Decir que la banca
española es cualquier cosa menos social, no creo que sea decir nada
nuevo. Enfangada en el pánico post-crisis, jibarizándose de día en
día, reduciendo servicios y convirtiendo sus sucursales en meras
tiendas, rescatada con casi 60.000 millones de Euros que nunca
recuperaremos, parece una insaciable boca a la que nada ni nadie
importa, sólo devorar.
Mientras, sus clientes trabajamos para ellos con la excusa de que sus apps, webs y cajeros automáticos “nos resuelven la vida”, cuando en realidad nos convierten en trabajadores sin paga de su sistema insostenible, ese que fue vaciado por connivencias con una clase política hiper corrupta que apenas ha pagado los delitos cometidos. Sabéis que la banca os niega derechos básicos de forma impune, como no me canso de repetir. Es una de las lacras que hay que cambiar en este país cuanto antes.
Mientras, sus clientes trabajamos para ellos con la excusa de que sus apps, webs y cajeros automáticos “nos resuelven la vida”, cuando en realidad nos convierten en trabajadores sin paga de su sistema insostenible, ese que fue vaciado por connivencias con una clase política hiper corrupta que apenas ha pagado los delitos cometidos. Sabéis que la banca os niega derechos básicos de forma impune, como no me canso de repetir. Es una de las lacras que hay que cambiar en este país cuanto antes.
La última sentencia
del Tribunal Supremo que insta a los bancos a pagar ciertos gastos
hipotecarios, vuelve a obligarles a mostrar su verdadera y fea cara,
esa que esconden tras toneladas de publicidad y anuncios modernísimos
realizados por agencias top. Ocurrirá lo de siempre, lo que en otras
ocasiones: pudiendo devolver lo cobrado indebidamente de oficio, o
por simple acuerdo tras la reclamación directa de sus clientes,
denegarán a los solicitantes en primera instancia las devoluciones a
las que tienen derecho, forzándoles a ir a los tribunales, y
finalmente lo judicializarán todo, con tal de retrasarlo todo, pagando millones a bufetes especializados. Y no pasará nada. Pues para colmo, los oligopolios de
banca, telecomunicaciones y electricidad controlan la prensa, las
televisiones, las noticias, y deciden lo que debéis pensar y lo que
no. De lo que se habla en las tertulias, y lo que se silencia.
Y ahí, una vez más,
veremos lo antisociales que son en realidad, sin caretas de marketing
que les tape sus feas fauces. Les da igual sobrecargar aún más un
sistema judicial totalmente superado e infradotado, parando causas
importantes, sobrecargando a jueces, y generando un gigantesco gasto
público y burocrático. Les da igual todo con tal de no pagar.
Viven en el pánico diario, en un mar de usura vergonzosa parcheado con oficinas de diseño vacías de sentido, oculto tras consejos de administración enfangados.
Recordadlo cuando tengáis que reclamarles, cuando os veáis obligados a ir a juicio ante sus negativas a respetar vuestros derechos. Cómo son perfectamente capaces de colapsar los juzgados del país con tal de no pagar.
Viven en el pánico diario, en un mar de usura vergonzosa parcheado con oficinas de diseño vacías de sentido, oculto tras consejos de administración enfangados.
Recordadlo cuando tengáis que reclamarles, cuando os veáis obligados a ir a juicio ante sus negativas a respetar vuestros derechos. Cómo son perfectamente capaces de colapsar los juzgados del país con tal de no pagar.
Los peores miembros de
nuestra sociedad están en los lugares que menos sospechábamos: en
muchos consejos de administración. Y gobierno tras gobierno, amén
de nosotros los ciudadanos, con nuestro silencio tácito, hemos vendido a esa gente lo que
es nuestro; los servicios públicos, los sectores más sensibles, de
los que dependen las vidas, las haciendas, la formación, la
supervivencia de todos.
Hemos creado monstruos
permitiendo que una manada de imbéciles cegados por la ideología,
autoengañados, nos vendiera al Gran Dios Mercado. Hemos regalado el
legado de generaciones a una pandilla de mafiosos sin escrúpulos.
Y estos son los
resultados.
Pd.: En las últimas horas han surgido dos nuevas noticias. Las pongo más abajo. El fango no tiene límites, el poder del lobby bancario carece de escrúpulos.
Pd.: En las últimas horas han surgido dos nuevas noticias. Las pongo más abajo. El fango no tiene límites, el poder del lobby bancario carece de escrúpulos.
Bankia, BBVA y Banco Santander cierran el acceso a la información sobre hipotecas en sus webs comerciales
La foto la tomé en el Palacio de Carlos V, en La Alhambra, el día 3 de octubre de 2018.