Vilmos Szigmond pintó mi infancia. Vilmos fue un refugiado que tuvo que huir de su Hungría natal tras filmar la revolución en su país en 1956. Llegó a Estados Unidos acompañado de su buen amigo Laszlo Kovacs y allí ambos empezaron a trabajar en películas.
Vilmos dirigiría la fotografía de films como "Deliverance", "Loca evasión", "Encuentros en la tercera fase", "El cazador" o "La puerta del cielo". Sus clases en la ASC son legendarias y siempre soñé estrechar su mano y darle las gracias por eso, por pintar mi infancia. Hoy se ha ido. Su amigo y compañero de aventuras Laszlo (que pintó con luz maravillas como "Targets", "Easy Rider" o "New York, New York") ya se fue en 2007. Desde aquí mi modesto recuerdo y mi cariñoso agradecimiento.
Sólo quiero recordar los milagros que esos dos refugiados crearon cuando un país les adoptó y les permitió crecer.
Sólo quiero recordaos los millones de personas como ellos que se estrellan cada mañana contra las fronteras cerradas de esta Europa ciega y egótica y narcoléptica y estúpida que me avergüenza a cada hora, y me repugna a cada minuto.
Qué mala memoria tenemos, nosotros los europeos, que nuestros padres y abuelos fueron refugiados hace menos de 80 años.
Laszlo, Vilmos. Por vosotros y tantos como vosotros.
He escrito esto al ver en Facebook la noticia de la partida de Vilmos Szigmond vía Jordi Sánchez-Navarro. Un abrazo Jordi.