Aquí estamos, en pleno Sitges durante la última edición del festival, de izquierda a derecha: Beñat Beitia, Toni Marín y el menda lerenda, conspirando en los primeros nudos del viaje del Winnipeg, nuestro precioso proyecto de largometraje animado, que ya va avanzando en su preproducción tras dos años de trabajos.
Beñat y yo codirigimos la película y Toni, productor, es el alma mater del proyecto, que ha crecido hasta convertirse en una coproducción entre tres países (Chile, Argentina y España) con centros neurálgicos en País Vasco, Catalunya y Canarias.
Partimos de una poderosa novela gráfica de Laura Martel, con quien somos coguionistas los directores, y (cruce de dedos mediante) iniciaremos producción en unos meses. Se están diseñando los personajes de la mano del gran Miguel Francisco, creando fondos preliminares en la productora chilena Pájaro y dando pasos seguros en el desarrollo del storyboard con el arte de Kepa de Orbe.
Está siendo una experiencia absolutamente maravillosa. Cada película es un viaje, y esta más.