En el último número de DGA Quarterly
publican un par de entrevistas estupendas. Una con Mimi Leder, una de
las directoras norteamericanas más conocidas de su generación
-junto a Kathryn Bigelow- y que saltó a la fama a partir de su
notorio trabajo en la serie "ER" (“Urgencias”), una frenética
historia médica que concordaba muy bien con su estilo dinámico de
narrar (por cierto, "Urgencias" tiene algunos de los episodios más originales e interesantes realizados para TV en la década pasada, algo que comentaré en otro momento). Leder dirigió el primer largometraje de Dreamworks, un film
de acción titulado “The Peacemaker”, con George Clooney y Nicole Kidman.
Sus opiniones son especialmente
interesantes, porque Leder, que actualmente trabaja en series de
televisión preferentemente, expresa sin tapujos el daño que a su
carrera profesional han hecho los fracasos de sus películas
(especialmente la, por cierto, muy interesante “Pay it forward”), y que han hecho tambalearse la
labor de esta estupenda directora, toda una walkiria del Steadicam
que llegó a dirigir otra enorme action movie, como “Big
Impact” con una competencia portentosa y una estupenda labor
actoral. Recordemos que el cine de acción norteamericano es un terreno vedado para
las mujeres. Parece que hay que tener testosterona en las venas para hacer ese cine, al menos según la casta de productores que actualmente manda en Hollywood.
La entrevista a Leder se ve completada
con otra, más extensa, realizada a David Nutter, un director que se
ha especializado en realizar pilotos de series televisivas, una labor
desconocida y de gran importancia, pues el episodio piloto suele
establecer el tono, las formas narrativas, visuales y estilísticas, de diseño de sonido, producción, incluso encuadres,
movimientos de cámara, etc., que recorrerán toda la futura serie
(no en vano los directores de los pilotos suelen ser los propios
showrunners de los proyectos, o se convierten, como le ocurre
a Nutter, en coproductores).
El índice de éxito de este realizador
(medido en el hecho de lograr que el piloto se convierta finalmente en una serie, lo que
es una decisión de la cadena que los produce) es el más alto
de la industria, lo que le ha convertido en un director muy
solicitado para nuevos proyectos (en su haber podemos encontrar pilotos de títulos como “Arrow”, “The Mentalist”, “Smallville”, la
futura “Flash” -que acaba de ser aprobada, al parecer-, o “The X-Files”).
Nutter, además, ha dirigido episodios de series de todo tipo, desde “Entourage” (una comedia realizada con modos ad-lib con mucha cámara en mano y estilo postdoc) hasta “The Sopranos” (de planificación clásica) o “The Pacific” (de elevado coste y abundantes escenas de acción bélica con mucha postproducción), lo que revela sus cualidades de todoterreno. Las series anteriores son producciones de HBO, una relación laboral de Nutter que se ha prolongado hasta alcanzar su máximo al encargársele la difícil tarea de la dirección del famoso episodio “Red Wedding” de la serie “Game of Thrones”, tal vez uno de los más anticipados de la historia de las series televisivas, y el que más comentarios ha generado, especialmente en las redes sociales. En la entrevista, Nutter da un par de detalles muy interesantes de cómo planificó las escenas más importantes de ese episodio, toda una escuela para cualquier director, y que obviaré para no dar demasiados detalles a quien no haya visto aún la serie.
Nutter, además, ha dirigido episodios de series de todo tipo, desde “Entourage” (una comedia realizada con modos ad-lib con mucha cámara en mano y estilo postdoc) hasta “The Sopranos” (de planificación clásica) o “The Pacific” (de elevado coste y abundantes escenas de acción bélica con mucha postproducción), lo que revela sus cualidades de todoterreno. Las series anteriores son producciones de HBO, una relación laboral de Nutter que se ha prolongado hasta alcanzar su máximo al encargársele la difícil tarea de la dirección del famoso episodio “Red Wedding” de la serie “Game of Thrones”, tal vez uno de los más anticipados de la historia de las series televisivas, y el que más comentarios ha generado, especialmente en las redes sociales. En la entrevista, Nutter da un par de detalles muy interesantes de cómo planificó las escenas más importantes de ese episodio, toda una escuela para cualquier director, y que obviaré para no dar demasiados detalles a quien no haya visto aún la serie.
Nutter me parece un tipo especialmente
lúcido en una industria en la que esa cualidad no siempre es fácil
de encontrar. Inteligente, resolutivo y absolutamente entregado a su
trabajo; ha tenido, como Mimi Leder, una mala experiencia en el mundo del largometraje
(“Disturbing Behavior”) que le ha mantenido, y le mantiene por
ahora, alejado del cine para salas. En una de sus respuestas a la
entrevista realizada por Brian Lowry, hay unas frases que suscribo
plenamente. Dice así: “Dirigir películas actualmente queda en
gran medida sujeto al azar, y si estrenas en el mismo fin de semana
que 'Save Private Ryan' o algo así, tu película ya no será nunca
más una buena película. Y esta forma de juzgar lo que es bueno y lo
que no, es algo que no veo que sea lo mejor para mi como ser humano”.
Ciertamente, el Hollywood post-agónico
(diríamos que es un zombi) contemporáneo, vive en un estado de
histeria continua, acosado por la piratería rampante, las nuevas
plataformas, la necesidad (¿necesidad?) de exitazos de primer fin de
semana y una crisis de ejecutivos desoladora (no sé si esto ocurría
antes, pero la gente que hoy en día lleva los estudios tienen unas
carencias educativas básicas asombrosas), produciendo enormes
franquicias en las que el director no es más que una pieza del
engranaje, y en las que al final te parece que lo que menos importa
es contar una buena historia, que, carajo, se supone que es lo que
queremos hacer cuando creamos una película. Nutter, sabiamente,
prefiere mantenerse en el mundo de la televisión, que le compensa
sobradamente sus ambiciones personales, que se resumen en esto: contar bien
una historia.
Es aleccionadora la lucidez que
demuestra Nutter, viniendo de uno de los directores más cotizados de
la escena televisiva norteamericana contemporánea, y a la vez
sintomático de lo que pasa al otro lado del Atlántico. Aquí
tenemos unos problemas terribles, que no obvian los que sufren el la
supuesta “meca” del cine, que sobrevive apuntalada por todos
lados y, me temo, en manos de las personas menos capacitadas para unos tiempos tan críticos.
La visión de Nutter de su trabajo y la descripción de cómo se relaciona con los actores, a la que se dedica otra parte de
la entrevista, la comparto plenamente, y creo que del respeto al
actor en el plató -quien, no lo olvidemos, es quien da la cara en una obra
audiovisual- depende en gran medida el éxito de un trabajo
dramático, así como del respeto al técnico. El secreto es saber escuchar.
Leder y Nutter, dos personalidades
tranquilas, nada fatuas, que no gritan en sus rodajes y prefieren
conducirse con modos suaves y educados, con métodos de trabajo
diferentes (Leder no ensaya, hace sus blockings casi en tiempo real,
Nutter prefiere los intensos ensayos y hacer su blocking a medida que
se impregna de la historia) son llamados artesanos hoy en día por la crítica. Se trata del equivalente de los Henry Hathaway o los Raoul Walsh de
hace 70 años. A mi me parecen los creadores verdaderos de una
industria que ha encontrado, afortunadamente, una nueva vía de
expresión en la televisión por cable y en los nuevos canales online (como
Netflix), pero que ha perdido el norte en las grandes pantallas (o si no
ya me dirán qué cojones hacen Zack Snyder, Olivier Megaton, McG y
otros Djs del video assist actuales, meros iluminadores de
storyboards dirigiendo proyectos de cientos de millones, y qué caterva de enanos mentales les aplauden mirando
sus dailies).
En realidad, Hollywood lleva perdiendo su norte 40 o 50 años ya, esto no es novedoso, lo que sí lo es, es la increíble incompetencia que los Estudios vienen demostrando en las últimas décadas, precisamente cuando pasaron a ser dirigidos por asesores financieros y fondos de inversión. Caray, curiosamente, lo mismito que está pasando en el resto del mundo y en otras tantas industrias.
En realidad, Hollywood lleva perdiendo su norte 40 o 50 años ya, esto no es novedoso, lo que sí lo es, es la increíble incompetencia que los Estudios vienen demostrando en las últimas décadas, precisamente cuando pasaron a ser dirigidos por asesores financieros y fondos de inversión. Caray, curiosamente, lo mismito que está pasando en el resto del mundo y en otras tantas industrias.
En una de las reuniones que tengo
periódicamente con ejecutivos, un tipo que cobra una pequeña fortuna
al mes de una major me pedía largometrajes (los llamaba productos) de 25.000 dólares de
presupuesto hechos con “Found footage”. Naturalmente, aquello
pasó, eran los tiempos de los “Paranormal Activity” y la moda era aquella, pero el tipo todavía no ha sido despedido. Es una plaga que se extiende por
muchas actividades económicas y que parece empaparlo todo de un moho
que no se va y que lo cubre todo del mismo tono, como en aquella
novela de Stephen King, y luego película de Brian de Palma, “Dreamcatcher”. El moho gris de la mediocridad.
La foto de David Nutter está en Wikimedia Commons, y fue tomada en la Comic-Con de 2012. Está bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported. Su autor es Gage Skidmore.