lunes, 26 de agosto de 2013

Jugando al trabajar




En el número de 29 Julio al 4 de Agosto de la revista Bloomberg Businessweek (por cierto, qué revista tan bien diseñada; es en cierta medida la continuación desde una publicación semanal de lo que Wired representaba hace tiempo en términos de juegos interesantes con la maquetación), se publica un simpático artículo sobre los guionistas de la lóngeva serie de animación televisiva “Los Simpson”, esa que se emite en horario nocturno en Estados Unidos, pues está concebida para adultos (como “Family Guy” y otras), pero que en este país se emite, asombrosamente, en horario infantil.

El artículo visita el chalet en el inmenso lot de Fox Studios donde los guionistas de la serie trabajan, que estaba decorado en su entrada, recuerdo, con una enorme mano de Homer Simpson portando una rosquilla. Los chalecitos del lot de Fox son viejos y están hechos polvo, deben tener cincuenta años o así. Algunos recuerdan aquellas viejas casetas-residencia de la película “Sucedió una noche” (“It happened one night”, Frank Capra 1934), en una de las cuales Claudette Colbert y Clark Gable pasaron una noche inolvidable. Pero en su interior son mucho más conforables y amplios de lo que se podría esperar.

Sin embargo, Bloomberg no visita el chalet de los escritores para hablar de su trabajo en la serie, que tras 24 años de producción ininterrumpida goza de muy buena salud televisiva (los guionistas actuales llevan hasta 8 años en plantilla), sino porque se han inventado un juego con el que pasan el rato, y que ha llegado a apoderarse de toda la pizarra que decora la sala de reuniones, y que debería de usarse para ilustrar las discusiones del equipo de escritura.

El absorbente juego es un sistema de apuestas mediante el cual has de adivinar lo más certeramente que sea posible la recaudación de los próximos estrenos de cine en Estados Unidos, desde los grandes blockbusters a las películas independientes. En el artículo hay una foto de la pizarra, absolutamente repleta de tablas con las recaudaciones previstas y las apuestas de cada uno, -y, por cierto, se puede atinar a ver que los jugadores han asignado a “I'm so exited” (el título internacional de “Los amantes pasajeros“, de Pedro Almodóvar) 5 B.O. Bucks (así se llaman las unidades de cuantificación que ellos mismos se han inventado para el juego)-. Naturalmente, los guionistas de la serie, que cobran unos sueldos de 6 cifras, y que además se lo pasan pipa en su trabajo, siguen generando unos libretos alucinantes, brillantes, ácidos y divertidos, y su juego, que cada vez les apasiona más, no interfiere en la calidad de su trabajo, a pesar de que ahora tienen que tomar notas en sus cuadernos a lápiz y prescindir de la pizarra común, completamente tomada por sus apuestas.

En otra foto aparecen tres de los guionistas de la serie, todos ellos asimismo coproductores ejecutivos: Kevin Curran, Michael Price y Joel Cohen, que posan ante un chillón fondo de color amarillo-Homer. Cada año hay un ganador del juego, y se añade un banderín en el techo de la sala con el nombre del afortunado. Kevin Curry fue el ganador en 2012, Price en 2011 o Cohen en 2010. Este año todavía no hay ganador, y el grupo se pasa las horas muertas pegado a sus ordenadores, visitando compulsivamente la web especializada en recaudación de cine Box Office Mojo.

Otro miembro del equipo, Jeff Westbrook, que tiene una licenciatura en informática, ha desarrollado un programa que permite que reciban los domingos por email las recaudaciones del fin de semana. El juego, así, se prolonga a los 7 días de la semana, les obsesiona, les absorbe, les vuelve locos, se pelean, se enfurecen, se ríen, de desesperan... pero siguen haciendo su trabajo mejor que nadie.

Desde su expresión sonriente de niños grandes no puede uno evitar pensar en la situación lamentable de la mayoría de los guionistas de series de televisión que trabajan en España, donde el contrato de guionista fijo ha desaparecido, los sueldos han bajado y hasta la Comisión Nacional de la Competencia llegó a multar a Alma, el sindicato de los escritores de audiovisual en España, por proponer unos costes mínimos para cobrar por un guión con una dignidad elemental. Así estamos.

España va por un camino terrible, equivocado y triste. Me alegra mucho ver que en Estados Unidos los buenos profesionales sean respetados por su trabajo. Jamás un ejecutivo de Fox ordenaría borrar la pizarra de su sala de reuniones, porque probablemente el resultado sería su despido fulminante. Imaginen lo que pasaría en España. En nuestro país puedes ser el mejor, que no quiere decir nada. Eso muchos guionistas brillantes lo saben, por desgracia. Ojalá esto mejore. Mientras tanto, ver a gente estupenda como el equipo que escribe la serie de animación que abandera Fox, trabajando y pasándoselo genial en su trabajo te genera una dolorosa mezcla de envidia e impotencia, pues comprendes el largo, larguísimo camino que aún nos queda por recorrer en este país, en todos los sentidos.


La imagen que ilustra este artículo está en Wikimedia Commons. Muestra el Empire State Building en Nueva York iluminado de amarillo para conmemorar la edición en vídeo doméstico de "Los Simpson. La película" ("The Simpsons movie", David Silverman, 2007). Año 2007. Autor: William Ward. Está en licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.