sábado, 24 de mayo de 2014

Cómo componer música para el cine de animación




Cómo componer música para el cine de animación
Alfons Conde – Film Composer

Comparto aquí este artículo que escribió hace unos años Alfons Conde para un artítulo sobre "Home Delivery" (Alfons suele ser el compositor de las películas que dirijo), respecto al trabajo del músico en el cine de animación. Creo que es interesante.

Elaborar la música de un cortometraje no es fácil. La dificultad es la misma que para el guionista y el director: contar una historia en pocos minutos. En este caso se trata de un cuento escrito originalmente en formato corto por Stephen King, por lo que la historia no tiene que resumirse ni comprimirse en su versión cinematográfica. Sin embargo, la conceptualización musical no varía: hay una trama, unas subtramas, unos personajes –con su caracterización– , un tema principal, un subtexto, una estructura... y todo ello con el “agravante” de que se trata de cine de animación que, como todo género cinematográfico, posee un conjunto de convenciones o códigos preestablecidos que la audiencia espera encontrar, especialmente en el terreno musical.

Para empezar consulté con Elio Quiroga, el director, para obtener su definición de algunos aspectos necesarios para conceptualizar la música, sobretodo en cuanto al tema,  la idea o propuesta de reflexión que se supone que el autor quiere poner de manifiesto en el relato. Siempre la hay, y creo que es imprescindible partir de esa premisa para empezar a pensar musicalmente. En este caso se trata de la alienación y la incapacidad de decisión sobre la propia vida y el propio destino, personificadas en Maddie, la protagonista y a la vez relatora de la historia. Ella es quien experimenta el viaje personal. Así pues asigné un primer y principal tema musical a Maddie y su conflicto, tanto interno (su incapacidad para ejercer la propia libertad) como externo (la asfixiante relación con su marido Jack).

A Jack, personaje principal, le asigné un segundo tema, muy simple, que revela su temperamento, carácter y características superficiales:

Y por último idee otro tema para Star Wormwood, el asteroide maligno que protagoniza la trama principal de la historia –el apocalipsis del mundo a manos de la plaga alienígena.

Estos temas se mezclan, se concatenan y se contrastan a lo largo del film, en función del desarrollo de la historia, y de cómo trama y subtrama se integran. Originariamente, Elio había propuesto una estética musical oscura y apocalíptica, pero eso solo me servía para la trama principal del relato, lo relacionado con el mundo de los zombies. El subtexto, lo que la historia nos cuenta realmente, revelado en este caso en la subtrama de relación Maddie-Jack, exigía un tratamiento más íntimo y lírico, tanto en lo melódico como en la instrumentación.

Afortunadamente pudimos contar con una orquesta de 82 músicos, la Bratislava Symphony Orchestra, y eso facilitó la diversidad de matices, timbres y texturas. Hay que tener en cuenta además que, tratándose de animación más o menos tradicional, la música no sólo ha de contar la historia, sino que a menudo debe subrayar –como explicaré más adelante– elementos físicos: movimientos de los personajes, espacios, movimientos de cámara... y todo ello prácticamente “wall to wall”, de principio a fin.

Había también que poner especial cuidado en mantener la concordancia musical con la estructura narrativa, para no construir curvas falsas –la música debe dosificarse, no debe crear ningún clímax independiente de la línea argumental, y es fácil caer en ello en una historia donde lo apocalíptico es omnipresente en la imagen– , y por ende trabajar con especial sutileza, dada la limitación de metraje, el arco de transformación que los personajes (principalmente Maddie –Jack es prácticamente plano) experimentan a lo largo del cuento. Además era muy importante, y en este caso muy delicado, puesto que la música es casi constante, que la voz en off, que va desgranando la narración, no se viera eclipsada por la orquesta. Eso no es tarea del ingeniero de sonido, sino responsabilidad del compositor, cuya partitura debe gestionar los matices de la música sin la intervención de un potenciómetro.

Tras las semanas de trabajo composicional y la elaboración de las partituras me trasladé a Bratislava junto con el ingeniero de grabación Juanan Ros. Grabamos material suficiente para poder escoger las mejores tomas, tarea minuciosa que realicé de vuelta a Barcelona. Una vez resuelto ese editaje viajé a Vitoria, donde mezclamos y masterizamos, después de grabar algún instrumento adicional. La mezcla final se efectuó en Madrid.

La música de cine cumple tres funciones básicas: interna  refleja cualidades y elementos narrativos no presentes en la imagen (lo que llamamos subtexto suprarrealidad), externa –subraya cualidades y elementos narrativos ya presentes en pantalla o sugeridos por la imagen (como establecimiento del contexto histórico o geográfico de la película, por ejemplo o, en su forma más prosaica, actúa como señalización o acentuación de la acción física en una escena), y técnica –ayuda a la percepción estructural de la película, la secuencia o la escena de que se trate (en elipsis, en transiciones espacio-temporales entre planos, en desplazamientos, etc.) Aunque necesarios, imprescindibles incluso en ciertos géneros cinematográficos, los efectos de sonido solo cumplen una de esas tres funciones: la función externa. Sin embargo, una puerta que se cierra de golpe sin emitir sonido, o un mar embravecido silencioso son ciertamente cosas difíciles de digerir para una audiencia habituada al DTS, al SDDS, al THX y a otros ingenios acústicos que llevan años elevando los disparos de revólver a la categoría de explosión nuclear. En realidad, todo es cuestión de niveles. Y eso sí se resuelve en la mezcla final. En “Home Delivery”, como en cualquier otro proyecto, hubo que obtener compromisos entre los efectos de sonido elaborados por Nacho Royo, un profesional experimentado, y la banda sonora musical.

Es tradicional, de Hollywood a Moscú, y de Londres a Nueva Delhi, que en la sesión de mezclas de un film se generen desavenencias en cuanto a los niveles de volumen de los tres bloques fundamentales de la banda sonora: los efectos de sonido, cuyo diseñador ha invertido horas de minucioso trabajo en ProTools, el diálogo y la voz en off, imprescindibles para la narrativa, en la cumbre lógica de la jerarquía sonora y generalmente defendidos por el director –, y la música, cuyo compositor sabe que debe estar presente si quiere evitar que su delicada tarea (y en este caso la de una gran orquesta sinfónica) se vea relegada a mero fondo musical, enterrada bajo decibelios de viento y hojarasca. En este proyecto traté de mantener audible el discurso narrativo musical, elaborado de forma cronológica y estructural en la forma que he explicado arriba, de la misma forma que se pone especial interés en mantener la continuidad en la imagen. Si en el minuto 4 se produce un corte narrativo visual, en forma de error de etalonaje (en color, en luz), o una incongruencia o pérdida en el diálogo, o incluso si una silla cae sin ruido, la historia y su percepción se resienten. Del mismo modo, el compositor ha de velar por que “la frase musical del minuto 11", que resume el arco transformacional de uno de los personajes de forma quizá subliminal (pero imprescindible para una audiencia que ha experimentado ese desarrollo musical desde el minuto 1), tenga el nivel adecuado en la mezcla total.

jueves, 22 de mayo de 2014

Jamendo


Cuando teníamos nuestro grupo de música experimental apenas vendíamos 50 ejemplares de cada cassette que editábamos, y que laboriosamente grabábamos y enviábamos contra reembolso por correo certificado. Por eso es una auténtica gozada ver cómo le está yendo a DUE y a las otras dos iniciativas experimentales detrás de las que estuve hace ya bastantes años en la web musical Jamendo. Diez mil escuchas, más de tres mil descargas... cuando vienes de una escena ridículamente pequeña como la que vio nacer estos ruidos y músicas, el poder tener esta difusión es algo alucinante. Espero que os gusten.

Aquí van los links a las obras de DUE, Miasma y Quaxar en Jamendo.

domingo, 18 de mayo de 2014

PARAFARMACIA



Hace unas semanas me encontré en la farmacia que suelo frecuentar a una chica administrando, a través de un aparato electrónico, un "test de intolerancia alimentaria". Extrañado por el evento, investigué un poco y di con las pruebas de que se trataba de algo próximo al "producto milagro", por lo que denuncié lo sucedido ante el Colegio de Farmacéuticos, y remití sendas cartas al Ministerio de Sanidad y a la Comisión Parlamentaria de Sanidad.

El texto en todos los casos era similar:

Estimados señores:

Quisiera alertarles sobre el tratamiento "mágico" que he localizado en
la ciudad en la que vivo (Las Palmas de Gran Canaria), en una farmacia
sita en la calle XXXXXXXXX. Se ofrece un "test gratuito de
intolerancias alimentarias" mediante un "aparato" que detecta
"bioresonancias".

El test, el aparato y el asunto de la bioresonancia son pseudociencia,
una estafa y un engañabobos que está extendiendo una empresa llamada
Pronutri.

Aquí pueden ver de qué trata el asunto. Es una estafa, considerada
"pseudociencia" por toda la comunicad científica. Un engaño y un timo:

http://es.wikipedia.org/wiki/Biorresonancia

El problema es que aquí se están dando falsos consejos de alimentación
a gente mal informada que pueden poner en peligro su salud gravemente,
y por personas o ignorantes o malintencionadas, elijan ustedes.

Aquí hay algo de información sobre el asunto:

http://www.elblog.info/2011/02/el-timo-de-la-dieta-nutri10.htm

http://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2012/10/19/test-de-intolerancias-alimentarias-totalmente-intolerable/

http://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2012/11/02/test-de-intolerancias-alimentarias-totalmente-intolerable-2a-parte-la-maquina-y-su-manual/

Verán que el caso es tan demencial que llamaría a la denuncia
inmediata. El problema es que la foto que les mando la hice en el
interior de una FARMACIA. Allí había un señor con la maquinita de
marras, engañando en aquel momento a una señora mayor.

Es algo gravísimo, como poner en la consulta de un médico a un
quiromante para que te lea las líneas de la mano y darle "carta de
ciencia" porque está "en la consulta de un médico".

Alguien tiene que legislar urgentemente lo que ocurre en las farmacias
españolas. Tienen que vender medicamentos. Los potingues para la piel,
las homeopatías y las maquinistas engañabobos no son medicamentos. Son
timos. Y timar a la gente en una farmacia está muy mal.

¿Tienen ustedes algo previsto para acabar con este desastre alguien de
que alguien sufra las consecuencias de toda esta irresponsabilidad?

Gracias, un saludo cordial.


Pasados unos días recibí una respuesta airada de la farmacéutica, que sin duda había sido amonestada por su colegio. Sostuvimos una breve conversación epistolar. Por razones obvias no publico sus respuestas, pero sí las mías.

Tras su primer mail, esta fue mi respuesta:

Saludos, gracias por su extenso mensaje. Puede que errara en los
detalles al no fijarme, pero eso no obvia su, creo, lamentable falta
de celo al permitir que ocurriera eso en su farmacia.

Sólo recordarle:

a) Es usted titular de una licenciatura como mínimo en farmacia. Si
usted admite en sus instalaciones procedimientos insuficientemente
probados tal vez debiera plantearse si es bueno o no para sus clientes

b) Naturalmente que el falso método que usted ha ofrecido a sus
clientes es peligroso. Sin diagnóstico alguno una persona no
capacitada -la maquinita en cuestión se aprende a manejar por gente
sin formación en un par de días leyendo el manual- se dedica a dar
consejos de dietética que sólo se aceptarían de un médico experto en
condiciones normales. Imagine una persona que sufre una carencia grave
por un falso diagnóstico de la maquinita de marras ¿a quien reclama?
¿Al ignorante bienintencionado que ha aprendido a manejarla engañado
por la empresa y que ahora se cree un especialista? ¿al tipejo que
dirige una empresa que fabrica máquinas idénticas en su criterio
científico a las aplicadas por la cienciolog ía? ¿A usted que
consiente el engaño pero que dice que es guay porque lo leyó
nosedónde? Alguien con sentido común y una mínima formación me está
diciendo que se puede detectar con dos electrodos la respuesta
COLECTIVA de BILLONES DE CELULAS ESPECIALIZADAS cada una de ellas con
diverso metabolismo en un organismo complejo Señora ¿ES USTED
CONSCIENTE DE LO QUE ESCRIBE?

c) Sus respuestas incluyen varias falacias. Entre ellas la clásica del
hombre de paja: "fíjese usted en todo lo demás y no en esto". Acepte
su responsabilidad, y no recurra a esas respuestas, no son
profesionales. Son idénticas a las del fumador al que se le echa en
cara su mala conducta y responde "pues no te metes con el tráfico que
contamina más". ESE NO ES EL TEMA.

d) Efectivamente, ustedes y sólo ustedes, los farmacéuticos, han
convertido unos lugares en los que se venden medicamentos debidamente
testados en supermercados de potingues de belleza, flores de Bach,
homeopatía y demás engaños o placebos. La culpa es de ustedes y sólo
de ustedes, primero por tragarse cualquier cosa que les venden los
representantes de productos, y después por extender su prestigio a
productos que no curan. Eso, señora, está muy mal. Su gremio ha
convertido a las farmacias en mercadillos de potingues de belleza,
dietas milagro, y muchas otras sustancias que no sirven para nada
(cuanto menos), desde cremas de belleza a geles de baño "con Aloe
Vera". Ustedes no son un supermercado. Ni una boutique. A usted acude
gente que se encuentra mal y en muchos casos ustedes diagnostican y
contribuyen a curar muchas enfermedades pues son la primera línea de
defensa de la sociedad, de una gripe a un resfriado pasando incluso
por pandemias. Ustedes lo hacen a diario y eso genera una confianza
ciega en sus clientes. Si les vende usted sustancias que no están
rigurosamente estudiadas, está usted incurriendo en el mismo delito
personal de lesa confianza que los directores de sucursales que
vendieron Preferentes a sus clientes: traicionar esa confianza. Si
usted le hace el juego a los visitadores e L'Oreal o de Nivea es su
problema, pero sabe tan bien como yo que está jugando a esa confianza
profesional para colocar esos potingues inútiles a sus clientes. Así
que usted verá de qué lado está. Yo al menos sí lo tengo claro. Y no,
no me gusta en lo que las farmacias se han convertido.

e) Acudir a la falacia final de la maldad de las farmacéuticas es un
poco triste. Mire, aquí a la humanidad nos han salvado a millones tres
cosas en los últimos 200 años: el alcantarillado público, las vacunas
y los antibióticos. Las dos últimas se las debemos a la industria
farmacéutica. Tal vez a lo mejor se refiera usted a multinacionales
del engaño como Boiron, fabricante de homeopatía -esto es, pastillas
de azúcar ¿O es que usted olvidó el número de Avogadro al salir de la
Facultad? ¿O es que cree en eso de "la memoria del agua"?-. Boiron
como sabrá es una transnacional francesa que se niega sistemáticamente
a hacer un solo estudio de doble ciego de sus pastillitas. Que como
también sabrá NO CURAN sino por efecto placebo.

Creo que tiene usted un comprensible conflicto moral. Y lo comprendo.
De no tenerlo sería algo preocupante.

Saludos. Y piense que el respeto a sus clientes empieza por venderles
cosas dignas de ser llamadas medicamentos.


Este mensaje fue respondido, pero desistí, pues la farmacéutica insistía en lanzar manchas de tinta para tapar lo que había sido un gravísimo error de celo profesional. Por de pronto, a esta señora su Colegio profesional le ha abierto expediente por este hecho, y para eso no sirven las manchas de tinta.

No me sorprende la escasa capacidad de gente poco acostumbrada a ser corregida a aceptar sus errores personales, sino sobre todo la ligereza con la que los gestores sanitarios, en este caso una farmacéutica, pasan a autoconvencerse de la verdad de auténticas falacias. Son gente a la que se supone capacidad intelectual para ser inmunes a esas fantasmagorías; los profesionales que deberían ser nuestra primera línea de defensa ante la pseudociencia.

Eso dice muy poco de su formación científica, filosófica e intelectual.

Y de la clase política mejor no hablemos.

La foto que ilustra este artículo la tomé con el móvil en la farmacia que denuncié.

domingo, 11 de mayo de 2014

El desastre digital en ciernes


Paramount está dejando de estrenar cine en 35mm en las salas cinematográficas de España. Es el primer estudio que lo hace, y probablemente los demás seguirán a esta multtinancional del cine en breve. Es más, si retraso un poco la publicación de este texto, ya todos lo harán.

Creo que estos pasos que se están dando son prematuros y se están tomando en el peor momento posible. No es un problema (sólo) de distribución, sino también de archivo.

Me explicaré.

El estándar digital elegido para proyección de cine, el DCP, está obsoleto y es ya antiguo, amén de suponer un chantaje para los exhibidores: muchas salas de cine equipadas con buenos equipos de proyección en 35mm no tienen el capital para cambiarlos a digitales y probablemente tendrán que cerrar. Por tanto, se está arrastrando a la ruina a muchos empresarios. Para colmo, el Gobierno ha dejado de ayudar a esta “renovación del parque de exhibición”.

Se despoja a los cines de los proyectores de 35mm, cerrando como consecuencia el acceso de los espectadores a las películas realizadas previamente que están disponibles sólo en este formato, quedando restringido el visionado de ese cine a unas pocas salas, controladas por las multinacionales norteamericanas. Los distribuidores independientes y los pequeños exhibidores van a quedar bajo el control y dictado de las multinacionales del cine. Ser independiente va a ser más difícil que nunca. Como es usual, la tecnología que promete "democratización" lo que acaba ofreciendo es el vasallaje al poderoso que la toma como elemento de control y dominio. Lo de siempre.

Cada vez será más difícil proyectar un cine disidente, diferente y minoritario. Y ese tipo de obras son las que hacen avanzar cualquier arte. Cada vez será más difícil acceder a los clásicos en salas de cine, y aquellos son los que forman a los espectadores.

Considero que las decisiones que se están tomando están profundamente equivocadas y son prematuras, pero es que no sólo afectan a una parte del negocio.

Me parece igual de grave lo que ocurrirá en el aspecto del archivo de las obras de cine. Creo que vienen tiempos catastróficos.

El material de 35mm ha demostrado una longevidad, en buenas condiciones de almacenamiento, de más de un siglo. Las filmotecas nacionales, en su mayoría carecen de dinero siquiera para catalogar el material en 35mm (y otros pasos) que poseen en custodia, qué menos su mantenimiento correcto. Así y todo, el material fotoquímico resiste, a pesar de esas negligencias.

Los materiales cinematográficos archivados en discos duros (y los DCP por ende), empero, son mucho más frágiles. Su cuidado exige una política periódica y sistemática de copias de seguridad en nuevos soportes con diferentes problemas de mantenimiento. Se va a imponer a unas instituciones ya incapaces de cumplir sus obligaciones un gasto gigantesco en software y hardware de almacenaniento sujeto a cortos plazos de obsolescencia.

Los soportes magnéticos tradicionales, cuando se almacenan mal, dan graves problemas. Tuve una experiencia personal sobre este asunto: en el Cabildo de Gran Canaria decenas de cintas del formato U-Matic que se almacenaban con documentos videográficos de los años 70 y 80 y se intentaron recuperar para un festival que dirigí hace un par de años; pues se desintegraban bajo los cabezales de lectura de los magnetoscopios. Ya no era posible copiarlas ni visionarlas. Se habían perdido. Y hablamos de un soporte con fama de resistente y duradero, pero que ha sido almacenado con abandono y desinterés. ¿Qué pasará dentro de 20 ó 30 años con los discos duros y las memorias sólidas que van a empezar a usarse para el archivo de largometrajes y obras audiovisuales a partir de ahora?

Actualmente casi todas las restauraciones juiciosas de películas antiguas contemplan la filmación del material restaurado en resolución 4K sobre negativo de 35mm para su preservación futura, al ser el celuloide el único soporte con garantía de almacenamiento probada. Esto lo está haciendo la industria norteamericana sistemáticamente. En España ni se sueña en esa política, que podría (y debería) estar respaldada por el Estado.

Ello hace temer una catátrofe en términos de archivo y conservación del cine digital como memoria histórica para las generaciones futuras. Es probable que la mayoría de ese cine esté irremisiblemente perdido en un plazo de tiempo relativamente corto. Seguramente en menos de treinta años.

La catástrofe cultural que ello implica es aún inimaginable, pues también afectará a las gentes en sus archivos digitales privados; aquellos en los que guardan sus recuerdos del pasado. Es probabe que estas generaciones carezcan en breve de memoria de su pasado inmediato, al haberse perdido irremisiblemente en las herencias, o con el simple paso del tiempo, los archivos digitales de sus antepasados, que fueron engañados por campañas de marketing que les decían que sus fotos digitales eran para siempre.

Es lastimoso ver cómo las soluciones eficientes y sobradamente probadas se abandonan en pro de una incierta tecnología con plazos de obsolescencia ultrarápidos y que nadie ha probado en el largo plazo. La historia de la humanidad es un experimento diario, pues nadie sabe qué pasará mañana, pero ya deberíamos de haber aprendido que las soluciones que funcionan no deberían de ser cambiadas por otras a no ser que estuviera realmente clara la ganancia del cambio.

El viejo “si funciona, no lo toques”. Máxima que cualquier ingeniero con dos dedos de frente usa como divisa vital en su trabajo.


La foto que abre este artículo es de un rollo de película de 16mm. Está bajo licencia Creative Commons Atribution Share-Alike 3.0 unported. El autor es Ellgaar Holger. La encontré en Wikimedia Commons.

La foto de arriba es un fotograma de "Max wants a Divorce" (1921), realizada por Max Linder para la productora norteamericana Essanay. Muestra el efecto vinagre destruyendo la capa emulsionada de la película, y proviene de un escaneado realizado por la Biblioteca del Congreso para mi documental "The Mystery of the King of Kinema". Para ese documental hemos manejado películas en formato estrecho con más de 90 años de edad que se mantienen en perfecto estado de conservación. Imaginen un disco duro de 90 años y comprenderán parte del problema.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.