domingo, 28 de diciembre de 2014

No aprenden



En los próximos meses asistiremos a la enésima privatización de lo poquito que nos queda a todos en España. Se trata, claro, de AENA, un fenómeno que se viene gestando, y que me tiene hablando solo, desde hace un par de años.

No basta comprobar que las previas privatizaciones, como las de Telefónica, la banca pública o la “liberalización” eléctrica (que ha puesto en manos de inversores de otros países un sector tan estratégico), y también (secreta y sibilinamente) la de la sanidad y de la educación, y otros servicios (por si esto no fuera poco, ahora están con el agua de abasto en algunas ciudades). Así, han vaciado al Estado (o sea: a ti y a mi) de su capacidad de generar riqueza para todos desde esos negocios en sectores básicos. Tampoco basta ver la degradación en el trato al cliente y la subida demencial de precios que han traído consigo. Hay que liquidar lo poco que queda por una miseria. Ese es el motto.

El sistema es perversamente perfecto: coges un negocio público saneado, construido con los impuestos de todos, y lo conviertes en una empresa privada, y a ganar dinero, pero ese dinero ya no es del Estado. Es de una empresa privada que ahora decide sobre cosas públicas. Cuando haces eso con servicios de primera necesidad, estás jugando con fuego.

Sé que no es popular decir que toda esa forma de actuar no es más que ideología. Y como toda ideología, es una forma de fanatismo. Los inútiles, y les llamo así con pleno conocimiento, que han puesto al cargo, y que practican lo que se les ha ordenado como robots, no tienen el menor interés en que las cosas vayan mejor para todos. Están cegados como los miembros de cualquier grupo religioso fanático por su frame of thinking. Parece que salgan así en serie de las escuelas de economía, y si no lo hacen, la selección artificial se encarga de que los más dóciles y capaces de ejercer la banalización del mal (“lo que hago no es ilegal”, rozar el crimen no es un problema en este entorno mafioso) sin sonrojo, llegen a los puestos de dirección.

El actual Presidente de AENA, un tipo que se supone que es de mi generación, pero que para mi viene de otro planeta, es José Manuel Vargas Gómez. Él es el responsable de los aeropuertos-zoco actuales que practican la explotación de sus trabajadores de forma sistemática, y que llevan jugando con fuego (léase seguridad aeronáutica) desde hace demasiado tiempo. Un licenciado en Económicas por la Complutense y en Derecho por la UNED, lo que no es decir mucho ya que a lo que se ve no tiene ni idea de aeronáutica, pero que ha trabajado, claro, en PwC, luego en JOTSA, del Grupo Philip Holtzmann, una empresa que suspendió pagos bajo su mando en 1999 y fue... comprada por RUMASA, y en VOCENTO–ABC. Un cachorrillo de la secta de los tecnoliberalizadores, esos que creen en la Biblia de la Privatización a pies juntillas, que no cuestionan las órdenes y que son intercambiables como los ladrillos de una pared; valen igual para un roto que par un descosido, y hacen lo que se les ordena que hagan. Un chico bueno, en resumen, para el sistema, con un sueldo millonario, eso sí.

En unos tiempos en los que se ha demostrado con sangre que las privatizaciones son desastrosas, no sé cómo se puede seguir actuando de esa manera, y además con plena impunidad. Leed la noticia al respecto en El Diario. Decidme si todo este proceso no hiede a kilómetros; que si un informe hecho en tiempo récord, que si PwC (faltaría más) y luego E&Y, que si hay prisa y es la segunda intentona... un dislate. Decidme si no es cuanto menos sospechoso de prevaricación, y corto me quedo.

Harto estoy de los Josés Manueles Vargas Gómez, y sólo puedo hacer pública mi rabia en unas pocas líneas ante este sistema pútrido, infectado y profundamente estúpido, al que la gente le da igual. Se me acaban los adjetivos. 

Harto estoy de esa forma de pensar irracional, contra toda la evidencia, propia, lo digo y lo repito, de una secta; de gente que no sé dónde coño ha dejado su humanidad.

Gente que no me gusta, y a la que no quiero en puestos de responsabilidad. 

Ojalá cambie el frame of thinking de ese país, que ya casi no nos queda tiempo.


La foto de la T4 la saqué el 22 de diciembre.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Desobedece



(Empecé a escribir esto pensando en la llamada Ley Mordaza. Pero tiene que ver con muchas cosas más. Ahí va.)

Desobedece. Diles que no. Es tu deber. El mio. El de todos. Las leyes creadas en tu contra, en contra de tus derechos, que han costado tanta sangre, son injustas, ilegales y no deben ser obedecidas. Ya basta.

Desobedece. Están convirtiendo mi país, el tuyo, el nuestro, en un agujero dominado por un grupo de incompetentes que ni se dan cuenta del desastre que están organizando.

Desobedece. Para ellos la realidad no existe. Se creen que se cambia desde el BOE. Tú y yo sabemos que la realidad somos nosotros. Y estamos hartos. 

Hartos de incompetencia, de latrocinio y robo. De miles de semejantes que podemos ser tú y yo echados de sus casas, sin poder pagarse su educación, sus medicamentos, su agua, su electricidad, con sus cuentas embargadas por un sistema podrido, viejo y agonizante. Y lo que es peor, muriendo porque nadie les da la medicación que necesitan, o las ayudas a las que tienen derecho. Porque esto está costando vidas. 

Desobedece. Que vean quién eres. Que escuchen tu voz.

Desobedece. Esta mañana sal a la calle y plántales cara. Ese es el principio del cambio, empieza en mi, en ti, en todos nosotros.

Hay instrumentos para ello. Úsalos. Exige, ponte firme. Pide que te respeten. Tus derechos son inalienables. Eres dueño de tu nación, y ellos trabajan para ti, no al revés. Te han engañado para mantenerse en el poder durante demasiado tiempo. 

Usa la Ley, los juzgados, el Parlamento, Internet, tu voz, tu grito, los graffitis, las hojas de reclamaciones, tu voto, tu charla de bar, tus amigos, Twitter, Facebook, Whattsapp, Telegram, una redacción de clase, una carta a un periódico, un comentario en un foro, lo que sea. Úsalos en plena conciencia de que tenemos que acabar con esto.

Que no te pisen. Que no te avasallen. Que no te hurten lo que tan caro te ha costado ganar: tu libertad, tu educación, tu futuro, tu sanidad, tu casa, el dinero de tu cuenta, tu vida.

No lo permitas.

Desobedece. Métete en líos. Complícate la vida. Estamos para eso. Se lo debemos a los que estuvieron antes y a los que vendrán después. Para eso estamos vivos.

Ahora es nuestro tiempo, nuestro momento.

Levanta la cabeza.

Y desobedece.

Los hombres más sabios del mundo están contigo. Sus sombras, su legado, sus voces, están en nosotros. Dentro de nuestras almas. Somos sus herederos ahora. Esto es lo que hace grande a nuestra especie: supervivientes que han pasado por seis mil generaciones, desde un puñado de cazadores recolectores a conquistar el átomo y el universo. Hemos sobrevivido a hambrunas, epidemias, terremotos, volcanes, glaciaciones y catástrofes sin número. Y si hemos llegado hasta aquí, esto apenas es un pequeño obstáculo.

Así que toma las riendas, y derriba el castillo de naipes que han montado sobre el lodo.

Desobedece.

Y empieza a cambiar esto, y a cambiar tú mismo.

"Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer". — Mahatma Gandhi.


La icónica imagen que uso para ilustrar este artículo está en Wikimedia Commons bajo Dominio Público. Aquí hay algo de historia sobre este logotipo.

El feudo de los tontos



Paso horas y horas en los aeropuertos desde hace bastante tiempo. El suficiente para comprobar cómo han cambiado las cosas. AENA, la empresa pública que los gestiona, lleva tiempo convirtiéndolos en centros comerciales carísimos, destinados a unos clientes, supuestamente ricos, que no veo por ningún lado. Esas tiendas de lujo están perpetuamente vacías, de modo que los franquiciados en esos espacios deben de estar bastante descontentos, pues el pago de la concesión debe de ser bastante alto, pero ¿a quién se le ocurre crear sucursales de Rodeo Drive en lugares que visita mayoritariamente gente que vuela para trabajar, usando especialmente líneas aéreas de bajo coste, y ya está? Los ricos se la pasan en la sala VIP, y no salen de ahí.

Muy típico de los gestores españoles de ciertas empresas, una manada de incompetentes y enchufados incapaces de hacer la o con un canuto, pero que de repente se ven al mando de empresas importantes y florecen en toda su imbecilidad supina. Gente peligrosa los idiotas. Y un país que los pone a dirigir sectores importantes, es un país que merece estrellarse a ver si aprende.

El otro día, en un restaurante llamado Caffriccio (todos son franquicias) de la T4 del Aeropuerto llamado ahora grandilocuentemente Adolfo Suárez Madrid Barajas, que he visto frecuentado por gente haciendo colas, entre ellas el señorito andaluz Cañete que para nuestra vergüenza ha trasladado su incompetencia al Parlamento Europeo, vi un sandwich mixto a 5.20 Euros. Casi 870 pesetas por una mierda de sandwich de jamón y queso con un coste de fabricación que seguramente no pasará de los 30 céntimos. Es decir, UN MIL SETECIENTOS POR CIEN de beneficio. En el Aeropuerto de Gando, en Las Palmas, una botella de agua cuesta 2,60 Euros, cuando en un supermercado cuesta 30 céntimos. CASI UN NOVECIENTOS POR CIEN de beneficio.

Me repugna este estado de cosas, más aún cuando la gente apenas tiene dinero en el bolsillo. Si quieres beber en un aeropuerto has de pagar el agua a precio de pan de oro. Así que he pedido a la Comisión Parlamentaria que es responsable de AENA que haga un par de preguntas al respecto, como por qué se llaman DUTY FREE a unas tiendas que son más caras que las del exterior del Aeropuerto. O por qué anuncian en los puestos de Cambio de las salas de espera aeroportuarias que son los más baratos, cuando cotejar el valor cambiario al día revela que eso es mentira. O si alguien se ha molestado en hacer pruebas de seguridad para tumultos en los pasillos comerciales que ahora tienes que cruzar sí o sí tras pasar los controles de seguridad en caso de una catástrofe. La mezcla de codicia y estupidez puede ser letal.

Pero lo que más me subleva son los controles de seguridad. No sirven para nada, excepto para hacer ricas a las contratas que venden las máquinas de Rayos Equis y aquellas a las que pagan por unos guardias de seguridad apenas preparados (y que en muchos casos tienen que hacer cosas se salen de sus competencias, pues los registros y otras actividades son propias de la Guardia Civil, pero sabemos que la ilegalidad es el pan de cada día en este país que hemos convertido en un dislate).

Se produce en esos espacios de paso un ejercicio de fuerza y humillación sistemático y cotidiano sobre los viajeros que pasan por los controles; han de despojarse de su calzado, mostrar su equipaje de mano, abrir sus ordenadores, quitarse los cinturones, vaciarse los bolsillos y, si te pita el arco de paso de forma aleatoria -las máquinas tienen un algoritmo que lo hace y que se calibra periódicamente- sufrir como añadidura un cacheo humillante y en ocasiones repugnante.

No me imagino lo que sentirá una mujer si la fuerzan a ello. Me parece intolerable. Y no olvidemos que desde hace poco en los grandes aeropuertos han aparecido los eufemísticos pasos exprés para los clientes VIP (los que viajan en Primera o Business, o los que tienen tarjetas Oro y Platino de viajero frecuente de las líneas aéreas, esto es “gente de respeto”, ya me entienden), con un personal más formado y amable, menos quemado (al menos en teoría) y con un tránsito por los arcos y los rayos equis más rápido. Siempre hay clases, hasta en la humillación.

Todo este despropósito empezó hace unos diez años, cuando un supuesto terrorista inepto intentó volar un avión utilizando un combustible de fricción que había untado en las suelas de su calzado. No pasó nada, y el imbécil fue detenido. Eso fue todo. Y el caso nunca quedó claro. Pero todo era post 11-S (recuerden que desde entonces, al menos en USA, un Marshall va en cada vuelo, camuflado entre los pasajeros, por si pasa algo) y la paranoia llevó a estos controles de seguridad de entrada a los aeropuertos, insisto, inútiles, que sólo llevan a que los pasajeros pasen por un estado de vejación intolerable y a que no puedan pasar ni siquiera agua embotellada al interior del aeropuerto, básicamente para que la compren en el interior, que al final de eso se trata. A ver si nos dejamos de tonterías: toda esa mierda está haciendo rica a mucha gente, y la seguridad no es más que un teatrillo miserable.

En un efecto psicológico perverso y premeditado, el humillado pasajero se encuentra al pasar el control con el Shangri-la consumista de un centro comercial rutilante y colorista, y de sonrientes comerciales ofreciendo tarjetas de crédito, o perfumes carísimos, y compra para evitar el sufrimiento generado. El consumo es un conocido placebo, eso lo sabe la psicología contemporánea, esa que usan las grandes empresas para tratar a las personas como perros de Pavlov, y este es un ejemplo más. Se me antoja algo asqueroso y vil. Me repugna. Odio y desprecio que estemos convirtiendo el mundo en una cosa desumanizada y cruel (cuanto más sabemos de nosotros mismos, más usamos de ese conocimiento para manipular a los demás), y el tratamiento a que los humanos someten a sus semejantes en los aeropuertos me repele especialmente. Es signo de los tiempos, de una era deshumanizada, de hombres pisoteando a hombres. No, no me gusta nada.

Y nadie parece interesarse en ello. Deberia de ser denunciado ante los Tribunales de Derechos Humanos y seguro que la cosa cambiaría radicalmente, pero hay cosas, y son muchas, demasiadas, que se prefieren no tocar. Eso sí, el comprador humillado tras pasar por el control de seguridad puede adquirir lo que quiera, que pasará a ser embarcado con su compra sin problema en el avión que le llevará a destino. El nivel de idiocia es tal que nadie ha pensado en la posibilidad de que un terrorista tuviera un cómplice trabajando en una tienda Duty Free y éste le pasara cualquier explosivo o elemento peligroso. Entraría sin problemas en el avión gracias a estar protegido por la vitola sagrada de la compra dentro del aeropuerto. Y precisamente en esos empleos internos, franquiciados, subcontratados, pésimamente pagados, con un cuestionable planteamiento de la temporalidad y con escasos controles de personal y peor formación, es donde, y es sólo cuestión de tiempo, puede despertarse la bestia. El ejemplo más inquietante lo vemos en las detenciones que se producen periódicamente entre el personal aeroportuario de handling (trabajos especialmente duros, poco valorados y peor pagados) vinculado en tráfico de drogas; el subempleo y la falta de control real son terreno abonado para ser el punto débil del sistema. Pero claro, donde se gasta el dinero es en las carísimas máquinas del control de pasajeros.

Estoy bastante harto de tener que sufrir a incompetentes dirigiendo mi país, en todas partes y en todos los escalafones. Lo digo y lo repito: si por algo serán recordadas estas primeras décadas del siglo es por el nivel de codicia autodestructiva que está teniendo que soportar la población. Los nuevos señores feudales ahora son estúpidos incompetentes ante consejos de administración.

El feudo de los tontos. Eso es España actualmente.

Pd: A AENA le pido que trate bien a la gente que salvaguarda mi vida y mi seguridad: a los controladores, a las tripulaciones, a los técnicos de pista. Todo lo demás se me antoja espúreo: es mierda para hacer ricos a terceros. Pero al parecer eso es lo que interesa en el feudo de los tontos. Además, ahora este gobierno, todo un monumento a la incompetencia, quiere privatizarla.

Ppd: No olvidemos que vivimos en un país que todavía no ha resarcido debidamente a las víctimas de nuestra última catástrofe aérea, que causó un terrible dolor en mi isla de Gran Canaria hace ya seis años. Este es el percal al que nos enfrentamos. ¿No tiene que ver? AENA llevaba la logística aeroportuaria de aquel vuelo. Y nadie ha cuestionado todavía los posibles errores cometidos en esa parte del proceso.

Pppd: Se está revelando estos días, para colmo, la relación entre AENA y la Trama Gürtel. Al parecer sus directivos instaban a que se hicieran todo tipo de negocios con aquella red corrupta vinculada directamente con el partido en el poder. Un ejemplo más del estado de cosas, y de cómo ha funcionado, y funciona, este país.


El grabado que ilustra este artículo es de Pieter Brueghel El Viejo, "The ass in the school", 1556. Está en Dominio Público en Wikimedia Commons, pero la puedes encontrar físicamente en la Gemäldegalerie, en Berlín.

TVE y el material de archivo



Aquí podéis ver cómo TVE trata el material grabado en 4/3 que era el aspect ratio imperante en la televisión hasta hace unos años, y en el que están grabados casi todos los contenidos de su archivo. Emiten en un programa-contenedor llamado Fue Informe reportajes antiguos de Informe Semanal. Este es de 1989, y trata sobre la Torre Eiffel que en aquellos días cumplía su primer centenario.

En mi opinión, rellenar con un gráfico feo y chillón el espacio libre que deja el encuadre en la pantalla de 16:9 actual, es la peor solución posible. Y si a eso añadimos lo de siempre, que nadie mira los programas antes de emitirlos, la franja inferior con las noticias de última hora está colocada con tan mala fortuna que borra parte de los textos incluidos en el reportaje original (por cierto, qué joven aparece en la imagen Karl Lagerfeld, ya entonces gran pope de Chanel).

Las capturas las obtuve ayer en el Mac Mini con EyeTV que uso para ver la depauperada televisión que nos dan en este país.

martes, 16 de diciembre de 2014

Entrevista en Judex



Aquí os dejo con la entrevista que me hicieron Marta Torres y Lluis Rueda para Judex durante el Festival de Fantasia de Fuenlabrada. Espero que os guste.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Un diagnóstico


Diagnosticando la enfermedad de nuestro país, como colofón a un post anterior.

España debió de haber sido un país fascista que luchara en la II Guerra Mundial y que perdiera, obviamente.

Nos hubiera ido mucho mejor.

Habríamos disfrutado de un intenso Plan Marshall y las grandes potencias se habían preocupado de que acabáramos siendo una democracia parlamentaria madura.

Al contrario, se nos dejó "a la nuestra" con un sátrapa ultracatólico que prolongó la pesadilla medieval del país.

¿En qué consistía aquella pesadilla? En una población ignara, frustrada y esclavizada, reprimida sexual, moral y culturalmente, que en vez de tener un enemigo exterior contra el que unirse, elige el auto odio.

Los festejos de tortura animal periódica permiten al sojuzgado desahogar periódicamente la violencia que ello implica. Eso, el fútbol y periódicos estallidos de violencia interna en forma de guerras civiles.

El siervo no sabe por qué pero odia brutalmente al de al lado, al igual. Y si puede aplastar al inferior, lo hará sin pensarlo. Es más, el pensamiento articulado está exento de esta ecuación.

El resultado es lo que vemos ahora.

Un país que no ha sabido construirse.

Una mezcla fatal entre una superficie de modernidad y tecnología que se mezcla con una religiosidad hipócrita heredada del régimen dictatorial, unas minorías todopoderosas herederas de los modos feudales, unos rituales decimonónicos y medievalizantes que nadie alcanza a entender qué pintan, y unas normas que se aplican según seas, según nazcas, según estés mejor o peor relacionado.

El retrato de Carlos I está en dominio público en Wikimedia Commons. "Emperor Charles V with a Baton" by Juan Pantoja de la Cruz, copy of a portrait by Titian (Tiziano Vecellio, 1490-1576).

domingo, 14 de diciembre de 2014

Lo que queda por venir


El futuro es feo de cojones, y perdonen mi francés. Voy a expresarlo en líneas cortitas, tipo decálogo, a ver si llegamos a la misma conclusión, ustedes y yo:

1- Estamos en una falsa salida de la crisis creada por una ilusión de seguridad.

2- En realidad todo va mal, fatal. Los Bancos Centrales han perdido el paso, Europa y Alemania nos arrastran a un abismo llamado Deuda Soberana, comandadas por incompetentes presionados por intereses transnacionales. Sí, la Troika.

3- Baja el petróleo una barbaridad, lo que implica el pronto estallido de una megaburbuja petrolífera, la de las extracciones caras (el fracking y similares, que requieren para ser rentables de un barril de petróleo en un coste cercano a los 80 dólares). Va a temblar el orbe.

4- La especulación no se ha embridado ni castigado. Todo va igual, a pesar de la supuesta lección Subprime que aún estamos pagando. Europa lo consiente, y está dirigida por una mayoría conservadora de una incompetencia que pasará a los anales de la historia. Me repito, ya lo dije en el punto 2, pero tened en cuenta eso: les hemos puesto con el voto todos los europeos. Aquí la culpa hay que repartirla, amigos.

5- En España la casta al mando protege a los delincuentes que han casi desintegrado el Estado mediante Bankias y otra cajas-sumidero que para colmo fueron rescatadas cuando no debió de hacerse (sí, soy de los que creen que debimos de quebrarlas). En Grecia, si gana Syriza y deciden salirse del Euro (yo lo haría, es intolerable que se esté dejando morir a ciudadanos en las calles griegas por un rescate miserable y una deuda que no es más que una abstracción), la moneda única europea desaparecerá en un terremoto de magnitudes bíblicas. Merecidamente. Pero lo pagaremos.

6- El pavor es tal que se amenaza a los griegos públicamente para que no voten a "extremistas" en las elecciones presidenciales adelantadas del próximo día 17. En España estamos viéndole las orejas al lobo y la burocracia se está volviendo psicopática: muchas administraciones públicas están pidiendo el retorno de ayudas cerradas y pagadas hace cuatro y cinco años, algo prevaricador e ilegal, que pone aún más contra las cuerdas a empresas e innovadores, simplemente porque no hay fondos. Y la sangría de talento que abandona el país no cesa.

7- La saca de la Seguridad Social está siendo esquilmada por un gobierno totalmente irresponsable de modo que ahora pueden pagar las pensiones, sí, pero sin pensar en plan alguno para resolver la que se avecina si se agotan esos fondos.

8- El gobierno español actual está demostrando una incompetencia criminal, una maldad atroz, y sus voceadores en todos los medios sólo acrecientan la confusión entre los ciudadanos y su furia. Tal vez estemos ante el gobierno menos capacitado y más cegado ideológicamente de la historia democrática del país. Y en este momento sólo cabe plantear que estén practicando una política de tierra quemada sabiendo que están perdidos. Hacer eso en el estado crítico actual de cosas, es de una vileza extrema o de una estupidez monumental. Elijan ustedes y salpimenten de cada concepto a gusto.

9- Existe una completa ignorancia entre la casta gubernamental (y entre sus consejeros) de los más elementales principios de análisis estadístico y de planificación a largo plazo, ambos imprescindibles si queremos buscar alguna solución para salir de esta; vivimos en una situación dominada por las leyes del caos, que si no se comprende puede llevar a unos estragos irreversibles. Pero es que estamos en un país que ha premiado al incompetente elevándolo a puestos de mando. Eso no se elimina tan fácilmente.

10- Se avecina una crisis gigantesca que va a dejar la anterior en pañales. Una crisis tan enorme que no reconoceremos lo que saldrá de ella. Y nadie está haciendo nada por evitarlo.

Conclusión: amigos, o cambiamos el mundo pero ya, o este nos devora. No es por asustar, pero, gente, la que viene va a ser de órdago. No sólo porque el desastre se ve en el horizonte, sino porque las castas del mundo van a vender cara su piel, y van a hacer daños terribles a la buena gente que sólo quiere vivir en paz.

Dicho queda. Ahora a ver.


La foto es de la caída del banco alemán Danatbank en 1931. Las gentes se agolpan en su sede de Berlín para retirar fondos. La foto la hizo Georg Pahl. Está en Wikimedia Commons con licencia Creative Commons. Pertenece al Archivo Federal Alemán (Bundesarchiv).

Clark leyendo "Idyll"


Mi amigo Emilio González Déniz está celebrando el mes de diciembre posteando cada día en Facebook una foto con un actor famoso leyendo un libro. Para hoy, ha elegido a Clark Gable leyendo IDYLL. Sólo imaginarme el momento y se me pone la piel de gallina. La cara de Gable de "Dios ¿Qué estoy leyendo?" es muy adecuada. Dudo que pasara de unas pocas páginas antes de marearse.  Gracias Emilio por añadir la novela a tan insigne calendario.

¿Os atrevéis a  hacer como Clark Gable?

Tened cuidado...

Hace un año



Hace un año, el Festival REC de Tarragona dedicó en su sección de Operas Primas una sesión en la que se proyectó FOTOS, mi primera película, que fue galardonada con el Premio al Mejor Guión y una Mención Especial del Jurado en el Festival de Sitges de 1996. Tuve el honor de compartir sección con TRAS EL CRISTAL, de Agustí Villaronga, perturbadora obra maestra de una de las voces más originales, poderosas y personales de nuestro cine.

Como complemento a la proyección hubo una interesante performance a cargo de la gente de La Parda. Aquí os dejo el trailer de la película, el making of, la rueda de prensa en la que Tarantino expresó su amor incondicional por FOTOS en el Festival de Sitges, un pequeño reportaje de Lo Mas Plus sobre la película, y de regalito una escena eliminada. Hala.

Si os apetece, la película está en la plataforma digital Waki.tv. Eso sí, os advierto que no es plato para todos los gustos.

jueves, 11 de diciembre de 2014

La Dama Dragón



Una cosa más sobre "Terry y los Piratas". En esta viñeta vemos bien a la malvada (pero fascinante) Dama Dragón, que durante semanas y semanas viviría una relación de amor-odio-fascinación con Pat, el compañero de aventuras de Terry.

En estas páginas dominicales no podía evitar sentir una sensación de déjà vu sobre su caracterización, hasta que caí en la cuenta. Las páginas son de 1935, y en 1934 Josef Von Sternberg había estrenado en los cines "The Scarlett Empress" (conocida en España con el título de "Capricho Imperial"), con Marlene Dietritch de protagonista. Creo que Milton Caniff tenía claro en quién inspirarse para el personaje.

Ah, y si no habéis visto "Capricho Imperial", no esperéis más. Hay una preciosa edición de Criterion, y el film es un delirio absolutamente maravilloso. Una película de horror expresionista camuflada de hechos históricos, dirigida por un portento fascinado por su protagonista, que la iluminó como nadie. Una obra que parece creada en el mundo de los sueños. Gozada.


martes, 9 de diciembre de 2014

Lo que quieren que olvidemos


Metro de Madrid está celebrando su 95 aniversario. Conmemorando el evento, han llenado los (vacíos, cosas de la crisis) murales para publicidad de muchas estaciones con pósters que muestran fotos de décadas pasadas con viajeros en vagones, andenes, obreros construyendo túneles, o viejas máquinas. El logotipo del 95 aniversario preside las imágenes (Por cierto, algún lumbreras que no ha viajado en Metro en su vida llegó a forrar los vagones de cabeza de varios convoyes con uno de esos enormes adhesivos con agujeritos formando un enorme mural conmemorativo... que impedía a los pasajeros en las estaciones ver el interior de esos vagones, algo que todos solemos necesitar cuando llega el Metro al que vamos a embarcar. La luminosa idea ha desaparecido, afortunadamente, pero, como siempre, la hemos pagado entre todos).

Voy al motivo de este texto. Resulta que en las fotos de momentos pasados de la historia de Metro de Madrid que muestran los pósteres hay una época que los creativos de la agencia publicitaria al cargo han preferido obviar piadosamente: los 40-50. Los años oscuros. Una época gélida, gris, atroz, deshumanizada, que convirtió este país en un gulag fascista en el que si te movías podías joderte la vida o la de tu familia. Los oscuros años de la venganza. Los mismos en que en mi tierra canaria cuatro caciques tiraban por los riscos a sus enemigos aprovechando que había carta blanca, o en los que muchos afectos al régimen, y el dictador mismo, hicieron limpieza sistemática de "elementos subversivos". Toda una serie de crímenes contra la humanidad por los que nadie ha pagado aún.

Miramos por encima del hombro y con piedad a rumanos, albaneses, polacos o alemanes del Este, cuando nosotros vivimos a lo largo de aquellos veinte años negros previos al desarrollismo en una época similar: pétrea y feroz, en la que los señores del feudo que mandó durante el siglo anterior recuperaron el poder a sangre y fuego y no dejaron prisioneros. No querían que el XIX terminara. Y lo consiguieron, convirtiendo el país en un pasaje del terror en el que los delatores y los amigos prosperaban, en el que se regalaban prebendas por los servicios prestados, y en el que unos repulsivos cuervos católicos decidían sobre las almas de los súbditos como en tiempos inquisitoriales.

Se asesinó a gente, se robaron niños, se destruyó a varias generaciones, y se sembró una nueva nación temerosa del poderoso, que no quiere meterse en líos, y que tolera los chanchulleos, ya que el sistema los permite como válvula de escape al desgraciado. Destruyeron España, en resumen, mediante purgas secretas, delincuencia consentida, corrupción en las esferas del poder y represión brutal. Muchos de aquellos polvos trajeron los lodos del desastre que somos  en estos momentos: un país comandado por inútiles congénitos aupados por el mismo sistema insidioso y discreto que ha sobrevivido hasta hoy.

Por eso no hay pósteres con fotos de aquellos años tristes, en los que "1984" se volvía una realidad de la mano de la iglesia y el fascismo, cuando las gentes tristes iban cabizbajas en los destartalados vagones del Metro, hacia estaciones iluminadas con luces mortecinas en un país infeliz y ahogado, conscientes de que no había salida, de que la única esperanza era esperar y no destacar demasiado. Los problemas del país empezaron a resolverse en los bares.

En Rumanía al menos tuvieron la valentía de ajusticiar al repugnante Ceaucescu. Aquí, dejamos al cabronazo morir en la cama. En parte porque en aquellas décadas espantosas aquel tipejo castró sistemáticamente el alma de España. Y la convirtió en este país lleno de miedo y ágrafo que en el fondo seguimos siendo. Intentad que alguien rellene una simple hoja de reclamaciones, o que defienda sus derechos ante una autoridad. Mirad lo que acaba de pasar con el Juez Ruz, sin que nadie haga nada. El teatrillo falsario ante cientos de casos de corrupción, va y se rompe cuando alguien mete las narices donde no debe. Otro juez que se limita a hacer su trabajo, pero que toca los cojones a señores como el que aparece a la izquierda de la foto que ilustra este texto. Los que mandan. Los que mantienen todo como está. Los dueños. Los putos amos de este país, esos que consiguen prescripciones y ventajas destruyendo los escasos mimbres democráticos que tenemos.  Los "Ustednosabeconquiénestáhablando". Esos psicópatas.

Una pregunta para terminar. Levanta la cabeza de tu móvil y plantéate esto: España posiblemente no salió del Siglo XIX hasta los años 60-70. ¿Estás seguro de que la España de hoy, con su decorado de hipsters y tablets ha entrado en el XXI? Si todo, en el fondo, sigue igual...


La foto, de la visita de Franco a Eibar en 1949 está en Wikimedia Commons, bajo licencia Creative Commons con atribución. El autor es Indalecio Ojanguren ¿Veis el careto del señor de la izquierda lleno de advertencias ominosas al fotógrafo? ¿Veis a las fuerzas vivas cumplimentando al sátrapa? ¿Os hacéis a la idea de la mierda en la que vivieron nuestros padres y abuelos? No, no podemos ni imaginarlo. La obra fotográfica de Indalecio Ojanguren fue donada a la Diputación Foral de Guipúzcoa, la cual la está difundiendo bajo licencia CC-BY-SA.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.