El pasado día 23 de julio en Avilés,
durante la celebración del Fetival Celsius 232 2016, Hijos de Mary
Shelley celebró una curiosa ceremonia. Se leyeron dos relatos del
último tomo de cuentos que acaban de publicar, titulado “Las
noches de Clairmont”, el sexto que probablemente sea el último.
El primer relato fue “La luz que no se apaga
nunca”, de Carlos Fidalgo, leído por él mismo, y el segundo fue
“Una pequeña tara”, escrito por mi y leído por el actor
Enrique Sánchez-Ramos. La de arriba es una fotografía del momento de la lectura.
La foto es de Laura Muñoz Hermida.
Además, Luis Antonio Muñoz y Enrique Sánchez-Ramos interpretaron (piano y voz respectivamente) la partitura recién descubierta de un misterioso y extraño compositor, Renè Lebiac, sobre quien Fernando Marías entrevistó en el escenario a Luis y Gonzalo Pernas. Toda una noche de misterios e historias inquietantes.
Además, Luis Antonio Muñoz y Enrique Sánchez-Ramos interpretaron (piano y voz respectivamente) la partitura recién descubierta de un misterioso y extraño compositor, Renè Lebiac, sobre quien Fernando Marías entrevistó en el escenario a Luis y Gonzalo Pernas. Toda una noche de misterios e historias inquietantes.
“Las noches de Clairmont”, editado
y dirigido por Fernando Marías, encierra en sus páginas, además de
los citados, relatos de Nere Basabe, Lord Byron, Isabel Camblor,
Cristina Cerrada, Valeria Correa Fiz, Milagros Frías, Santiago
García-Clairac, Berna González Harbour, Adrán Gualdoni, Raquel
Lanseros, Paula Lapido, Jesús Lens, Manuel Loureiro, Gabriela
Llanos, Lorenzo Luengo, Roberto de Paz, Gonzalo Pernas, Raúl
Pessina, Txani Rodríguez, Guillermo Roz, Felipe Samper, Javier
Serena, Percy Bysshe Shelley, Mary Shelley, Anamaría Trillo, Giny
Valrís y María Zaragoza. La expresionista (y tedparmeliana;
me acabo de inventar una palabra) portada del libro es obra de Javier
Olivares.
Si os interesa este nuevo tomo de la colección, no os lo perdáis. Y los demás todavía se pueden encontrar en los lugares más oscuros y misteriosos de las librerías, si sabéis buscar. Pero no os extrañe que el librero os mire con un poco de miedo, admiración y tal vez algo de envidia cuando los compréis; sólo los elegidos tienen acceso al conocimiento arcano que encierran.
La foto es copyright Laura Muñoz
Hermida e Hijos de Mary Shelley.