viernes, 8 de marzo de 2013

Nacionalizar




Hay que desandar lo andado. En las pasadas décadas se cometieron varios errores terribles en la “gran economía española”, y las privatizaciones de empresas públicas fueron de los más graves. Generaron supuestos ingresos para el Estado entonces, pero ahora revelan los perjuicios que han causado a la ciudadanía. Es curioso observar que, según las Asociaciones de Consumidores, las tres áreas de consumo que más reclamaciones generan, telecomunicaciones, banca y eléctricas, pertenecen a sectores que fueron privatizados hace 20 años.

Aquellas empresas, como era estilo entonces -y sigue siendo- se pasaron a manos privadas de personas “de confianza” del poder. Nadie se preocupó de que fueran buenos gestores, y tampoco se prestó especial celo para salvaguardar los intereses públicos con alguna cláusula especial en los contratos. Se dieron a empresarios los miles de kilómetros de líneas telefónicas, un recurso público pagado por los impuestos, los equivalentes kilómetros de líneas eléctricas, los ahorros y depósitos de millones de ciudadanos, etcétera. Se creó una falsa sensación de competencia generando oligopolios bajo la sombra del poder político, que, mediante pactos de precios, han generado un estado de cosas francamente mejorable. Tenemos los precios más caros en electricidad, telefonía y banca (qué decir de la banca) de Europa, comparando la renta per cápita. Es un escándalo. Los consumidores sufren a diario cláusulas leoninas que moverían al sonrojo a un inspector europeo, la imposibilidad sistemática de darse de baja de ciertos servicios telefónicos, o los cobros indebidos, las cláusulas modificadas unilaterlalmente, las comisiones de usura, el déficit tarifario... Esto es un desastre.

Iberia es el último ejemplo. Malvendida en unas condiciones sospechosas a British Airways (esto es, "a la española"), está siendo sistemáticamente desmantelada para que la poderosa compañía británica, antes al borde del desastre, se mantenga precariamente en pie unos años más, en una estrategia parasitaria de libro. Ya he hablado de la pésima estrategia de la creación de Iberia Express (por lo que esconde) en un post anterior. Como parece usual, posiblemente por la red clientelar que aún mantiene el país en suspenso, probablemente a causa de la incompetencia o cobardía de los elegidos para representarnos, nadie está moviendo un dedo para remediar la desintegración de la línea aérea española de bandera. Las huelgas se suceden ante la presión insostenible de unos directivos que residen en Londres y que manejan con hijos de seda y guante de acero los movimientos de unos directivos españoles que, al menos en las declaraciones que hacen, se muestran como tontos de manual. Esto es un desastre y es intolerable. No bastó a la casta dominante en el país el malvender empresas que dan servicios básicos (ahora van a por el agua, a por la sanidad, a por la educación, demostrando una vez más que maldad y estupidez van de la mano, pues no existen estudios ni evidencia científica que les avale, pero eso les da igual), sino que, cuando sólo se les pide que hagan los gestos mínimos para salvaguardar el interés general se asustan y miran para otro lado.

Por poner otro ejemplo, en España AENA, empresa en proceso de venta por partes a manos privadas, ha decidido elevar las tasas aeroportuarias, coste que las líneas aéreas repercuten en los billetes (como pasó con el Canon Digital) haciendo volar aún más oneroso para una ciudadanía ahogada a impuestos, directos e indirectos. Mientras, Egipto pone a coste cero sus tasas de aeropuerto y paga los asientos de los aviones que quedan vacíos.

Nadie parece entender nada en las cúpulas de esas enormes empresas. Incapaces con sueldazo aparte, alguien tendrá que hacer algo. El primer paso es la nacionalización “de vuelta” de empresas de sectores básicos. Esta decisión habrá de tomarse tarde o temprano, o esto será un caos. La generación actual no puede esperar que los directivos de esas empresas, sumidos en su propio mundo clientelar ceda sus privilegios. Así que sólo existe esa salida. Problemas legales aparte, de nuevo, hay algo mucho más importante en juego. La supervivencia de un país.

Y si nadie hace nada, Iberia, que será la primera víctima visible de este escándalo con dos o tres décadas de gestación, caerá sin remedio. Entonces la nacionalización será imprescindible. Y será tarde, otra vez. Este país siempre llega tarde. A todo.


La foto es de Wikipedia Commons y está bajo dominio público. Recomiendo visitar el enlace, que aclara las condiciones de la licencia, que son bastante especiales. La foto es de 1917 y el avión era un Slesarev Svyatogor, un prototipo de bombardero. Los diseños de naves aéreas soviéticas de todo tipo tienen un cierto sabor a ciencia ficción.

A peculiar galaxy near M104

Publicado en Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica, Vol. 59, número 2. P.327. Este es el link.