos. Sin éxito, claro, pero eso da igual. Es sólo un ejemplo entre muchos.
Es menos probable que
mueras en un atentado en Occidente que te mate un meteorito o un
accidente de aviación. Así y todo los controles siguen ahí.
Especialmente en estos tiempos en los que el miedo parece ser muy
rentable. Es La Doctrina del Shock, que recomiendo leer y ver.
Pero es que la legislación sobre la excepción está en muchos sitios.
-Si eres familiar directo
de un administrador de una empresa familiar, no tienes derecho a paro
hasta los veintipico años de edad y entonces sólo cobrarás la mitad de
la prestación a la que tendrías derecho. Al parecer hace años alguien
defraudó en ese aspecto y se cambio la legislación ¿Lo sabías?
-Los organismos públicos para controlar su propia corrupción interna han tenido que habilitar un departamento interno que lo que hace es que ralentiza los pagos a proveedores en plazos imposibles, aumentando las deudas anuales. Suele llamarse "Intervención". Hace todo el proceso más lento, pero las corruptelas siguen ahí, no hay más que leer la prensa.
-Los canarios hemos estado varios años teniendo que demostrar que somos residentes con papeles que tenemos que obtener en nuestro ayuntamiento porque una empresa, Islas Airways, al parecer hizo algo ilegal (pero inexplicado; ni hay fecha de juicio) con ese derecho que implica un descuento del 50% en las tarifas de los vuelos. El Ministro del ramo nunca supo explicar lo que pasó. Jamás una explicación racional, y de nuevo pagamos el pato todos.
-El REF canario (Régimen Económico y Fiscal), nos subvenciona, entre otras cosas, todos los fletes que llegan aquí; por el REF podemos pagar por la Leche Pascual lo mismo que se paga en península, porque si se pagara el transporte (que el REF subvenciona) un cartón de leche costaría 6 euros, y en una megainflación local nos moriríamos de hambre, literalmente. Pues bien, hay un movimiento en Madrid que aboga por eliminarlo, sin pensar en las consecuencias, porque, al parecer, y a decir de algunos (de nuevo explicaciones vagas), hay quien lo está usando de forma poco clara ¿Esa gente se ha parado a pensar en las consecuencias si logran sus objetivos legislativos? Una catástrofe humanitaria ¿Se han parado a pensar en ello? Lo dudo, porque ese movimiento cobra fuerza y sigue peleando por acabar con el REF ¿Y los políticos canarios que deberían de defendernos en ese aspecto? Corramos un tupido velo.
-Hacienda, cuando ha permitido que Canarias tenga una desgravación fiscal para rodajes de películas en las Islas, se pone ella misma una trampa (o varias) con una legislación que fuerza a los posibles inversores a declarar y devolver sus desgravaciones, y hace a los potenciales inversores en cine objeto de duras inspecciones sistemáticas, haciendo huir al inversor.
-Dos titiriteros que cometieron el error de hacer a destiempo y en el lugar menos indicado una obra satírica al estilo de Punch and Judy, y en un momento en que se les podía usar como arma política, han pasado cinco días en la cárcel por una legislación creada para otros tiempos (la apología del terrorismo) y unas leyes recientes desarrolladas por un gobierno con mayoría absoluta y sin debate parlamentario. Para eso me remito a este texto que escribí hace ya más de un año. Lo escalofriante es ver cómo no existe separación entre los Poderes en España, y cómo un Fiscal y un juez pueden cometer lo que pudiera ser un delito de prevaricación a las órdenes de terceros. Y no digo más, que puedo meterme en líos.
Legislando, en fin, para casos excepcionales, sólo se logra hacer las cosas más difíciles para todos. Pero así va este país. Eso sí, esas situaciones de "legislaciones de emergencia" permiten a los gobiernos crear leyes impopulares y represivas, que recortan gravemente libertades civiles, con la aquiescencia de la gente, "porque la seguridad lo requiere". Las razones, claro, siempre son vagas. Pero las libertades se están recortando a niveles de los años setenta, y no pasa nada.
El texto al que me refiero en el párrafo anterior, según la famosa "Ley Mordaza", me podría llevar a la cárcel, aunque fue escrito antes de su entrada en vigor. Me explico:
El Artículo 559 del Código Penal, dentro del Capítulo III, "De los Desórdenes Públicos", reza como punible:
"La distribución o difusión pública, a través de cualquier medio, de mensajes o consignas que inciten a la comisión de alguno de los delitos de alteración del orden público del artículo 557 bis del Código Penal, o que sirvan para reforzar la decisión de llevarlos a cabo, será castigado con una pena de multa de tres a doce meses o prisión de tres meses a un año."
El artículo 30.3 del proyecto de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana (o "Ley Mordaza") añade:
"A los efectos de esta ley se considerarán organizadores o promotores de las reuniones en lugares de tránsito público o manifestaciones las personas físicas o jurídicas que hayan suscrito la preceptiva comunicación. Asimismo, aun no habiendo suscrito o presentado la comunicación, también se considerarán organizadores o promotores quienes de hecho las presidan, dirijan o ejerzan actos semejantes, o quienes por publicaciones o declaraciones de convocatoria de las mismas, por las manifestaciones orales o escritas que en ellas se difundan, por los lemas, banderas u otros signos que ostenten o por cualesquiera otros hechos pueda determinarse razonablemente que son directores de aquéllas."
Por su conjunción un fiscal enloquecido podría pedirme prisión preventiva y una condena como la citada arriba por incitar a la desobediencia. Así vamos. Así estamos.
Esto está pasando hoy, en la segunda década del Siglo XXI, en un país supuestamente desarrollado y con una democracia parlamentaria.
Pondré un ejemplo para acabar, usando lo que en matemáticas se llama reducción al absurdo.
Santiago
Carrillo vivió 90 años y fumaba. El tabaco es una de las sustancias más
letales que se conocen, pero si Carrillo vivió 90 años fumando a diario,
algún político demente podría legislar que fumar es estupendo y volver a
permitir que se haga en lugares públicos. Así, una de las medidas más
importantes para la salud de la gente desde el punto de vista de la
supervivencia casi desde la invención de las vacunas o del
alcantarillado publico (los ingresos hospitalarios por infarto agudo han bajado en un apabullante 22% desde que no se puede fumar en lugares públicos, es decir es una ley que salva vidas cada día), sería papel mojado. El legislador sólo vería a
Carrillo, pero no a los millones de muertos que no llegaron a su edad
porque les mató el tabaco. Un legislador así de incompetente haría
salivar a los ejecutivos de la despiadada industria del tabaco.
¿Es absurdo? Bueno, por eso se llama "reducción al absurdo" :-)
Pues así estamos en España estos días. Bueno, lo que comento, por cierto, pasa en Estados americanos donde el lobby del tabaco tiene gran poder, como Texas o Virginia, lugares donde la clase en el poder niega la evidencia científica del daño del tabaco, como las carboneras norteamericanas niegan el cambio climático. Ideología versus evidencia científica, una locura completa que se convierte en dislate cuando se torna legislación.
En fin, que legislar sobre
excepciones, o en base a alarmas sociales es una estupidez, y también desde el punto de vista del político taimado debería de serlo, pues coartar la libertad ciudadana es algo perverso por definición, y condenado a la desaparición. Pero estamos rodeados de estupideces
semejantes, por todos lados. A ver si aprendemos de una vez. Mirad que está pasando hasta en Francia, donde un gobierno supuestamente social está aprovechando los espantosos atentados sufridos recientemente para aprobar leyes básicamente de coerción a la población.
Ojalá todo esto no sea otra cosa que otro movimiento de marea de un sector gubernativo que aún no entiende el significado de las libertades civiles ni del término democracia, ni tampoco de la compasión ni de la empatía. Gente que legisla para sus amigos y que convierte al que piensa de forma diferente en enemigo, como reza el espantoso refrán español, que ojalá algún día forme parte de nuestro pasado:
"al amigo, todo
al enemigo, ni agua
y al indiferente,
la legislación vigente"
Qué cruelmente nos retrata el refranero; cómo nos devuelve tantas veces la imagen de un monstruo que pensábamos habíamos desterrado a las catacumbas del pasado. Pues no, ahí está.
Las libertades, ganadas con sangre, son lo más frágil. Lo que hemos de proteger con más fuerza.
Si las perdemos, lo perdemos todo.
La ilustración del número 1 de las nuevas Secret Wars es copyright Marvel.