lunes, 5 de enero de 2015

Lluvia Negra


He visto "Lluvia negra" por primera vez en muchos años. No recordaba casi nada de la obra maestra de Shoei Imamura, que se estrenó a la vez que otra película con el mismo título, ésta dirigida por Ridley Scott, y que era muy poquita cosa.

La "Lluvia negra" de Imamura (adaptación de una novela de Ibuse Masuji) habla de lo que pasa en una sociedad castigada por el horror de la guerra, algo que he comentado en otras ocasiones y en otros artículos. La acción ocurre en dos tiempos alternativos: el día en que estalla la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima (evento que llevará al final de la II Guerra Mundial), y diez años después, cuando, en plena guerra de Corea, los supervivientes de aquel suceso van muriendo por efecto de la radiación en un oscuro goteo de sufrimiento, mientras intentan simplemente vivir sus vidas, duren lo que duren.

Uno de los personajes se hace una pregunta muy interesante en uno de los diálogos de la película: ¿Por qué los americanos no bombardearon Tokyo, en vez de Hiroshima (y luego Nagasaki)? La capital de Japón era un objetivo más poblado, más lógico. Su interlocutor le responde que no sabe el por qué, y el personaje acaba lamentándose de la mala suerte de que los americanos eligieran su ciudad, algo que les ha destrozado la vida, que les ha envenenado la sangre por la enfermedad de la radiación y que les mata lentamente. Qué mala suerte.

Las víctimas que no murieron el día del ataque nuclear son esas, personas normales y corrientes que han sido heridas de muerte lenta por la radiactividad y tardan años en morir, con sufrimiento y amargura. Viven en mitad de una alucinación de vida cotidiana sabiendo que sus días están contados. Funeral tras funeral, los viejos amigos del protagonista se van extinguiendo, y su sobrina Yasuko (interpretada con especial sutileza por Yoshiko Tanaka), joven, bonita y llena de vida, ha de renunciar a casarse con nadie porque la radiación la está matando también (su primer pretendiente, eso sí, es un completo estúpido que se comporta de forma egoísta e infantil). De hecho la película acaba con su agonía, mientras su tío, Shigematzu Shizuma (Kazuro Kitamura), haciendo uso de uno esos consuelos que usamos las personas, el pensamiento mágico, la ve irse camino de la muerte en un hospital, y se dice a sí mismo que si ve en ese momento un arcoiris su sobrina sobrevivirá.

Y desea verlo. Y desea verlo. Y entran los créditos de salida. Y no, no hay arcoiris en el horizonte.

Las guerras no tienen nombre, son el lado más vil de nuestra mente primate. Volver a ellas una y otra vez nos ayuda a acorazarnos contra toda forma de violencia hacia nuestros semejantes, y las hay muchas.

Hay otra escena en la que la chica pregunta a un veterano de guerra medio loco que la atrae sentimentalmente por el origen de su trauma personal, y el relato entra entonces en una puesta en escena que bascula entre, otra vez (mis comentarios de Kurosawa lo apuntaban como querencia de algunos de los grandes realizadores japoneses) el Teatro No y el expresionismo, y la luz que ilumina al personaje se convierte en un foco de spot que le sigue entre las esculturas torturadas que él mismo esculpe. Entonces conocemos su historia. Luego todo vuelve a la realidad, y la chica le sigue escuchando, tranquilamente.

"Lluvia Negra" báscula, así, entre la explosión y la calma, entre las atroces escenas post-bombardeo, con cuerpos calcinados, personas despellejadas y moribundos amontonados, y la tragicomedia de los supervivientes, que entre risa y resignación, acaban aceptando la muerte como un regalo de espoleta retardada por cortesía del ejército vencedor. Un obsequio repugnante del otro bando que sigue matando sin prisas, desde aquella soleada mañana del 6 de agosto de 1945, a las nueve menos cuarto.

Las guerras, lo digo siempre, no duran el tiempo oficial que los historiadores les asignan. Se prolongan, en forma de traumas, shocks, frustraciones, miedos, amarguras, incluso costumbres sociales, a lo largo de generaciones y generaciones. España sigue inmersa en su posguerra, lo queráis creer o no, con bandos irreconciliables que son incapaces aún hoy en día de ponerse en el lugar del otro, algo fomentado por los poderes que controlan el país. Por eso las guerras son tan espantosas, porque duran en el alma humana muchísimo mas de lo que duraron en el campo de batalla. Se heredan como una suerte de extra epigenético-cultural de padres a hijos, y a nietos, y a bisnietos...

No os perdáis "Lluvia Negra". Es una película difícil de soportar en ocasiones, pero que añade el sabor cotidiano de la vida y la muerte a una situación que podría ser desesperada (de hecho lo es). Es la obra de un sabio, y cada visionado añade una capa más de complejidad al relato.

Uso la imagen de la carátula del DVD de Animego de "Lluvia Negra" acogiéndome al derecho de cita.

martes, 30 de diciembre de 2014

Los Caballeros del Cielo



Hace un montón de años, cuando yo no levantaba un palmo del suelo, cuando había (en Canarias) sólo un canal de televisión, y además la programación se veía en las islas con una semana de retraso con respecto a la península (las cintas de una pulgada llegaban en avión desde Madrid porque no había conexión vía satélite, a pesar de unas pruebas ionosféricas que me consta intentaron hacer enlaces fallidos de microondas entre el Teide y el Mulhacén, creo -no me lo invento-, intentando que las densidades de las capas de aire a esas alturas hicieran de una especie de “canal Tesla” o efecto espejo que llevara las ondas de televisión hasta las islas a pesar de la curvatura de la Tierra, e, insisto, eso se intentó antes de los satélites) lo que me permitía presumir con mis amigos en el cole de saberme toda la programación de la tele de la semana siguiente al volver de las vacaciones en el pueblo de mi padre, en el Bierzo... 

Hace un montonazo de años, digo, en casa todavía no teníamos tele e iba a verla al portal de al lado, a casa de mi amigo Agustín, y me llevaba la merienda. Yo creo que tendría como 5 ó 6 años. Veíamos la tele con Paquito, uno de los hermanos mayores de Agustín, que recuerdo como un hombre adorable, y veíamos Daktari, Disneylandia (“El mundo es cascada de coloreees”... en blanco y negro), El Laboratorio Submarino del Año 2020 de Anna Barbera, o Stingray y UFO, del gran Gerry Anderson. Y una de las series que veíamos era Michel Tanguy y los Caballeros del Cielo. Estaba super bien hecha, aunque creo que no tengo ya demasiado recuerdo de ella, excepto el nombre y un par de imágenes que más bien podrían ser sueños. Pero me fascinaba.




Luego supe que aquella serie de TV tan alucinante de aviadores, de la que seguramente saco mi fascinación por esos trastos voladores, era la adaptación de un comic, publicado en España, eso sí muy malamente (nunca en álbum), y titulado originalmente Tanguy y Laverdure. Con el tiempo averigüé que aquella serie de cómics, publicados originalmente en la legendaria revista Pilote, estaban escritos por el gran Jean-Michel Charlier (el guionista de Blueberry, la obra maestra de Jean Giraud antes y durante su viaje como Moebius al comic experimental vía Metal Hurlant) y por Albert Uderzo. Yo soy hijo putativo de Asterix. Me sé todos los álbumes de memoria y los chistes, puedo adivinar de qué álbum es una viñeta y, claro, me interesaba ver aquella faceta del dibujante de mi comic preferido de infancia. Nunca había tenido acceso a esa obra, hasta hoy, que Ponent Mon (precioso nombre por cierto) ha empezado a editar el Integral de la serie.

Les recomiendo que compren Tanguy y Laverdure. No sólo está maravillosamente bien escrita, sino que, tras más de 50 años de publicada, Tanguy y Laverdure es un entretenimiento maravilloso, lleno de acción, giros argumentales, soluciones originales, y... el dibujo de Uderzo, que demuestra ser el tipo más versátil de toda su generación, no sólo de la bande dessinée, sino del comic en todo el mundo. El mismo tipo que hacía Astérix o Umpa-pá, o Juan Pistola, en Tanguy se muestra como un dibujante meticuloso, que planifica cada viñeta con precisión milimétrica, un mago del dibujo del cuerpo y del rostro, que hace que los personajes se mantengan en las viñetas y en los ejes, de una forma fascinante, y que puedas reconocerlos de página a página, y hablo de secundarios y personajes de fondo también. Y encima Uderzo entintaba como los ángeles. No sé si habría equipo para ello, pero al final, empiezas a atar cabos. Ves el estilo de un Alan Davis o un Bryan Hitch, o la tinta de un Paul Neary (no tan buen dibujante, pero maravilloso entintador), todos ellos británicos, es decir, con acceso a Tanguy en sus respectivas infancias, y ves cómo Uderzo es un maestro de maestros. Todos esos artistas han mamado de su estilo. 

La documentación minuciosa, las preciosas viñetas de acrobacias aéreas y raids, la narración exacta y los encuadres perfectos, todo revela que Uderzo se lo estaba pasando genial con los guiones de Charlier, y eso sigue estando ahí.

Para mi decir Michel Tanguy es volver a saborear los sueños de la infancia, las tardes de preescolar en casa de un amigo de aventuras con quien acabamos haciendo películas en 8 y Super-8 mm. Tanguy está hecho de los tiempos en que todo era perfecto; es Salgari, es Stevenson o Karl May. Parte de la mitología de cuando uno era enano y el mundo era grande, inabarcable, misterioso, pero a la vez era blanco y estaba lleno de sol, cuando las tardes olían a pan con chocolate y a Nocilla, y la tele era un rutilante sueño en blanco y negro para críos en pantalones cortos. Y encontrarme con el comic original de adulto, ha estado mucho más que a la altura. Ha sido una revelación. 

Charlier, Uderzo, gracias. Uderzo, maestro, es usted uno de los mayores dibujantes del siglo, y que los padrecitos Kirby, Colan, Pratt o Hergé, entre otros que ocupan el Parnaso del tebeo, me perdonen, pero ellos lo entenderán, doquiera que estén.

Pd: Otro mito de infancia más tardío, la serie Search (aKa Search Control, aKa Probe) (emitida por TVE allá por... ¿1974 o 1975? con el título de Investigación), ha sido editada por Warner Archive en Bluray recientemente, tras años de restauración digital, recuperación de másteres, pago de derechos musicales, etc. (los que os bajáis cosas sin pagar por ellas, pensad que hasta el hecho de recuperar una serie vieja cuesta dinerales, tiempo y esfuerzo ímprobo de un montón de trabajadores, pensadlo la próxima vez que os bajéis algo que consideráis “viejo-y-amortizado”, una excusa que he oído demasiadas veces). Rara, fascinante, fallida, apenas vista, pero divertidísima, es una especie de Los Vengadores americana (hablo de la serie protagonizada por Patrick MacNee y Diana Rigg). Puro placer extraño. No os la perdáis:  Hugh O'Brian, Tony Franciosa, Burgess Meredith, Doug McClure... 

Ppd: Ah, y Feliz Año Nuevo.


Uso las imágenes incluídas en este artículo acogiéndome al derecho de cita. La de Search la he encontrado aquí.

domingo, 28 de diciembre de 2014

No aprenden



En los próximos meses asistiremos a la enésima privatización de lo poquito que nos queda a todos en España. Se trata, claro, de AENA, un fenómeno que se viene gestando, y que me tiene hablando solo, desde hace un par de años.

No basta comprobar que las previas privatizaciones, como las de Telefónica, la banca pública o la “liberalización” eléctrica (que ha puesto en manos de inversores de otros países un sector tan estratégico), y también (secreta y sibilinamente) la de la sanidad y de la educación, y otros servicios (por si esto no fuera poco, ahora están con el agua de abasto en algunas ciudades). Así, han vaciado al Estado (o sea: a ti y a mi) de su capacidad de generar riqueza para todos desde esos negocios en sectores básicos. Tampoco basta ver la degradación en el trato al cliente y la subida demencial de precios que han traído consigo. Hay que liquidar lo poco que queda por una miseria. Ese es el motto.

El sistema es perversamente perfecto: coges un negocio público saneado, construido con los impuestos de todos, y lo conviertes en una empresa privada, y a ganar dinero, pero ese dinero ya no es del Estado. Es de una empresa privada que ahora decide sobre cosas públicas. Cuando haces eso con servicios de primera necesidad, estás jugando con fuego.

Sé que no es popular decir que toda esa forma de actuar no es más que ideología. Y como toda ideología, es una forma de fanatismo. Los inútiles, y les llamo así con pleno conocimiento, que han puesto al cargo, y que practican lo que se les ha ordenado como robots, no tienen el menor interés en que las cosas vayan mejor para todos. Están cegados como los miembros de cualquier grupo religioso fanático por su frame of thinking. Parece que salgan así en serie de las escuelas de economía, y si no lo hacen, la selección artificial se encarga de que los más dóciles y capaces de ejercer la banalización del mal (“lo que hago no es ilegal”, rozar el crimen no es un problema en este entorno mafioso) sin sonrojo, llegen a los puestos de dirección.

El actual Presidente de AENA, un tipo que se supone que es de mi generación, pero que para mi viene de otro planeta, es José Manuel Vargas Gómez. Él es el responsable de los aeropuertos-zoco actuales que practican la explotación de sus trabajadores de forma sistemática, y que llevan jugando con fuego (léase seguridad aeronáutica) desde hace demasiado tiempo. Un licenciado en Económicas por la Complutense y en Derecho por la UNED, lo que no es decir mucho ya que a lo que se ve no tiene ni idea de aeronáutica, pero que ha trabajado, claro, en PwC, luego en JOTSA, del Grupo Philip Holtzmann, una empresa que suspendió pagos bajo su mando en 1999 y fue... comprada por RUMASA, y en VOCENTO–ABC. Un cachorrillo de la secta de los tecnoliberalizadores, esos que creen en la Biblia de la Privatización a pies juntillas, que no cuestionan las órdenes y que son intercambiables como los ladrillos de una pared; valen igual para un roto que par un descosido, y hacen lo que se les ordena que hagan. Un chico bueno, en resumen, para el sistema, con un sueldo millonario, eso sí.

En unos tiempos en los que se ha demostrado con sangre que las privatizaciones son desastrosas, no sé cómo se puede seguir actuando de esa manera, y además con plena impunidad. Leed la noticia al respecto en El Diario. Decidme si todo este proceso no hiede a kilómetros; que si un informe hecho en tiempo récord, que si PwC (faltaría más) y luego E&Y, que si hay prisa y es la segunda intentona... un dislate. Decidme si no es cuanto menos sospechoso de prevaricación, y corto me quedo.

Harto estoy de los Josés Manueles Vargas Gómez, y sólo puedo hacer pública mi rabia en unas pocas líneas ante este sistema pútrido, infectado y profundamente estúpido, al que la gente le da igual. Se me acaban los adjetivos. 

Harto estoy de esa forma de pensar irracional, contra toda la evidencia, propia, lo digo y lo repito, de una secta; de gente que no sé dónde coño ha dejado su humanidad.

Gente que no me gusta, y a la que no quiero en puestos de responsabilidad. 

Ojalá cambie el frame of thinking de ese país, que ya casi no nos queda tiempo.


La foto de la T4 la saqué el 22 de diciembre.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Desobedece



(Empecé a escribir esto pensando en la llamada Ley Mordaza. Pero tiene que ver con muchas cosas más. Ahí va.)

Desobedece. Diles que no. Es tu deber. El mio. El de todos. Las leyes creadas en tu contra, en contra de tus derechos, que han costado tanta sangre, son injustas, ilegales y no deben ser obedecidas. Ya basta.

Desobedece. Están convirtiendo mi país, el tuyo, el nuestro, en un agujero dominado por un grupo de incompetentes que ni se dan cuenta del desastre que están organizando.

Desobedece. Para ellos la realidad no existe. Se creen que se cambia desde el BOE. Tú y yo sabemos que la realidad somos nosotros. Y estamos hartos. 

Hartos de incompetencia, de latrocinio y robo. De miles de semejantes que podemos ser tú y yo echados de sus casas, sin poder pagarse su educación, sus medicamentos, su agua, su electricidad, con sus cuentas embargadas por un sistema podrido, viejo y agonizante. Y lo que es peor, muriendo porque nadie les da la medicación que necesitan, o las ayudas a las que tienen derecho. Porque esto está costando vidas. 

Desobedece. Que vean quién eres. Que escuchen tu voz.

Desobedece. Esta mañana sal a la calle y plántales cara. Ese es el principio del cambio, empieza en mi, en ti, en todos nosotros.

Hay instrumentos para ello. Úsalos. Exige, ponte firme. Pide que te respeten. Tus derechos son inalienables. Eres dueño de tu nación, y ellos trabajan para ti, no al revés. Te han engañado para mantenerse en el poder durante demasiado tiempo. 

Usa la Ley, los juzgados, el Parlamento, Internet, tu voz, tu grito, los graffitis, las hojas de reclamaciones, tu voto, tu charla de bar, tus amigos, Twitter, Facebook, Whattsapp, Telegram, una redacción de clase, una carta a un periódico, un comentario en un foro, lo que sea. Úsalos en plena conciencia de que tenemos que acabar con esto.

Que no te pisen. Que no te avasallen. Que no te hurten lo que tan caro te ha costado ganar: tu libertad, tu educación, tu futuro, tu sanidad, tu casa, el dinero de tu cuenta, tu vida.

No lo permitas.

Desobedece. Métete en líos. Complícate la vida. Estamos para eso. Se lo debemos a los que estuvieron antes y a los que vendrán después. Para eso estamos vivos.

Ahora es nuestro tiempo, nuestro momento.

Levanta la cabeza.

Y desobedece.

Los hombres más sabios del mundo están contigo. Sus sombras, su legado, sus voces, están en nosotros. Dentro de nuestras almas. Somos sus herederos ahora. Esto es lo que hace grande a nuestra especie: supervivientes que han pasado por seis mil generaciones, desde un puñado de cazadores recolectores a conquistar el átomo y el universo. Hemos sobrevivido a hambrunas, epidemias, terremotos, volcanes, glaciaciones y catástrofes sin número. Y si hemos llegado hasta aquí, esto apenas es un pequeño obstáculo.

Así que toma las riendas, y derriba el castillo de naipes que han montado sobre el lodo.

Desobedece.

Y empieza a cambiar esto, y a cambiar tú mismo.

"Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer". — Mahatma Gandhi.


La icónica imagen que uso para ilustrar este artículo está en Wikimedia Commons bajo Dominio Público. Aquí hay algo de historia sobre este logotipo.

El feudo de los tontos



Paso horas y horas en los aeropuertos desde hace bastante tiempo. El suficiente para comprobar cómo han cambiado las cosas. AENA, la empresa pública que los gestiona, lleva tiempo convirtiéndolos en centros comerciales carísimos, destinados a unos clientes, supuestamente ricos, que no veo por ningún lado. Esas tiendas de lujo están perpetuamente vacías, de modo que los franquiciados en esos espacios deben de estar bastante descontentos, pues el pago de la concesión debe de ser bastante alto, pero ¿a quién se le ocurre crear sucursales de Rodeo Drive en lugares que visita mayoritariamente gente que vuela para trabajar, usando especialmente líneas aéreas de bajo coste, y ya está? Los ricos se la pasan en la sala VIP, y no salen de ahí.

Muy típico de los gestores españoles de ciertas empresas, una manada de incompetentes y enchufados incapaces de hacer la o con un canuto, pero que de repente se ven al mando de empresas importantes y florecen en toda su imbecilidad supina. Gente peligrosa los idiotas. Y un país que los pone a dirigir sectores importantes, es un país que merece estrellarse a ver si aprende.

El otro día, en un restaurante llamado Caffriccio (todos son franquicias) de la T4 del Aeropuerto llamado ahora grandilocuentemente Adolfo Suárez Madrid Barajas, que he visto frecuentado por gente haciendo colas, entre ellas el señorito andaluz Cañete que para nuestra vergüenza ha trasladado su incompetencia al Parlamento Europeo, vi un sandwich mixto a 5.20 Euros. Casi 870 pesetas por una mierda de sandwich de jamón y queso con un coste de fabricación que seguramente no pasará de los 30 céntimos. Es decir, UN MIL SETECIENTOS POR CIEN de beneficio. En el Aeropuerto de Gando, en Las Palmas, una botella de agua cuesta 2,60 Euros, cuando en un supermercado cuesta 30 céntimos. CASI UN NOVECIENTOS POR CIEN de beneficio.

Me repugna este estado de cosas, más aún cuando la gente apenas tiene dinero en el bolsillo. Si quieres beber en un aeropuerto has de pagar el agua a precio de pan de oro. Así que he pedido a la Comisión Parlamentaria que es responsable de AENA que haga un par de preguntas al respecto, como por qué se llaman DUTY FREE a unas tiendas que son más caras que las del exterior del Aeropuerto. O por qué anuncian en los puestos de Cambio de las salas de espera aeroportuarias que son los más baratos, cuando cotejar el valor cambiario al día revela que eso es mentira. O si alguien se ha molestado en hacer pruebas de seguridad para tumultos en los pasillos comerciales que ahora tienes que cruzar sí o sí tras pasar los controles de seguridad en caso de una catástrofe. La mezcla de codicia y estupidez puede ser letal.

Pero lo que más me subleva son los controles de seguridad. No sirven para nada, excepto para hacer ricas a las contratas que venden las máquinas de Rayos Equis y aquellas a las que pagan por unos guardias de seguridad apenas preparados (y que en muchos casos tienen que hacer cosas se salen de sus competencias, pues los registros y otras actividades son propias de la Guardia Civil, pero sabemos que la ilegalidad es el pan de cada día en este país que hemos convertido en un dislate).

Se produce en esos espacios de paso un ejercicio de fuerza y humillación sistemático y cotidiano sobre los viajeros que pasan por los controles; han de despojarse de su calzado, mostrar su equipaje de mano, abrir sus ordenadores, quitarse los cinturones, vaciarse los bolsillos y, si te pita el arco de paso de forma aleatoria -las máquinas tienen un algoritmo que lo hace y que se calibra periódicamente- sufrir como añadidura un cacheo humillante y en ocasiones repugnante.

No me imagino lo que sentirá una mujer si la fuerzan a ello. Me parece intolerable. Y no olvidemos que desde hace poco en los grandes aeropuertos han aparecido los eufemísticos pasos exprés para los clientes VIP (los que viajan en Primera o Business, o los que tienen tarjetas Oro y Platino de viajero frecuente de las líneas aéreas, esto es “gente de respeto”, ya me entienden), con un personal más formado y amable, menos quemado (al menos en teoría) y con un tránsito por los arcos y los rayos equis más rápido. Siempre hay clases, hasta en la humillación.

Todo este despropósito empezó hace unos diez años, cuando un supuesto terrorista inepto intentó volar un avión utilizando un combustible de fricción que había untado en las suelas de su calzado. No pasó nada, y el imbécil fue detenido. Eso fue todo. Y el caso nunca quedó claro. Pero todo era post 11-S (recuerden que desde entonces, al menos en USA, un Marshall va en cada vuelo, camuflado entre los pasajeros, por si pasa algo) y la paranoia llevó a estos controles de seguridad de entrada a los aeropuertos, insisto, inútiles, que sólo llevan a que los pasajeros pasen por un estado de vejación intolerable y a que no puedan pasar ni siquiera agua embotellada al interior del aeropuerto, básicamente para que la compren en el interior, que al final de eso se trata. A ver si nos dejamos de tonterías: toda esa mierda está haciendo rica a mucha gente, y la seguridad no es más que un teatrillo miserable.

En un efecto psicológico perverso y premeditado, el humillado pasajero se encuentra al pasar el control con el Shangri-la consumista de un centro comercial rutilante y colorista, y de sonrientes comerciales ofreciendo tarjetas de crédito, o perfumes carísimos, y compra para evitar el sufrimiento generado. El consumo es un conocido placebo, eso lo sabe la psicología contemporánea, esa que usan las grandes empresas para tratar a las personas como perros de Pavlov, y este es un ejemplo más. Se me antoja algo asqueroso y vil. Me repugna. Odio y desprecio que estemos convirtiendo el mundo en una cosa desumanizada y cruel (cuanto más sabemos de nosotros mismos, más usamos de ese conocimiento para manipular a los demás), y el tratamiento a que los humanos someten a sus semejantes en los aeropuertos me repele especialmente. Es signo de los tiempos, de una era deshumanizada, de hombres pisoteando a hombres. No, no me gusta nada.

Y nadie parece interesarse en ello. Deberia de ser denunciado ante los Tribunales de Derechos Humanos y seguro que la cosa cambiaría radicalmente, pero hay cosas, y son muchas, demasiadas, que se prefieren no tocar. Eso sí, el comprador humillado tras pasar por el control de seguridad puede adquirir lo que quiera, que pasará a ser embarcado con su compra sin problema en el avión que le llevará a destino. El nivel de idiocia es tal que nadie ha pensado en la posibilidad de que un terrorista tuviera un cómplice trabajando en una tienda Duty Free y éste le pasara cualquier explosivo o elemento peligroso. Entraría sin problemas en el avión gracias a estar protegido por la vitola sagrada de la compra dentro del aeropuerto. Y precisamente en esos empleos internos, franquiciados, subcontratados, pésimamente pagados, con un cuestionable planteamiento de la temporalidad y con escasos controles de personal y peor formación, es donde, y es sólo cuestión de tiempo, puede despertarse la bestia. El ejemplo más inquietante lo vemos en las detenciones que se producen periódicamente entre el personal aeroportuario de handling (trabajos especialmente duros, poco valorados y peor pagados) vinculado en tráfico de drogas; el subempleo y la falta de control real son terreno abonado para ser el punto débil del sistema. Pero claro, donde se gasta el dinero es en las carísimas máquinas del control de pasajeros.

Estoy bastante harto de tener que sufrir a incompetentes dirigiendo mi país, en todas partes y en todos los escalafones. Lo digo y lo repito: si por algo serán recordadas estas primeras décadas del siglo es por el nivel de codicia autodestructiva que está teniendo que soportar la población. Los nuevos señores feudales ahora son estúpidos incompetentes ante consejos de administración.

El feudo de los tontos. Eso es España actualmente.

Pd: A AENA le pido que trate bien a la gente que salvaguarda mi vida y mi seguridad: a los controladores, a las tripulaciones, a los técnicos de pista. Todo lo demás se me antoja espúreo: es mierda para hacer ricos a terceros. Pero al parecer eso es lo que interesa en el feudo de los tontos. Además, ahora este gobierno, todo un monumento a la incompetencia, quiere privatizarla.

Ppd: No olvidemos que vivimos en un país que todavía no ha resarcido debidamente a las víctimas de nuestra última catástrofe aérea, que causó un terrible dolor en mi isla de Gran Canaria hace ya seis años. Este es el percal al que nos enfrentamos. ¿No tiene que ver? AENA llevaba la logística aeroportuaria de aquel vuelo. Y nadie ha cuestionado todavía los posibles errores cometidos en esa parte del proceso.

Pppd: Se está revelando estos días, para colmo, la relación entre AENA y la Trama Gürtel. Al parecer sus directivos instaban a que se hicieran todo tipo de negocios con aquella red corrupta vinculada directamente con el partido en el poder. Un ejemplo más del estado de cosas, y de cómo ha funcionado, y funciona, este país.


El grabado que ilustra este artículo es de Pieter Brueghel El Viejo, "The ass in the school", 1556. Está en Dominio Público en Wikimedia Commons, pero la puedes encontrar físicamente en la Gemäldegalerie, en Berlín.

TVE y el material de archivo



Aquí podéis ver cómo TVE trata el material grabado en 4/3 que era el aspect ratio imperante en la televisión hasta hace unos años, y en el que están grabados casi todos los contenidos de su archivo. Emiten en un programa-contenedor llamado Fue Informe reportajes antiguos de Informe Semanal. Este es de 1989, y trata sobre la Torre Eiffel que en aquellos días cumplía su primer centenario.

En mi opinión, rellenar con un gráfico feo y chillón el espacio libre que deja el encuadre en la pantalla de 16:9 actual, es la peor solución posible. Y si a eso añadimos lo de siempre, que nadie mira los programas antes de emitirlos, la franja inferior con las noticias de última hora está colocada con tan mala fortuna que borra parte de los textos incluidos en el reportaje original (por cierto, qué joven aparece en la imagen Karl Lagerfeld, ya entonces gran pope de Chanel).

Las capturas las obtuve ayer en el Mac Mini con EyeTV que uso para ver la depauperada televisión que nos dan en este país.

martes, 16 de diciembre de 2014

Entrevista en Judex



Aquí os dejo con la entrevista que me hicieron Marta Torres y Lluis Rueda para Judex durante el Festival de Fantasia de Fuenlabrada. Espero que os guste.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Un diagnóstico


Diagnosticando la enfermedad de nuestro país, como colofón a un post anterior.

España debió de haber sido un país fascista que luchara en la II Guerra Mundial y que perdiera, obviamente.

Nos hubiera ido mucho mejor.

Habríamos disfrutado de un intenso Plan Marshall y las grandes potencias se habían preocupado de que acabáramos siendo una democracia parlamentaria madura.

Al contrario, se nos dejó "a la nuestra" con un sátrapa ultracatólico que prolongó la pesadilla medieval del país.

¿En qué consistía aquella pesadilla? En una población ignara, frustrada y esclavizada, reprimida sexual, moral y culturalmente, que en vez de tener un enemigo exterior contra el que unirse, elige el auto odio.

Los festejos de tortura animal periódica permiten al sojuzgado desahogar periódicamente la violencia que ello implica. Eso, el fútbol y periódicos estallidos de violencia interna en forma de guerras civiles.

El siervo no sabe por qué pero odia brutalmente al de al lado, al igual. Y si puede aplastar al inferior, lo hará sin pensarlo. Es más, el pensamiento articulado está exento de esta ecuación.

El resultado es lo que vemos ahora.

Un país que no ha sabido construirse.

Una mezcla fatal entre una superficie de modernidad y tecnología que se mezcla con una religiosidad hipócrita heredada del régimen dictatorial, unas minorías todopoderosas herederas de los modos feudales, unos rituales decimonónicos y medievalizantes que nadie alcanza a entender qué pintan, y unas normas que se aplican según seas, según nazcas, según estés mejor o peor relacionado.

El retrato de Carlos I está en dominio público en Wikimedia Commons. "Emperor Charles V with a Baton" by Juan Pantoja de la Cruz, copy of a portrait by Titian (Tiziano Vecellio, 1490-1576).

domingo, 14 de diciembre de 2014

Lo que queda por venir


El futuro es feo de cojones, y perdonen mi francés. Voy a expresarlo en líneas cortitas, tipo decálogo, a ver si llegamos a la misma conclusión, ustedes y yo:

1- Estamos en una falsa salida de la crisis creada por una ilusión de seguridad.

2- En realidad todo va mal, fatal. Los Bancos Centrales han perdido el paso, Europa y Alemania nos arrastran a un abismo llamado Deuda Soberana, comandadas por incompetentes presionados por intereses transnacionales. Sí, la Troika.

3- Baja el petróleo una barbaridad, lo que implica el pronto estallido de una megaburbuja petrolífera, la de las extracciones caras (el fracking y similares, que requieren para ser rentables de un barril de petróleo en un coste cercano a los 80 dólares). Va a temblar el orbe.

4- La especulación no se ha embridado ni castigado. Todo va igual, a pesar de la supuesta lección Subprime que aún estamos pagando. Europa lo consiente, y está dirigida por una mayoría conservadora de una incompetencia que pasará a los anales de la historia. Me repito, ya lo dije en el punto 2, pero tened en cuenta eso: les hemos puesto con el voto todos los europeos. Aquí la culpa hay que repartirla, amigos.

5- En España la casta al mando protege a los delincuentes que han casi desintegrado el Estado mediante Bankias y otra cajas-sumidero que para colmo fueron rescatadas cuando no debió de hacerse (sí, soy de los que creen que debimos de quebrarlas). En Grecia, si gana Syriza y deciden salirse del Euro (yo lo haría, es intolerable que se esté dejando morir a ciudadanos en las calles griegas por un rescate miserable y una deuda que no es más que una abstracción), la moneda única europea desaparecerá en un terremoto de magnitudes bíblicas. Merecidamente. Pero lo pagaremos.

6- El pavor es tal que se amenaza a los griegos públicamente para que no voten a "extremistas" en las elecciones presidenciales adelantadas del próximo día 17. En España estamos viéndole las orejas al lobo y la burocracia se está volviendo psicopática: muchas administraciones públicas están pidiendo el retorno de ayudas cerradas y pagadas hace cuatro y cinco años, algo prevaricador e ilegal, que pone aún más contra las cuerdas a empresas e innovadores, simplemente porque no hay fondos. Y la sangría de talento que abandona el país no cesa.

7- La saca de la Seguridad Social está siendo esquilmada por un gobierno totalmente irresponsable de modo que ahora pueden pagar las pensiones, sí, pero sin pensar en plan alguno para resolver la que se avecina si se agotan esos fondos.

8- El gobierno español actual está demostrando una incompetencia criminal, una maldad atroz, y sus voceadores en todos los medios sólo acrecientan la confusión entre los ciudadanos y su furia. Tal vez estemos ante el gobierno menos capacitado y más cegado ideológicamente de la historia democrática del país. Y en este momento sólo cabe plantear que estén practicando una política de tierra quemada sabiendo que están perdidos. Hacer eso en el estado crítico actual de cosas, es de una vileza extrema o de una estupidez monumental. Elijan ustedes y salpimenten de cada concepto a gusto.

9- Existe una completa ignorancia entre la casta gubernamental (y entre sus consejeros) de los más elementales principios de análisis estadístico y de planificación a largo plazo, ambos imprescindibles si queremos buscar alguna solución para salir de esta; vivimos en una situación dominada por las leyes del caos, que si no se comprende puede llevar a unos estragos irreversibles. Pero es que estamos en un país que ha premiado al incompetente elevándolo a puestos de mando. Eso no se elimina tan fácilmente.

10- Se avecina una crisis gigantesca que va a dejar la anterior en pañales. Una crisis tan enorme que no reconoceremos lo que saldrá de ella. Y nadie está haciendo nada por evitarlo.

Conclusión: amigos, o cambiamos el mundo pero ya, o este nos devora. No es por asustar, pero, gente, la que viene va a ser de órdago. No sólo porque el desastre se ve en el horizonte, sino porque las castas del mundo van a vender cara su piel, y van a hacer daños terribles a la buena gente que sólo quiere vivir en paz.

Dicho queda. Ahora a ver.


La foto es de la caída del banco alemán Danatbank en 1931. Las gentes se agolpan en su sede de Berlín para retirar fondos. La foto la hizo Georg Pahl. Está en Wikimedia Commons con licencia Creative Commons. Pertenece al Archivo Federal Alemán (Bundesarchiv).

Clark leyendo "Idyll"


Mi amigo Emilio González Déniz está celebrando el mes de diciembre posteando cada día en Facebook una foto con un actor famoso leyendo un libro. Para hoy, ha elegido a Clark Gable leyendo IDYLL. Sólo imaginarme el momento y se me pone la piel de gallina. La cara de Gable de "Dios ¿Qué estoy leyendo?" es muy adecuada. Dudo que pasara de unas pocas páginas antes de marearse.  Gracias Emilio por añadir la novela a tan insigne calendario.

¿Os atrevéis a  hacer como Clark Gable?

Tened cuidado...

Hace un año



Hace un año, el Festival REC de Tarragona dedicó en su sección de Operas Primas una sesión en la que se proyectó FOTOS, mi primera película, que fue galardonada con el Premio al Mejor Guión y una Mención Especial del Jurado en el Festival de Sitges de 1996. Tuve el honor de compartir sección con TRAS EL CRISTAL, de Agustí Villaronga, perturbadora obra maestra de una de las voces más originales, poderosas y personales de nuestro cine.

Como complemento a la proyección hubo una interesante performance a cargo de la gente de La Parda. Aquí os dejo el trailer de la película, el making of, la rueda de prensa en la que Tarantino expresó su amor incondicional por FOTOS en el Festival de Sitges, un pequeño reportaje de Lo Mas Plus sobre la película, y de regalito una escena eliminada. Hala.

Si os apetece, la película está en la plataforma digital Waki.tv. Eso sí, os advierto que no es plato para todos los gustos.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.