¿Te has preguntado por qué no puedes buscar con Google dentro de Facebook? El objetivo es que vivas siempre dentro de Facebook. Ya lo haces de hecho, si usas además Whatsapp e Instagram.
Internet nació como una utopía libertaria y se ha convertido en un monstruo corporativo que espía a la gente sin piedad ni límite alguno vendiendo nuestros datos al mejor postor. Nos ofrece un abrazo letal.
Lo que fue un sueño de igualdad y de acceso a la cultura se ha revelado como una serie de apps cerradas que hacen creer a la gente pobre que es rica, que pueden revender su ropa usada, que tienen derecho a que unos falsos autónomos explotados les lleven comida basura a casa o tener conductores subempleados que les transporten al aeropuerto, olvidando que no pueden llegar a fin de mes; un enorme engaño que hace creer a la gente que viven en un mundo con igualdad de oportunidades donde cualquiera puede convertirse en instagrammer, YouTuber, Tiktoker o influencer.
Vivimos en el mundo virtual del qué dirán histérico, en el que los tontos se creen listos, en el que la desinformación y la manipulación son el pan de cada día, y en el que los psicópatas tienen patente de corso.
Internet es ya una pesadilla corporativa.
Un mercado de esclavos que no saben que lo son.
Tomé la foto que ilustra este texto el día 28 de junio de 2020.