lunes, 23 de enero de 2017

LOS CÓDICES DEL APOCALIPSIS (1): ¿Qué nos ocultan?





Estas fotografías fueron tomadas hace unos años por el Telescopio Herschell del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma. Se trata de uno de los telescopios más importantes del mundo, y miles de científicos lo usan cada año para sus investigadores. Son fotografías rutinarias, de calibración, que sirven para medir la aberración de las lentes de los telescopios en campos muy pequeños de visión. El campo es apenas de una centésima de grado.

Se puede observar ante el campo fijo (las estrellas que permanecen sin moverse) un objeto en desplazamiento. Esta fotografía se archivó y fue enviada por orden del gobierno a la NASA, que ordenó que se enviaran los archivos digitales a Estados Unidos y se elimirara cualquier copia. El IAC (Instituto de Astrofísica de Canarias) recibe fuertes subvenciones de universidades de Estados Unidos, así que no se meten en problemas, y aceptaron.

Me fueron enviadas por un email cifrado, ya que tengo contactos en el Instituto desde hace años, que me envían imágenes extrañas o inexplicables que fotografían con sus telescopios. Hay más de las que pueden imaginarse ustedes.

Mi contacto en el IAC me explicó el problema de las fotografías. Se trata de un objeto en órbita alrededor de la tierra, un objeto que no debería de estar ahí. La imagen digital permitía obtener más datos sobre él. Está en una órbita en la que nadie pone satélites, por lo que ahí no debería de haber nada, y está relativamente cerca de la Tierra. Lleva ahí un montón de tiempo, aparentemente, y al parecer se había observado en otras ocasiones, pero por alguna extraña razón se mantiene en secreto la existencia de ese objeto.

La imagen contiene información espectrográfica, por lo que se puede averiguar más o menos de qué materiales está hecho. Gracias a esa información se ha podido averiguar que el objeto está formado mayoritariamente por un metal precioso: oro prácticamente puro.

La pregunta es qué puede haber orbitando a la Tierra en una orbita prohibida internacionalmente, en la que ni siquiera se pueden colocar satélites espías porque es la que usan las misiones espaciales para salir al espacio, por qué lleva, aparentemente, años ahí, por qué al parecer está hecho de oro puro, y sobre todo por qué se quiere ocultar. ¿Es un asteroide? Imposible que esté formado de metal precioso. ¿Es un objeto fabricado?

Mi contacto en el IAC me ha dicho que la NASA podría estar preparando en secreto algo realmente importante, lo que probaría la enorme importancia de este misterioso objeto que se quiere ocultar a toda costa. Posiblemente se tratará de un encuentro con el objeto usando la Estación Espacial Internacional, ya que sus órbitas están relativamente próximas. Si se lleva a cabo, no se informará a la opinión pública.

Actualmente el objeto ya no es visible. Mi contacto del IAC terminó su beca y regresó a su país de origen, Armenia. No he podido volver a contactar con él.

Son muchas, demasiadas preguntas, que me llevaron a iniciar una investigación. Encontré otras fotos, testimonios, y revelaciones absolutamente alucinantes.

Y de aquella investigación, surgió una novela: "Los Códices del Apocalipsis". No puedo decir que esté basada en hechos reales porque me metería en un problema muy grave. Sólo puedo decir que “contiene trazas de la verdad”.

De una verdad que puede pasarnos pronto, antes incluso de lo que esperamos.

Estamos preparando una reedición de "Los Códices del Apocalipsis" en Amazon totalmente revisada y con un montón de sorpresas, en ebook (también para Kindle) y en papel (en impresión bajo demanda). A medida que se vaya acercando la fecha de la publicación, voy a ir poniendo en este blog algunas pistas sobre la trama, sus personajes, misterios, etc. 

Si os apetece, todavía tenéis disponible la edición en papel de Tyrannosaurus Books a punto de agotarse en Amazon, Casa del Libro o El Corte Inglés. Si queréis examinar la bonita edición original, podéis echar un vistazo en este Flickr de Edición Coleccionista.

miércoles, 18 de enero de 2017

Cinefórum en la Biblioteca Insular


Entre febrero y abril, en jueves alternos, estaré programando y presentando un cinefórum organizado por la Biblioteca Insular de Gran Canaria, que hemos titulado "Las otras caras de los superhéroes". 

Las proyecciones y posteriores coloquios serán a las 18:30 horas en la Sala Cairasco del CICCA - Centro de Iniciativas de La Caja de Canarias, los días 2 y 16 de febrero, 9 y 23 de marzo, y finalmente el 6 y el 20 de abril.

Os pongo aquí la introducción del ciclo, e iré publicando a lo largo de las semanas las proyecciones que vayan tocando esos días. Así que si os apetece daros un salto, por ahí nos vemos.

"Las otras caras de los Superhéroes"
(Seis Películas de superhéroes hechas con la mirada un poco esquinada)
Introducción al ciclo
Los cómics están de moda en el cine. Si bien el llamado Noveno Arte siempre ha sido mirado con cariño e interés por el Séptimo, con adaptaciones casi desde los primeros años del medio, es ahora, con la irrupción de las grandes franquicias superheroicas y los apabullantes efectos digitales, cuando las páginas de los tebeos han saltado a la gran pantalla de forma masiva, especialmente en grandes sagas de las dos editoriales más importantes en Estados Unidos: Marvel y DC cómics. Se están haciendo tantas películas de este género, que se empieza a hablar de una “burbuja de los superhéroes” en el cine. Este ciclo quiere ofrecer una visión un poco diferente de este fenómeno superheroico, partiendo de adaptaciones bastante separadas en el tiempo, recorriendo obras de cómic independiente, o especialmente interesantes y poco conocidas, o tomando el fenómeno de los superhéroes como excusa para contar historias novedosas. Así, podremos ver cómo el cine y el cómic juegan desde hace mucho tiempo al gato y el ratón, persiguiéndose, encontrándose, y volviéndose a perseguir, realimentándose y generando metauniversos narrativos, realidades paralelas. Algunos de los títulos elegidos son estupendas películas, y otros simplemente lo intentaron y se quedaron en las buenas intenciones. Pero todos son interesantes para relatar una modesta historia paralela y un poco menos conocida de la relación entre el cine y el cómic de héroes disfrazados.

Uso para ilustrar este texto el póster del ciclo, con el logo diseñado por Pablo Amargo, acogiéndome al derecho de cita.

sábado, 14 de enero de 2017

Fabroven


El del Fabroven, un medicamento, es el ejemplo que uso para una pregunta parlamentaria que he remitido hoy a la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso. 

Como suele pasar, es la vida la que te coloca de bruces ante problemas que pensabas no existían o eran menores, pero, cuando has de tomar responsabilidades, en este caso médicas, descubres agujeros enormes de los que, aparentemente, nadie se queja, y que están afectando a la vida de millones de personas. Y como siempre, no pasa nada.

El Fabroven está desde 2012 excluido de la Seguridad Social junto a otros 400 medicamentos. Fue una de las "medidas de choque temporales", junto al copago farmacéutico, que aplicó el gobierno entonces. Nadie las ha derogado, claro. Ahí siguen. 400 medicamentos que suelen ser utilizados sobre todo por enfermos crónicos, y que han de pagar el 100% de su precio, sin cobertura alguna. Me parece alucinante. Pero ahí sigue la cosa tras cinco años de aplicada la norma.

Os dejo con el texto de la pregunta parlamentaria. Tan pronto reciba respuesta al respecto (si la recibo), la pondré aquí. De verdad, hay tantas cosas absolutamente increíbles, injustas, feas, y terribles en este país, y encima apoyadas por la legislación y aprobadas en un Congreso que se supone nos representa, que es asombroso que al final todo este tinglado funcione. 

O a lo mejor es que funciona precisamente por eso.    :-(


Señorías,

El Fabroven es un medicamento utilizado para evitar la insuficiencia venosa, una enfermedad que afecta a millones de personas e interesa al riego sanguíneo en las extremidades del cuerpo humano. Se trata de una medicina probadamente eficaz, con nuevas aplicaciones descubiertas recientemente.

El Fabroven fue retirado de los medicamentos subvencionados por la Seguridad Social junto a otros 400 productos en la Resolución 10952 de 2 de Agosto de 2012, una Orden que se añadía a la del llamado copago farmacéutico. La Orden pretendía retirar de la subvención un cierto grupo de medicinas por diversos motivos, enumerados en la misma. En el caso del medicamento citado, lo fue por estar indicado en el tratamiento de “síntomas menores” (punto 1, motivos de exclusión, supuesto e).

La insuficiencia venosa no es un síntoma menor. Es una enfermedad crónica que si no se trata debidamente lleva al paciente a sufrir intensos dolores que afectan a su calidad de vida, pudiendo, en el peor de los casos, y de no tratarse debidamente, aparecer embolismos, úlceras, y en casos extremos la amputación de las extremidades afectadas. Todo ello por ende afectaría a la supervivencia del enfermo.

Fabroven es de uso cotidiano en ancianos y enfermos crónicos, y de consumo frecuentemente diario en ratio 1,1,1 (3 pastillas al día). De esta manera, la media de consumo es de dos cajas del medicamento al mes.

Su PVP en farmacia es de 14 Euros por caja, lo que implica al enfermo un desembolso mensual de 28 Euros, una cantidad que creo es excesiva para las pensiones disponibles en España, siendo precisamente los pensionistas el grupo de consumidores mayoritarios de este medicamento.

Cuando en España la Seguridad Social subvenciona los pañales para adultos, por poner un ejemplo para el caso de los ancianos, creo que es perentorio retomar ciertos tipos de medicamento, como es este, bajo su protección, pues son de necesario consumo por las personas de edad avanzada, y en muchos casos dejan de consumirlo por su elevado precio. Es por ello por lo que creo perentoria una revisión de la Lista de Medicamentos Excluidos por mor de la citada Orden 10952 para este y otros medicamentos que atienden a los llamados “síntomas menores”.

En el caso de la población anciana ello pasaría, al menos, por una ampliación del concepto del Punto 3 de la Orden, “Excepciones”, a los grupos de enfermos crónicos y ancianos, que actualmente no están incluidos en ese cuadro de categorías.

Al mismo tiempo, y en líneas generales, considero que la existencia de una lista de exclusión de medicamentos subvencionables, tratándose en todos los casos de medicinas de probada efectividad (y así se indica en el preámbulo de la Orden), es una decisión fundamentalmente discrecional y arbitraria, y que afecta, creo, negativamente a la calidad de vida de la población, especialmente en sus sectores más vulnerables, aquellos que, a pesar de tener las medicinas incluidas en la lista en su receta médica, dejarán de consumirlas por no poder pagarlas.

La lista se extiende a sedantes, calmantes, antivirales, antiinflamatorios, mucolíticos, y otras medicinas que, al ser excluidas de la subvención en su adquisición, parecen obedecer a un deseo del Gobierno de que una parte de la sanidad -dudosa y arbitrariamente considerada “de menor gravedad”-, no debe ser pagada por el Sistema por ser “menos importante”.

Les recuerdo que una gripe puede ser mortal, así como muchas otras enfermedades aparentemente banales, si no se tratan debidamente. Los medicamentos que aparecen en la lista en muchos casos evitan enfermedades mayores y más caras, desde embolias a EPOC, siendo esa labor de barrera para patologías de gran gravedad totalmente ignorada al crear la lista en 2012. Y el precio de los medicamentos no subvencionados genera, como ya he indicado, una seria barrera de entrada para la ciudadanía menos pudiente, lo que les lleva finalmente a no tratar esas dolencias, algo sencillamente intolerable en una sociedad que se supone occidental. Velar por la calidad de vida de los ciudadanos ha de ser un objetivo indiscutible. Especialmente, insisto la de aquellos que forman parte de los sectores más vulnerables.

Por todo ello quisiera formular estas preguntas a la Ministra de Sanidad que agradecería respondiera en la Comisión de Sanidad si Su Señoría tuviera a bien transmitirlas. Asimismo, si desean editarlas, mejorarlas, extenderlas o resumirlas, les invito a hacerlo, en aras de la mayor eficiencia parlamentaria:

1-¿Por qué se mantiene sin revisar la Orden 10952 a los cinco años de su aplicación? ¿No han pasado suficientes años para juzgar sus consecuencias en la población, sean estas buenas o malas? ¿Existen estudios de abandono de la medicación de personas en situaciones de carencias económicas ante estas medidas de pago sobrevenidas? ¿Qué se concluye de ellos? De no existir en el país, hay evidencia científica en otros estudios realizados en el extranjero.

2-¿Por qué se excluyó de la subvención de la Seguridad Social un medicamento como el Fabroven, indicado para la insuficiencia venosa, una enfermedad crónica pero que debe ser tratada, que afecta a la calidad de vida de un numero mayoritario de ancianos y jubilados, y con un precio actualmente a todas luces oneroso?

3-Que se proceda a recuperar ese medicamento a la lista de subvencionados añadiendo la categoría de Ancianos y enfermos crónicos al Punto 3 de la Orden.

4-Que se revise rigurosamente el resto de la lista de medicamentos excluidos, no sea que concurran otros casos similares (medicamentos que tratan patologías crónicas que de no usarse causan que estas empeoren), y en su caso se proceda a la eliminación de la lista en el medio plazo.

5-Se supone que estas medidas, como las de copago, eran temporales, y obedecían a la crisis económica. Sin embargo, siguen vigentes ¿Por qué?

6-Si ya se creó una política de copago, que más bien supone un pago añadido a una población vulnerable, especialmente jubilados y enfermos crónicos, que ya han pagado esos gastos a lo largo de su vida vía impuestos y cotizaciones ¿Por qué y para qué se añadió además esta lista de medicamentos excluidos, añadiendo un copago más al existente? ¿Se lograron los objetivos de ahorro planteados?

7-¿Es el ahorro económico del sistema sanitario tan vital que deba de afectar a la calidad de vida de las personas, como ocurre con estas medidas de exclusión de medicinas de la cobertura de la Seguridad Social?

La foto la tomé en Sitges el 12 de octubre de 2015.

martes, 10 de enero de 2017

Antonio García Rodríguez, “El Primo Antonio”



Así se llamaba. Yo le conocía por “El Primo Antonio”. Era un pintor de brocha gorda, y de niño recuerdo que nos venía a visitar a nuestra casa en las Alcaravaneras, donde pasé mi infancia. Era una casa terrera, y la azotea era mi zona de juegos. 

Antonio era jovial, simpático, ingenioso, y siempre estaba contando historias. Le recuerdo tomando café en la cocina con mi madre y mi abuela, riendo, y siempre manchado de pintura. Era hijo de una hermana de mi abuelo, y en sus ratos libres se encerraba en su casa, y se dedicaba a pintar cuadros de formato pequeño. Paisajes sobre todo. Pero con un estilo muy personal.

El cuadro que aparece más arriba estuvo en casa de mi abuela desde que tengo memoria. Decoraba el zaguán, y cuando mis padres se mudaron a su muerte, pasó a ocupar un lugar de honor en el salón de la nueva vivienda. Al pasar cuando iba de visita, cuando entraba y salía, lo miraba siempre unos instantes. Estuvo en aquellas dos casas durante sesenta y seis años, y nadie le prestó especial atención. 

También recuerdo que Antonio le hizo un retrato a mi tía Delfina, que ella se llevó a Huelva, donde ahora vive. Era un cuadro tan vívido que todavía lo tengo en la memoria.

Mi amigo Manolo Ojeda descubrió a Antonio hace unas semanas y me pidió el cuadro para una exposición que acaba de inaugurar en su galería. Con todo el cariño, le puso un nuevo marco, que ahora ayuda mucho al disfrute de la obra. En su exposición, que ha titulado “Legado”, Manolo quiere homenajear a los grandes artistas olvidados e ignorados de esta tierra, que son legión. Gente que no tiene ni un museo que les vele, cuya obra desaparece por desatención y olvido, y que se esfumarán, si nadie lo remedia, en la oscuridad, por pura negligencia. Y de esa negligencia somos todos responsables.

Me pregunto qué habría pasado con Antonio si hubiera nacido en otro país, en otras latitudes. En una tierra que le hubiera ayudado a crecer como artista, y a vivir de su obra. Su estilo, enérgico, intuitivo, saltando del impresionismo hacia algo que quiere convertirse en no figurativo, hubiera explotado sin lugar a dudas. Lo que habría podido hacer, está en el universo de las obras que pudieron ser pero nunca serán. Antonio nunca dejó de hacer cuadros, pero tampoco pudo comer de ellos jamás

Siguió albeando y pintando paredes hasta que su vida terminó. Y su obra es muy escasa. La mayor parte ha desaparecido, y poca, muy poca, está en manos de un par de coleccionistas.

Investigué un poco, y encontré un pequeño artículo sobre él en un estudio sobre la pintura paisajística en las islas. Y de allí saco esta pequeña cita:

Antonio García nació en Las Palmas en 1919. En 1933 ingresó en la Escuela Luján Pérez, compaginando los estudios de pintura con otras actividades profesionales. En 1945 celebró su primera exposición individual en el Gabinete Literario.
(...)
Juan Ismael decía, a propósito de su segunda aparición en 1950 en Wiot:
Antonio es el creador de su propia escuela. Su pintura hace escuela. El mira el paisaje, arrancándole su entraña más íntima, con una mirada única, mostrándonos su verdad desnuda, escueta; sobrio en su justo color, rico en el empaste de amplias pinceladas.”
(...)
Eduardo Westerdahl dijo de su pintura:
Antonio García, sorprendente revelación de esta sala. Creo que desde Oramas no se ha vuelto a dar un caso de eclosión de vocación artística como el presente.” Y de sus cuadros decía: “Expresionistas llenos de sinceridad y audacia”.

(“La Pintura Canaria de Paisaje en las Islas Canarias Orientales”. María Dolores Arroyo Fernández. Tesis Doctoral dirigida por el Catedrático Don Jesús Hernández Perera. Madrid, 1991. Facultad de Geografía e Historia. Universidad Complutense de Madrid)

La obra que ilustra este texto es: “Paisaje”, Antonio García Rodríguez, 1950. Óleo sobre lienzo. Colección particular. Cortesía de Isabel Rodríguez Almeida.

miércoles, 4 de enero de 2017

Papel mojado


El pasado 4 de agosto fui a la oficina de la Propiedad Intelectual de Las Palmas a registrar un guión que he escrito con David Muñoz. Hice el trámite, y con la hoja de pago que te dan me fui al banco más próximo a abonar las tasas. Es un documento autocopiativo en papel de 4 colores que luego, tras pagar, entregas en el Registro, quedándote una de las copias; la otra va para la administración y la cuarta se la queda la sucursal bancaria en la que has hecho el pago, pues es allí donde se ingresan esas tasas. Por Ley.

Fui a La Caixa para hacer el abono. Soy cliente, me queda cerca, así que lo hice por comodidad. El chico que estaba en la mesa -no le conocía; estaba haciendo una sustitución por vacaciones- me dijo que ya se había pasado la hora para pagos de recibos. Le dije que era un pago para el Tesoro Público, y que no está sometido a límite horario alguno. Además, impedirte esos pagos es ilegal. Cuando le pedí una hoja de reclamaciones, se puso un poco tenso, y me dijo que “no sabía si tenían”. En cuanto saqué el móvil y llamé al 092 (puedes pedir que venga la Policía Municipal si te niegan las hojas de reclamaciones en cualquier tienda, banco o lo que sea que venda algo de este país), se puso más tenso aún, con cara de "joder la que me ha tocao esta mañana". Me preguntó entonces si era cliente, a lo que respondí que sí. “Eso es otra cosa”, dijo. Yo le respondí que fuera cliente o no, tenía que atender mi petición. De nuevo, así lo dice la Ley.

Pagué, finalmente, al contado. No quise cargarlo en cuenta. Y rellené la hoja de reclamaciones. Una chica que estaba en mi mismo caso, y a la que habían denegado la posibilidad de pagar las tasas universitarias, había asistido a la conversación, y pidió también las hojas de reclamaciones. 

En mi reclamación preguntaba a La Caixa cómo es posible que la banca niegue sistemáticamente los pagos de tasas para el Tesoro del Estado cuando está obligada a admitirlos -como muchos habréis probado en vuestras carnes, es una práctica generalizada-, y no pueden someterlos a límites horarios, ni mucho menos exigirte que seas cliente para proceder al pago: tienes, tenemos todos, derecho a abonar esas tasas en el banco que nos dé la gana, a la hora que sea, y sin más complicación. 

El trabajador finalmente me dijo, entre disculpas, que sólo obedecía órdenes, y le respondí con todas mis ganas algo a: el día que te veas en mi lugar, verás cómo te sienta que alguien te diga "es que obedezco órdenes" y te deje tirado. Hoy soy yo, tío, y mañana te pasará a ti. 

Me pareció que no entendió exactamente lo que le decía. Luego me dijo que además les cerraban el acceso informático desde Barcelona para esos pagos a ciertas horas, algo que ya he oído en otras ocasiones y es falso, una mentira que les obligan a decir cuando los clientes se ponen ceporros. Todo muy... en fin, mentiras convertidas ya en discurso oficial para los clientes díscolos. Recuérdalo: cuando en un banco vas a pagar un recibo y te vienen con lo de que les han cerrado el servidor, te están mintiendo con toda su cara.

Pero sigo con la historia, que esto se complica.

Terminé el trámite en la Propiedad Intelectual y llevé la copia de la reclamación que hay que entregar en el Servicio de Consumo, al registro adecuado del Gobierno de Canarias.

Pasaron unas semanas, y recibí esta carta como respuesta:



En ella, resumiendo, me dicen que primero tengo que reclamar al llamado "Defensor del Cliente" del banco, y que, por tanto, mi reclamación no ha servido para nada. Asombrado, respondí a la carta de la Oficina de Consumo con una sencilla pregunta: 

Si las hojas de reclamaciones que hay en los bancos no valen para nada ¿Para qué rayos las ponen? 

Pasé la pregunta de nuevo por registro. Es esta:



De inmediato mandé además, por email, esta reclamación a La Caixa -ya que así me instaba Consumo-, exigiendo que se me explicara lo mismo que pedía en la reclamación original, y repitiendo básicamente lo que ya había preguntado en aquella:


Están obligados a responderte en 10 días, de nuevo por Ley.

En ese plazo me ha llegado esta respuesta de La Caixa:


Ya me han llegado otras respuestas idénticas en otras ocasiones en que he reclamado. Es la forma en la que un banco echa un balón fuera, o más bien te lo devuelve a la cara. Responde en el plazo estipulado por la legislación (10 días), sí, para que no puedas reclamar en otra instancia, pero en realidad no te responde cosa alguna sobre tus preguntas, sino que te dice “estamos en ello, le responderemos pronto”, a ver si te olvidas. Cuando llegue la respuesta, si llega, la pondré aquí.

Al mismo tiempo, no se habla en la respuesta para nada del contenido de tu reclamación, sino que se la asocia con un número de solicitud, por lo que ni siquiera podrías, en teoría, asociar la respuesta con tu pregunta y reclamar de nuevo. Cuando me llega una de estas respuestas copiadas y pegadas sé que he dado en el clavo.

Luego ha llegado la respuesta de la Oficina de Información al Consumidor a mi pregunta de por qué tienen hojas de reclamaciones en los bancos si no sirven para nada:



En un lenguaje inextricable y con una redacción un tanto dudosa, el funcionario -por supuesto anónimo, yo tengo que reclamar con todos mis datos, pero ellos no se tienen que identificar- me viene a decir que, efectivamente, las hojas de reclamaciones que hay en las sucursales de los bancos no sirven para nada, y que están “bueno, pues porque lo exige la normativa autonómica ¿Qué quiere que yo le haga?". 

Y tan campantes, oiga ¿Que le hacemos realizar trámites inútiles? ¿Que su derecho a reclamar sólo es un paripé? Pues claro ¿Qué se cree usted? No haber preguntado, hombre. Si es que eso le pasa por preguntar, alma de cántaro.

Como resumen de lo acaecido, tienes ante ti a una banca que desobedece la Ley, que engaña a sus clientes y no les atiende en las cosas más simples en que está obligada a hacerlo, y queda impune, porque por desesperación o agotamiento, el ciudadano que reclama jamás recibe respuesta: ni las hojas de reclamaciones valen, ni tampoco los mensajes de reclamación a los Servicios de Atención al Cliente o "Defensor del Cliente" como lo llaman pomposamente, pues ellos mismos saben que tienes razón y admitirlo por escrito podría ser todo un problema.

Hay una enorme maquinaria en funcionamiento para engañarnos, frustrarnos y que nuestras reclamaciones, que para colmo son obviamente justas, rara vez lleguen a buen puerto. Este es el sistema que han creado, y que hemos dejado, por inacción, que ellos construyan a su alrededor.

Por de pronto he reenviado la reclamación al Servei de Atenció al Client de La Caixa, y mi siguiente paso será elevarla al Banco de España. Obviamente, tengo ganado el asunto, porque la razón y la Ley me asisten.

Pero claro, hay otro pequeño detalle ¿Sabíais que las resoluciones del Banco de España con respecto a estas reclamaciones de los consumidores son NO VINCULANTES? No sirven para nada, son papel mojado; el banco se limita a mirarlas y reírse. Eso, claro, ocurre porque alguien lo legisló así.

Y luego nos asombramos del poder de la banca en España. No, amigos; no responden ante nadie. 

Esto es lo que hemos logrado tras décadas de cabildeos que han conseguido que la legislación se retuerza de tal manera sobre sí misma que siempre les favorezca a ellos y sea inútil para proteger los derechos de los ciudadanos. 

La legislación que teóricamente nos defiende sirve para frustrarnos y hacernos desistir en nuestras reclamaciones.

Así es España en el año 2017.

De verdad, hay mucho, pero mucho trabajo que hacer para convertirnos en un país occidental. Una tarea de años para arreglar todos estos desaguisados legislativos que han sido recompensados, claro, con a las famosas "puertas giratorias". Si ves a un ex político por ahí con un cargo de esos super bien pagados en la banca o en una telefónica, o en una empresa de energía, habrá sido gracias a que ha hecho, o contribuido a, uno de estos estropicios legislativos en favor de esas empresas que ahora hacen nuestras vidas más difíciles. 

Es como para darles las gracias ¿Verdad?

A fecha de hoy, nuestros derechos como consumidores, en muchos aspectos, como es este, son eso: papel mojado.

Pero por favor, no dejéis de reclamar. Es lo único que nos queda.

La foto la hice en junio del año pasado.

Pd.: Actualización. 

Hoy me ha llegado, con mes y medio de retraso, esta respuesta de La Caixa a mi reclamación (al menos el número coincide, algo es algo). 



Como veréis, el texto indica que "de acuerdo con la normativa vigente, no nos consta limitación de horario para el pago de impuestos y tasas a organismos públicos". Vamos, que tienen la desvergüenza de negar la existencia de una política sistemática que todos sabemos está extendida en toda la banca del país. Y no pasa nada. Y nadie hace nada.

Por supuesto, la carta es anónima. La firma un garabato y debajo de él un escueto "Titular del Servicio de Atención al Cliente".

Bueno, ya que me sugieren en la carta que reclame al Banco de España, lo haré. Por pelearlo, que no quede. Eso llevará a un resultado no vinculante, ya lo digo más arriba, que no servirá para nada. Sigamos perdiendo el tiempo y generando papel mojado.

Bonito epílogo.

Os recuerdo que vivimos en un país europeo, en el primer mundo. Para que no se nos olvide. 

Terminando, y como resumen: 

Si no te quieren atender en la ventanilla o caja de una sucursal bancaria para el pago de cualquier tasa (seas cliente o no), has de saber que no pueden negarse a hacerlo. 

TIENEN que atenderte. 

Y si te dicen que "les cortan el acceso desde el ordenador central" es MENTIRA; te están engañando con todo el descaro. 

Vivimos en un país en el que la mentira parece que se favorezca e institucionalice. 

NO LO TOLERES. 

Lucha por tus derechos. 

Es lo poco que tenemos.

Ah, y feliz año.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Stephen Jay Gould



Stephen Jay Gould

Escribiendo la pequeña reseña de “Singularities”, me acordé de Stephen Jay Gould, uno de los mayores divulgadores de la ciencia, un escritor estupendo y un hombre que gozaba con su trabajo. Sus ideas siguen todavía en controversia (como su modelo del Equilibrio Puntuado), pero sus libros son una auténtica gozada. 

Gould era un hombre del renacimiento, y aunque su formación estaba en la geología y la filosofía (¡qué tío!), cultivó la paleontologia, fue biólogo evolutivo y un maravilloso historiador de la ciencia.

Os quería recomendar especialmente uno de sus libros, “La Vida Maravillosa”, en el que nos cuenta cómo en la cantera de Burguess Shale (El Esquisto de Burguess), en Canadá, se descubrieron (y se siguen descubriendo hoy en día) algunos de los fósiles más fascinantes, que nos desvelaron un momento sorprendente y misterioso de la historia de la vida, acaecido hace unos 570 millones de años, cuyo solo nombre me abre puertas a misterios casi infantiles: el Cámbrico. Un momento en el que la vida explotó en formas, soluciones y hábitats de forma totalmente inesperada. El mundo se llenó de criaturas, algunas de formas realmente extrañas, que casi se diría provendrían de las pesadillas literarias de H. P. Lovecraft o August Derleth. Si Lovecraft hubiera podido ver los descubrimientos de Burguess Shale habría alucinado.


H. P. Lovecraft

El fenómeno es de tal magnitud que se ha llamado “La explosión cámbrica”. Una de las raras criaturas aparecidas en aquel época era Hallucigenia (que significa “alucinación”; el nombre se lo puso Charles Doolittle Walcott, el descubridor de los fósiles de Burguess Shale), un ser extrañísimo, que no sabes dónde tiene la cabeza ni dónde la cola, ni qué son púas ni qué patas... una especie de quimera venida a la vida en unos tiempos en los que la naturaleza experimentaba, digamos que ad lib, con las primeras formas de vida de gran tamaño. 


Hallucigenia en una ilustración de "La Vida Maravillosa"

Como comentaba en el texto sobre “Singularities”, hay formas que parecen soluciones óptimas en la naturaleza, y muchas de las criaturas tienden a seguir esas pautas: esferas (la distribución de presión entre el contenido y el exterior y la contención del plasma celular son óptimas, como se revela en la creación espontánea de membranas, pensad en las burbujas), husos para desplazarse en fluídos (es el caso de los peces y cetáceos), formas aerodinámicas para el vuelo y huesos huecos (las aves), etc. Pero en el Cámbrico parecía que un diseñador loco hubiera tomado las riendas de los planos de la vida, y las criaturas que entonces vivieron, hoy extintas, siguen pautas absurdas, extrañas y misteriosas  Generaciones de paleontólogos se han devanado los sesos intentando comprender cómo funcionaban aquellos seres desaparecidos.

Gould en su libro consigue meterte en el cuerpo el asombro por lo acontecido durante aquel remoto período, y también acerca de otro de los grandes misterios de la historia de la vida: las extinciones. Hemos sufrido al menos cinco en el planeta, que han arrasado el mundo. Por causas internas (vulcanismo, glaciaciones, cambios de equilibrio químico), o externas (caída de grandes asteroides, explosiones de supernovas), en algunas ocasiones la inmensa mayoría de las formas de vida del planeta fueron exterminadas. Y sin embargo, la vida es terca, es una pulsión, y sigue adelante, aunque permanezca oculta en un agujero oscuro esperando su momento. Y vuelve.

Leed a Gould si tenéis la oportunidad. Leed “La Vida Maravillosa”, u “Ocho Cerditos”, o “La Falsa Medida del Hombre”. No os arrepentiréis. Pocos han sido tan sabios y a la vez tan llanos.

El pasado septiembre Gould hubiera cumplido años. Nos queda su obra. Un generoso regalo para todos. 

Uso las imágenes acogiéndome al derecho de cita. La ilustración de Hallucigenia es © Marianne Collins. La foto de H. P. Lovecraft la hizo Lucius B. Truesdell y está en Wikimedia Commons.

Exposición abierta hasta julio.

Mi exposición fotográfica "El Risco: la montaña habitada" sigue abierta hasta julio en la Sala MAPFRE Ponce de León,  C. Castillo,...