Juan Alberto Hernández ha publicado en Facebook una bonita reseña personal de mi novela "Entre los sueños", que os pongo más abajo. Ha elegido para titularla el nombre de la partícula fundamental que descubre la protagonista de la novela, y que era otro posible título alternativo para la obra.
EL FERMIÓN DE SONIA.
Acabo de terminarme esta novela transgénero de Elio Quiroga. Thriller o terror psicológico, suspense y, por supuesto, ciencia ficción que es el que mejor define y se conoce al Elio escritor. Ciencia-Ficción, más fluida en la forma y asumible que la novela anterior, “Los que sueñan”, que le dio el Premio Minotauro en el 2015 y que exige, quizá, por parte del lector un desafío e implicación total con la trama que plantea.
De una forma u otra, “Entre los sueños” anda la cosa y es la frase que ha usado el autor para titular esta novela que comento.
Dos científicos, recién casados, deciden aplazar su luna de miel en Tailandia por una propuesta de investigación en el observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma. Los dos saben que no hay opción para postergar dicha oferta porque, además de ser la materia de estudio que también lo unieron como pareja, los resultados que se consigan pueden cambiar el devenir de la ciencia y acercarles, de paso, al Nobel de Física. Ambos, Sonia y Juan, llevan a sus espaldas mochilas de acontecimientos pasados que son claves en esta historia (nada nuevo, para quién no) pero que justifican a mi juicio el título onírico de esta novela.
De la trama, poco más quiero contarles para no desentrañarles nada. Quiroga consigue, eso sí, que el Observatorio del Roque de los Muchachos se mantenga limpio y puro en plena naturaleza y al mismo tiempo logra que, en ese marco idílico, un clima onírico de desasosiego invada la relación de la pareja. Y pasan cosas, así debe ser en cualquier ficción y así lo advierten los lugareños palmeros que siempre tiran de mitos y leyendas ancestrales para justificar los misterios que encierra la Isla Bonita.
Física y Metafísica tienen cabida en este novela cuántica de agujeros negros, materia oscura, fermiones, fantasías sexuales y asesinatos.
Todo ello junto, me ha llenado de preguntas. Me ha hecho mirar hacia el exterior e interior de este Universo insondable que es el espacio interestelar y el propio ser humano. Quizá el Quid de la cuestión esté ahí, entre los sueños.
Por último, igual sería interesante que Quiroga le pasase esta historia a Elio para una peli, o en último caso, a Lars Von Trier. Por pedir, que no quede.
La foto de la portada de la novela que he utilizado para ilustrar este post la hizo Juan Alberto para su texto de Facebook.
