Estas
dos fotos muestran sendos mercados en Madrid, separados más o menos medio kilómetro uno del otro.
En los dos casos, antes eran edificios con unos sesenta o setenta años, representativos de una arquitectura determinada -y por tanto, supuestamente, sujetos a algún tipo de protección-, y fueron arrasados para crear carísimos edificios-acontecimiento, frenando la vida de dos barrios durante los meses o años que duraron las obras, y poniendo en peligro grave la viabilidad de los negocios que vivían de esos espacios, algunos de los cuales no han sobrevivido a este radical aggiornamento.
En los dos casos, antes eran edificios con unos sesenta o setenta años, representativos de una arquitectura determinada -y por tanto, supuestamente, sujetos a algún tipo de protección-, y fueron arrasados para crear carísimos edificios-acontecimiento, frenando la vida de dos barrios durante los meses o años que duraron las obras, y poniendo en peligro grave la viabilidad de los negocios que vivían de esos espacios, algunos de los cuales no han sobrevivido a este radical aggiornamento.
Se supone que hemos pasado, o estamos pasando aún, por una de las peores crisis de la historia reciente de este país, pero se siguen haciendo estas cosas, como aeropuertos sin aviones, o radiales ruinosas, y nadie es responsable de nada de estos gastos demenciales.
O como nadie es responsable de que actualmente se esté especulando con las viviendas de protección oficial, o que se eche a sus habitantes revendiéndolas a inmobiliarias buitre. Sé que es un tema diferente, pero tal es el grado de vileza imperante que se están cometiendo dislates y crueldades innúmeros y nadie sabe nada, y nadie tiene responsabilidad de nada. Las cosas pasan espontáneamente. Es que son así las cosas.
O como nadie es responsable de que actualmente se esté especulando con las viviendas de protección oficial, o que se eche a sus habitantes revendiéndolas a inmobiliarias buitre. Sé que es un tema diferente, pero tal es el grado de vileza imperante que se están cometiendo dislates y crueldades innúmeros y nadie sabe nada, y nadie tiene responsabilidad de nada. Las cosas pasan espontáneamente. Es que son así las cosas.
Volviendo a estos monumentos al despropósito en forma de mercados de barrio deconstruidos ¿Por
qué? ¿Para qué? ¿A quién beneficia esto? ¿Cuánto han costado
estos dos espantos? ¿Quién pensó que era útil destruir viejos mercados
que reflejaban la historia arquitectónica de las zonas en las que se encontraban para las futuras generaciones con la intención de construir mamotretos carísimos, para colmo en una de las
ciudades más endeudadas de Europa, y precisamente por obras sin
sentido como estas?
¿Alguien
que responda a esto? ¿Alguien que conozca los números de la pesadilla de una ciudad dirigida por gente demasiado estúpida?
No,
señora Botella, no me refiero a usted. Si a usted le han hecho creer
que vale para alcaldesa de Madrid, con eso me responde a cualquier
pregunta que se me ocurra sobre usted, sobre su formación política,
sobre sus ideas y pensamientos, y sobre muchas cosas de España así,
en general. Ya ve usted, las cosas que me ha dicho usted sin decir
esta boca es mía. Gracias.
Las fotos las tomé el viernes 18 de julio de 2014 con mi teléfono móvil.