Especie de comedia fantástica de trazo grueso, fue de los primeros proyectos que intenté escribir directamente en inglés, gracias a la ayuda de mi amigo Stefan Nicoll. Lo movimos a través de su productora de entonces, Guerrilla Films, y con la ayuda de Margaret Nicoll. Era una historia sobre qué pasaría si un experimento en un acelerador de partículas fuera mal.
Comparte idéntica premisa con la producción de Netflix y J. J. Abrams "The Cloverfield Paradox": un experimento con partículas fundamentales causa un cambio irreversible en la estructura del universo.
El título "Bohrlab", acrónimo inglés de Bohr Laboratory, es similar al nombre de una instalación de investigación de física de partículas, el "Fermilab", situado en Estados Unidos, y homenajea al danés Niels Bohr, pionero de la mecánica cuántica.
Han sobrevivido los "mapas" de las instalaciones en las que transcurría la acción, que servían de guía al lector del guión.